6 de Junio de 1944
La invasión que cambió la guerra
Vista aérea del desembarco en Playa Omaha
- Antecedentes
- Operaciones Previas a los Desembarcos
- El Plan Bigot
- Los Riesgos
- Comienzo de la Operación
- Operación Tonga. La Aerotransportada en Acción
- Las Playas
- Omaha
- Baño de Sangre en Playa Omaha
- Utah
- La Toma de Pointe-du-Hoc
- Sword
- Juno
- Gold
- Los Artilugios de Normandía y sus creadores
- Conclusión
Mucho se ha escrito sobre el desembarco aliado en Normandía, de las operaciones previas, las del momento del desembarco y las posteriores operaciones, que culminaron con la liberación de la Europa Occidental. He querido recopilar una serie de autores para de una forma abarcar de una manera macro, este acontecimiento épico de nuestra historia contemporánea.
Antecedentes
En principio los aliados planeaban desembarcar en un solo punto, cerca de Normandía, pero fue Bernard Montgomery, quien sugirió a Eisenhower abrir la playa en cinco sectores, además de una operación aerotransportada de inserción detrás de las líneas enemigas para proteger el desembarco y retrasar la llegada de refuerzos, sobre todo de las Divisiones Panzers.
El comandante estadounidense aprobó el plan de Montgomery con algunas modificaciones, naciendo la operación “Overlord.” El enorme desplazamiento naval recibió el nombre de operación Neptuno, mientras que la operación aerotransportada se le denomino “Tonga”, ambas operaciones antecedidas por la no menos importante operación Fortaleza, que consistió en engañar a las fuerzas del Eje de los puntos del desembarco.
El controvertido Bernard Montgomery
De esta forma se disgregaron en la costa francesa, los cinco puntos de desembarco, las playas Omaha y Utah, para los norteamericanos y Gold, Juno y Sword para las fuerzas anglocanadienses. A estas cinco playas se le agregó un sexto punto de desembarco en Point du Hoc, cuya misión fue cedida a los Rangers norteamericanos para anular unas baterías de cañones pesados, que amenazaban las playas Omaha y Utah, para proteger los navíos del desembarco, además de posibilitar la instalación de las cabezas de playa.
Se planifica como objetivo inmediato el desembarco de 8 Divisiones, en una serie coordinada de 5 desembarcos que se consolidaron en una extensión de 12 Kms., los dos primeros días. Posteriormente se llegarían a un total de 21 Divisiones en 25 días.
Por su parte, los alemanes, a través del Mariscal Von Rundstedt y el Mariscal Model convencieron a Hitler que para la primavera de 1944, la invasión era inevitable.
Operaciones Previas a los Desembarcos
Empezaremos con la operación Fortaleza; fue el nombre clave del plan que los aliados pusieron en marcha, para engañar a los alemanes, convenciéndoles que el desembarco seria en el Puerto de Calais a 250 Kms. Del desembarco real en las playas de Normandía. Para garantizar el éxito de tal operación de engaño, los aliados dieron al General George Patton, el mando de un ejército ficticio en el sur de Inglaterra.
Tal vez el mayor artífice de tal engaño, resulto ser el doble espía español Juan Pujol, alias Garbo.
El Plan Bigot
El código Bigot, se formó con el deletreo al revés de “To Gib”, sello utilizado en los documentos del personal enviado a Gibraltar. Estos se refirieron al acceso a las zonas de desembarco, es decir la recopilación de mapas, esquemas y todo tipo de acuarela topográfica que ofrecía una vista detallada de los obstáculos, submarinos, trincheras, campos minados, y defensas alemanas, basados en las fotografías aéreas.
Estos además reportaban sitios de referencia, como por ejemplo: campanarios de iglesias y casas a las orillas del mar. Se incluyo incluso información sobre los movimientos del sol, la luna, la marea y las corrientes marinas. En estos documentos fueron plasmados los detalles más mínimos de la cacareada Muralla del Atlántico de Hitler, previstas para repeler la invasión.
Muestras de mapas pertenecientes al plan Bigot, véase el sello en la parte inferior del mismo
Estadounidenses, ingleses y franceses, arriesgaron la vida, y a veces llegaron a ofrendarla, para aportar información a los mapas Bigot. Anotaciones como “zanja antitanque cercano a un punto de resistencia”, o “erizos a 30 o 35 pies”, con frecuencia fueron regalos de patriotas. Los trabajadores galos reclutados por los nazis se mantenían al tanto del movimiento de las tropas alemanas. Por ejemplo un pintor de casas fue obligado a redecorar los cuarteles alemanes en Caen, y hurto la copia de un plano de la Muralla Atlántica.
Los mapas de la operación Bigot comenzaron a trazarse con información recogida de viejas tarjetas postales de la costa normanda, y cartas de navegación de la era napoleónica; después se sumaron las aportaciones de la Resistencia Francesa. A mediados de mayo de 1944, los cartógrafos solicitaron fotografías aéreas de la costa, tomadas a poca altura lo que represento un riesgo, algunas veces fatal para los pilotos aliados de reconocimiento.
Los Riesgos
Los británicos empezaron a planear una invasión de Europa, sólo días después de que Francia hubiera capitulado ante Alemania.
En 1942, Dieppe fue una experiencia previa, pero con un resultado trágico, ya que fueron repelidos con grandes pérdidas, pero las lecciones aprendidas, tal vez resultaron inapreciables para junio de 1944.
Los problemas y riesgos que afrontaban los aliados eran similares a los que habían disuadido a Hitler de invadir Inglaterra en 1940.
No menor era la dificultad de encontrar un emplazamiento ideal para el desembarco. El paso de Calais fue rechazado porque este sector era el más fuertemente fortificado a lo largo de la costa. Bretaña se desechó por estar demasiado lejos de Alemania, lo que suponía líneas de comunicación y abastecimiento desde una gran distancia. En tanto que Holanda y Bélgica podían ser rápidamente reforzadas por el enemigo. Esto sólo dejó la posibilidad de la península de Cotentin y la zona alrededor de Caen.
Pero todo ello no garantizaba el éxito del día D, y el fallo hubiese significado una catástrofe militar y política (de hecho Eisenhower tenía una carta excusadora en caso de que la invasión fracasara, achacándose toda la responsabilidad). En las primeras de cambio, el problema más consecuente del General Dwight Eisenhower, fue el mal tiempo, el inicio de la operación Overlord, fue cancelado en varias ocasiones motivado al clima.
Vista satelital de las costa Normanda
Cualquier demora implicaba el riesgo de alertar a los alemanes y ello le habría permitido a estos, concentrar todo su poder de fuego en el momento más vulnerable y precisamente este era durante el desembarco en las playas. En todo caso algunos analistas de los hechos de Normandía, interpretan que si la operación hubiese fallado, el desenlace tal vez culminase de igual manera; es decir, la victoria aliada se hubiese prolongado un poco más, así como el final del conflicto, que era lo que no se quería, ya que los rusos para ese momento parecían un ejército imbatible y de haberse concretado la derrota angloamericana en Normandía, los soviéticos hubiesen llegado incluso hasta las costas francesas desde el propio Berlín, pero esto tan sólo es una visión retrospectiva que no llego a suceder.
Por otro lado los angloamericanos conocían otros riesgos de mano propia, como por ejemplo, el de la playa Omaha. El siguiente extracto del libro, “El día D” de Antony Beevor, así lo refleja:
“Un equipo británico de los COPP (Grupo de Operaciones Especiales de Reconocimiento y asalto de playas) había llevado a cabo un minucioso reconocimiento de este objetivo (playa Omaha) de la 1ª y 29ª División de infantería de los Estados Unidos. En la segunda quincena de enero de 1944, el submarino de bolsillo X-20, había sido conducido hasta las inmediaciones de la costa de Normandía por un arrastradero armado. El General Bradley había solicitado que tras examinar las playas en las que iban a desembarcar las tropas británicas y canadienses, los COPP también hicieran un reconocimiento de Omaha para comprobar que el terreno tenía firmeza suficiente para el movimiento de tanques. El capitán Scott Bowden, y el sargento Bruce Ogden Smith, de la sección de embarcaciones especiales, se desplazaron a nado hasta la costa, armados únicamente con un cuchillo y una pistola automática de 45 mm. También llevaban una barrena de mano de casi medio metro de longitud y una banderola con recipientes en los que depositar las muestras del suelo que fueron recogiendo.
El mar estaba insólitamente en calma, y a punto estuvieron de ser descubiertos por los centinelas alemanes
Al día siguiente de su regreso, Scott Bowden fue llamado a Londres por un contralmirante. Llegó a Norfolk House, en St. James Square, justo después de la hora del almuerzo.
Allí, en un corredor alargado, con las paredes llenas de mapas cubiertos por cortinas, se encontró frente a seis almirantes y cinco generales, entre ellos el propio Bradley. Éste lo sometió a un minucioso interrogatorio acerca de la capacidad de resistencia de la playa. «Señor, espero que no le importe lo que voy a decir», dijo Scott Bowden al general americano cuando ya estaba a punto de abandonar la reunión, «pero esa playa representa de hecho un adversario formidable y por fuerza será escenario de un gran número de bajas», Bradley poniendo una mano sobre el hombro del zapador británico, murmuro: «Lo sé muchacho, lo sé». Omaha era simplemente la única playa donde era posible desembarcar entre el sector británico, a la izquierda y la playa Utah, a la derecha.
Si el alto mando aliado conocía estos detalles importantes, ¿qué previsiones o estrategias tomaron? La respuesta históricamente no esta evidenciada, a no ser que se pensó que con el bombardeo naval y aéreo a las costas doblegarían las defensas alemanas. Las bajas norteamericanas en la playa Omaha demuestran que no fue del todo efectivo.
Comienzo de la Operación
Los versos del poeta Paul Verlaine, sirvieron a la resistencia francesa como referencia a la invasión, versos como por ejemplo: “los largos sollozos de los violines de otoño”, ponían en alerta a los maquis o guerrilleros que deberían concentrarse en constante escucha para captar el segundo verso del mismo poeta: “Herido mi corazón de un monótono desaliento”, combinación de versos que traducen: La invasión comienza en 48 horas.
El lunes 5 de junio, las noticias de radio de la BBC fueron nuevamente interrumpidas con nuevas consignas en clave. “Eileen está casada con Jo”, “Suez está muy caliente”, “la brújula señala al norte”. Y para terminar, “los dados están sobre la mesa.”
Millones de radioescuchas no les encontrarían sentido o significado a aquello, pero 5000 guerrilleros clandestinos pertenecientes a la Resistencia, se diseminarían esa noche por la Francia ocupada, para sabotear vías de ferrocarril, puntos claves en las carreteras y 74 estaciones de comunicaciones, para impedir o retrasar el desplazamiento de las Divisiones alemanas de reserva hasta las playas de Normandía, área donde al amanecer seria escenario de la mayor invasión jamás vista.
Miembros de la Resistencia planificando sus operaciones previo a la invasión
Dicho mensaje en clave a la Resistencia Francesa, fue interceptado por los alemanes, el 15º ejército se puso en alerta total, el General von Salmuth informó al cuartel general de su grupo y a otras unidades de lo que sucedía. Increíblemente el 7º ejército que defendía las playas de Normandía no fue informado y peor aún muchos de los oficiales de la 84º División, se habían marchado para practicar un simulacro de guerra en Rennes. Rommel se había ido a visitar a su esposa (días más tarde sería herido en un ataque aéreo) y no fue hasta su conferencia de guerra del mediodía que Hitler recibió un informe completo de lo sucedido.
Ese mismo día 6, a las 2:30 pm, Rundstedt suplicaba frenéticamente, para que se enviara las reservas panzers para el contraataque. La necesidad de obtener el permiso del führer antes de poder reaccionar ante los acontecimientos fue clave.
El Mariscal Rommel intercambiando impresiones con el Mayor General Von Bismarck, comandante de la 21º División Panzer
Operación Tonga. La Aerotransportada en Acción
En las primeras horas de la invasión, era esencial para los aliados, salvaguardar los flancos de la cabezas de playa, impidiendo a los alemanes introdujeran refuerzos. Eisenhower tenía una total superioridad aérea, pero sus aviones no podían alcanzar blancos pequeños por la noche o con mal tiempo, por lo que decidió utilizar tropas aerotransportadas para apoderarse de las fortificaciones, volar o asegurar puentes y desorientar y confundir a los alemanes. La tarea de conquistar y defender el puente del canal de Caen, en Bénouville y el puente del río Orne en Ranville, le fue encomendada a la 6ª División aerotransportada británica, además de proteger el flanco izquierdo de las playas Word, Juno y Gold.
Un tercer Horsa desciende cerca del puente objetivo
Miembros de la 6ª División Aerotransportada Británica en acción, en la toma del Puente Pegasus
En este sector, donde fueron lanzados los paracaidistas británicos, se produjo la famosa captura del puente Pegasus, fue el primer objetivo aliado a cargo de los paras ingleses, al mando del Mayor John Howard a bordo de tres planeadores Horsa.
En tanto la 101º y 82º División aerotransportada americana fueron lanzadas detrás de las líneas enemigas en los pantanos de Utah, con la misión primordial de apoderarse de puentes, caminos y vías férreas para facilitar el paso de las unidades desembarcadas.
Estas dos divisiones, tuvieron más problemas que su contraparte británica, ya que por una serie de circunstancias como el mal tiempo y la dificultad para localizar las zonas de aterrizaje, fueron esparcidos a los cuatro vientos.
Los pilotos norteamericanos eran bastante inexpertos, creando una confusión en los lanzamientos, las nubes obligaron a diseminar a los aviones, provocando la total dispersión de los paras una vez llegados a tierra. Algunos paracaidistas cayeron en ciénagas inundadas y se ahogaron en profundidades de tan sólo medio metro, debido a su pesado equipo (muchos de ellos se quejaban de que apenas se podían montar en los aviones, su equipo se aproximaba a los 50 Kgs de peso). Varios aviones cayeron abatidos por el fuego artillero y muchos paras fueron lanzados encima de posiciones artilladas o de poblaciones como St. Mère Eglise.
Momento del salto en suelo Francés
Elemento de la 101º salvando las dificultades del momento
El desorden fue tal, que transcurrido el día 1, de los 6000 paracaidistas de la 101º, y los 3500 de la 82º, todavía no habían podido reunirse en los puntos fijados.
Las Playas
Aunque las fuerzas alemanas de la zona concluyeron que estos desembarcos aéreos eran el inicio de la invasión, el alto mando alemán siguió convencido de que era una distracción, antes del principal ataque aliado en el paso de Calais. Mientras se desplegaban estas operaciones aéreas, la flota levó anclas frente a la costa normanda para iniciar la operación Neptuno. Al acercarse el amanecer los aliados iniciaron los bombardeos navales y aéreos contra las defensas costeras alemanas.
El New York Times anunciando la invasión
Configuración de las playas de invasión, en la Costa francesa
Omaha
Abarcaba un ancho de 8 Kms y se encuentra ubicada entre las localidades de Saint Honorine des-Portes y Vierville-sur-Mer, frente al canal de la Mancha.
A su vez estaba subdividida en los sectores cuyos nombres claves eran: Able, Baker, Charlie, Dog Green, Dog White, Easy Green, Easy Red, Fox Green y Fox Red. La tarea le fue encomendada a la 29º y la 1ª División de infantería Norteamericana, comandada por el Coronel Clarence Ralph Huebner. La 29º División estaba reforzada por nueve compañías del 2º y 5º Batallón de Rangers quienes ya habían luchado en Sicilia y sur de Italia. La defensa de la costa en ese sector estaba a cargo de la 352ª y 716ª División de infantería del ejército alemán, bajo el mando del General Dietrich Kraiss.
En esta playa participó el famoso fotógrafo Robert Capa, el cual captó varios momentos del histórico acontecimiento.
Baño de Sangre en Playa Omaha
El bombardeo no surtió mucho efecto en las defensas alemanas, los bombarderos “Liberators”, descargaron su carga explosiva en zonas tras las líneas defensivas, los bunkers quedaron virtualmente intactos, eran inmunes al fuego frontal, después de la 0600 horas, al terminar el bombardeo empezaron a desembarcar las tropas y éstas inmediatamente comenzaron a sentir el rigor del fuego cruzado, las ametralladoras alemanas segaron la vida a cerca de 2000 soldados norteamericanos.
Dirigiéndose al objetivo playa Omaha
Conforme se acercaban al borde de la playa se dieron cuenta con horror, de su difícil situación. Oyeron como las balas de las ametralladoras impactaban sobre las rampas, y lo último que pudieron ver algunos de los que ocupaban las primeras filas, fueron las balas rebotando en el agua, cuando los alemanes disparaban directamente sobre la masa humana que permanecía en la parte central y descubierta de las lanchas, matando e hiriendo a los soldados, incluso antes de que lograsen salir de allí. El pánico se adueño de los hombres, se lanzaban por la borda a la profundidad de las aguas.
A algunos les hundía el peso de su propio equipo, otros abandonaban sus mochilas y armas, para nadar hasta la playa. Los que conseguían llegar lejos tenían que enfrentarse con un potente fuego de enfilada, mientras cruzaban la arena buscando la protección del dique. La segunda oleada sufrió tanto como la primera, que había tenido un 90% de bajas, incluso el Teniente General Omar Bradley, consideró la posibilidad de retirarse o desviar las tropas hacia la playa Utah, pero optó por no hacerlo y fue una decisión acertada viéndolo posteriormente.
Vista frontal de playa Omaha, sector rojo
Con el mar más revuelto, al empeorar el tiempo, intempestivamente se hundieron al naufragar por lo menos unas 10 lanchas cerca de la playa, entonces los barcos de apoyo abrieron fuego a mucha distancia de la playa, y la mayor parte de su furia explosiva se quedó corta, hundiendo otras tantas lanchas de desembarco. Los intentos de desembarcar artillería y blindados fueron desastrosos, tanto fue así que cuando las primeras tropas de los cinco cuerpos llegaron a la playa, no contaban con el apoyo blindado, se habían hundido o llegaban detrás de la infantería. Un médico de la Armada expresó lo siguiente: «No podía distinguir los vivos de los muertos, entre las aguas teñidas de rosa oscuro. Los que llegaron a la playa trataron de ocultarse tras las rocas, único refugio en la playa Omaha aquel día.»
El fuego alemán en Omaha era muy intenso, el Sargento teutón, Franz Gockel de la compañía de ametralladoras de la 352º División que guarnecía la playa Omaha relata en sus memorias: « En siete horas y media de combates dispare desde mi ametralladora MG-42, más de 12000 proyectiles sobre las tropas americanas que desembarcaban. No podíamos creer que con las bajas que les estábamos infringiendo continuaran desembarcando más soldados en la playa. Después de la guerra me hice amigo de varios soldados norteamericanos que habían desembarcados en la playa y comentábamos que tanto ellos como nosotros, rezábamos y nos matábamos a la vez.» Gockel se ganó el mote de la “Bestia de Omaha” su comentario ilustra como esta playa se convirtió en una batalla cruel y sangrienta.
Mapa que muestra la división de playa Omaha
La precisión necesaria para el despliegue ordenado de las tropas empezó a disminuir. Los hombres y el material seguían llegando a la playa, pero no tenían donde protegerse del cruento fuego defensivo, las tácticas fueron inútiles, cuando compañías enteras de técnicos o ingenieros quedaron diezmadas o se perdieron en el caos frente a la costa. Una sensación de parálisis empezó a tomar cuerpo en los inexpertos soldados.
El Coronel George Taylor al mando del 116º regimiento de infantería de la 29º División, les dijo a sus hombres: «Tan sólo dos tipos de hombres se van a quedar en esta playa, los muertos y los que van a morir. A si que moveos y salgamos de aquí», ordenó a sus hombres que cogieran las armas y municiones de los hombres muertos y los que se encontraban heridos y lucharan por salir de la playa.
Imagen artística que muestra lo cruento de la lucha en Omaha Beach
General Norman Cota
El Brigadier General Norman Cota, llegó con su grupo de mando, de la 29º División a las 07.30 horas, empezó a reorganizar y ha animar a las tropas que aún quedaban con vida en la playa, comenzando cierto progreso. Gradualmente bajo su mando y con las tropas más experimentadas logró avances importantes hacia las posiciones defensivas.
Se conquistaron las salidas de la playa y comenzaron los avances hacia el interior, a la 1:30 horas se informaba al alto mando que las tropas ya avanzaban tras las líneas defensivas. La cabeza de playa de Omaha se consiguió a un alto precio y posteriormente fue objeto de críticas e investigaciones, donde se decía incluso que las tropas fueron enviadas engañadas a un matadero (se estiman bajas de poco más de 4000), donde murieron centenares de jóvenes, en que las edades oscilaban entre 19 y 20 años, apenas acababan de dejar atrás una reciente infancia.
Tanques hundidos en la costa francesa, en la playa Omaha según varios DD naufragaron muriendo ahogados 33 de sus tripulantes
Los EE.UU. casi 60 años después del desembarco decidió efectuar la búsqueda de vestigios de la invasión, como esta linterna o lámpara
Placa identificativa donde claramente se lee Miland Warren C
Utah
Separada por la punta de Hoc, la playa Utah está contigua a la playa Omaha. Abarcaba un ancho de 5 Kms. Y se encuentra ubicada entre los pueblos franceses de Pouppeville y La Madeliene. Para los alemanes era el sector W5.
La misión de establecer la cabeza de playa le fue asignada a la 4ª División de infantería, perteneciente al VII cuerpo del Ejército estadounidense. Fue comandada por el General Raymond O'Barton, quien contaba como asistente al General Theodore Roosevelt Jr., hijo mayor del presidente norteamericano.
El desembarco inicio a las 6:30 horas. Debido a un error de navegación, las lanchas de desembarco se desviaron un poco y las tropas de la 4ª División desembarcaron en un sector donde había muchas dunas. El General Roosevelt Jr. Observando los puntos de referencia antes de adentrarse tierra adentro descubrió que habían desembarcado a kilómetro y medio al sur de la playa original, potentemente fortificada por los alemanes.
General Raymond O'Barton, comandante de las tropas de playa Utah
Arte del desembarco del General Roosvelt Jr. en playa Utah, semanas después moriría de un ataque cardíaco
Esa equivocación salvó tal vez a los soldados norteamericanos de una masacre como la de Omaha, de haber desembarcado en su playa inicial.
En comparación con la playa Omaha, no se encontró demasiada resistencia (motivado por el error descrito anteriormente).
Definitivamente, en playa Utah hubo menos confusión y nerviosismo. El bombardeo naval, aunque no alcanzó muchas posiciones alemanas, logró despejar de minas los campos franceses.
El bombardeo aéreo de la 9ª Fuerza Aérea fue más preciso en Utah de lo que fue la 8ª Fuerza Aérea en Omaha. En total en la playa Utah fueron contabilizadas en 200 las bajas norteamericanas.
Gráfica que muestra los diferentes obstáculos que tenían que salvar los aliados
La Toma de Pointe-du-Hoc
La historia del asalto a Point-du-Hoc, contada en el libro “El día más Largo”, de Cornelius Ryan, esboza para muchos, un error que años después del conocido ataque por parte del 2º Batallón de Rangers, busca esclarecer la verdad.
Ryan sugiere que la misión de los rangers de destruir las baterías alemanas, fue un esfuerzo inútil. Estas poderosas baterías alemanas de seis cañones de 155 mm y con un alcance de casi 20 kms., dominaban la costa desde Port-en-Bessin, en el sector británico, hasta un punto al noroeste de la playa Utah. El temor a la potencia y alcance de estos cañones habían llevado a la decisión de amerizar las lanchas de desembarco americanas a unos 18 kms de la playa, lo que sometió a los soldados a un agotador viaje de tres horas con mar picado.
Se encomendó a los Rangers, al mando del Teniente Coronel Rudder, la peligrosa tarea de escalar los acantilados bajo un fuego concentrado, para silenciar los cañones en la cima del risco. Los 225 Rangers, el cual habían entrenado durante semanas en condiciones similares, se encontraban equipados con lanzacohetes que disparaban garfios, cuerdas y escalas, tenían que desembarcar a la hora H. Sus lanchas de desembarco, sin embargo se dirigieron al este del punto previsto; cuando se descubrió el error, tuvieron que acercarse a lo largo de un rumbo paralelo a la costa, que les exponía al fuego desde la cima del acantilado. Varias lanchas se hundieron, otras quedaron tan dañadas que hubo que hundir su cargamento.
Teniente Coronel Rudder, comandante de los Rangers el día D
El bombardeo naval previo a la invasión se detuvo cuando los Rangers llegaron al punto de desembarco correcto y los alemanes volvieron a sus puestos de defensas. Empapados, mareados y sometidos a un ataque fuerte de armas de fuego y granadas desde lo alto, los Rangers se afanaron por escalar los acantilados.
Para ayudarles, el destructor americano “Satterlee”, abrió fuego contra las posiciones alemanas en Point-du-Hoc, lo que permitió que los primeros hombres estuvieran en lo alto a los cinco minutos de haber desembarcado en la playa.
Cuando llegaron a la cima, los Rangers descubrieron que los cañones, cuya destrucción había sido el objetivo de sus esfuerzos desesperados, ya no estaban allí.
Para protegerlos de los bombardeos aéreos y navales anteriores, los alemanes lo habían trasladado a un emplazamiento más seguro, a un pequeño bosque a 1,5 Km tierra adentro, donde posteriormente los Rangers los descubrieron. No habían sido disparados nunca. Tomada Point-du-Hoc, los conquistadores avanzaron para cortar la carretera costera, entre Vierville y Grandcamp y establecer allí una posición defensiva.
Escalada y toma de Point-du-Hoc
Dentro de esta historia existen dos Rangers, que sobrevivieron a la misma, El Sargento 1º Leonard Lomell de Toms Rivers, Nueva Jersey, y el Sargento Jack Kuhn de Altoona, Pennsylvania, ellos fueron testigos directos de cómo la misión de los Rangers fue cumplida.
Ellos contaron su testimonio, como protagonistas centrales y el hecho de que los cientos de Rangers que participaron y murieron fueron condecorados con el corazón púrpura, por sus valientes esfuerzos en el asalto a Normandía, hizo que esto desmintiera al escritor Ryan, acentuando que el sacrificio del 2º Batallón de Rangers no fue inútil.
Sword
La playa Sword abarcaba un frente de 8 km en la costa normanda y se encontraba en el extremo oriental de los cinco puntos de desembarco.
Esta playa estaba subdividida a su vez en 4 zonas de desembarco, Oboe, Peter, Queen y Roger. Era contigua a la playa Juno y estaba ubicada a unos 12 km al noroeste de la ciudad de Caen, la cual era estratégicamente muy importante.
El área de los alrededores no estaba muy bien defendida, especialmente si la comparamos con la playa Omaha, la misión de establecer y asegurar la cabecera de playa en Sword le fue encomendada a las unidades del 2º Ejército Británico, comandado por el Teniente Coronel Miles Dempsey.
Tnte. Coronel Miles Dempsey, mandamás del 2º ejército Británico
El desembarco se inició a las 07:25 horas, cuando los comandos británicos pusieron pie en ese sector, unidades de infantería le siguieron a los comandos, a quienes se les unieron las 3ª y 5ª Brigadas de paracaidistas de la 6ª División, que habían sido insertados tierra adentro horas antes (los elementos del 2º ejército supusieron el relevo de los paras de las 3ª y 5ª Brigadas que habían tomado los puentes del sector, incluyendo el Pegasus).
Llegada de los combatientes ingleses del 2º Ejército Británico al puente Pegasus
Los británicos en principio no encontraron mayor resistencia en los alrededores de la playa y para las 08:00 horas de ese día las escaramuzas iniciales habían terminado.
Para las unidades del 2º ejército británico fueron las únicas que debieron hacer frente en el día D a un feroz contraataque del 192º Regimiento Panzer Grenadiers, perteneciente a la 21ª División alemana, que las atacó violentamente. La aviación aliada tuvo que intervenir, por lo que fueron salvados del feroz ataque teutónico.
Al finalizar el día, unos 29000 hombres habían desembarcado en playa Sword y los británicos tuvieron aproximadamente 700 bajas.
En playa Sword se destacó la insigne historia del gaitero Bill Millin, de los Cameron Highlanders, perteneciente a la 1ª Brigada de Servicio Especial de Lord Lovat.
El histórico Bill Millin, gaitero de playa sword, de los Camerons Highlanders
Prisioneros alemanes en playa sword, el sujeto trás el soldado inglés incluso parece miembro de la Luftwaffe, por el gorro que lleva puesto
Juno
Su extensión abarcaba desde Saint-Aubin-Sur-Mer, al este, hasta Courseulles-sur-Mer al Oeste, presentando un ancho de 4 km.
Juno estaba subdividida en dos zonas de desembarco: Mike, al oeste, y Nan, al este. A las 7:45 horas, la 3ª División de Infantería del ejército canadiense, bajo el mando del General Rodney L. Keller empezaron a desembarcar en la playa. Estos (3ª División) estaban reforzados por la 2ª Brigada Blindada. Después de Omaha, Juno fue la otra playa que encontró un mayor grado de dificultad.
Estaba defendida por la 716ª División de Infantería de la Wehrmacht, comandada por el General Wilhelm Richter, quien contaba con 11 baterías de cañones de 155 mm y 9 de 75 mm.
General Rodney L. Keller
General Wilhelm Richter
Al principio hubo un retraso de 10 minutos en el desembarco, esto permitió que la marea subiera haciendo perder 20 de las primeras 24 lanchas de desembarco, al chocar estas con los obstáculos, el apoyo blindado estaba a cargo de los obsoletos tanques Centauros que resultaron ser peligrosamente inestables sobre las lanchas de desembarco, muchas de ellas volcaron, y solo llegaron 6 de las 40 que se esperaba que lo hicieran.
Los valientes y bien entrenados canadienses lograron asegurar la cabeza de playa y avanzar 10 km en el primer día de batalla, pero a un coste elevado, ya que 1100 hombres fueron muertos o heridos.
Representación con figuras a escala 1:6 del desembarco de Juno por parte de las valerosas tropas canadienses,representadas por la 3ª división de infantería. Esta secuencia nos da una sensación casi fotográfica del asalto a la playa. Los canadienses participaron con armas inglesas como el rifle Enfield, que podemos observar portando las figuras
Gold
Se encuentra ubicada entre los pueblos franceses de Le Hamel y Ver-sur-Mer, y abarcaba un ancho de 7 km.
Era el punto de control de los cinco puntos desembarco aliado. Esta playa estaba subdividida a su vez en tres sectores: Item, al oeste: Jig, en el centro, el cual a su vez constaba de dos secciones, cuyos nombres claves eran, Green y Red. Finalmente el tercer sector era King, al este. La 50ª División de Infantería del Ejército Británico, estaba reforzada con el 47º Grupo de Comandos de los Royal Marines y la 8ª Brigada Blindada, estos tenían la misión de tomar por asalto el sector y establecer una cabeza de playa. El desembarco inicio a las 7:30 horas.
Esta fuerza invasora estaba bajo el mando del General Douglas Alexander Graham. En comparación con Omaha y Juno, los británicos no encontraron resistencia, ya que en las inmediaciones de la playa Gold, sólo se encontraban algunas unidades de la 716ª y la 352ª División de infantería de la Wehrmacht. Sin embargo se combatió fuertemente en el pueblo de Le Hamel. Los bombardeos preliminares suprimieron la resistencia alemana y la vanguardia estableció una cabeza de playa inicial a pesar de la falta de apoyo blindado de la 8ª Brigada, el cual se retraso motivado a la mar picada.
General Douglas Graham
Soldados de 50ª División Británica se adentran en playa Gold
Los Artilugios de Normandía y sus creadores
Winston Churchill, buscando minimizar las pérdidas humanas, frente a las defensas costeras alemanas, encomendó a el mayor General Percy Hobarts idear los medios necesarios para abrir brechas en el Muro del Atlántico.
La fabricación de estas máquinas sin duda salvaron muchas vidas, particularmente en las playas del sector británico, donde fueron usadas a gran escala. A los americanos se les ofrecieron “las rarezas de Hobarts”, pero sólo mostraron interés por los anfibios Sherman o DD (Duplex Drive). Las numerosas víctimas sufridas por el ejército americano en la playa Omaha podrían haberse evitado si hubieran desplegado los blindados especializados británicos.
El Tanque Duplex Drive
Específicamente era un tanque MK IV Sherman, una vez impermeabilizado, dos hélices se ponían en marcha y una lona inflables los ponía a flotar.
El principio o origen de este invento, sin embargo se le acredita al científico Húngaro, Nicolás Straussler.
Tanque Sherman DD
El Tanque Bobbin
Se adaptaron tanques Churchill para construir una pista sobre arena o terreno blando. Cargaban 34 metros de tejido de fibra resistente en un carrete de 3 metros de ancho.
Tanque Bobbin
El Cangrejo
Un tanque Sherman con mayorales de cadena giratoria delante; este carro se convirtió en un barreminas muy eficaz. En una hora podía limpiar un sendero de 3 metros de ancho por 2,5 km de longitud.
Tanque Cangrejo o rompeminas
El Churchill AVRE
Llevaba un pequeño puente de entramado metálico, capaz de soportar una carga de 40 toneladas. En 30 segundos se podía salvar un boquete de 9 metros de anchura.
AVRE (Armored Vehicle Royal Engineers, en sus siglas en Inglés) algo como vehículo de ingenieros blindado real
El Cubo de Basura Volante
Este tanque Churchill iba equipado con un mortero de 290 mm y podía lanzar un proyectil de 18 kg, de forma parecida a un cubo de basura, 3 veces por minuto. Se utilizó para destruir fortificaciones de hormigón.
Cubo de basura Volante
El Cocodrilo
Esta versión del MK VII, llevaba un lanzallamas con un alcance de 110 metros montado sobre un casco; llevaba consigo un tanque de combustible de 1018 litros (ciertamente una peligrosa desventaja).
Carro lanzallamas cocodrilo
Los Puertos Mulberries
La paternidad de la idea de los puertos artificiales le corresponde al comodoro J.Hughes Hallet, y es muy probable que se le sugiriera a Mountbatten, cuando era su jefe de Estado Mayor. Los detalles de los puertos artificiales fueron discutidos en detalle durante una conferencia celebrada en Londres, a comienzos de 1943, presidida por Lord Mountbatten y fue planteada a los jefes de Estado Mayor Combinado, en agosto de 1943 en la conferencia de Quebec, donde se estudió el “plan Cossac”.
Expertos británicos, canadienses y estadounidenses estudiaron el problema e hicieron sus sugerencias, naciendo así los puertos artificiales Mulberry, que harían posible el desembarco de cientos de miles de hombres, material y equipo los días posteriores al Día D.
La importancia de los Mulberries radicó en la llegada de suministros a tierra firme
Las Lanchas de Desembarco
Estas no fueron ninguna novedad para el día D, las lanchas ya habían sido utilizadas en África y los desembarcos al sur de Italia, es decir databan de 2 años antes del desembarco aliado en Francia. He aquí la historia:
En Nueva Orleans, tenía su sede una pequeña empresa dedicada a la construcción de barcos de fondo plano, especialmente diseñadas para la navegación por el río Mississippi, un río donde flotaban numerosos obstáculos, como troncos, ramas y en donde existen fondos rocosos y arenosos cerca de la superficie.
El dueño de la fábrica era Andrew Jackson Higgins. Se trataba de un empresario imaginativo, pertinaz y ecléctico. Al comenzar los trabajos surgió el problema de cómo saldrían las tropas de la barcaza.
Higgins reunió a sus ingenieros y se propusieron no abandonar la fábrica hasta encontrar la solución. Esa misma tarde, uno de ellos le expuso el diseño de portón frontal basado en una idea que tuvo con una caja de puros. La idea gustó a la Armada y Higgins se quedó con el contrato.
Las lanchas de Higgins tenían una eslora de 11 metros, por un ancho de 3
El nuevo barco tenía una longitud de 11 metros, una anchura de 3 e iba propulsado por un motor diesel. Pero surgió un nuevo problema: la escasez de acero para fabricar las 9000 barcazas solicitadas en los próximos 2 años.
La solución la aportó el propio Higgins. En 1939 había tenido la previsora idea de adquirir toda la producción de caoba de las Filipinas. Propuso a la Armada su construcción en ese material, más barato y más fácil de emplear para la fabricación de las lanchas. Aplicó una producción en cadena y sus barcos salían a un ritmo trepidante de las fábricas, cumpliéndose así con el objetivo impuesto. Semejante producción no pasó desapercibida para los espías alemanes, motivo por el cual el Gobierno le asignó protección con guardaespaldas. La información sobre su diseño y materiales empleados fueron utilizados por los alemanes para instalar las contramedidas en las playas. Eisenhower se refirió a Higgins como: “el hombre que nos hizo ganar la Guerra.”
Las lanchas de desembarco y asalto tenían una capacidad aproximada a 36 hombres y 3 Toneladas de carga. Resultó vital a la invasión anfibia aliada
Los Ruperts
Fueron unas figuras en miniatura de paracaidistas que se lanzaban antes del desembarco y lanzamientos de los paracaidistas, de la 82º y 101º norteamericana en el día D, como una medida de dispersión para confundir a los defensores alemanes. No se tiene registros de que cantidades se lanzaron ni donde. Estaban hechos de material cerámico, y tenían el peso suficiente para tirar de las líneas de suspensión tensa y descender en paracaídas, se les adjuntaron unos petardos atados alrededor de la figura, que se encendían al golpear el piso. Estos se muestran magistralmente en la película “El día Más Largo”, pero según, eran el doble de altos y poseían más detalle en el equipo.
Un modelo de Rupert, usado por los norteamericanos en Normandía
Conclusión
A finales del día 6 de junio, los aliados tenían más de 150.000 tropas y sus equipos en tierra ya se habían apoderado de unos 207 km2 la Francia ocupada.
Sus bajas fueron pocas, considerando la envergadura de la operación: alrededor de 6.000 americanos y 3.500 británicos y canadienses habían caído muertos, se encontraban heridos o desaparecidos.
Los Alemanes tuvieron mucho en su contra: Rommel y otros Generales estaban lejos del frente cuando comenzó al ataque; la carencia de transporte impidió el rápido despliegue de su infantería y órdenes contradictorias mantuvieron a la única División Panzer cercana a la costa moviéndose ineficazmente de un lado a otro.
El Mariscal Gerd Von Rundstendt primero de la izquierda, supervisando la muralla Atlántica
Sin embargo, los alemanes tenían en el momento del desembarco para contrarrestar el ataque aliado un total de 107.858 hombres y 370 tanques en dos divisiones blindadas (12º Panzer SS y la 21ª Panzer) 5 de infantería (711º,716ª,352ª, 709ª y 743ª División de infantería) incluyendo un regimiento de paracaidistas 6º y la 91ª División de infantería aerotransportada de la Luftwaffe, exceptuando el primer día, las fuerzas alemanas siempre fueron superiores a las aliadas durante toda la batalla, salvo del control del espacio aéreo, ya que los cielos estaban controlados por las fuerzas aéreas aliadas. Pero en el marco terrestre siempre a lo largo de toda la batalla desde el Día- D+1, hasta el Día D+35 hubo una diferencia de entre 2 y 10 Divisiones por parte de los alemanes que fueron superiores en tropas, con la oportunidad de poder lanzar una contraofensiva con las reservas acorazadas que tanto deseaba Rommel para llegar a las playas y echar a los aliados al mar.
Después de establecidas las cabezas de playa, la penosa tarea de recoger los compañeros caídos y socorrer los heridos
Un total de 240.000 soldados alemanes habían muerto o estaban heridos, y otros 200.000 habían sido dados por desaparecidos o capturados. Los alemanes perdieron 1500 carros de combate y 3500 piezas de artillería. También hubo bajas en la aviación, pero mi fuente no es muy precisa, ni muy confiable. Según para las primeras dos semanas de la invasión la Luftwaffe había perdido 662 aparatos.
En la batalla por Normandía, también murieron más de 20.000 civiles franceses, de los cuales más de 3000 fue en la ciudad de Caen, arrasada por los bombardeos aliados. Este episodio controversial del desembarco aliado fue duramente criticado e incluso investigado por denuncias de graves daños ecológicos y ambientales en la zona.
Hasta se llegó a oír de voces de franceses, frases como: “Con Hitler se vivía mejor”, por supuesto me parece un clamor obvio y justificado de la víctima del daño colateral de una guerra, el lugar donde vivía ya no existía. Pero por supuesto igualmente existieron franceses entusiastas, que al paso de las tropas aliadas los recibían con una buena copa de vino.
La ciudad de Caen, devastada por los bombardeos aliados
Para ese trágico momento la guerra no había finalizado y pasarían muchos meses y otro número de campañas y operaciones como, Market Garden, La Bolsa de Falaise o La Batalla de las Ardenas, entre otras, para llegar finalmente a Berlín. Los sucesos del día D, fueron el principio del fin para el tercer Reich de Hitler, las tropas soviéticas igualmente se acercaban para culminar 6 años de cruenta guerra.
Para el 25 de agosto de 1944, la 2ª División Acorazada Francesa bajo el mando del General Leclerc liberó París. Era el día D+80, en poco menos de lo previsto en el plan original de Overlord, la Batalla de Normandía había finalizado.
El corresponsal de guerra norteamericano Ernie Pyle comentó en referencia al Día D:
«Uno no puede menos que emocionarse con la intensidad de nuestra invasión. Fue audaz y poderosa, una de las mayores epopeyas militares de toda la historia. Espero que podamos alegrarnos de la victoria, pero con humildad, ya que los soldados de todas las nacionalidades enfrentados que han muerto en el campo de batalla de Francia, no querrían que fuese en vano.»
Después del Día D+1 las preocupaciones volcaron al desembarco de suministros, transporte, armas y equipos, como se muestra en estas pinturas de un LCT y Jeep Willy
Embarcaciones con avituallamiento y logística hacia las playas normandas
Vista aérea de los sucesos en playa Omaha, en pleno acontecimiento
Para conocer más:
La Toma del Puente Pegasus
Bajas aliadas en la playa de Omaha
Preparativos antes del Desembarco a Normandía
Operación Neptuno
Canadienses en el Día D
Fuentes:
Nacional John. Enciclopedia de las Grandes Batallas de La Segunda Guerra Mundial. Tomo 4. Editorial Rombo. Año 1994. ISBN 8486579538.
Gilbert Martin. El Desembarco de Normandía. El Día D. Editorial A&M Grafie SL. Año 2004. ISBN 844931741-X.
Antony Beevor. El Día D. La Batalla de Normandía. Editorial Crítica. Año 2009. ISBN 9788498920208.
Butler Rupert-Dougherty Martin. Grandes Batallas de la Segunda Guerra Mundial. Enfrentamientos Militares que Determinaron el Futuro. ISBN 978I407567594.
La II Guerra Mundial como nunca se la habían contado. Encarte Revista la Aventura de la Historia Nº 10.
Revista National Geographic en Español, Edición Junio 2002.
Documental de la BBC. El día D.
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http://www.cranstonfinearts.co.uk/
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http://www.France-for-visitors.com
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