
Funcionamiento y datos técnicos
Datos técnicos
Calibre: .30-06 (7,62x63).
Sistema: Semiautomático de cierre rotatorio accionado por toma de gases.
Longitud total: 1100mm
Longitud del cañón: 610mm
Peso: 4,3 kg
Alimentación: Peine de 8 cartuchos.
Velocidad inicial: 860 m/sg
Alcance efectivo: 600 m
Miras: Trasera tipo diopter corregible en deriva e inclinación.
Historia y desarrollo
“El rifle M1 es uno de los mejores instrumentos de batalla jamás concebido.”
Esta frase de George Patton alabando el fusil M1 parece a primera vista una de las exageraciones que caracterizaron muchas de sus intervenciones públicas. No obstante, para saber si en este caso fue una exageración o no, será necesario adentrarse en los orígenes de su desarrollo y la popularidad que se ganó en el campo de batalla. Es importante conocer el contexto en el que la frase se pronunció, por lo que el examen de sus ventajas y desventajas nos dará la medida para saber si la reputación del rifle M1 se corresponde o no con la realidad.
El origen del rifle semiautomático se remonta a principios del siglo XX, de manos de un general mexicano llamado Manuel Mondragón, agregado militar de esa nación en Francia. Mondragón, un experto en balística, logró diseñar un fusil funcional de calibre 5mm. El arma fue patentada en 1907 en los EE.UU. y su fabricación encargada a la firma S.I.G. de Suiza en 1907. El ejército mexicano efectuó un pedido inicial de 4.000 rifles que se comenzaron a fabricar en 1912, pero el inicio de la Primera Guerra Mundial interrumpió la producción cuando sólo se habían entregado unos cuantos fusiles, mientras que el resto fue a parar al ejército alemán. La revolución mejicana de 1916 atrapó tanto al general como a su diseño, que cayeron en el olvido.
Por otra parte, el ejército estadounidense llevaba al menos desde 1902 buscando un fusil semiautomático para armar a su ejército. La búsqueda de un modelo operativo supuso el proyecto más largo y continuo efectuado por las fuerzas armadas de ese país. Se probaron varios modelos de rifle de ingenieros de varias nacionalidades. De entre todos ellos, cabe destacar el de un ingeniero danés, Soren Bang, cuyos resultados fueron prometedores pero no lo suficiente como para que saliese adelante. También se probó el fusil francés fabricado en St. Etienne en 1916, pero a pesar de que ya se fabricaba en serie para el ejército francés, no superó las pruebas de resistencia exigidos por los americanos. Otros candidatos fueron un fusil de inventor chino, T.E. Liu, así como el modelo semiautomático propuesto por la firma suiza Schmidt-Rubin, ninguno de los cuales fue aceptado.
En este punto, con los EE.UU. en medio de la Primera Guerra Mundial, entra en escena el hombre que estará para siempre ligado al rifle M1. Se trata del ingeniero canadiense emigrado a EE.UU. John Cancius Garand. El diseño que remitió a la armería de Springfield para la fabricación de una ametralladora ligera de su invención, aunque no fue aceptado, causó tan buena impresión que fue contratado, pasando a formar parte de la plantilla de Springfield en 1919 para trabajar en el desarrollo de un rifle semiautomático.



Pero la Gran Depresión encogió todos los presupuestos de las agencias y empresas del gobierno, de la que Springfield Armory no estuvo ajeno. Además, la discusión sobre el calibre que habría de llevar el fusil automático no había quedado ni mucho menos zanjada. En 1932, un comité del Departamento de Armamento efectuó pruebas con los dos calibres con los que se estaba experimentando, descubriendo que la efectividad del cartucho .276 “Pedersen” aunque buena a cortas distancias, se deterioraba dramáticamente a medida que ésta aumentaba. El cartucho de calibre .30-06, sin embargo, era muy efectivo tanto a cortas como a largas distancias. En base a las conclusiones del informe, entre las que también tuvo un peso considerable la tradición, el enorme stock existente de cartuchos de calibre .30-06 y el hecho de que tener distintos tipos de cartucho para rifle supondría un problema añadido de intendencia, el Departamento de Armamento dio orden a los ingenieros que desarrollasen sus rifles basándose únicamente en el cartucho del .30-06. Con la mayoría del trabajo hecho, a John Garand no le costó mucho trasladar su diseño al nuevo cartucho, mientras que el prototipo de Pedersen encontró problemas insalvables para trasladar su diseño a un arma del calibre elegido por el departamento de Armamento. En 1932 John Garand presentó oficialmente su prototipo. Durante los siguientes cinco años, se efectuaron pedidos de prueba para su evaluación por parte de las autoridades.

El M1 en la Segunda Guerra Mundial
La producción de rifles desde su adopción oficial por el ejército fue en principio muy baja. Hasta 1939, salían una media de 100 rifles al día de los talleres del único fabricante, Springfield. Ese mismo año, el departamento de Armamento solicitó a varias empresas privadas que les enviasen propuestas de construcción del M1. La Winchester Repeating Arms Co. remitió la puja más baja y ganó el contrato para la fabricación de 65.000 fusiles. El deterioro de la situación en Europa obligó a incrementar la producción de rifles y la producción continuó creciendo por parte de los dos fabricantes a lo largo de la guerra. El pico de producción tuvo lugar en enero de 1944, mes en el que Springfield suministró 122.001 rifles y Winchester 15.000, un total de 137.001. Esto supuso un ritmo de 4.400 unidades por día. A pesar de los hitos en la fabricación del rifle, hasta bien entrado el año de 1943 las cantidades no fueron suficientes para armar a todos los combatientes, por lo que se tuvo que recurrir al viejo Springfield M1903. Así, los soldados estadounidenses que desembarcaron en los campos de batalla del Pacífico y las costas norteafricanas tuvieron su primer enfrentamiento con sus enemigos armados mayoritariamente con el viejo fusil de cerrojo de la Primera Guerra Mundial.
El M1 entró en combate por primera vez en 1941 en las islas Filipinas, en los combates que tuvieron lugar en Corregidor y Batán. A pesar de la derrota americana, los informes enviados por los oficiales fueron muy favorables respecto a su comportamiento. Incluso el general McArthur, en un cable enviado al general Marshall, tuvo tiempo de comentar el excelente comportamiento del rifle, indicando que había sido muy superior en comparación con el M1903. McArthur destacó su robustez y fiabilidad en las difíciles condiciones de combate, en las que los soldados debieron permanecer semanas en húmedas trincheras defendiéndose de los japoneses con sus M1 sin que estos se encasquillaran o sufrieran fallo alguno de importancia.
No fue hasta las batallas de Guadalcanal y el Norte de África cuando el M1 se probó de forma extensiva en combate, demostrando su efectividad. Por su parte, el cuerpo de Marines no adoptó el M1 hasta 1940, pero la prioridad de las entregas de fusiles fue para el ejército, de tal forma que los Marines que desembarcaron en Guadalcanal en agosto de 1942 seguían utilizando el fusil Springfield M1903. Los curtidos marines pronto observaron de primera mano las ventajas del rifle M1 en manos de sus camaradas del ejército. A medida que los usaban, los “leathernecks” comprobaban que los M1 no se encasquillaban más que sus antiguos fusiles de cerrojo y que el sencillo despiece permitía una limpieza más efectiva que la de los M1903. Algunos veteranos de esa batalla cuentan que debían vigilar muy de cerca a sus rifles, ya que entre los Marines popularizaron las llamadas “requisas de luz de luna” en las que se deslizaban por la noche para robar los rifles M1 que podían de las tropas del ejército.

Críticas, mitos y controversias
Aunque la mayoría de los problemas que surgieron con el funcionamiento del M1 tras su adopción como rifle estándar ya estaban superados en el momento en que el arma se puso en manos de los soldados, todavía quedaban por afinar algunos pequeños detalles. A pesar de que la mayoría de ellos se terminaron resolviendo, causaron una percepción inicial negativa del arma. Pronto se extendió el rumor de que el nuevo rifle, a diferencia del M1903, no estaba a la altura. Parte de los rumores procedían en su mayor parte de suboficiales, para quienes era más difícil aprobar el curso de experto tirador con el Garand que con el viejo fusil Springfield. Contar con el curso de tirador aprobado suponía un aumento de 5 dólares al mes en la paga, algo nada desdeñable en la época. Para muchos fue más fácil hablar mal del nuevo rifle que intentar acostumbrarse a él. Por otra parte, los viejos soldados, que tenían gran estima por el rifle de cerrojo, comenzaron a poner pegas de todo tipo. Argumentaban que el despiece era complicado, que el soldado utilizaría toda su munición en los primeros minutos del combate debido al sistema de alimentación mediante un peine de ocho cartuchos, que se encasquillaría a las primeras de cambio, etc. Tampoco ayudó la controversia con el fusil Johnson, del que muchos opinaban que era superior al M1. De esta controversia se hablará más adelante.
Como ocurre con todas las armas nuevas que se ponen en manos de los soldados, la mejor prueba de sus virtudes y defectos tiene lugar en el campo de batalla. En el caso del M1, tras los primeros enfrentamientos sus virtudes destacaron rápidamente y su popularidad creció exponencialmente entre los soldados de primera línea. Con todo, el M1 no estuvo exento de problemas y críticas. Algunos de ellos fueron resueltos rápidamente, como la tendencia de la rueda de elevación de la mira a descuadrarse o la famosa “detención del séptimo cartucho”. Esta detención ocurría cuando se habían disparado seis cartuchos y estaba causada por una deficiencia en el diseño del sistema de toma de gases.
Otro fallo se centraba en el sistema de alimentación. El peine de ocho cartuchos estuvo sometido a todo tipo de críticas durante la vida operativa del arma. La crítica se centraba, con razón, en el enorme derroche de munición que suponía dicho sistema. No era infrecuente que el soldado, una vez efectuados dos o tres disparos, quisiera tener su rifle cargado por completo para enfrentarse a la siguiente amenaza. Pero el sistema de carga de munición hace muy complicado el cambio de peine de manera manual, de tal forma que el soldado de manera casi instintiva tendía a disparar los cartuchos restantes para poder introducir un nuevo peine. Además de malgastar una enorme cantidad de munición, esta práctica a menudo delataba la posición del soldado novato. La situación no gustó a la oficialidad, que no tardó en escribir informes al departamento de Armamento para pedir la modificación del arma mediante un sistema de cargadores de petaca como los de la Carabina M1 o el rifle B.A.R. Por desgracia, dicha modificación no se atendió hasta la posguerra con el sucesor del M1, el rifle M14, que incorporó un sistema de alimentación mediante cargadores de petaca.
En este punto es importante señalar uno de los varios mitos que existen respecto al rifle M1, que no es otro que la afirmación que es imposible extraer el peine cuando se han disparado varios cartuchos. Este mito es falso, ya que el rifle cuenta con un botón en el lateral izquierdo, a la altura de la ventana de alimentación que permite extraer el peine en cualquier momento y volver a alimentarlo con otro peine lleno, aunque, como se ha comentado anteriormente, sea un proceso más complicado que disparar el resto de los cartuchos hasta expulsar el peine vacío y volver a alimentar el arma con uno nuevo.
Otra de las críticas era la de su excesivo peso, de cerca de cuatro kilos y medio, en comparación con el fusil M1903. Para los reclutas que tuvieron que usarlo durante su periodo de instrucción, con largas marchas, el peso se hacía notar. No obstante, dichas críticas disminuyeron drásticamente desde el momento que el rifle entró en combate. Los soldados de primera línea nunca se quejaron de su peso, que era muy equilibrado para un rifle semiautomático con una munición tan poderosa como la del calibre 30.06, y que compensaba el retroceso del arma.
En general, las críticas descritas anteriormente tenían cierto fundamento, pero también hubo otras que fueron completamente injustas. La primera se centraba, de nuevo, en el sistema de alimentación del arma. Muchos soldados se quejaron de que el rifle podía causar en el usuario el denominado “M1 Thumb” o “Pulgar M1”. Este accidente estaba causado por la imprudencia del soldado y tenía lugar cuando este tiraba de la palanca de montar y dejaba abierta la ventana de alimentación y el rifle preparado para introducir un peine. Si el cerrojo no hacía el recorrido hacia atrás por completo y no quedaba por tanto convenientemente anclado por falta de pericia del tirador, en el momento en el que se introducía el nuevo peine o se deseaba cerrar el mecanismo, pulsando con el pulgar la varilla de actuación, el cerrojo se cerraba de forma muy violenta, atrapando el dedo y provocando una dolorosa lesión.
La segunda se centra en otro supuesto defecto del arma. Se trata de una crítica que jamás tuvo lugar durante la guerra, sino que surgió años después. En realidad se podría hablar más de un bulo sin el más mínimo fundamento que, por ser repetido ad nauseam, se ha perpetuado y ha llegado hasta nuestros días tomándose como una verdad. El defecto supuestamente consiste en el sonido muy particular, parecido a un “ping”, causado por el peine al salir expulsado cuando se disparaba el último cartucho del Garand y que “avisaba” a los soldados enemigos que el arma estaba vacía y por tanto estos podían atacarlo antes de poder recargar el arma. Una continuación de ese mito que ha surgido en los últimos años, consecuencia lógica del primero, es que los soldados tiraban peines vacíos al suelo para imitar el sonido al salir expulsado y de ese modo hacer creer a los enemigos que su arma estaba descargada, para así disparar cuando se acercaban confiados a acabar con el "pobre" soldado desarmado. Quienquiera que fuese el primero que extendió ese bulo, es evidente que no tenía ni idea de las condiciones del campo de batalla.

Controversia con el fusil Johnson
El rifle Modelo 1941 de Johnson fue, aparte del M1, el único rifle semiautomático usado por el ejercito de los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial, aunque se fabricó de forma muy limitada durante el conflicto. Melvin Johnson, su inventor, era un miembro del cuerpo de Marines. En 1937, Johnson trabajó con la empresa Marlin Firearms Company en el diseño de un fusil para vender a las fuerzas armadas. Las primeras pruebas de su rifle, efectuadas ante el Cuerpo de Marines, le abrieron las puertas para que su fusil fuese evaluado de manera oficial por el Departamento de Armamento. Tras varias pruebas y mejoras, el ejército redactó un informe en 1940 en el que rechazaba el fusil de Johnson por no encontrar ninguna ventaja sobre el rifle que ya había adoptado como oficial, el rifle M1 diseñado por Garand.

La controversia creció hasta tal punto que finalmente un comité del Congreso de los EE.UU. amenazó con cortar los fondos para la producción del rifle M1 hasta que se demostrase fehacientemente que era un arma satisfactoria para el ejército. Así, en mayo de 1940 se hizo una prueba informal ante militares de alta graduación y senadores en las que se probaron ambos rifles, y cuyo resultado fue que ambos eran aptos para el ejército. Ante las evidencias, un comité de senadores escribió un informe en el que daba su beneplácito al fusil M1.


Johnson no se dio por vencido e intentó vender su fusil a los Marines, que no habían adoptado el M1 precisamente por las suspicacias creadas tras sus fallos iniciales. Aun así, en las pruebas que se hicieron, los marines determinaron que el rifle de cerrojo seguía siendo su mejor opción, por lo que también rechazaron el modelo de Johnson. Finalmente, como se ha comentado anteriormente, los Marines terminaron adoptando oficialmente el M1.
En cualquier caso, el sueño de Johnson de ver su fusil en manos de tropas estadounidenses se cumplió, aunque no en la forma que hubiese deseado. Tras ganar un contrato con las fuerzas armadas holandesas, Johnson comenzó la producción de 70.000 unidades de su fusil. Los holandeses deseaban armar a sus fuerzas en las indias orientales ante la agresividad de los japoneses. Cuando sólo se habían enviado unas cuantas unidades, los japoneses tomaron las colonias holandesas, por lo que los fusiles que no se pudieron enviar quedaron almacenados en los EE.UU. Debido a que la prioridad durante los primeros meses de la guerra era la de armar al ejército con rifles M1, los ejemplares de Johnson fueron distribuidos entre algunos regimientos paracaidistas de los Marines (Paramarines). Otra fuerza que utilizó los rifles que no se pudieron enviar a los holandeses fue la “First Special Service Force”, la famosa "Brigada del diablo" que los utilizó sobre todo en el frente italiano.










Coleccionismo y réplicas
En similares condiciones, los coleccionistas tienden a estar de acuerdo en que los rifles más deseables son, en este orden: los originales sin modificar, los que están correctamente restaurados, los acondicionados por el ejército y por último, los que tienen números de serie de guerra pero tienen la mayoría de las piezas de posguerra.
En los últimos años han aparecido en el mercado algunos ejemplares fabricados comercialmente por “Springfield Armory”, nombre patentado por una marca comercial pero sin relación alguna con la fábrica del gobierno estadounidense. Estos rifles son fácilmente identificables porque exhiben números de serie por encima del 6.000.000, superiores a los números de los rifles militares de la Segunda Guerra Mundial, e incluso a los fabricados por el ejército hasta el año de 1957.
Debido a que está fuera del alcance de este artículo conocer todos y cada uno de los componentes que se deben buscar en un rifle M1 para determinar si es “correcto” para el coleccionismo, se cubrirán aquellos aspectos más importantes a la hora de identificar un ejemplar original. Las características que se describen a continuación deben ser observadas cuidadosamente, y su ausencia en un determinado rifle será prueba suficiente para confirmar si es original de guerra o reconstruido, lo que podrá ser de utilidad para conocer el valor aproximado del arma.
Fabricantes
Los dos únicos fabricantes del rifle M1 durante la guerra fueron Springfield Armory y Winchester Repeating Firearms Company. El nombre aparece en la base del cajón de alimentación del rifle.
Números de serie
En la tabla del siguiente enlace se observan los fabricantes y los números de serie asignados. Springfield Armory continuó fabricando rifles tras la guerra, por lo que un número superior al que aparece en las tablas indica que no se fabricó durante la contienda. Números de serie del Rifle M1 de Segunda Guerra Mundial
Cañón
El cañón debe ser del mismo fabricante del arma, y deben ser de la misma época. Los cañones de Springfield Armory fabricados después de 1940 presentan un marcaje visible al retraer la palanca de apertura del mecanismo de alimentación. Deben aparecer las siglas “SA” y el mes y año de fabricación, que no debe ser mayor o menor en tres meses de la fecha del número de serie del arma.






El mercado más prolífico es el de Francia, donde suelen encontrarse en ferias de Militaria. Los precios de estos ejemplares suele estar entre los 600 y los 700 euros. Un ejemplar correcto, ya sea original sin modificar o uno correctamente reconstruido no suele bajar de los 2.000-3.000 euros, si se encuentra. Otra forma de adquirirlos es a través de páginas web de armerías europeas y menos frecuentemente en armerías nacionales. Dado que el Garand se puede tener en estado de tiro (ya que el cartucho 30.06 se considera en España munición de caza), existe la posibilidad de que algún cazador lo venda, por lo que no está de mas mirar de vez en cuanto las bolsas de venta de armas en las páginas web o revistas de caza mayor.
Réplicas
Por otro lado, en los últimos años se han empezado a comercializar una serie de réplicas fabricadas con madera y metal que imitan con una gran fidelidad a los originales. Estos modelos son ideales para una exposición, para montar panoplias de armas y sobre todo, son perfectas para reconstrucciones históricas. De hecho, estas réplicas se han hecho muy populares, debido a que se pueden utilizar en una reconstrucción histórica sin que parezcan juguetes, no requieren efectuar el papeleo legal que se necesita para trasladar y portar tanto un ejemplar original en tiro como uno inutilizado y sobre todo por el precio, muy ajustado.
De todas ellas, el rifle M1 que comercializa la empresa DENIX de Mallorca, España, es una de las que tienen la mejor relación calidad-precio del mercado. Aunque es imposible lograr que el rifle sea exactamente igual al original y tenga todas las partes móviles, lo cierto es que la fidelidad que han conseguido es sorprendente. Por otra parte, existen multitud de foros de reconstrucción donde se explica la forma de pintar y modificar el fusil para que tenga una apariencia aún mas real. Los siguientes son dos ejemplos:
https://www.dday-overlord.com/militaria_ ... t1398.html
https://www.accuh.com/modules/newbb/view ... 01&forum=7
El Garand M1 de Denix es utilizado por grupos de reconstrucción histórica de toda Europa y está considerado hoy en día como la mejor réplica del mercado. El autor ha tenido la oportunidad de manipular este arma y verla en acción y no hay duda de que imita perfectamente el rifle original, salvando las distancias. A continuación se adjunta la web de la casa Denix:
https://www.denixarmsdirect.com/product/ ... ndial.html
















Propaganda con el M1


















A continuación, algunos de sus accesorios:





Fuentes/Para saber más
Bibliografía
• U.S. Infantry weapons of World War II, Bruce Canfield, 1998
• The M1 Garand of World War II, Scott A. Duff, 1987
• Manual técnico TM 9-1005-222-12, Rifle, caliber .30 M 1, U.S. Army, 1969
• Manual técnico TM 9-1275 Ordnance Maintenance US Rifles, caliber .30 M1, M1C and M1D, U.S. Army, 1947
En Internet
• https://www.archives.gov
• https://www.army.mil
• https://www.loc.gov/index.html
• https://life.time.com/
• https://www.youtube.com
• https://www.northcapepubs.com/m1gar.htm
• https://www.m1-garand-rifle.com/history/ ... esigns.php
• https://www.rt66.com/~korteng/SmallArms/m1rifle.html
• https://www.civilianmarksmanship.com/fie ... trip2.html
• https://riflemansjournal.blogspot.com.es ... arand.html
• https://www.armas.es/articulos/rifles/30 ... algia.html
• https://www.armas.es/articulos/rifles/30 ... on-ii.html
• https://www.fulton-armory.com
• https://www.scott-duff.com/
• https://www.thegca.org/
En el foro:
Fusil semiautomático Johnson M1941
Cartucho .30-06 "Springfield"