La Segunda Guerra Mundial

ANDREE EUGENIE ADRIENNE DE JONGH

Apodada "Dedée", era la hija menor del también resistente Frédéric de Jongh, director de escuela, el cual sentía admiración y respeto de Edith Cavell, enfermera condenada a muerte por un tribunal alemán, por ayudar a escapar a soldados británicos durante la I Guerra Mundial. Las acciones de esta mujer, que se las contó su padre, le impresionó vivamente y fue determinante para actuar de la misma manera.

Cuando los alemanes invadieron Bélgica en mayo de 1940, la familia se instalaron en Bruselas, donde con ayuda de su padre pasó un año preparando una red para la fuga de soldados aliados capturados, a la vez que terminaba sus estudios en la Universidad. Ingresó en la Cruz Roja como voluntaria en el hospital militar de Brujas, siendo su primer destino conductora de ambulancias. De esta manera, fue creando vínculos con los soldados aliados y suministrándoles casas de seguridad, así como alimentos, en el Frente Occidental, atravesando Francia hasta Dunquerque, intentado que escaparan hacia Inglaterra.

La primera ruta, era a través de la Francia de Vichy, utilizando los ferrocarriles, hacia España. El primer intento no tuvo éxito, siendo capturados todos los soldados por los guardias fronterizos españoles, tal vez por esto, el próximo intento lo lideró ella con más detalle.

Con la venta de su pertenencias y joyas, en agosto de 1941, se presentó en el Consulado Británico en Bilbao junto con un soldado británico y dos voluntarios belgas, con quienes viajó en tren, pasando por París hasta Bayona y luego cruzando a pie los Pirineos. Pidió y obtuvo el apoyo logístico y financiero del MI9 (les ayudaron creando rutas similares y perfeccionando su red, pero siempre bajo el mando y supervisión de los voluntarios belgas), llegando luego al Consulado Británico en Madrid (con el escepticismo del cónsul, el cual consultó a sus superiores) y desde allí a Gibraltar, 400 militares aliados escaparon desde Bélgica, de los cuales Andrée acompañó durante todo el viaje a 118. En total, cruzó los Pirineos unas 24 veces, ayudada por "mugalaris" (vascos expertos en pasar la frontera), y siendo ayudada por numerosos vascos

La Gestapo capturó a su padre, Frédéric en una estación de París, por una delación, ya que la policía secreta alemana había logrado introducirse en la Resistencia, y a finales de junio de 1943 lo fusilaron. Otros integrantes de la red fueron detenidos, 23 de los cuales también fueron ejecutados. Andrée fue a su vez capturada el 15 de enero de 1943, junto a unos cuantos pilotos, en Urrugne, una granja cerca de la frontera con España, pero la Línea Cometa siguió funcionando y logró la evasión de otros 400 prisioneros, principalmente aviadores.

Esta ruta de escape partía de Bruselas, pasando por París, Burdeos, San Juan de Luz, cruzaba el Bidasoa y los Pirineos, para llegar a España donde fueron los británicos del M19. Los escapados fueron enviados a Inglaterra, donde se reunieron con la Fuerza Aérea y continuaron luchando. También aumentaron la moral de los otros aviadores, demostrando que siempre había una oportunidad de sobrevivir.

Los alemanes, no se creyeron que fuera la líder de la organización (con cerca de 2000 voluntarios) de ayuda y escape que era Andrée, jefa de una organización, una mujer tan joven, en dirigir una red tan compleja, desde Bélgica hasta España.

Después de mantenerla en la prisión de Fresnes, siendo torturada, la enviaron al campo de concentración de Ravensbrück y después al de Mauthausen. Otros veintitrés integrantes de la red fueron capturados y ejecutados, y varios cientos de colaboradores fueron enviados a campos de concentración.

“Pasas esas enormes puertas. Sólo puedo decir que es como si se pasara la puerta del infierno. Es duro de contar”.

“Pero no consiguieron dominar mi espíritu. Estoy orgullosa de decir que no me he arrastrado a los pies de los guardias de las SS por un plato suplementario de sopa, aunque estaba verdaderamente hambrienta”, recordó años después.

Fue liberada por las tropas soviéticas el 30 de abril de 1945, desnutrida y muy enferma. Aunque sobrevivió, pero la escasez de alimentos y malos tratos, le dejaron secuelas físicas.

Después de la guerra trabajó como enfermera 28 años, en el Congo Belga y luego en Etiopía, en el hospital para enfermos de lepra de Adís Abeba. Jubilada y con problemas de salud, vivió sus últimos años en Bruselas.

La filosofía de "Dedée" era simple:

Cuando se declaró la guerra sabía lo que había que hacer, no hubo ninguna vacilación, no podíamos dejar de hacer lo que teníamos que hacer, aunque fuera a costa de nuestras vidas,.. tuvimos que luchar hasta el último aliento " , recordó en el 2000.

La condesa De Jongh murió el sábado 13 de octubre de 2007, a los 90 años, en la Clínica Universitaria de Woluwe-Saint-Lambert, de Bruselas. Su funeral se celebró en la Abadía de La Cambre, de Bruselas, seis días después. Fué enterrada en la cripta de sus padres en el cementerio de Schaarbeek, en Evere, el mismo día. Nunca se casó.

Todos los años, se celebra una reunión para los sobrevivientes y familiares de las personas de la "Línea de Comet".

Vídeo con integrantes de la organización