Algunos fetiches del Obersturmbannführer Adolf Eichmann se pueden contemplar en una exposición abierta esta semana en Tel Aviv: la cabina blindada, los informes que permitieron su identificación y su secuestro en Buenos Aires.
Se trata de una muestra muy reducida con un sorprendente éxito de público, lo que hace probable que a partir del 20 de abril se traslade a otros países.
El contenido es tan atípico como el patrocinador: el Mossad, servicio de espionaje exterior de Israel,que muestra por primera vez una pequeña parte de sus archivos y almacenes, el comisario de la misma solo puede ser identificado por su nombre de pila, Avner, ya que se trata de un agente en activo y en el Mosad solo se conoce la identidad de su máximo jefe.
Adolf Eichmann (Solingen, 1906) solía decir que ingresó en las SS "para hacer carrera". Y lo hizo. En 1942, Hitler y Reinhard Heydrich, confiaron al metódico Eichmann la compleja logística de la "solución final".
Tras la caída del nazismo, logró pasar desapercibido. En 1950 viajó a Italia con un nombre falso, Riccardo Klement, y gracias a sus contactos con la jerarquía católica obtuvo un pasaporte de Cruz Roja que le permitió trasladarse a Argentina.
Allí se reunió con su familia y ejerció diversos empleos, bajo la protección tácita de la CIA y del Gobierno alemán: conocían su falsa identidad, pero no deseaban que se le detuviera porque podría hablar de antiguos compañeros integrados en la administración Adenauer.
Vivió tranquilo hasta que uno de sus hijos, Klaus, se enamoró de una joven llamada Sylvia, hija de un judío que había sobrevivido al campo de Dachau, ésta lo identificó y la noticia llegó al Mossad, que organizó su secuestro.
En la muestra de Tel Aviv se exhibe la jeringuilla con la que era mantenido bajo sedación, los objetos que llevaba encima en su último día de libertad (una pitillera, unas llaves, un cortaplumas, un peine (el taburete y la cabina que ocupó durante el juicio), también los informes del Mossad, con algún detalle novedoso: se identificó por sus orejas.
Fué juzgado en Jerusalén y condenado a muerte, se le ahorcó, se le incineró y sus cenizas fueron esparcidas en mar abierto.
Fuente: EL PAÍSEl contenido es tan atípico como el patrocinador: el Mossad, servicio de espionaje exterior de Israel,que muestra por primera vez una pequeña parte de sus archivos y almacenes, el comisario de la misma solo puede ser identificado por su nombre de pila, Avner, ya que se trata de un agente en activo y en el Mosad solo se conoce la identidad de su máximo jefe.
Adolf Eichmann (Solingen, 1906) solía decir que ingresó en las SS "para hacer carrera". Y lo hizo. En 1942, Hitler y Reinhard Heydrich, confiaron al metódico Eichmann la compleja logística de la "solución final".
Tras la caída del nazismo, logró pasar desapercibido. En 1950 viajó a Italia con un nombre falso, Riccardo Klement, y gracias a sus contactos con la jerarquía católica obtuvo un pasaporte de Cruz Roja que le permitió trasladarse a Argentina.
Allí se reunió con su familia y ejerció diversos empleos, bajo la protección tácita de la CIA y del Gobierno alemán: conocían su falsa identidad, pero no deseaban que se le detuviera porque podría hablar de antiguos compañeros integrados en la administración Adenauer.
Vivió tranquilo hasta que uno de sus hijos, Klaus, se enamoró de una joven llamada Sylvia, hija de un judío que había sobrevivido al campo de Dachau, ésta lo identificó y la noticia llegó al Mossad, que organizó su secuestro.
En la muestra de Tel Aviv se exhibe la jeringuilla con la que era mantenido bajo sedación, los objetos que llevaba encima en su último día de libertad (una pitillera, unas llaves, un cortaplumas, un peine (el taburete y la cabina que ocupó durante el juicio), también los informes del Mossad, con algún detalle novedoso: se identificó por sus orejas.
Fué juzgado en Jerusalén y condenado a muerte, se le ahorcó, se le incineró y sus cenizas fueron esparcidas en mar abierto.
