En mayo del 2011, al cabo de 18 meses de proceso, un tribunal de Múnich había considerado que Demjanjuk, apátrida de origen ucraniano, había sido guardián en el campo de Sobibor durante seis meses en 1943, durante los cuales cerca de 27.900 judíos, entre otros de origen holandés, fueron exterminados.
Sin embargo, el tribunal había liberado al acusado, que había pasado dos años en la cárcel antes y durante el juicio, considerando que no representaba ningún peligro debido a su edad y estatuto de apátrida que le impedía salir de Alemania. En mayo de 2009, Demjanjuk había sido expulsado de Estados Unidos, donde vivía desde 1952, tras perder la ciudadanía norteamericana.
Demjanjuk había sido condenado a muerte en Israel en 1988, debido a que había trabajado en Treblinka, otro campo de exterminio, pero luego había sido absuelto debido a dudas sobre su identidad.
El juicio de Demjanjuk fue uno de los últimos juicios de criminales nazis junto al del húngaro Sandor Kepiro, que fue absuelto por un tribunal de Budapest por falta de pruebas y falleció en septiembre pasado a la edad de 97 años.