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La guerra ha comenzado

Publicado: 04 12 2016 13:09
por cocinilla
La batalla de Pearl Harbor sigue siendo una extraordinaria fuente de investigación.
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La noche del 6 de diciembre de 1941, los pilotos japoneses se fueron a dormir temprano. Todos eran muy jóvenes, los mejores que tenía su país para extender las luces del imperio del sol naciente por los mares del sur. Habían sido instruidos para ser héroes. En el país de los kamikazes, el mejor aliado es un pájaro metálico. Les habían ordenado que debían estar dentro de los aviones a las cinco de la mañana, a la espera de las indicaciones de los comandantes. Todo bajo el mayor secreto, uno impenetrable a cualquier fisgoneo de la inteligencia enemiga, por más sofisticada que esta fuera. Mientras tanto, los marinos estadounidenses estacionados en la bahía de Pearl Harbor, Hawai, habían pasado los días previos nadando y tomando sol en las paradisíacas playas de la isla, convencidos de que estarían ahí por un largo periodo sin entrar en acción. Algunos incluso bromearon dentro de los pesados acorazados sobre la situación que estaban viviendo, pues decían que los habían mandado al océano Pacífico de vacaciones, no a pelear en una guerra. Ninguno de esos hombres jóvenes, los mejores que tenía la armada de su país, supuso que el fin vendría por el aire y de manera apabullante. Sin que uno de los bandos llegara a imaginarlo, la conclusión de una era estaba a punto de comenzar en forma aérea. El día amaneció espléndido. La mañana del 7 de diciembre estaba clara y luminosa, otro día perfecto en el paraíso. Hasta que la pesadilla, la mayor en la historia naval estadounidense, comenzó.

Ni la imaginación más productiva hubiera calculado la escena que estaba a punto de ocurrir. Ni siquiera hoy en día los más sofisticados efectos especiales podrían reproducir la catastrófica realidad de muerte, fuego, ruido y humo que emergió ese día y cambió el rumbo de la historia. Nunca antes ni después se vio algo parecido. Solo las detonaciones en Hiroshima y Nagasaki superan en magnitud a las de Pearl Harbor. A las 6.20 de la mañana, los motores de los 353 aviones japoneses de la fuerza imperial comenzaron a rugir, listos para entrar en acción, tal como entraron 1 hora y 48 minutos después. Volando a baja altura, comenzaron en forma simultánea, y con precisión de bailarines aéreos, a bombardear a la flota estadounidense compuesta por ocho acorazados, ocho cruceros, 30 destructores, cuatro submarinos, otros 49 tipos de barcos y 390 aviones. La pericia y precisión de los pilotos japoneses abrumó a los marinos y pilotos estadounidenses, que poco tiempo tuvieron para reaccionar. Cuando quisieron darse cuenta, varios de los acorazados estaban ya a punto de hundirse de lo destruido que habían quedado por los intensos bombardeos. Quienes lograron sobrevivir aseguran que fue la única vez que el infierno visitó la tierra.

El ataque duró aproximadamente 90 minutos. Al final de la batalla, las cifras fueron tan impresionantes como el escenario que había quedado a la vista, y que con su caótico ensamblaje hizo pensar en un cuadro de El Bosco. Murieron 2. 403 estadounidenses, y otros 1.178 resultaron heridos (la mayoría de los cuales nunca pudieron regresar al combate). Una de las naves insignia de la flota, el acorazado Arizona, de 31 mil toneladas, fue completamente destruida, y se hundió por completo; 1,177 de sus ocupantes perdieron la vida, ya sea por los bombardeos o ahogados, pues la nave se dio vuelta y los marinos quedaron atrapados en su interior por varios días sin que pudieran ser rescatados. También fueron destruidos por completo otros tres acorazados, tres cruceros y 188 aviones. En comparación, las pérdidas de los japoneses fueron menores. Murieron 64 combatientes, les derribaron 29 aviones, y les hundieron cinco de los llamados "submarinos enanos".

La batalla de Pearl Harbor sigue siendo una extraordinaria fuente de investigación y de acopio bibliográfico, pues hay muchas cosas respecto a las consecuencias y a los preparativos militares de ese día que aún no se conocen por completo. Puesto que el ataque ocurrió sin que hubiera una declaración de guerra por parte de los japoneses, se le consideró un crimen de guerra. En días recientes acaban de publicarse varios libros que desde diferentes perspectivas aportan otra mirada a lo acontecido el día en el cual la armada estadounidense sufrió la peor derrota de la segunda guerra mundial, la que, al mismo tiempo, motivó a las fuerzas militares de ese país a ganar la guerra sin importar cuál pudiera ser el costo. Se destacan cuatro: All the Gallant Men: An American Sailor's Firsthand Account of Pearl Harbor, de Donald Stratton; Pearl Harbor: From Infamy to Greatness, de Craig Nelson; Countdown to Pearl Harbor: The Twelve Days to the Attack, de Steve Twomey, y Pearl Harbor: 75 Years Later: A Day of Infamy and Its Legacy, que es una extraordinaria colección de fotos y textos alusivos preparada por Life, revista que durante el tiempo de su publicación se caracterizó por tener los mejores fotógrafos del periodismo.

Todos estos libros son lectura obligatoria para los apasionados en el tema, aunque uno de ellos resulta imprescindible a los intentos por armar el rompecabezas definitivo de lo ocurrido la mañana cuando una de las más impresionante batallas navales de la historia tuvo la duración de un partido de fútbol y dejó consecuencias desastrosas para uno de los bandos. All the Gallant Men: An American Sailor's Firsthand Account of Pearl Harbor (Todos los hombres galantes: el relato de primera mano de un marino estadounidense de Pearl Harbor) está escrito por Donald Stratton, uno de los marinos sobrevivientes del acorazado Arizona y su relato resulta apasionante de principio a fin, sobre todo porque es in situ y narra una historia que nunca antes había sido contada de esta forma, desde los ojos del combatiente. De ahí que el autor logra trasmitir una sinceridad apabullante para describir la titánica lucha de sus compañeros por la supervivencia y el tremendo fracaso de esta. Stratton, de 94 años de edad, cuenta con la misma facilidad de palabra y puntería con que un abuelo relata a sus nietos las peripecias de su juventud. El resultado no es menos que extraordinario. Este no es solo un libro ocasional, a raíz de un aniversario, sino uno de los mejores del año. Cabe esperar que sea pronto traducido al castellano.
Fuente: http://www.elobservador.com.uy/la-guerr ... o-n1006745

Re: La guerra ha comenzado

Publicado: 06 12 2016 11:26
por abhang
Acertado artículo, máxime por la de la fecha.

Por cierto, EE. UU. lo conmemorará con un desfile militar en Iwo Jima, el día 7.

Re: La guerra ha comenzado

Publicado: 09 12 2016 15:00
por ttestarbuck
Interesante los libros en especial el escrito por el marinero del Arizona Donald Stratton