La acuarela perdida de Hitler que nadie quiere comprar
Publicado: 25 11 2017 20:02
Una vista de la Torre Nueva, de Viena, pintada por el Führer ha sido donada al Instituto holandés para la Investigación de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio por falta de acogida en las casas de subastas
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La Torre Nueva, en la ciudad de Viena, pintada por Adolf Hitler
Una simple acuarela puede convertirse también en un documento histórico si el autor se llama Adolf Hitler. Este es el caso de una vista callejera de la Torre Nueva, en la ciudad de Viena, pintada entre 1908 y 1913 por el Führer, y recién presentada en público por el Instituto holandés para la Investigación de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio (NIOD, en sus siglas neerlandesas). Su dueña era una mujer que prefiere mantenerse en el anonimato, y a la que el dibujo le “quemaba en las manos”. Lo heredó de su padre, y cuando vio que ninguna casa de subastas lo quería, decidió donarlo. Es la única obra firmada por Hitler conservada en Holanda, y NIOD está dispuesto a cederla si algún museo monta una muestra sobre Segunda Guerra Mundial.
El padre de la donante lo compró “hace mucho tiempo”, por 75 céntimos de florín en un mercadillo de sellos y monedas, según el Instituto. Al llegar a casa, reparó en la rúbrica “y en su valor y carga histórica, así que lo guardó asustado”, añade el centro. Dada la existencia en el mercado de obras falsas de Hitler, los expertos de NIOD han hecho un estudio exhaustivo para estar seguros de su procedencia. Aparte de la firma, A. Hitler, analizaron los sellos pegados, el cartón de la acuarela y la antigüedad del papel. Eran auténticos y de la época señalada, la primera década de 1900. “Toda la información recabada conduce al mismo autor, Hitler. Nada nos hace pensar que no sea suya”, asegura el NIOD.
Hitler quería ser pintor y su producción suma centenares de aguadas y tarjetas postales, pero no consiguió entrar en la Academia de Bellas Artes de Viena. Suspendió la prueba en dos ocasiones, y uno de los examinadores le sugirió que se inclinara por el diseño arquitectónico. Ponía mucho énfasis en el detalle de calles y edificios, y la acuarela ahora mostrada es un buen ejemplo.
El padre de la donante lo compró “hace mucho tiempo”, por 75 céntimos de florín en un mercadillo de sellos y monedas, según el Instituto. Al llegar a casa, reparó en la rúbrica “y en su valor y carga histórica, así que lo guardó asustado”, añade el centro. Dada la existencia en el mercado de obras falsas de Hitler, los expertos de NIOD han hecho un estudio exhaustivo para estar seguros de su procedencia. Aparte de la firma, A. Hitler, analizaron los sellos pegados, el cartón de la acuarela y la antigüedad del papel. Eran auténticos y de la época señalada, la primera década de 1900. “Toda la información recabada conduce al mismo autor, Hitler. Nada nos hace pensar que no sea suya”, asegura el NIOD.
Hitler quería ser pintor y su producción suma centenares de aguadas y tarjetas postales, pero no consiguió entrar en la Academia de Bellas Artes de Viena. Suspendió la prueba en dos ocasiones, y uno de los examinadores le sugirió que se inclinara por el diseño arquitectónico. Ponía mucho énfasis en el detalle de calles y edificios, y la acuarela ahora mostrada es un buen ejemplo.
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