Cementerio de Oise-Aisne
Con este objetivo fueron levantados también cementerios como el de Oise-Aisne, un vasto terreno ubicado al norte de Francia y dedicado a preservar los restos de los, exactamente, 6.012 militares estadounidenses que se dejaron la vida combatiendo en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, este bello paraje guarda también uno de los secretos más turbios del ejército norteamericano: una parcela marcada con la letra E en la que fueron enterrados más de 90 soldados americanos ajusticiados por su gobierno por perpetrar desde violaciones de niños, hasta asesinatos de mujeres durante la contienda que liberó a Europa del yugo nazi. En este pequeño recoveco escondido no hay cruces, tampoco nombres. El «Tío Sam», por el contrario, apenas se gastó unos dólares en unas minúsculas placas con números. Y es que, para estos sujetos, ser recordados sería demasiado reconocimiento.
A día de hoy la parcela E («Plot E») es un gran secreto. Buscarla en las webs de los organismos oficiales de los Estados Unidos es un reto imposible. Ejemplo de ello es la página de la «American Battle Monuments Commission», donde el apartado dedicado a Oise-Aisne ni siquiera la nombra. Por el contrario, en su descripción se limitan a señalar que «contiene los restos de 6.012 muertos de guerra estadounidenses, la mayoría de los cuales perdieron la vida mientras luchaban en esta vecindad en 1918 durante la Primera Guerra Mundial». En su texto introductorio se habla de la ubicación de las lápidas («alineadas en filas largas») y de apenas «cuatro parcelas rodeadas de árboles y camas de rosas». Se explica que cuenta con un «monumento flanqueado en los extremos por una capilla y una sala de mapas». Pero nada se desvela del oscuro camposanto.
Por qué este silencio institucional? Fuentes del cementerio que prefieren mantenerse en el anonimato no han querido responder a esta pregunta. Por el contrario, se han limitado a señalar a ABC con escueta seriedad que a Oise-Aisne «se puede acceder de las nueve de la mañana, a las cinco de la tarde», pero que «el público no puede visitar a día de hoy la parcela E por deseo expreso del gobierno». «Esta parte del cementerio fue inaugurada en 1944 y cuenta con 96 enterramientos», añade el mismo informante. La historia de la «Plot E» es, por tanto, una de las más oscuras de los Estados Unidos. No en vano hubo que esperar hasta hace menos de una década para que las instituciones dieran a conocer los nombres y apellidos de aquellos que descansaban bajo la tierra gala. Hasta entonces, era imposible.
Ampliación del artículo en ABC Historia