El libro de Antony Beevor sobre el desembarco está plagado de anécdotas relatadas por los soldados que sobrevivieron al Día Más largo
Una de las cosas más nocivas del desembarco en Normandía fue la poca previsión dietética que realizaron los Aliados aquel día D, el 6 de junio de 1944. Los cocineros de los buques nodriza americanos desde los que las lanchas se desplegaron quisieron tener un detalle con los 130.000 hombres que se iban a jugar la vida y muchos prepararon opíparos desayunos.
En el «Samuel Chase» les dieron "tantos filetes de cerdo y de pollo y tantos helados y dulces como pudieran comer", según relata Antony Beevor en su libro "El día D". Otros barcos ofrecieron judías, salchichas, café y donuts. La Marina Real británica fue más frugal e incluía una copita de ron, que hizo recordar a más de uno los tiempos de Nelson.
Por si esto fuera poco, las tripulaciones a veces cedieron generosamente sus raciones a los hombres que iban a desembarcar. Tales ingestas previas a la batalla se aliaron con los nazis, llenaron de mareos y vómitos las barcazas en el mar picado, e hicieron que los hombres llegaran agotados a Omaha, Utah, Gold, Juno y Sword, las playas del Día D. Claro que muchos vomitaron también por la protección antigás con la que untaron sus trajes de faena. ¡Cómo olería, puesto que los llamaron los "trajes mofeta"!.
http://www.abc.es/cultura/20130606/abci ... 011_1.htmlEn el «Samuel Chase» les dieron "tantos filetes de cerdo y de pollo y tantos helados y dulces como pudieran comer", según relata Antony Beevor en su libro "El día D". Otros barcos ofrecieron judías, salchichas, café y donuts. La Marina Real británica fue más frugal e incluía una copita de ron, que hizo recordar a más de uno los tiempos de Nelson.
Por si esto fuera poco, las tripulaciones a veces cedieron generosamente sus raciones a los hombres que iban a desembarcar. Tales ingestas previas a la batalla se aliaron con los nazis, llenaron de mareos y vómitos las barcazas en el mar picado, e hicieron que los hombres llegaran agotados a Omaha, Utah, Gold, Juno y Sword, las playas del Día D. Claro que muchos vomitaron también por la protección antigás con la que untaron sus trajes de faena. ¡Cómo olería, puesto que los llamaron los "trajes mofeta"!.