Hess aterriza en Escocia
Sin embargo, el historiador británico Peter Padfield revela en su último libro, "Hess, Hitler y Churchill: el verdadero momento crucial de la IIGM-una historia secreta", evidencias que demuestra que Hess llevaba un tratado de paz detallado de parte de Hitler, en el que ofrecía retirarse de Europa occidental, a cambio de que Gran Bretaña se declarase neutral ante el inminente ataque que tenía planeado realizar sobre Rusia.
De ser cierta, esta teoría desmonta la versión oficial de que Hess había organizado y realizado aquel viaje a espaldas de Hitler, en el más absoluto secreto para evitar que se filtrase hacia él.
Padfield, que ha publicado biografías de otros líderes nazis como el mismo Hess, Himmler y Karl Dönitz, revela un documento de la época en el que un informante asegura que él y otros germanoparlantes fueron llamados por los servicios de inteligencia británicos, para traducirle a Churchill el tratado de paz de Hitler que portaba su lugarteniente en el momento en que fue detenido. Según el historiador, que no especifica su nombre, el informante era un académico que trabajó para una de las universidades más importantes de Gran Bretaña y que, antes de morir, redactó dicho documento explicando como el grupo de traductores se reunió en la sede de la BBC de Londres, para llevar a cabo la tarea que se le había encomendado.
Un tratado para Churchill
El académico contaba que Hess traía en aquel vuelo ¨secreto¨ un tratado compuesto por varias cláusulas escritas en papel de la cancillería alemana. Y que, aunque incluía una traducción al inglés, los británicos quisieron tener su propia traducción del original alemán.
Las dos primeras páginas de ese tratado informaban de los planes de invadir Rusia si Gran Bretaña juraba declararse neutral. El informante incluso aseguraba que la fecha del ataque estaba establecida, y a cambio, los nazis se comprometían a retirarse de Europa occidental, manteniendo Churchill de esta forma su imperio y sus fuerzas armadas intactas. En este sentido, Padfield cree que el tratado fue rechazado de inmediato por Churchill, porque tiraba por tierra sus esfuerzos de conseguir que EE. UU. entrara en la guerra y destruyera la coalición formada por los gobiernos europeos exiliados.
¿Quién va a creerme?
Cuando Hitler supo que su misión había fracasado, despidió inmediatamente a Hess, bajo el pretexto de que era un agente corrupto que le había traicionado realizando aquel vuelo sin su consentimiento. De acuerdo con la narración que hizo después Albert Speer, al día siguiente de que Hess fuera capturado, el «führer» dijo: "¿quién va a creerme de que Hess no ha actuado en mi nombre, que todo lo ocurrido no es algo concertado a espaldas de mis aliados? "
"Churchill podría haber aceptado la oferta, pero hizo una elección moral, estaba convencido de que Hitler, en quien no se podía confiar, no se saldría con la suya. Quería que los EE. UU. entraran en la guerra para derrotar a Hitler", explica el historiador británico.
Rudolf Hess fue encarcelado por los británicos hasta el final de la guerra, momento en que fue devuelto a Alemania para ser juzgado en el juicio de Núremberg, de allí fue enviado a la prisión de Spandau, donde murió en 1987. Las autoridades dijeron que se había suicidado, aunque su hijo y algunos historiadores defienden que el Gobierno británico lo asesinó para proteger sus secretos.