Un nuevo monumento inaugurado por el príncipe Carlos recuerda a los agentes secretos femeninos que se lanzaron en paracaídas tras las líneas enemigas partiendo desde el campo de aviación británico en Bedfordshire.
El príncipe dió a conocer el memorial para honrar a las mujeres que volaban desde el aeropuerto en Bedfordshire hasta el continente para facilitar los movimientos de resistencia en la Europa ocupada.
Bernard O'Connor, un historiador que ha escrito sobre las operaciones que se llevaron a cabo en este aeropuerto dijo que tenía registros de más de 80 agentes secretos femeninos que habían partido desde lo que entonces era la base aérea más secreta en Gran Bretaña.
Dijo que las mujeres habían recibido decenas de reconocimientos y premios al valor por su trabajo pero las historias de la mayoría de ellas nunca habían sido divulgadas.
O'Connor dijo a la BBC: "Creo que la contribución que hicieron a la liberación de sus países necesita ser contada".
Noreen Riols, quien trabajó en la sede del ejecutivo de operaciones especiales durante la IIGM, dijo que se sentía muy emotiva: "Me siento muy contenta pero me pregunto por qué lo hacen sólo para las mujeres, porque un montón de hombres volaron desde aquí también". Continuó diciendo que las mujeres que volaban desde allí a menudo armadas con "pastillas de suicidio" sabiendo que si fueran atrapadas su destino sería la tortura eran muy valientes aunque siempre sentían mucho miedo durante las operaciones, la gente valiente siempre tiene miedo pero era cuestión de plantarle cara y eso es lo que hicieron. Dijo: "Solíamos verlos partir y esperábamos su regreso; no teníamos otra cosa que hacer".
Las mujeres eran consideradas mejores mensajeros que los hombres porque atraían menos la atención en los países ocupados.
Muchas de ellas fueron enviadas como operadoras de radio no antes sin pasar varios meses de entrenamiento.
O´Connor dijo que todas las mujeres tuvieron que someterse a entrenamiento paramilitar, que incluyó el mismo entrenamiento físico que el que realizaban los hombres.
En sus misiones iban armadas con cuchillos o revólveres y llevaban drogas para noquear a los enemigos y píldoras de suicidio para acabar con sus propias vidas en caso de ser detenidas.
Algunas de estas mujeres, a menudo aterrizaban en lugares no planeados en donde no podían encontrar su enlace por lo que tenían que buscar por su cuenta un lugar seguro para poder continuar con la misión.
el príncipe se unió a los veteranos y familiares de estos agentes en el pub The Wheatsheaf enfrente a la iglesia del aeropuerto. Se sentó entre 3 veteranas supervivientes y bebió un cuarto de litro de cerveza amarga mientras escuchaba los recuerdos y historias de ésta misiones secretas.
Al final, el profesor Tazi Hussain, presidente del memorial Trust y organizador de la recepción, dijo que fue un día maravilloso y una ocasión extraordinaria para el pueblo. Hemos cumplido nuestra misión para honrar debidamente a estas mujeres tan valientes.
Sir John Sawers jefe del MI6 elogió la extraordinaria valentía que ayudó a cambiar el rumbo de la guerra de estas agentes.
Dijo: "El mundo moderno, así como en tiempos de guerra, necesita de gente como ellas que puede trabajar en secreto y lealmente para este país.
Fuente: The TelegraphBernard O'Connor, un historiador que ha escrito sobre las operaciones que se llevaron a cabo en este aeropuerto dijo que tenía registros de más de 80 agentes secretos femeninos que habían partido desde lo que entonces era la base aérea más secreta en Gran Bretaña.
Dijo que las mujeres habían recibido decenas de reconocimientos y premios al valor por su trabajo pero las historias de la mayoría de ellas nunca habían sido divulgadas.
O'Connor dijo a la BBC: "Creo que la contribución que hicieron a la liberación de sus países necesita ser contada".
Noreen Riols, quien trabajó en la sede del ejecutivo de operaciones especiales durante la IIGM, dijo que se sentía muy emotiva: "Me siento muy contenta pero me pregunto por qué lo hacen sólo para las mujeres, porque un montón de hombres volaron desde aquí también". Continuó diciendo que las mujeres que volaban desde allí a menudo armadas con "pastillas de suicidio" sabiendo que si fueran atrapadas su destino sería la tortura eran muy valientes aunque siempre sentían mucho miedo durante las operaciones, la gente valiente siempre tiene miedo pero era cuestión de plantarle cara y eso es lo que hicieron. Dijo: "Solíamos verlos partir y esperábamos su regreso; no teníamos otra cosa que hacer".
Las mujeres eran consideradas mejores mensajeros que los hombres porque atraían menos la atención en los países ocupados.
Muchas de ellas fueron enviadas como operadoras de radio no antes sin pasar varios meses de entrenamiento.
O´Connor dijo que todas las mujeres tuvieron que someterse a entrenamiento paramilitar, que incluyó el mismo entrenamiento físico que el que realizaban los hombres.
En sus misiones iban armadas con cuchillos o revólveres y llevaban drogas para noquear a los enemigos y píldoras de suicidio para acabar con sus propias vidas en caso de ser detenidas.
Algunas de estas mujeres, a menudo aterrizaban en lugares no planeados en donde no podían encontrar su enlace por lo que tenían que buscar por su cuenta un lugar seguro para poder continuar con la misión.
el príncipe se unió a los veteranos y familiares de estos agentes en el pub The Wheatsheaf enfrente a la iglesia del aeropuerto. Se sentó entre 3 veteranas supervivientes y bebió un cuarto de litro de cerveza amarga mientras escuchaba los recuerdos y historias de ésta misiones secretas.
Al final, el profesor Tazi Hussain, presidente del memorial Trust y organizador de la recepción, dijo que fue un día maravilloso y una ocasión extraordinaria para el pueblo. Hemos cumplido nuestra misión para honrar debidamente a estas mujeres tan valientes.
Sir John Sawers jefe del MI6 elogió la extraordinaria valentía que ayudó a cambiar el rumbo de la guerra de estas agentes.
Dijo: "El mundo moderno, así como en tiempos de guerra, necesita de gente como ellas que puede trabajar en secreto y lealmente para este país.
