El actor austríaco que puso cara a la justicia contra el nazismo
Schell en la película "Vencedores o vencidos", 1961
A los 83 años, Maximilian Schell, uno de esos actores europeos que vivieron a caballo entre Europa y Estados Unidos y que desde muy temprano despuntó como un talento imponente y un actor de una particular sensibilidad. El fallecimiento ha sido en Innsbruck “a consecuencia de una repentina y grave enfermedad” según su agente.Schell en la película "Vencedores o vencidos", 1961
Hijo de un poeta suizo y una actriz austríaca, nació en Viena en 1930, a mitad de camino entre las dos Guerra Mundiales del pasado siglo. Tras la anexión de Austria a la Alemania de Hitler su familia se mudó a Suiza donde siguió criándose inmerso en un ambiente teatral y posteriormente volvió a Alemania tras terminar la guerra para estudiar en la universidad.
Tuvo varias vocaciones antes que la interpretación aunque finalmente la cabra tiró al monte y la interpretación y el teatro fueron ganando terreno poco a poco.
En 1955 hizo su debut en el cine en una película muy representativa de sus inicios Kinder, Mütter und ein general, un título antibelicista que en el que daba vida a un desertor alemán que no ve sentido a seguir combatiendo una vez que la guerra ya estaba más que perdida. Tras varios trabajos en Alemania dio el salto a Hollywood en 1958 con El baile de los malditos, otro título antibelicista en el que compartió cartel con Marlon Brando, Montgomery Clift y Dean Martin.
Pero fue en 1961 cuando toda esa forja como actor en tiempos de guerra y esa sensibilidad que caracterizaba a sus personajes confluyó en su papel más emblemático, el del abogado defensor Hans Rolfe en Vencedores o vencidos, la película que retrató los juicios de Nuremberg contra los criminales de guerra nazis. En realidad era la segunda vez que encarnaba ese papel, que interpretó por vez primera en el programa de televisión Playhouse 90, una suerte de Estudio 1 americano donde cada semana se representaba una historia de hora y media y que en este caso acabaría convirtiéndose en guión cinematográfico. Fue el único actor del reparto televisivo que repitió en la versión cinematográfica y su excelente trabajo se supuso el Oscar al Mejor Actor.
Su carrera seguiría marcada por papeles en películas bélicas (Una tumba al amanecer, Julia, La Cruz de Hierro, Un puente lejano, ODESSA), aunque no se limitaría sólo a eso y no tardaría mucho en explorar otras vías creativas como la de director y guionista en títulos como El peatón, El puente sobre Estambul, Marlene, documental sobre la actriz Marlene Dietrich, o My sister María,, sobre la relación con su hermana, la también actriz María Schell.
Entre sus últimos trabajos en cine están The brothers bloom o la española Flores Negras. Este año tiene aún un título pendiente de estreno, la francesa Les Brigands.
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