“Dutch” Van Kirk formó parte de una misión que aceleró el fin de la Segunda Guerra Mundial y empujó al mundo a la era atómica; no obstante que participó en casi 60 misiones de bombardeo, fue esa en el Pacífico, a bordo del “Enola Gay”, la que le aseguró un lugar en la historia.
Tenía 24 años cuando participó como navegante del B-29 Superfortress que lanzó la primera bomba atómica en tiempos de guerra sobre la ciudad japonesa de Hiroshima el 6 de agosto de 1945.
Van Kirk formaba equipo con el piloto Paul Tibbets y el artillero Tom Ferebee en el recién creado Grupo Compuesto 509 de Bombardeo para la Misión Especial 13.
En el 50 aniversario de los bombardeos, Van Kirk comentó en una entrevista haberse sentido "aliviado" tras el lanzamiento.
"Aunque seguíamos ahí arriba en el aire y nadie en el mundo sabía qué había ocurrido, sentíamos que la guerra se había acabado o lo haría pronto", dijo entonces.
Asimismo se le pudo escuchar defender en actos públicos que "es muy duro hablar de moralidad y guerra en la misma frase"
"Creo que cuando estás en una guerra, un país debe tener el coraje de hacer lo que debe para ganar la guerra con la mínima pérdida de vidas", añadió.
¿Cómo fue el lanzamiento de la bomba atómica?
La misión salió a pedir de boca, dijo Van Kirk en una entrevista en 2005. Guió al bombardero en medio de la noche, con un retraso de sólo 15 segundos, dijo. Cuando la bomba de 4,082 kilos (9,000 libras) apodada Little Boy (Niño pequeño) caía sobre la ciudad dormida, él y los demás tripulantes esperaban escapar con vida.
No sabían si la bomba iba a explotar y, si lo hacía, si la onda expansiva destruiría el avión. Así que empezaron a contar —mil uno, mil dos— hasta llegar a los 43 segundos que les informaron demoraría en detonar, y lo que hubo fue silencio.
"Dutch", el primero de la izquierda, con parte de la tripulación
Entonces llegó un enorme fogonazo de luz. Y luego una onda de choque, y después otra. La explosión y sus efectos dejaron 140,000 muertos en Hiroshima.
Tres días después, una segunda bomba atómica devastó Nagasaki, donde dejó 80,000 muertos. Seis días más tarde Japón se rindió.
El bombardero Boeing B-29 Superfortress fue nombrado “Enola Gay” en honor a Enola Gay Tibbets, madre del piloto Paul Tibbets. El avión que se convirtió en el primero en lanzar una bomba atómica (la de Hiroshima), también participó tres días después en el segundo ataque atómico como avión de reconocimiento sobre el objetivo primario que era la ciudad de Kokura; sin embargo, ante el humo procedente de otro bombardeo se decidió que el segundo ataque cayera sobre Nagasaki.
Su nombre aparece grabado en el bombardeo, junto a otros tripulantes