Hitler, con sus oficiales nazis en 1922
La presentación en sociedad de los dos volúmenes se realizó en el búnker berlinés de la estación Anhalter, en pleno barrio de Kreuzberg, hoy convertido en museo. Este búnker, de 3.600 metros cuadrados, fue construido en apenas 10 meses en 1943 -en un momento en que se levantaban aceleradamente estos refugios antiaéreos en todo Berlín para albergar a una población cada vez más desesperada- y, si bien se pensó que albergaría a unas 3.500 personas, llegó a estar habitado por 12.000 cuando la caída de Berlín a manos de los rusos era inminente.
Lo cierto es que este búnker de la estación Anhalter -de hecho está conectado por un túnel con esta estación de tren aún en funcionamiento, desde donde se ingresaba al refugio antiaéreo- fue erigido en la misma época que la construcción antibombas en la que pasó sus últimos días el Führer. Y justo este último búnker -en el que se desarrolla en la ficción la trama de la película«El hundimiento»- es el escenario del libro de Kellerhof, que se centra en el período que transcurre entre el regreso del dictador a Berlín desde Adlerhorst, el cuartel general del Reich ubicado en Hesse, en enero de 1945, hasta que se quita la vida el 30 de abril de 1945.
Sus últimos días
En realidad, «El final de Hitler» es una reedición renovada y totalmente revisada de «Myhos Führerbunker», un libro sobre el último refugio del máximo líder nazi que Kellerhof ya había publicado en 2003. Según dijo el propio Kellerhof, su nuevo libro sobre el búnker de Hitler se inicia, a diferencia de su antecesor -centrado en la construcción del predio-, directamente en el drama de los últimos días del dictador en el refugio antiaéreo e incluye imágenes computarizadas que ayudan a entender cómo era la instalación, algo que hoy en día sigue siendo un misterio para muchos alemanes.
Kellerhof contó que los restos del búnker de Hitler se encuentra bajo un estacionamiento privado, en pleno centro de Berlín (Willhelmstr. 92, Mitte). Aunque hay un cartel con información, «pocos saben que ocho metros debajo Hitler se quitó la vida de un balazo, probablemente después de ingerir una cápsula de veneno», afirmó el historiador. Parte de la construcción (el llamado «búnker superior») fue destruida en la antigua Alemania comunista, pero permanecen intactas -e inaccesibles para el visitante- partes del búnker principal, aunque no se sabe cuántas ni su extensión. Aun así, el estacionamiento es visitado por muchos turistas y muy pocos alemanes.
Contra la manipulación
Según el autor, su libro -un detallado estudio del búnker de Hitler en solo 167 páginas- saca a la luz pública datos desconocidos para que los lectores «puedan construir por sí mismos su propia opinión de los hechos teniendo información seria». Un vacío en este aspecto podría ser aprovechado, según Kellerhof, por gente sin escrúpulos que quieran distorsionar el horror del régimen nazi para sacar réditos políticos. Por otra parte, los historiadores de la Berlin Story Verlag se niegan a comentar las nuevas teorías que apuntan a que el líder nazi huyó a Argentina y murió en Paraguay por considerarlas «abstrusas» y totalmente infundadas.
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