Polonia ha pedido donaciones internacionales para preservar las instalaciones y exhibiciones en el antiguo campo de concentración nazi de Auschwitz, donde más de un millón de judíos murieron durante la Segunda Guerra Mundial.
El emplazamiento de Auschwitz, cercano a la ciudad de Cracovia en el sur de Polonia, comprende 155 campamentos, 300 instalaciones en ruinas y cientos de miles de efectos personales y documentos esparcidos por más de 200 hectáreas.
En una carta obtenida el viernes por Reuters, el primer ministro polaco, Donald Tusk, señaló que aquellos que están a cargo del museo estatal Auschwitz-Birkenau podrían organizar una fundación para administrar un fondo especial con un capital mínimo de 120 millones de euros.
"Rescatar a Auschwitz-Birkenau significa salvar la memoria de millones que sufrieron y fueron asesinados de forma bestial. Es la responsabilidad y deber de toda Europa", comentó Tusk en una carta dirigida a los líderes europeos y de otras naciones, especialmente aquellas con una gran cantidad de judíos.
El propio museo carece de los recursos para vigilar el progresivo desgaste y deterioro de sus instalaciones y objetos, agregó Tusk en el texto, fechado el 10 de febrero pero que no se había hecho público anteriormente.
Judíos de todas partes de Europa murieron en las cámaras de gas en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau, que fue organizado por los nazis tras la conquista alemana de Polonia en 1939. Muchos otros fallecieron a consecuencia del hambre, los trabajos forzados, enfermedades y en experimentos médicos.
Polonia fundó un museo en el lugar, conocido como Oswiecim en polaco, tras la guerra. Cientos de personas visitan anualmente el museo al que para ingresar deben cruzar un portón metálico con el emblema "Arbeit macht frei" (el trabajo los hará libres).
En una carta obtenida el viernes por Reuters, el primer ministro polaco, Donald Tusk, señaló que aquellos que están a cargo del museo estatal Auschwitz-Birkenau podrían organizar una fundación para administrar un fondo especial con un capital mínimo de 120 millones de euros.
"Rescatar a Auschwitz-Birkenau significa salvar la memoria de millones que sufrieron y fueron asesinados de forma bestial. Es la responsabilidad y deber de toda Europa", comentó Tusk en una carta dirigida a los líderes europeos y de otras naciones, especialmente aquellas con una gran cantidad de judíos.
El propio museo carece de los recursos para vigilar el progresivo desgaste y deterioro de sus instalaciones y objetos, agregó Tusk en el texto, fechado el 10 de febrero pero que no se había hecho público anteriormente.
Judíos de todas partes de Europa murieron en las cámaras de gas en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau, que fue organizado por los nazis tras la conquista alemana de Polonia en 1939. Muchos otros fallecieron a consecuencia del hambre, los trabajos forzados, enfermedades y en experimentos médicos.
Polonia fundó un museo en el lugar, conocido como Oswiecim en polaco, tras la guerra. Cientos de personas visitan anualmente el museo al que para ingresar deben cruzar un portón metálico con el emblema "Arbeit macht frei" (el trabajo los hará libres).