
El paquidermo Sheila fue desalojado del zoológico en 1941 ante la amenaza de los ataques de la aviación Nazi, la Luftwaffe, pero, a diferencia de otros animales salvajes, no fue sacrificada por el Ministerio de Seguridad Pública.
Según documentos de la época, el miedo a la posibilidad de que los animales atacaran a alguna persona llevó a las autoridades a eliminar hasta 23 bestias, entre ellas, un tigre, un oso pardo, un lince, una hiena, dos osos polares y seis lobos.
Sheila tuvo suerte y fue llevada hasta una típica casa de ladrillos rojos de la calle Whitewell, al norte de la capital, donde su "ángel de la guarda" le protegió durante varios meses, hasta el fin de los bombardeos.
"Los cuidados de nuestra misteriosa dama son un caso único en la historia de los zoológicos y nos gustaría contactar con la familia para documentar adecuadamente este vacío en nuestro pasado", explicó Challis.
Entre las pistas disponibles, el zoológico cuenta con una par de viejas fotografías en blanco y negro de dos mujeres sentadas en un patio trasero que observan cómo Sheila bebe de un cubo metálico.
Después de la guerra, el paquidermo regresó sano y salvo al zoológico y sobrevivió otro cuarto de siglo, hasta 1966, cuando falleció por problemas de piel.