El Museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem, honrará hoy al cuencano Manuel Antonio Muñoz Borrero con el título de “Justos de las Naciones” por su contribución al salvamento de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
El acto tendrá lugar en las dependencias del Museo en presencia de un hijo del homenajeado, Lennart Bjelke, a quien la institución hará entrega de una medalla y de un certificado de honor a nombre de su fallecido padre, que será el primer ecuatoriano en recibir esta distinción, según un comunicado oficial.
El título lo entrega el Museo, que recuerda la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis, a toda persona que haya contribuido a salvar personas de este origen.
Según los testimonios presentados ante la institución, Muñoz Borrero, nacido en Cuenca en 1891, fue cónsul de su país en Estocolmo a partir de 1931, y 10 años después envió 80 pasaportes a Estambul para ayudar a salvar a judíos de origen polaco.
Como resultado de su ayuda, el cónsul ecuatoriano fue cesado en sus funciones en 1942, pero debido a que su Gobierno no envió un sustituto, ni las autoridades suecas le retiraron los sellos y documentación oficial, Muñoz Borrero siguió expidiendo documentación.
Fuente: http://www.eltiempo.com.ecEl acto tendrá lugar en las dependencias del Museo en presencia de un hijo del homenajeado, Lennart Bjelke, a quien la institución hará entrega de una medalla y de un certificado de honor a nombre de su fallecido padre, que será el primer ecuatoriano en recibir esta distinción, según un comunicado oficial.
El título lo entrega el Museo, que recuerda la memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis, a toda persona que haya contribuido a salvar personas de este origen.
Según los testimonios presentados ante la institución, Muñoz Borrero, nacido en Cuenca en 1891, fue cónsul de su país en Estocolmo a partir de 1931, y 10 años después envió 80 pasaportes a Estambul para ayudar a salvar a judíos de origen polaco.
Como resultado de su ayuda, el cónsul ecuatoriano fue cesado en sus funciones en 1942, pero debido a que su Gobierno no envió un sustituto, ni las autoridades suecas le retiraron los sellos y documentación oficial, Muñoz Borrero siguió expidiendo documentación.