Se trata de Jorge Busquet, un jubilado de 65 años que ya tiene casi a punto una histórica aeronave Piper J-3.
Hacía tiempo que la idea le rondaba la cabeza, pero supo con certeza que tenía que ponerla en práctica ni bien se jubiló. De aquel día ya pasaron tres meses y medio y Jorge Busquet, a los 65 años y desde su casa de Berisso, está terminando de armar su propio avión. Se trata de un histórico modelo de Piper J-3 y, si todo sale como lo planea, el vecino berissense levantará vuelo con su máquina este verano y se convertirá así en el primer jubilado de la región en pilotear un avión construido artesanalmente con sus propias manos.
"Voy despacio porque es bastante complejo -asegura Jorge, orgulloso y tenaz-. Siempre tuve la idea de hacerlo pero pude llevarla a cabo recién cuando me jubilé. Yo era chapista y trabajaba en YPF. Jamás volé ni estudié algo de aviación, pero desde que arranqué con la idea es de lo único que leo. Además ya averigüé que hasta los 75 años puedo volar, y tengo decidido terminar la máquina este verano para sacar los permisos correspondientes y cumplir mi sueño".
Desde su casa de Berisso, la cual comparte con su mujer y donde tiene el tallercito en el que va dándole forma a la aeronave, Jorge relata que no trata de innovar sino de seguir los planos e indicaciones que va bajando de internet. Lo que está saliendo de eso es un Piper J-3, una aeronave creada en los años treinta con capacidad para dos personas y un largo de casi seis metros y medio.
EL AVIÓN DE LA GUERRA
"Es una máquina preciosa, estoy enamorado -se entusiasma él-. Es un aparato que se diseñó en el año 37 para adiestrar soldados y que tiene una envergadura de casi once metros". Lo que cuenta Jorge es parte de la mítica historia que rodea a esta avioneta. El inicio de las hostilidades en Europa en 1939, en lo que pronto se convertiría en la Segunda Guerra Mundial, indujo la necesidad de parte de los Estados Unidos de comenzar con el Programa de Entrenamiento de Pilotos Civiles (CPTP por su sigla en inglés) donde el J-3 jugó un papel fundamental.
De esta manera, el Piper J-3 se convirtió en el principal entrenador de los soldados norteamericanos y la creciente necesidad de pilotos aumentó de forma insaciable su demanda. En 1940, un año antes del ingreso de Estados Unidos a la guerra, se fabricaron más de 3 mil de estas aeronaves. De todas maneras, en la época de guerra la demanda se acrecentó a tal punto que desde su planta de fabricación salía un Piper J-3 cada 20 minutos. El legendario pasado de esta máquina va incluso más allá de cuestiones bélicas, dado que su diseño llegó a ser tan popular que tuvo una importante participación en la vida civil y política de los años cuarenta y cincuenta. La Primera Dama Eleanor Roosevelt, de hecho, volaba en un J-3, y los civiles que poseían un avión de este tipo se unieron a la recientemente formada Patrulla Aérea Civil y patrullaban constantemente la costa este y la costa del golfo en busca de sobrevivientes de los ataques alemanes.
"Es una aeronave con mucha historia y de un diseño muy sencillo -resume Jorge-. Claro que, cuando se arranca de cero y no se tiene ninguna formación técnica, lo que parece simple termina resultando complejo. Por suerte mi mujer me acompaña y me hace el aguante, sino sería mucho más difícil. Siempre quise fabricar mi propio avión y poder volarlo yo mismo. Ahora estoy un poco más cerca de cumplir ese sueño. Trabajo todos los días en el tallercito y la verdad es que no pienso en otra cosa. Lo único que me entusiasma es saber que cada vez falta menos para levantar vuelo".
Fuenteo: http://www.eldia.com.ar
ANEXO:
El Piper J-3 Cub en la Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial, permitió que el J-3 pudiese desplegarse en otros roles distintos al de entrenador básico de pilotos. La Primera Dama Eleanor Roosevelt, volaba en un J-3 y posaba para publicitar el CPTP. Los Generales Dwight Eisenhower, George Marshall y George Patton, lideres militares de la época, a menudo se les veía volando en los frentes de guerra en un Cub; además los civiles que poseían un Cub, se unieron a la recientemente formada Patrulla Aérea Civil (CAP por su sigla en inglés), patrullando constantemente la costa este y la costa del golfo en busca de U boote alemanes y sobrevivientes de los ataques de éstos últimos.
Piper desarrolló una variante militar con diversas denominaciones, O-59 (1941), L-4 (desde abril de 1942) y en la marina se denomina NE-1. Esta variante, en todas sus denominaciones, así como sus símiles de la época (Taylorcraft L-2 y Aeronca L-3)en cuanto a características (bi-plazas en tándem con ala alta y con la tendencia de dar brincos al aterrizar), se conocían genéricamente como Grasshoopers. Todos tuvieron un amplio uso en la Segunda Guerra Mundial como aviones de reconocimiento, transporte de suministros y evacuación médica.1 El L-4 a pesar de ser mecánicamente la misma aeronave, se distingue de su versión civil J-3, por tener una cabina con el Plexiglas extendiéndose más atrás del borde de fuga del ala. Alrededor de 5.700 unidades se produjeron para el Ejército y 250 unidades para la Marina como "Entrenadores Elementales".
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Piper_J-3_Cub"Voy despacio porque es bastante complejo -asegura Jorge, orgulloso y tenaz-. Siempre tuve la idea de hacerlo pero pude llevarla a cabo recién cuando me jubilé. Yo era chapista y trabajaba en YPF. Jamás volé ni estudié algo de aviación, pero desde que arranqué con la idea es de lo único que leo. Además ya averigüé que hasta los 75 años puedo volar, y tengo decidido terminar la máquina este verano para sacar los permisos correspondientes y cumplir mi sueño".
Desde su casa de Berisso, la cual comparte con su mujer y donde tiene el tallercito en el que va dándole forma a la aeronave, Jorge relata que no trata de innovar sino de seguir los planos e indicaciones que va bajando de internet. Lo que está saliendo de eso es un Piper J-3, una aeronave creada en los años treinta con capacidad para dos personas y un largo de casi seis metros y medio.
EL AVIÓN DE LA GUERRA
"Es una máquina preciosa, estoy enamorado -se entusiasma él-. Es un aparato que se diseñó en el año 37 para adiestrar soldados y que tiene una envergadura de casi once metros". Lo que cuenta Jorge es parte de la mítica historia que rodea a esta avioneta. El inicio de las hostilidades en Europa en 1939, en lo que pronto se convertiría en la Segunda Guerra Mundial, indujo la necesidad de parte de los Estados Unidos de comenzar con el Programa de Entrenamiento de Pilotos Civiles (CPTP por su sigla en inglés) donde el J-3 jugó un papel fundamental.
De esta manera, el Piper J-3 se convirtió en el principal entrenador de los soldados norteamericanos y la creciente necesidad de pilotos aumentó de forma insaciable su demanda. En 1940, un año antes del ingreso de Estados Unidos a la guerra, se fabricaron más de 3 mil de estas aeronaves. De todas maneras, en la época de guerra la demanda se acrecentó a tal punto que desde su planta de fabricación salía un Piper J-3 cada 20 minutos. El legendario pasado de esta máquina va incluso más allá de cuestiones bélicas, dado que su diseño llegó a ser tan popular que tuvo una importante participación en la vida civil y política de los años cuarenta y cincuenta. La Primera Dama Eleanor Roosevelt, de hecho, volaba en un J-3, y los civiles que poseían un avión de este tipo se unieron a la recientemente formada Patrulla Aérea Civil y patrullaban constantemente la costa este y la costa del golfo en busca de sobrevivientes de los ataques alemanes.
"Es una aeronave con mucha historia y de un diseño muy sencillo -resume Jorge-. Claro que, cuando se arranca de cero y no se tiene ninguna formación técnica, lo que parece simple termina resultando complejo. Por suerte mi mujer me acompaña y me hace el aguante, sino sería mucho más difícil. Siempre quise fabricar mi propio avión y poder volarlo yo mismo. Ahora estoy un poco más cerca de cumplir ese sueño. Trabajo todos los días en el tallercito y la verdad es que no pienso en otra cosa. Lo único que me entusiasma es saber que cada vez falta menos para levantar vuelo".
Fuenteo: http://www.eldia.com.ar
ANEXO:
El Piper J-3 Cub en la Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial, permitió que el J-3 pudiese desplegarse en otros roles distintos al de entrenador básico de pilotos. La Primera Dama Eleanor Roosevelt, volaba en un J-3 y posaba para publicitar el CPTP. Los Generales Dwight Eisenhower, George Marshall y George Patton, lideres militares de la época, a menudo se les veía volando en los frentes de guerra en un Cub; además los civiles que poseían un Cub, se unieron a la recientemente formada Patrulla Aérea Civil (CAP por su sigla en inglés), patrullando constantemente la costa este y la costa del golfo en busca de U boote alemanes y sobrevivientes de los ataques de éstos últimos.
Piper desarrolló una variante militar con diversas denominaciones, O-59 (1941), L-4 (desde abril de 1942) y en la marina se denomina NE-1. Esta variante, en todas sus denominaciones, así como sus símiles de la época (Taylorcraft L-2 y Aeronca L-3)en cuanto a características (bi-plazas en tándem con ala alta y con la tendencia de dar brincos al aterrizar), se conocían genéricamente como Grasshoopers. Todos tuvieron un amplio uso en la Segunda Guerra Mundial como aviones de reconocimiento, transporte de suministros y evacuación médica.1 El L-4 a pesar de ser mecánicamente la misma aeronave, se distingue de su versión civil J-3, por tener una cabina con el Plexiglas extendiéndose más atrás del borde de fuga del ala. Alrededor de 5.700 unidades se produjeron para el Ejército y 250 unidades para la Marina como "Entrenadores Elementales".