Relato corto día D
Publicado: 13 06 2017 05:06
Buenas noches.
Les dejo un relato corto de mi creación, espero sea del agrado de todos y cualquier comentario o critica es bien recibida.
Días tranquilos de playa.
Era una mañana particularmente tranquila en las costas normandas francesas, el frío dominaba tranquilamente y sin competencia el aire mientras el mar traía un helado viento con un misterioso aroma a metal. La tranquilidad reinaba con aparente paz sobre los hombros de aquellos soldados que guardaban y vigilaban la costa, parecía que en aquel momento y lugar después de días de infructuosa lucha, al fin habíamos encontrado un digno momento de paz.
Me paré sobre una roca que daba hacia un risco y prometía un horizonte paradisíaco, aspire con la fuerza de aquel que teme nunca mas volver a hacerlo y cerré mis ojos en un intento desesperado de atrapar aquel pequeño pero valioso segundo de escasa presentación en estos días.
Antes de siquiera poder guardar un bonito recuerdo de aquel momento un aullido terrorífico se presentó en forma de explosión en el ambiente, quedé absorto mirando el horizonte que dejaba ver entre la densa neblina grandes estelas de humo que producían miedo y ansiedad en igual cantidad. Cayeron los proyectiles con inimaginable fuerza sobre las arenas cercanas a la playa haciendo temblar estrepitosamente todo el lugar y posterior a los primeros y amenazantes disparos le sobrevinieron cientos y cientos más que resonaban en la lejanía como un eco anunciante de la muerte que venía. Intente volver sobre mis pasos a terreno mas alejado de la costa agobiada pero para cuando intente moverme note que el miedo y el pánico habían hecho presa fácil en mi cuerpo, me halle petrificado en una trinchera mientras los proyectiles caían alarmantemente por doquier con aleatoria ubicación, podía escuchar el silbido amenazante de esos proyectiles cayendo como una lluvia incesable con el temor de que cada uno parecía que caía mas cerca que el anterior.
No tengo concepción de cuánto tiempo habrá transcurrido desde el primer dramático disparo hasta que ceso el acoso de la artillería naval y por fin puse recuperar la calma y poner mis manos sobre el fusil. Me levanté cansado y abatido como si me hubiese enfrascado en una lucha encarnizada con mi propia persona, mire por sobre la trinchera pero todo parecía ser solo una espesa niebla de humedad y arena que se había esparcido por el aire y que lentamente parecía ceder. Con las primeras vistas tempranas que me ofreció gratamente la neblina sobre la playa que yo pensaba estaría desolada, pude distinguir con espanto y pavor cual era la real amenaza a la que tendríamos que encarar y hacer frente, habíamos luchado con ferocidad y valentía para llegar a expandir hasta estos límites nuestra nación, ¿pero realmente somos capaces de mantener esta victoria contra todos aquellos que se levantaron en armas contra nuestra patria? El tiempo no será capaz de responder a tan importante premisa y tan solo los aciertos y errores serán capaces de hablar con justa capacidad. Y creo penosamente, que empezamos mal.
Les dejo un relato corto de mi creación, espero sea del agrado de todos y cualquier comentario o critica es bien recibida.
Días tranquilos de playa.
Era una mañana particularmente tranquila en las costas normandas francesas, el frío dominaba tranquilamente y sin competencia el aire mientras el mar traía un helado viento con un misterioso aroma a metal. La tranquilidad reinaba con aparente paz sobre los hombros de aquellos soldados que guardaban y vigilaban la costa, parecía que en aquel momento y lugar después de días de infructuosa lucha, al fin habíamos encontrado un digno momento de paz.
Me paré sobre una roca que daba hacia un risco y prometía un horizonte paradisíaco, aspire con la fuerza de aquel que teme nunca mas volver a hacerlo y cerré mis ojos en un intento desesperado de atrapar aquel pequeño pero valioso segundo de escasa presentación en estos días.
Antes de siquiera poder guardar un bonito recuerdo de aquel momento un aullido terrorífico se presentó en forma de explosión en el ambiente, quedé absorto mirando el horizonte que dejaba ver entre la densa neblina grandes estelas de humo que producían miedo y ansiedad en igual cantidad. Cayeron los proyectiles con inimaginable fuerza sobre las arenas cercanas a la playa haciendo temblar estrepitosamente todo el lugar y posterior a los primeros y amenazantes disparos le sobrevinieron cientos y cientos más que resonaban en la lejanía como un eco anunciante de la muerte que venía. Intente volver sobre mis pasos a terreno mas alejado de la costa agobiada pero para cuando intente moverme note que el miedo y el pánico habían hecho presa fácil en mi cuerpo, me halle petrificado en una trinchera mientras los proyectiles caían alarmantemente por doquier con aleatoria ubicación, podía escuchar el silbido amenazante de esos proyectiles cayendo como una lluvia incesable con el temor de que cada uno parecía que caía mas cerca que el anterior.
No tengo concepción de cuánto tiempo habrá transcurrido desde el primer dramático disparo hasta que ceso el acoso de la artillería naval y por fin puse recuperar la calma y poner mis manos sobre el fusil. Me levanté cansado y abatido como si me hubiese enfrascado en una lucha encarnizada con mi propia persona, mire por sobre la trinchera pero todo parecía ser solo una espesa niebla de humedad y arena que se había esparcido por el aire y que lentamente parecía ceder. Con las primeras vistas tempranas que me ofreció gratamente la neblina sobre la playa que yo pensaba estaría desolada, pude distinguir con espanto y pavor cual era la real amenaza a la que tendríamos que encarar y hacer frente, habíamos luchado con ferocidad y valentía para llegar a expandir hasta estos límites nuestra nación, ¿pero realmente somos capaces de mantener esta victoria contra todos aquellos que se levantaron en armas contra nuestra patria? El tiempo no será capaz de responder a tan importante premisa y tan solo los aciertos y errores serán capaces de hablar con justa capacidad. Y creo penosamente, que empezamos mal.
