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por abhang » 07 04 2012 22:49
En el año 1942, dijo Churchill en la Cámara de los Comunes, refiriéndose al desarrollo de la guerra en ese año: ¨Nos enfrentamos con un adversario muy audaz y experto y, permítanme decirlo entre los horrores de la guerra, con un gran general¨.
Estoy convencido que la fama del mismo es merecida, creo que pocos han sido los soldados que han recibido tal alabanza de su enemigo, Rommel era un auténtico soldado profesional, se mostró constantemente preocupado por el bienestar de sus soldados, quienes a su vez le pagaron con su afecto y lealtad.
Poseía las virtudes militares del valos físico, de la suerte, de la imaginación y la fortaleza de carácter, que aunando estas, le llevó a la posición que obtuvo en la cumbre de su carrera.
No cabe dudar de su valor físico, como muestra, su comportamiento en la 1GM.; otorgándole la famosa condecoración ¨Pour Le Mérite¨, cuando todavía era capitán, pero en la cumbre de su fama estuvo varias veces a punto de morir o de ser capturado, por mor de su insistencia, desafiando a la vez las órdenes y la práctica de mandar a sus tropas lo más cerca del frente.
Por lo que a sus suerte se refiere, cabe pensar que cualquier soldado que sobreviviera a la 1GM., sin sufrir una herida grave, tanto física como mentalmente, tuvo que tener en la suerte una aliada, y que fuese unos de los cuatro mil oficiales escogidos para servir en el Ejército alemán de la posguerra, permite advertir un grado más de su fortuna.
En cuanto a la imaginación, creo que radicaba más en su táctica que en su estrategia, sus mejores días, fueron sin duda, en el teatro del norte de África, ya que con un Hitler pendiente sólo de la campaña de Rusia, Rommel gozó de una independencia que ninguno de sus colegas jamás disfrutó, y aunque esta circunstancia le privó de los suministros que necesitaba, le dió al menos la oportunidad de concentrar todas sus energías contra el enemigo, en un frente relativamente reducido.
Cuando más adelante hubo de enfrentarse a escenarios más amplios, su visión pareció menos clara; cabe dudar que su imaginación llegara a terrenos políticos, y realmente, no poseemos una idea clara de su implicación en el atentado de Hitler, creo que estaba informado, pero no involucrado.
Su fuerza de carácter quedó claro duante los primeros días de su mando en el ¨Afrikakorps¨, vió la desorganización, la fatiga, la ausencia de unos objetivos claros, sólo una convicción pudo permitirle imponerse a los jefes italianos, que eran superiores en grado, pero peor dotados que él.
Churchill, no se excedió en sus alabanzas cuando dijo de él que era ¨un gran general¨.
El sudor ahorra sangre, la sangre ahorra vidas, y el cerebro, las dos cosas. (Erwin Rommel)