Si alguien desea ver de forma local la invasión de Rusia debemos leer "El deber de un soldado" de Konstantin K. Rokossovski y que explica a la perfección la sorpresa de la invasión y la reacción soviética ante éste hecho al menos de manera parcial y en su sector como Comandante en Jefe de un Cuerpo de Ejército.
También recomiendo el libro "Recuerdos de un soldado" de Heinz Guderian, para entender la visión de los alemanes.
Comienzo con unas palabras del libro de Rokossovski y que sirven perfectamente como ejemplo de lo que sucedió en todo el frente, especialmente en el ruso.
"Cerca de las cuatro de la madrugada del día 22 de junio el oficial de guardia me trajo un telefonograma del estado mayor del 5º Ejército: abrir el paquete especial y secreto de operaciones.
Sólo podíamos abrirlo por orden del presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la URSS o del comisario de Defensa del Pueblo. Y aquí estaba la firma del sustituto del jefe de sección de operaciones del estado mayor del ejército. Después de ordenar al oficial de guardia que precisase la autenticidad del telefonograma en la región militar, en el ejército y en el Comisariado del Pueblo, llamé al jefe de estado mayor, a mi adjunto político y al jefe de la sección especial.
El oficial de guardia informó que la comunicación estaba interrumpida. No respondían ni Moscú, ni Kiev, ni Lutzk. Tuve que cargar con la responsabilidad y abrir el paquete.
Las órdenes eran: poner inmediatamente al cuerpo de ejército en disposición de combate y emprender la marcha en dirección Rovno, Lutzk y Kovel. "
Bien, a esto se enfrentaba éste general y otros muchos ante la invasión de los alemanes; demasiada burocracia, típica de los regímenes totalitarios.
A la postre, el mariscal de campo alemán, von Brauchitsch, recibió la misión de coordinar las operaciones en la Unión Soviética. La fecha del ataque elegida por Hitler, el 22 de junio de 1941, fue exactamente un día antes del aniversario de la invasión napoleónica de 1812.
Pero observemos el despliegue alemán y ruso en éste hecho que nos ocupa.
De las 205 divisiones del ejército alemán, 145 estaban destinadas a la Operación Barbarroja (20 se encontraban en la reserva). Las restantes divisiones estaban repartidas de la siguiente manera:
- 38 en el oeste.
- 12 en Noruega.
- 1 en Dinamarca.
- 7 en los Balcanes.
- 2 en Libia.
La campaña de los Balcanes dio lugar a que los movimientos en Rusia comenzarán con el año demasiado avanzado".
Para atacar la Unión Soviética, von Brauchitsch disponía de 3.200.000 hombres, 3.580 carros, 600.000 vehículos, lo mismo en caballos y 7.481 piezas de artillería.
Las fuerzas terrestres serían apoyados por tres Luftffloten, con un total de 1.160 bombarderos y cazabombarderos, 720 aviones de caza y 120 aviones de reconocimiento. Todos ellos aparatos modernos.
En una segunda etapa, 14 divisiones rumanas, dos húngaras y dos eslovacas se unirán a las fuerzas alemanas, así como otras unidades extranjeras, generalmente encuadradas en las Waffen SS, que no todas.
El frente estaba dividido en tres sectores, cada uno de ellos con un Grupo de Ejércitos (Heeresgruppe).
Del sector norte, de Memel (actualmente Klaipeda) al saliente de Suwalki, en Prusia Oriental, estaba encargado el Heeresgruppe Norte del mariscal de campo von Leeb, con 26 divisiones, de las cuales tres eran acorazadas y dos motorizadas. Estaba formado por el XVI Ejército (general Busch), el XVIII Ejército (general von Küchler) y el 4º Panzergruppe (general Hoepner). El apoyo aéreo lo suministraba la 1ª Luftflotte (general Keller).
El sector central, del saliente de Suwalki a Lublin estaba al cargo del Heeresgruppe Centro del mariscal de campo von Bock. Contaba con 48 divisiones, de las cuales 9 eran acorazadas, 6 motorizadas y una división de caballería montada. En este sector y de norte a sur estaban desplegados el 3º Panzergruppe (general Hoth) con 840 carros, el IX Ejército (general Strauss), el IV Ejército (von Kluge) y el 2º Panzergruppe (general Guderian), con 930 carros.
La 2ª Luftflotte (Albert Kesselring) enviada a este sector para apoyar el avance del Heeresgruppe Centro.
El sector sur, de Lublin al mar Negro, fue confiado al Heeresgruppe Sur, bajo las órdenes del mariscal de campo von Rundstedt. Estaba formado por 58 divisiones, de las cuales 5 eran acorazadas y 3 motorizadas de la manera siguiente, de norte a sur, entre Lublin y la frontera eslovaca, el VI Ejército (von Reichenau), el primer Panzergruppe (von Kleist) con 750 carros y el XVII Ejército (general von Stülpnagel); en Rumanía, el XI Ejército (von Schobert), dos divisiones húngaras y 14 rumanas que formaban dos Ejércitos: el III (general Dumitrescu) y el IV (general Ciuperca).
Este sector contaba con el apoyo aéreo de la 4ª Luftflotte (general Löhr).
En las fechas que nos ocupa debemos observar con atención el despliegue del Ejército Rojo.
Los soviéticos tenían el equivalente a 158 divisiones de infantería y 40 divisiones acorazadas y mecanizadas, agrupadas en "cruceros mecanizados", con un total de 4.700.000 hombres, sin contar las reservas. Sin embargo, el día de la invasión alemana sólo 2.500.000 hombres estaban en posición en las proximidades del frente occidental.
Su aviación contaba con 1.350 bombarderos, de los cuales apenas 500 eran modelos recientes, 2.000 aviones de caza, en gran parte anticuados comparados con los de los alemanes y cerca de 800 aparatos de reconocimiento, también anticuados.
Del Báltico al mar Negro, las fuerzas soviéticas estaban repartidas en cinco Frentes, reducidos inmediatamente a tres, bajo las órdenes de los generales Vorochilov, Timochenko y Budienny. Sin embargo, las purgas de Stalin habían reducido a la mitad la oficialidad del Ejército Rojo.
Bien, en el momento del ataque alemán su despliegue era el siguiente:
Frente del Norte (desde Leotonia, al este de Riga, a Leningrado), bajo el mando del general Popov:
4 divisiones.
Frente del Noroeste (de Riga al sur de Kaunas), bajo las órdenes del general Kutznekov, pronto sustituido por el general Sobennikov:
24 divisiones, de las cuales 4 eran acorazadas, y que formaban conjuntamente el VIII Ejército (general Sobennikov) y el XI Ejército (general Morozov).
Frente del Oeste (de Kaunas a Brest-Litovsk), bajo las órdenes del general Pavlov y después Timochenko:
38 divisiones divisiones, de las cuales 8 eran acorazadas y constituían el III Ejército (general Kutznekov), el X Ejército (general Golubev) y el IV Ejército (general Korobkov).
Frente del Suroeste (de Brest-Litovsk a la baja Ucrania) bajo las órdenes del general Kirponov, después Budienny:
56 divisiones, de las cuales 16 eran acorazadas, formando el V Ejército (general Potapov), el VI Ejército (general Mutsichenko), el XXVI Ejército (general Kostenko) y el XII Ejército (general Ponedelin).
Frente del Sur (de la baja Ucrania al mar Negro), bajo el mando del general Tyulrenev:
16 divisiones, de las cuales 4 eran acorazadas y que constituían, el XVIII Ejército (general Smirnov) y el IX Ejército (general Cherevitchenko).
En la retaguardia de los diferentes frentes, se mantenían en reserva 20 divisiones o su equivalente en fuerzas.
Como se puede observar, el grueso de las unidades blindadas estaba concentrado en Ucrania. Pero representaba los mismos defectos que su aviación.
No se tienen cifras precisas sobre el número de carros de los que disponían el 22 de junio de 1941. Sin embargo se calculan algunos miles de modelos viejos ligeros y medios (BT-5, BT-7, T-26 etc.), mientras que los documentos oficiales hablan de 867 T-34 y 508 KV1, de 28 y 43,5 toneladas respectivamente, armados de un excelente cañón de 76,2 mm, de dos o tres ametralladoras de 7,62 y con una potente coraza.
Por su número y prestaciones (el T-34 podía alcanzar la velocidad de 51 km/h), los carros soviéticos debían teóricamente superar a los carros pesados Pz Kw-4 de que disponían los alemanes (en total tenían 439 carros). En la práctica, ésta superioridad fue anulada por la falta de personal especializado y de piezas de recambio, y, sobre todo por la teoría errónea de los soviéticos, que utilizaban sus blindados para apoyar la infantería.
Y esto es todo amigo lector, no he colocado mapas ni fotografías pues cada uno, si debe, puede publicar y ya se ha hecho sobre la Operación Barbarroja, quizás no sobradamente, pero que tenemos la ocasión a raíz de éstos datos, el poder hacerla si se precisare.
Feliz lectura.
P.D. Las fuentes son de mis anotaciones y los libros mencionados.