La portada, inusual, ya que tradicionalmente, en esta debería ir la foto del galardonado. Por el contrario, vemos a Hitler tocando su Himno de Odio en una catedral mientras las víctimas cuelgan de la rueda de Santa Catherine y la alta jerarquía nazi les observa.
La ilustración fue obra del Barón Rudolph Charles von Ripper.

El evento más importante de 1938 tuvo lugar el 29 de septiembre, cuando cuatro hombres de estado se encontraron en la residencia de Hitler, en Múnich, para re dibujar el mapa de Europa. Los tres visitantes en esta histórica conferencia fueron el primer ministro Neville Chamberlain, de Gran Bretaña, el primer ministro Édouard Daladier de Francia y el Dictador Benito Mussolini de Italia. Pero con toda seguridad la figura dominante en Múnich fue el anfitrión alemán, Adolf Hitler.
El Führer de los alemanes, comandante en jefe del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea alemanas, Canciller del Tercer Reich, Hitler, cosechó aquel día en Múnich el resultado de la audaz, desafiante e implacable política exterior que había ejercido durante cinco años y medio. Había convertido el Tratado de Versalles en virutas. Había robado Austria delante de los ojos de un horrorizado y aparentemente impotente mundo.
Todos estos hechos escandalizaron a las naciones que habían derrotado a Alemania en el campo de batalla sólo 20 años antes, pero nada aterroriza tanto al mundo como los implacables y metódicos hechos del pasado verano y comienzos del otoño que amenazaron con una guerra mundial sobre Checoslovaquia. Cuando sin derramamiento de sangre él redujo Checoslovaquia a un estado-marioneta de Alemania, forzando una revisión drástica de las alianzas defensivas de Europa y ganando su libertad de acción sobre Europa del este, consiguiendo la promesa de la poderosa Gran Bretaña de mantenerse al margen (y posteriormente de Francia). Adolf Hitler, sin duda, se convirtió en el hombre del año de 1938."
Fuente TIME
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