La Segunda Guerra Mundial

Subfusil ZK 383

Este subfusil con un diseño similar a los primeros MP alemanes, fue diseñado a principio de los años 30 y que comenzó su producción en 1938 como arma pensada para la exportación (en el ejército checo la usaban unidades de la reserva) y fue vendida sobre todo a Venezuela, Bolivia y Bulgaria. La producción continuó tras la ocupación alemana y el Zk-383 fue distribuido entre unidades de las Waffen-SS y fuerzas policiales. Era un arma bastante pesada y con unos materiales y acabados muy buenos. En total incluyendo los fabricados después de la guerra no se fabricaron más de 25.000 unidades.

El Subfusil ZK 383 fue diseñada en Checoslovaquia por los Hermanos Josef y Frantisek Koucky en Brno en 1933 siendo un arma en extremo sofisticada y bien hecha, fabricada con moldeados de precisión de un acabado excelente.

Una de sus peculiares características consistía en tener dos velocidades de disparo, que se obtenía retirando un peso del cerrojo, lo que aceleraba su ritmo de fuego, pudiendo ser tiro a tiro o automático. También tenía un cañón de desmontaje rápido y en la carcasa perforada del cañón llevaba el punto de mira y una alza tangente bien diseñada. Otra de las características inusuales era el bípode plegable, que mejoraba considerablemente la precisión del arma.

El cargador se insertaba por el lado izquierdo, como en el Sten británico, pero más adelante se insertaría por la parte de abajo.

El ejército búlgaro adoptó este tipo como subfusil estándar (de hecho lo empleo por lo menos hasta los primeros años de la década de los sesenta), pero el número mayor de ejemplares se construyó después de 1939 para el ejercito alemán. Después de ocupar Checoslovaquia, los alemanes se adueñaron de la línea de producción intacta y siguieron produciéndola, siendo entregadas la mayoría a las SS. Además de Checoslovaquia, Bulgaria y Alemania, las únicas naciones que adquirieron el ZK 383 fueron Brasil, Bolivia y Venezuela, pero en número reducido.

El ZK 383 poseía pocas cualidades que atrajeran la atención y al mismo tiempo resultaba demasiado complicado para la función que se le asignaba, en cambio, todas estas refinadas características, que lo convertían en un arma sólida y segura, pero, a la vez, indudablemente demasiado compleja para la categoría a que pertenecía.

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