Españoles en las SS y La Wehrmacht, de Eduardo Gil Martínez

[Mariscal Panzer]

ESPAÑOLES EN LAS SS Y LA WEHRMACHT 1944-45

Título: ESPAÑOLES EN LAS SS Y LA WEHRMACHT 1944-45
Autor: Eduardo Gil Martínez (Prólogo de Luis E. Togores)
Editorial: Almena
Páginas: 221
Encuadernación: Rústica
ISBN: 9788492714223
Fecha de publicación: Febrero de 2011


Sinopsis

Al hablar de la intervención española en la II Guerra Mundial, lo primer que viene a la cabeza es la División Azul. Pero, aunque es cierto que ésta fue la principal implicación española en el conflicto, hay otros aspectos sobre dicha intervención mucho menos conocidos.

Uno de ellos es la participación de españoles en el bando alemán en los últimos meses de la guerra. Después de muchos años de investigación, se presenta aquí el relato de lo que fue la realidad de la pugna de unos cuantos españoles que se negaron a abandonar a sus camaradas alemanes en su lucha desesperada contra el comunismo.

De la mano del autor asistiremos al día a día de las últimas semanas de la guerra en defensa de Berlín, pero también sabremos de la lucha antipartisana de los españoles en el norte de Italia, de los combates junto a los valones de Leon Degrelle, o de su participación en las operaciones contra el maquis en Francia encuadrados en el servicio secreto alemán.


Fuentes:
http://www.libreriacastellana45.com/
http://www.buscalibros.cl/
http://www.grupoquorum.com/
http://www.lacentral.com/
http://www.sopadelibros.com/

[DELTA-61]

Parece que existen alguna contradicción sobre la participación de Miguel Ezquerra, comandante jefe de la unidad española en las SS en Berlín. Éste sobrevivió a la guerra y años después escribió una autobiografía en la que algunos datos resultan, cuando menos, inexactos, lo cual no lo señala en ingún caso como un impostor, sino que tal y como Lorenzo Silva, autor de la novela "Niños feroces", comenta en la entrevista publicada en la revista "XL Semanal".
En la misma se dice: "El comandante Miguel Ezquerra, el jefe de la unidad, y el alferez Ocaña dejaron su testimonio en sendos libros. Pero el más detallado, en el de Ezquerra, se observan contradicciones entre sus dos ediciones (una portuguesa de poco después de la guerra y otra española muy posterior) y, aunque en su relato demuestra un conocimiento de al topografía de la ciudad y del desarrollo de la batalla que hacen muy dificil considerarlo un impostor, hay otros pasajes poco verosímiles o inexactos (como el de su condecoración por Hitler entre el 29 y el 30 de abril, cuando ya el líder nazi se aprestaba a suicidarse, o la defensa del hotel Kaiserhof desde las plantas superiores cuando el edificio había sido derruido por un bombardeo áereo en 1943).
De todos modos, creo que éste libro es muy interesante para conocer la participación de nuestros compatriotas en el bando alemán durante la SGM.

[Erwin Rommel]

Camarada DELTA-61, el ejemplo que comentas de Ezquerra es uno más de los muchos casos en los que se demuestra que los testigos presenciales no son la fuente más fiable de conocimiento histórico. Olvidos, despistes, ocultaciones y toda una gran variedad de causas provocan que los relatos de los veteranos sean una fuente de lagunas y confusiones históricas, como sabe cualquier historiador que haya trabajado alguna vez con testimonios directos.

Por desgracia, es muy difícil explicarle a la gente "de a pie" esta cuestión. Por ello, la mayoría de lectores creen que un libro basado en testimonios debe ser, por fuerza, veraz, o al menos más "verdadero" que uno basado en documentos. La realidad de la investigación histórica demuestra habitualmente que esto es precisamente al revés: los documentos son mucho más fiables que las personas.

Las personas adornan, falsean o exageran sus "recuerdos", olvidan o encubren hechos que les parecen irrelevantes y tienden a inventarse o recrear de forma ficticia otros que les parecen claves. Es muy común que muchos veteranos cuenten haber visto cosas en el Frente que jamás pudieron haber visto porque, simplemente, no tuvieron lugar allí.

Por ejemplo, si todos los veteranos de Guerra de los EE.UU.que afirman haber desembarcado en Normandía hubiesen en efecto estado allí harían falta el triple de lanchas de las empleadas en la invasión. Se cuentan por cientos los veteranos carristas que afirman haber sufrido incendios en su vehículo cuando, en realidad, sabemos que era muy raro sobrevivir a este tipo de incidentes. Y así, sucesivamente, cientos de hechos que, si creemos a los veteranos, no concuerdan.

El último ejemplo de esto que he conocido, ayer mismo: una conversación de Stalin con el Politburó durante la 2GM. La conversación en cuestión está recogida en las memorias personales de todos los presentes, todas ellas publicadas... y no hay dos personas que cuenten la conversacion igual. Son todas diferentes. Afortunadamente, el autor del libro que estoy leyendo es un Historiador de verdad, con experiencia, que se sabe los recovecos del oficio, y por ello ha cotejado todas las versiones, comprobando con sorpresa cómo es posible que cinco "testigos" relaten una escena de formas diferentes, en libros publicados, y que nadie se haya dado cuenta antes de que esos relatos no son fiables.

Es interesante tener en cuenta que los testimonios directos son interesantes, pero no hay que fiarse demasiado de ellos. Lo contrario es un error metodológico que puede provocar confusiones y visiones erróneas o falsas de la Historia.


Saludos