Gracias por el enlace, camarada Armia Krajowa. Siempre es bueno tener diversidad de opiniones.
Me lo he leído con detenimiento y debo decir algunas cosas.
Sé que es raro hacer una crítica de la crítica, pero lo merece.
Vaya por delante que
no conozco el libro ni su contenido.
En primer lugar, decir que Novilis tuvo su momento y sigue siendo un lugar bastante bueno para mantenerse al día de publicaciones, pero, lamentablemente, hace tiempo que se dedica casi en exclusiva a la autopropaganda, despotricando, casualmente, contra cualquier libro de tema similar a alguno que estén ellos a punto de sacar, o que acabe de salir, o que tenga una línea editorial diferente a la suya. Como complemento, ponen por las nubes cualquier obra que estén a punto de sacar. Es una práctica muy habitual pero no por ello menos sospechosa.
Dicho esto, y ya hablando del contenido, me preocupa en primer lugar el tono del texto. No es una crítica sino un linchamiento verbal contra alguien (el autor) que no se puede defender. El primer párrafo es vergonzante, y poco se puede esperar de una crítica que empieza intentando poner a su lector en contra del libro que critica con una pedrada como esta:
"Tengo que decir, antes que nada, que este es el peor libro que he leído en años. No malo por aburrido o farragoso sino por tendencioso y sectario". Esa es la primera frase. Así empieza la crítica, con una vieja maniobra "periodística" consistente en contarte primero "lo que debes pensar" para poder estar de acuerdo con el crítico, antes de explicarte por qué has de llegar a esas conclusiones.
Me alarma especialmente la aparición de un adjetivo: "sectario". Últimamente este adjetivo se utiliza abusivamente por un sector del "periodismo" como adjetivo descalificativo de índole política. Es fácil distinguirlo, porque siempre lo usan mal: la palabra sectario significa "Secuaz, fanático e intransigente", pero no tiene connotaciones políticas. Digamos que el uso exagerado de este adjetivo en esta presunta crítica literaria ya me pone sobre aviso de lo que puedo encontrarme a partir de ese primer párrafo: una crítica política a la presunta ideología del autor. De hecho, acaba acusando al autor, y a todo potencial lector del libro, de estalinista, ni más ni menos, que no es moco de pavo.
Pero sigamos. El resto del comentario es personal y tendencioso. No comenta el texto que critica en ningún momento, sino que lo hace a través de sus propios resúmenes personales de lo que "dice que dice" el libro. Tampoco rebate su presunto mal enfoque, sino que dedica perlas del tipo
"No solo es que habla de todo menos de lo que nos dice el título del libro sino que se burla de los protagonistas de la División Azul", eso sí, sin citar textualmente esas presuntas burlas a la histórica unidad española, que es como se prueba una acusación tan grave. De hecho, sólo hay una cita textual del libro comentado que supere las cuatro o cinco palabras sueltas: una anécdota, al parecer contada en el libro, que circulaba en el ejército alemán sobre el regimiento del coronel Sagrado. De esa única cita debemos deducir que el tono del libro es negativo e insultante hacia la División Azul, sin mayores explicaciones.
El resto del comentario parece haberse hecho mirando el índice pero sin leerse el libro, viejo truco de alumnos vagos que los profesores solemos detectar facilmente: cuando te meten un párrafo entero explicándote ordenadamente lo que va contando el libro, especificando número de páginas dedicadas a cada tema, suele ser sinónimo de que no han pasado de la página 5.
Para rematar la faena, un error de bulto. Dice el crítico que
"El libro no tiene bibliografía ni índice onomástico ni mapas actualizados. Lo que hay son notas con referencias bibliográficas", ignorando, al parecer, que las notas con referencias bibliográficas son, de hecho, bibliografía, y que en muchísimas publicaciones de renombre no se incluye bibliografía final porque se entiende que ya está desarrollada en las notas de referencia.
Y como colofón, un párrafo que citaré completo:
"Es un libro para los que piensan que Stalin y los comunistas son solo víctimas y perdedores de una causa inmaculada o para los que piensan que solo hay dos tipos de personas: los buenos y los malos. Si quieren leer un libro de historia serio sobre este tema lean el de Xavier Moreno Juliá editado por Crítica o alguno de Carlos Caballero Jurado".
No sólo echa pestes del libro sino que amenaza con la sospecha de estalinista a todo aquel que le interese su lectura. Casi nada. Lo que me resulta curioso es que recomienda el libro de Moreno Juliá, del cual he leído exactamente este mismo tipo de acusaciones de filocomunista...
Entre las respuestas recibidas, pocos parecen haberse leído el libro. Más bien son respuestas del tipo "gracias por avisarnos de que este libro es basura". Obviamente, cualquiera se atreve a comentar a favor del libro, tras la sospecha de que a cualquiera que le guste es poco menos que miembro del Politburó. Algun lector intenta mesurar, pero la mayor parte de las respuestas siguen la misma línea de la crítica antecedente, lo cual era de esperar. Me llama la atención que se repite la idea de que el autor "se inventa cosas", pero nadie cita exactamente ninguna de esas supuestas invenciones para desenmascararle. Y se añade, para dar mas peso a la crítica, un enlace a otra crítica, todavía más tendenciosa, con el cual parece probado que el libro es un pestiño.
¿A dónde quiero llegar?
Todos los españoles sabemos que la División Azul es un tema delicadísimo. Además, trasciende lo militar y llega a lo político, porque la propia División tiene un origen muy cercano a la política. Pese a que es indudable bajo qué pabellón luchó esta División, hablamos de sangre española derramada, por lo que todo pariente de un divisionario caído exigirá el mayor de los respetos y se sentirá herido ante cualquier insinuación, aunque tenga base real.
Por ello creo que siempre se debe tratar el tema de la División Azul con la mayor delicadeza. Y me parece tremendamente irresponsable por parte de cualquier crítico que se precie de serlo tratar un libro sobre la División Azul con estos comentarios de barra de bar. Por muy deleznable que sea el libro (que puede serlo), se nota que no hay ni un gramo de crítica histórica y sí un mucho de crítica ideológica. No se prueba ninguna de las presuntas falacias del autor, pero se descargan calificativos en grandes cantidades:
"este libro es malévolo y malintencionado", dice el crítico en una respuestas posterior, presuntamente hecha en frío, justo antes de despotricar de nuevo.
Y todo teniendo en cuenta que el autor, Jorge M. Reverte, no es historiador: es un periodista y guionista que ha escrito sobre el tema porque su padre era divisionario. Así que pedirle rigor histórico resulta un poco cogido con pinzas. Además, el autor se declara abiertamente comunista, con lo que acusarle de "tendencioso" resulta un poco pueril. Curioso resulta, en cambio, que los testimonios directos del padre del autor utilizados en el libro, al parecer, resultan menos valiosos que los de otros divisonarios, por el hecho de ser menos gloriosos.
De hecho, he leído con mis propios ojos como supuestos apasionados de la División Azul insultaban al padre de Jorge M. Reverte, siempre de forma anónima, o al propio autor por haberse atrevido a ser comunista naciendo de padre falangista (pasando por alto, curiosamente, que existe un porcentaje muy alto de destacados comunistas salidos de familias falangistas, reacción por contrarios muy habitual en cualquier familia del mundo).
Buscando rápido en Google, parece que J.M. Reverte, comunista declarado, no parece tan estalinista.
Cito palabras del propio Reverte:
"Franco decidió colaborar en la Segunda Guerra Mundial con uno de los peores genocidas de la historia, Hitler, aunque enfrente estuviera otro gran genocida: Stalin". (
fuente)
Como digo, el libro puede ser pésimo, que no lo dudo. Y tendencioso, que es más que posible, pues todavía no he visto un solo libro sobre la División Azul que no lo sea. Pero como Historiador, después de leer semejante despropósito disfrazado de crítica literaria, sentí que debía poner algo de tibieza en esto. Me pone los pelos de punta lo fácil que es despellejar a otra persona con el manido pretexto de la ofensa.
Sabiendo, además, que algunos círculos no muy democráticos de internet se ha hecho toda una llamada a desprestigiar este libro (incluyendo ataques al blog del autor), coincidente en fechas con esta crítica de Novilis, la cosa se pone más clara que el agua.
Va siendo hora de que la Historia sea Historia. Y si duele, duele. Pero son hechos, no querencias, y como tal se rebaten y desmontan con datos sólidos, no con adjetivos.
Saludos (y perdón por la filípica)