M4 Sherman (Medium Tank M4) [Tanque Medio]
Publicado: 24 11 2010 23:31
M4 Sherman
El M4 Sherman, formalmente Medium Tank, M4, fue el principal tanque fabricado por Estados Unidos y utilizado para su propio uso y el de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. La producción total del M4 Sherman superó las 50.000 unidades y su chasis sirvió como base para otros diseños, como cazacarros, vehículos de recuperación y artillería autopropulsada.
En el Reino Unido, los M4 recibieron el nombre de "Sherman" por el general William Tecumseh Sherman de la Unión, siguiendo la práctica británica de nombrar los carros de combate estadounidenses con nombres de generales de la Guerra Civil Estadounidense. Posteriormente, el nombre comenzó a ser utilizado en los Estados Unidos. Tras la Segunda Guerra Mundial, el M4 entró en combate en la Guerra de Corea. Otros países continuaron empleando el vehículo para entrenamiento o en combate hasta finales del siglo XX.
En el Reino Unido, los M4 recibieron el nombre de "Sherman" por el general William Tecumseh Sherman de la Unión, siguiendo la práctica británica de nombrar los carros de combate estadounidenses con nombres de generales de la Guerra Civil Estadounidense. Posteriormente, el nombre comenzó a ser utilizado en los Estados Unidos. Tras la Segunda Guerra Mundial, el M4 entró en combate en la Guerra de Corea. Otros países continuaron empleando el vehículo para entrenamiento o en combate hasta finales del siglo XX.
- CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
- DESARROLLO
B1. Diseño y Desarrollo
B2. Variantes
B3. Potencia de Fuego
B4. Protección
B5. Movilidad - HISTORIA OPERATIVA
C1. Inicios
C2. Bocage y Ruptura
C3. Combate de Carros
C4. El Sherman y los Aliados
C5. El Sherman en la Posguerra - VARIANTES
D1. Versiones M4
D2. Vehículos basados en el M4
D3. Variantes Especiales - OPERADORES
- GALERÍA FOTOGRÁFICA
- VÍDEOS
- ENLACES RELACIONADOS
- FUENTES
A. CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
- Tipo: Tanque Medio
- País de Origen: Estados Unidos
- En Servicio: 1942–1955
- Diseñado: 1940
- Producido: A partir de 1941
- Cantidad Producida: 492.341 Ejemplares Construidos
- Dotación: 5 (Comandante, Artillero, Cargador, Conductor y Ametrallador)
- Peso: 30,3 Toneladas
- Longitud: 5,84 m
- Anchura: 2,62 m
- Altura: 2,74 m
- Blindaje: 63 mm
- Arma Primaria: Cañón M3 de 75 mm L/40 (90 proyectiles)
- Arma Secundaria: 1 Ametralladora Browning M2HB de 12,7 mm (300 proyectiles) // 2 Ametralladoras Browning M1919A4 de 7,62 mm (4.750 proyectiles)
- Motor: Un Motor Chrysler A57 Multibank de 6 cilindros, 21 litros, 350 kW (470 HP) a 2.700 rpm
- Relación Potencia/Peso: 15,8 hp/t
- Velocidad máxima: 40-48 km/h
- Capacidad de Combustible: 660 litros
- Autonomía: 193 km
- Transmisión: Transmisión Manual Spicer de 5 marchas y reversa
- Rodaje: Orugas con 6 Ruedas de Apoyo
- Suspensión: Suspensión de Muelles Verticales
B. DESARROLLO
B1. Diseño y Desarrollo
El desarrollo de los carros de combate norteamericanos, en el aspecto mecánico, correspondía al Departamento de Armamento y Material. Sin embargo, dicho departamento se limitaba a iniciar estudios de diseño, a menos que se produjera una solicitud formal por parte del usuario, en este caso la Fuerza Acorazada, además, las decisiones de producción requerían la aprobación de las Fuerzas Terrestres del Ejército (AGF), bajo el mando del General de Division Lesley McNair.
La AGF tenía la responsabilidad de formular la doctrina táctica del Ejercito, la cual acabo por reflejar fuertemente las opiniones y rasgos de McNair, un artillero de prodigioso talento administrativo, pero sin experiencia de combate. McNair pensaba que no era asunto de los carros enfrentarse a otros carros, y que esta tarea debía dejarse a su arma preferida, los cazacarros. Los carros de combate se consideraban armas de apoyo de la infantería (en el caso de los que pertenecían a batallones de carros independientes), o como herramientas para una rápida explotación "de caballería" de las rupturas, en el caso de las divisiones acorazadas.
La ruptura la efectuarían las divisiones de infantería, con el apoyo local de los batallones independientes de carros para debilitar las posiciones defensivas especialmente fuertes, y cualquier salida de los carros enemigos seria recibida por destructores de carros remolcados o autopropulsados. Una vez asegurada una brecha, las divisiones acorazadas se derramarían por ella para causar estragos en la retaguardia enemiga, destruyendo los refuerzos, desorganizando la estructura de mando y obligando a la infantería enemiga a huir o ser diezmada.
La doctrina McNair presuponía un cierto grado de concentración de las fuerzas acorazadas alemanas, ya que un solo batallón contracarro difícilmente podía esperarse que cubriese adecuadamente todo un frente divisionario. Pero con la superioridad aérea aliada, la concentración de fuerzas acorazadas por parte de los alemanes se tornó muy arriesgada, salvo a pequeña escala para contraataques locales.
Los carros, inevitablemente, se veían obligados a vérselas con carros alemanes, generalmente sin apoyo contracarro. Además, los cazacarros no eran vehículos blindados especialmente útiles. Eran esencialmente carros poco protegidos, con cañones ligeramente mayores y no podían enfrentarse en condiciones de igualdad con sus fuertemente protegidos adversarios alemanes.
Al estar descubiertos por arriba, eran muy vulnerables a las explosiones aéreas, al fuego de mortero e incluso a los ataques premeditados de la infantería. Eran armas adecuadas para emboscarse o dar apoyo de fuego; pero dado que la Campaña de 1944-45 fue un rosario de ofensivas desenfrenadas, no respondían a las necesidades del US Army. Como relataba amargamente un informe del Primer Ejército, lo que hacía falta no eran cazacarros, sino carros cazadores.
El desarrollo de los carros de combate norteamericanos, en el aspecto mecánico, correspondía al Departamento de Armamento y Material. Sin embargo, dicho departamento se limitaba a iniciar estudios de diseño, a menos que se produjera una solicitud formal por parte del usuario, en este caso la Fuerza Acorazada, además, las decisiones de producción requerían la aprobación de las Fuerzas Terrestres del Ejército (AGF), bajo el mando del General de Division Lesley McNair.
La AGF tenía la responsabilidad de formular la doctrina táctica del Ejercito, la cual acabo por reflejar fuertemente las opiniones y rasgos de McNair, un artillero de prodigioso talento administrativo, pero sin experiencia de combate. McNair pensaba que no era asunto de los carros enfrentarse a otros carros, y que esta tarea debía dejarse a su arma preferida, los cazacarros. Los carros de combate se consideraban armas de apoyo de la infantería (en el caso de los que pertenecían a batallones de carros independientes), o como herramientas para una rápida explotación "de caballería" de las rupturas, en el caso de las divisiones acorazadas.
La ruptura la efectuarían las divisiones de infantería, con el apoyo local de los batallones independientes de carros para debilitar las posiciones defensivas especialmente fuertes, y cualquier salida de los carros enemigos seria recibida por destructores de carros remolcados o autopropulsados. Una vez asegurada una brecha, las divisiones acorazadas se derramarían por ella para causar estragos en la retaguardia enemiga, destruyendo los refuerzos, desorganizando la estructura de mando y obligando a la infantería enemiga a huir o ser diezmada.
Un M4A3 (76) W HVSS del 25º Batallón de Carros de la 14º División Acorazada
Los carros, inevitablemente, se veían obligados a vérselas con carros alemanes, generalmente sin apoyo contracarro. Además, los cazacarros no eran vehículos blindados especialmente útiles. Eran esencialmente carros poco protegidos, con cañones ligeramente mayores y no podían enfrentarse en condiciones de igualdad con sus fuertemente protegidos adversarios alemanes.
Al estar descubiertos por arriba, eran muy vulnerables a las explosiones aéreas, al fuego de mortero e incluso a los ataques premeditados de la infantería. Eran armas adecuadas para emboscarse o dar apoyo de fuego; pero dado que la Campaña de 1944-45 fue un rosario de ofensivas desenfrenadas, no respondían a las necesidades del US Army. Como relataba amargamente un informe del Primer Ejército, lo que hacía falta no eran cazacarros, sino carros cazadores.
Un Sherman durante la Invasión de Sicilia, el 10 de julio de 1943
La consecución del carro cazador por parte de Armamento y Material fue obstaculizada por la complacencia autosuficiente de la AGF y por un grave fallo del Ejército en su conjunto, al no apreciar la tendencia creciente de la Wehrmacht hacia carros cada vez más pesados y mejor armados.
El Sherman había demostrado poder enfrentarse a los PzKpfw III y IV en condiciones de igualdad, pero debido a su lastimosa exhibición contra el Tiger lo desestimaron (culpando injustamente de las fuertes pérdidas en el paso de Faid a la inexperiencia de las tropas), y supusieron que los Tiger solo serian encontrados en pequeñas cantidades, por lo que la artillería y las armas contracarro podrían encargarse de ellos.
Estos puntos de vista fueron resumidos en un informe de la AGF al jefe de Estado Mayor, en noviembre de 1943, oponiéndose a la producción del excelente nuevo carro pesado T26 (M26 Pershing): «La recomendación de una proporción limitada de carros con un cañón de 90 mm no es compartida por las razones siguientes: el carro M4 ha sido ampliamente aclamado como el mejor carro del campo de batalla en la actualidad. Hay indicios de que incluso el enemigo comparte esta opinión.
Al parecer, el M4 constituye una combinación ideal de movilidad, fiabilidad, velocidad, protección y potencia de fuego. Aparte de esta petición concreta, que representa el punto de vista británico, no se ha producido ninguna otra solicitud por parte de un teatro de operaciones de un cañón de carro de 90 mm. Nuestras fuerzas no parecen temer al carro alemán Mark VI (Tiger). No puede haber otra razón para el carro T 26 que la concepción de un duelo carro contra carro, lo cual se considera erróneo e innecesario. La experiencia de combate tanto británica como norteamericana ha demostrado que el cañón contracarro, en número suficiente y utilizado correctamente, domina al carro... No hay indicios de que el cañón contracarro de 76 mm sea inapropiado contra el carro alemán Mark VI».
El Sherman había demostrado poder enfrentarse a los PzKpfw III y IV en condiciones de igualdad, pero debido a su lastimosa exhibición contra el Tiger lo desestimaron (culpando injustamente de las fuertes pérdidas en el paso de Faid a la inexperiencia de las tropas), y supusieron que los Tiger solo serian encontrados en pequeñas cantidades, por lo que la artillería y las armas contracarro podrían encargarse de ellos.
Estos puntos de vista fueron resumidos en un informe de la AGF al jefe de Estado Mayor, en noviembre de 1943, oponiéndose a la producción del excelente nuevo carro pesado T26 (M26 Pershing): «La recomendación de una proporción limitada de carros con un cañón de 90 mm no es compartida por las razones siguientes: el carro M4 ha sido ampliamente aclamado como el mejor carro del campo de batalla en la actualidad. Hay indicios de que incluso el enemigo comparte esta opinión.
Al parecer, el M4 constituye una combinación ideal de movilidad, fiabilidad, velocidad, protección y potencia de fuego. Aparte de esta petición concreta, que representa el punto de vista británico, no se ha producido ninguna otra solicitud por parte de un teatro de operaciones de un cañón de carro de 90 mm. Nuestras fuerzas no parecen temer al carro alemán Mark VI (Tiger). No puede haber otra razón para el carro T 26 que la concepción de un duelo carro contra carro, lo cual se considera erróneo e innecesario. La experiencia de combate tanto británica como norteamericana ha demostrado que el cañón contracarro, en número suficiente y utilizado correctamente, domina al carro... No hay indicios de que el cañón contracarro de 76 mm sea inapropiado contra el carro alemán Mark VI».
Un M4A3E2 Jumbo (a la izquierda) y un M4A3E8 del 37º Batallón de Carros de la 4ª División Acorazada atraviesan Alzey, Alemania, el 20 de marzo de 1945
Esta opinión despectiva sobre el punto de vista británico en este tema era ampliamente compartida en EE UU, y procedía de la pésima calidad del diseño británico de carros en los primeros años de guerra. Pero los oficiales de enlace británicos comprendieron mediante el combate lo que sus homólogos norteamericanos no habían entendido por su propia inexperiencia: que el diseño de carros alemán no estaba estancado.
Empujados por la necesidad de superar los excelentes diseños soviéticos, como el T-34, se produjo una escalada constante en el blindaje y potencia de fuego de los alemanes. Los británicos habían sido testigos del gran salto, de los cañones de 20 mm y 37 mm de 1940, a los de 50 mm y 75 mm corto de 1941 y, finalmente, al de 75 mm largo del PzKpfw IV Especial (Ausf. F) y al de 88 mm del Tiger en Túnez, en 1943.
Las mismas mejoras se habían producido en el blindaje de los carros. Los británicos estaban seguros de encontrarse con un adversario aún más peligroso en Francia, en 1944, y vieron sus temores confirmados cuando los equipos de enlace en Moscú informaron, en Julio de 1943, de que los soviéticos habían capturado un nuevo carro medio de 45 toneladas, denominado Panther, con un excelente blindaje inclinado y un nuevo y potente cañón largo de 75 mm.
Para enfrentarse a esta amenaza, los británicos habían desarrollado una base especial para el excelente cañón contracarro de 17 Libras, que podía embutirse incluso en la pequeña torre del cañón de 75 mm del Sherman.
Empujados por la necesidad de superar los excelentes diseños soviéticos, como el T-34, se produjo una escalada constante en el blindaje y potencia de fuego de los alemanes. Los británicos habían sido testigos del gran salto, de los cañones de 20 mm y 37 mm de 1940, a los de 50 mm y 75 mm corto de 1941 y, finalmente, al de 75 mm largo del PzKpfw IV Especial (Ausf. F) y al de 88 mm del Tiger en Túnez, en 1943.
Las mismas mejoras se habían producido en el blindaje de los carros. Los británicos estaban seguros de encontrarse con un adversario aún más peligroso en Francia, en 1944, y vieron sus temores confirmados cuando los equipos de enlace en Moscú informaron, en Julio de 1943, de que los soviéticos habían capturado un nuevo carro medio de 45 toneladas, denominado Panther, con un excelente blindaje inclinado y un nuevo y potente cañón largo de 75 mm.
Para enfrentarse a esta amenaza, los británicos habían desarrollado una base especial para el excelente cañón contracarro de 17 Libras, que podía embutirse incluso en la pequeña torre del cañón de 75 mm del Sherman.