HMS Repulse [Crucero de Batalla]
Publicado: 27 05 2011 05:42
HMS Repulse [Crucero de batalla]
Dibujo del HMS Repulse en 1919
Una de las grandes leyendas de los mares de la 2GM y uno de los buques más destacados de la Royal Navy al inicio del conflicto, el crucero de batalla HMS Repulse formó parte de la malograda Fuerza Z. Su hundimiento junto al HMS Prince of Wales en 1941 marcó el final de una época en los combates navales y puso en entredicho todo un concepto de buque, convulsionando profundamente la guerra naval durante el resto del conflicto. El HMS Repulse fue un buque curiosamente “afortunado”, pese a su fama, jamás llegó a entrar en combate directo hasta el 10 de diciembre de 1941, fecha de su hundimiento en Malaya.
ÍNDICE:
- FICHA TÉCNICA
- HISTORIA OPERATIVA
- 2.1. Diseño y primeros pasos
2.2. Reformas de Entreguerras- 2.2.1. Servicio entreguerras
2.4. Segunda Guerra Mundial- 2.4.1. Persiguiendo al Bismarck: otro sonado fracaso
2.4.2. Fuerza Z
2.4.3. Hundimiento
- 2.1. Diseño y primeros pasos
- IMÁGENES
1. FICHA TÉCNICA
- Clase: Renown
- Tipo: crucero de batalla
- Constructor: John Brown & Company (Clydebank, Escocia)
- Colocación de la quilla: 25 de enero de 1915
- Botadura: 8 de enero de 1916
- Entrega: 18 de agosto de 1916
- Baja: 10 de diciembre de 1941
- Desplazamiento: 27.600 t. [32.740 t. a plena carga]
- Eslora total: 242 m
- Eslora entre perpendiculares: 228,7 m
- Manga: 27,5 m
- Calado: 8,2 m
- Propulsión/motor Turbinas de vapor sin reducción Brown-Curtis. 42 calderas Babcock & Wilcox. 4 ejes
- Potencia: 112.000 CV
- Velocidad: 31,5 nudos
- Dotación: 1.222
- Blindaje: ]Cintura > 76–152 mm. Cubierta > 25–64 mm. Barbetas > 102–178 mm. Mamparos > 76–100 mm. Torretas > 178–229 mm. Torre de mando > 254 mm
- Armamento: 3x2 cañones de 381 mm. 6×3, 2×1 cañones de 102 mm. 2×1 cañones AA de 76 mm. 2×1 tubos lanzatorpedos
- Desplazamiento: 35.200 t.
- Eslora total: 242,1 m
- Manga: 27,4 m
- Calado: 9 m
- Propulsión/motor: 4 turbinas de vapor de transmisión directa. 4 ejes
- Potencia: Velocidad: 31 nudos. Autonomía: 3.650 millas náuticas
- Dotación: 1.181
- Blindaje (incrementos): Cintura > 51–229 mm. Cubierta > 25-102 mm
- Armamento: 3×2 cañones de 381 mm. 4 × 3 cañones de 102 mm. 6 × 1 cañones AA de 102 mm. 2 × 8 cañones AA de 40 mm (Pom Pom). 8 tubos lanzatorpedos Mk II
- Dotación aérea: 1 catapulta. 4 hidroaviones
HMS Repulse
2. HISTORIA OPERATIVA
El HMS Repulse formaba parte de la clase Renown de cruceros de batalla, que tomaba el nombre de su buque gemelo, el HMS Renown. Ambos barcos fueron terminados en 1916 y respondían a criterios de la Primera Guerra Mundial: eran grandes navíos de combate, relativamente veloces y con artillería principal similar a la de un acorazado (6 X 381mm), pero ejecutados en menor tiempo por los condicionantes de la Gran Guerra. Su talón de Aquiles, derivado de la prisa por ponerlos en acción, era su escaso blindaje, un defecto conceptual que acabaría trayendo disgustos a toda esta categoría de buques de la Royal Navy.
El HMS Repulse formaba parte de la clase Renown de cruceros de batalla, que tomaba el nombre de su buque gemelo, el HMS Renown. Ambos barcos fueron terminados en 1916 y respondían a criterios de la Primera Guerra Mundial: eran grandes navíos de combate, relativamente veloces y con artillería principal similar a la de un acorazado (6 X 381mm), pero ejecutados en menor tiempo por los condicionantes de la Gran Guerra. Su talón de Aquiles, derivado de la prisa por ponerlos en acción, era su escaso blindaje, un defecto conceptual que acabaría trayendo disgustos a toda esta categoría de buques de la Royal Navy.
Cruceros de batalla de la clase Renown
Los buques gemelos Repulse y Renown fueron puestos en grada en 1915, en plena Primera Guerra Mundial. La idea original era construir dos nuevos acorazados de la clase Royal Sovereign (como el HMS Royal Oak, por ejemplo). Ante el temor británico de que no llegasen a ser concluidos a tiempo para participar en la Guerra, el Almirante Lord Fisher logró modificar el proyecto de partida, siendo rediseñados como cruceros de batalla según planos de Sir Eustace Tennyson-d'Eyncourt. Gracias a esta aceleración del proceso, ambas naves fueron entregadas en sólo quince meses, entrando en servicio poco después de la batalla de Jutlandia.
El proceso de desarrollo del buque fue complejo. Se trataba de un barco a caballo entre dos conceptos: el blindaje (acorazado) y la velocidad (crucero). Podría decirse que el Repulse no estaba bien dotado en ninguno de ellos, siendo una solución de compromiso insatisfactoria que mantuvo al buque en actualización permanente durante toda su vida operativa. Ya durante su desarrollo se hizo evidente que el blindaje era insuficiente y que su vulnerabilidad al fuego bajo era alarmante, a pesar de la especial atención puesta en su cinturón blindado de 152 mm. Poco antes de ser entregado, tras la Batalla de Jutlandia, se decidió añadirle una pulgada extra de acero de alta resistencia a la cubierta principal. Igualmente, en una especie de premonición, se le dotó de una ampolla anti-torpedos integral. Tras su producción, con un coste de 2.829.087 de libras, sirvió en la flota del Mar del Norte, sustituyendo al HMS Lion como buque insignia del 1º. Escuadrón Acorazado durante el resto de la Guerra.
El proceso de desarrollo del buque fue complejo. Se trataba de un barco a caballo entre dos conceptos: el blindaje (acorazado) y la velocidad (crucero). Podría decirse que el Repulse no estaba bien dotado en ninguno de ellos, siendo una solución de compromiso insatisfactoria que mantuvo al buque en actualización permanente durante toda su vida operativa. Ya durante su desarrollo se hizo evidente que el blindaje era insuficiente y que su vulnerabilidad al fuego bajo era alarmante, a pesar de la especial atención puesta en su cinturón blindado de 152 mm. Poco antes de ser entregado, tras la Batalla de Jutlandia, se decidió añadirle una pulgada extra de acero de alta resistencia a la cubierta principal. Igualmente, en una especie de premonición, se le dotó de una ampolla anti-torpedos integral. Tras su producción, con un coste de 2.829.087 de libras, sirvió en la flota del Mar del Norte, sustituyendo al HMS Lion como buque insignia del 1º. Escuadrón Acorazado durante el resto de la Guerra.
HMS Repulse en Escocia durante la Primera Guerra Mundial (1916-1917)
A pesar del esfuerzo en los plazos de entrega, el HMS Repulse no llegó a participar en ninguna acción digna de reseña en la Gran Guerra. La primera acción en la que se vio envuelto fue la denominada Segunda Batalla de la Ensenada de Helgoland, escaramuza costera entre la Royal Navy y un grupo de dragaminas alemanes, magnificada por la historiografía británica como primera acción de armas del Repulse. Los dragaminas, hostigados por el 1º. Escuadrón, huyeron bajo la protección de los acorazados SMS Kaiser y SMS Kaiserin. El Repulse participó en la persecución, a toda máquina, del crucero ligero SMS Königsberg, al que acertó con uno de los cincuenta y cuatro disparos que realizó en la carrera. La fuerza británica abandonó la acción al entrar en escena los dos acorazados alemanes.
HMS Repulse en 1918
Tras ese levísimo roce con fuerzas alemanas, el Repulse quedaría fuera de combate por una acción fortuita que ponía el inicio a su larga historia de reparaciones: el 12 de diciembre de 1917 colisionó accidentalmente con el HMAS Australia, quedando fuera de la acción el resto de la Guerra, cobijado en Scapa Flow. En esta base fue testigo de la rendición de la Flota del Norte alemana el 21 de noviembre de 1918.
Vista aérea del HMS Repulse tras la Primera Guerra Mundial. 1918
El Repulse y su gemelo Renown, junto con el HMS Hood, llegaron al periodo posterior a la Gran Guerra siendo los tres navíos de línea más grandes y veloces de la Royal Navy. Se convirtieron en el emblema de la Armada vencedora de la guerra, envueltos en un aura de modernidad y potencia propias de la propaganda victoriosa de la marina británica. En el caso del Repulse esto resultaba irónico, dado su escaso papel en la victoria militar.
Magnífica imagen de los buques gemelos HMS Repulse y HMS Renown. 1931
A pesar de sus muchas reparaciones, el Repulse apenas sufrió reformas de relevancia en el período entre guerras, al contrario de las profundas modernizaciones sufridas por su hermano HMS Renown, especialmente en el armamento. En 1919 el Repulse fue objeto de una primera modificación: se le suprimieron los tubos lanzatorpedos bajo la línea de flotación; se le instaló un doble casco externo para aumentar su protección antisubmarina y se incrementó el grosor de la coraza vertical, que originalmente era de 152 mm.
Los mayores retoques al buque tuvieron lugar en los años 30. Entre 1934 y 1936 se modificó la superestructura del puente, prolongándola hasta popa de la segunda chimenea: este nuevo espacio se aprovechó para instalar un hangar para los cuatro hidroaviones de la dotación, así como la catapulta, inmediatamente a popa del hangar. También se le actualizó el armamento antiaéreo, instalando nuevas piezas de 102 mm. Sin embargo, al igual que ocurrió con el HMS Hood, el armamento secundario no fue modernizado, por lo que resultba deficiente para 1939. Tampoco se renovó el aparato motriz, realmente obsoleto por el peso excesivo de las numerosas calderas. Al sufrir un sensible incremento del desplazamiento sin las subsiguientes mejoras en la propulsión, el Repulse estaba sobrecargado y sus prestaciones eran inferiores a las su gemelo, pues el Renown había sido prácticamente reconstruido. Debido a su constante paso por el astillero para mantenimiento, el Repulse se ganó el jocoso sobrenombre de HMS Repair (Buque de Su Majestad en Reparación).
2.2.1. Servicio entreguerrasLos mayores retoques al buque tuvieron lugar en los años 30. Entre 1934 y 1936 se modificó la superestructura del puente, prolongándola hasta popa de la segunda chimenea: este nuevo espacio se aprovechó para instalar un hangar para los cuatro hidroaviones de la dotación, así como la catapulta, inmediatamente a popa del hangar. También se le actualizó el armamento antiaéreo, instalando nuevas piezas de 102 mm. Sin embargo, al igual que ocurrió con el HMS Hood, el armamento secundario no fue modernizado, por lo que resultba deficiente para 1939. Tampoco se renovó el aparato motriz, realmente obsoleto por el peso excesivo de las numerosas calderas. Al sufrir un sensible incremento del desplazamiento sin las subsiguientes mejoras en la propulsión, el Repulse estaba sobrecargado y sus prestaciones eran inferiores a las su gemelo, pues el Renown había sido prácticamente reconstruido. Debido a su constante paso por el astillero para mantenimiento, el Repulse se ganó el jocoso sobrenombre de HMS Repair (Buque de Su Majestad en Reparación).
Al margen de las maniobras, en el periodo de entreguerras dos fueron las principales tareas encomendadas al HMS Repulse. En primer lugar, como buque representativo de la Royal Navy tomó parte entre 1923 y 1924 del Crucero del Imperio (The Empire Cruise), visitando junto al HMS Hood y otros buques de la Royal Navy a todos los países que habían luchado juntos en la Gran Guerra. Tras los diez meses del crucero participó en Lisboa en los homenajes a Vasco da Gama (1925) para incorporarse nuevamente a los ejercicios de la Royal Navy en el Mediterráneo.
Ruta completa del Empire Cruise (1923-1924) en el que participó el HMS Repulse junto al HMS Hood
En segundo lugar, durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el Repulse participó en la protección de intereses británicos durante el conflicto. En concreto, fue asignado en abril de 1936 a la Flota del Mediterráneo, transportando a finales de ese año a 500 refugiados desde Palma de Mallorca a Marsella. Sus tareas en el Mediterráneo, en diferentes acciones, se extendieron hasta el estallido de la 2GM.
HMS Repulse disparando su artillería. 1936
En 1906 el nuevo acorazado británico HMS Dreadnought hizo que, de repente, los cruceros protegidos y cruceros acorazados quedasen totalmente obsoletos, poniendo el punto de partida a una revolución en los buques de guerra. El Dreadnought combinaba un armamento superior al los acorazados construidos entonces sin sacrificar su protección y, por añadidura, su planta propulsora le daba una velocidad de 21 nudos, tan veloz como cualquier crucero existente. Esta revolución en la construcción naval hizo que el Almirantazgo británico se plantease crear, a partir del Dreadnought, un nuevo tipo de buque de guerra, que fue denominado como “crucero de batalla”, concepto creado por Sir John Arbuthnot Fisher.
El primer crucero de batalla fue el HMS Invincible, que entró en servicio en 1908. Este tipo de buque tenía una función bien definida: la caza de cruceros protegidos y acorazados que operasen contra el tráfico mercante (corsarios). Un crucero de batalla combinaba el armamento del Dreadnought con una velocidad superior a 25 nudos, lo que le permitía cazar cruceros protegidos más lentos y peor armados y escapar de cualquier enemigo que le superase en armamento. El precio que se pagó a cambio de tan alta velocidad fue, sin embargo, el sacrificio de la coraza. El HMS Invincible, por ejemplo, tenía una coraza vertical de tan sólo 152 mm (la coraza del HMS Dreadnought tenía 280 mm).
La alarmada marina alemana inició la construcción de sus propios cruceros de batalla: el primero de ellos fue el Von der Tann, prácticamente una copia del Invincible. Sin embargo, a los proyectistas alemanes no les parecía tan buena idea el sacrificar la protección de sus buques. Por ello, los cruceros de batalla germanos siempre estuvieron mucho mejor blindados que sus contrapartes británicos (el Von der Tann tenía una protección vertical de 250 mm, casi el doble que el HMS Invincible).
En los primeros meses de la Primera Guerra Mundial los cruceros de batalla sólo se utilizaron para su cometido original, con gran éxito. Pero en seguida la Royal Navy comenzó a utilizarlos también como vanguardia de su línea de batalla, cometido para el cual no habían sido diseñados. El resultado fue desastroso, como se vio en la batalla de Jutlandia, donde se perdieron tres cruceros de batalla británicos (HMS Invincible, HMS Indefatigable y HMS Queen Mary) mientras que los alemanes sólo perdieron el Lützow, fruto de la previsión de los ingenieros alemanes al no sacrificar el blindaje. Terminada la Gran Guerra la Royal Navy sólo conservó sus tres cruceros de batalla más modernos: el HMS Renown, el HMS Repulse y el gigantesco HMS Hood.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial se haría paulatinamente evidente el problema que representaban para la Royal Navy los cruceros de batalla, espinosa herencia de Lord Fisher. Este tipo de buques, que habían nacido en prácticamente todas las armadas, eran concebidos por los británicos como respuesta a los buques corsarios alemanes en la Primera Guerra Mundial, pues conjugaban (en teoría) las cualidades de los cruceros pesados y de los acorazados. Los cruceros de batalla poseían una gran eslora y manga, siendo plataformas de tiro estables con piezas de artillería no muy diferentes a las de los acorazados, pero con una mayor velocidad y autonomía que aquellos. La clave de esa mayor velocidad radicaba en una reducción considerable del blindaje, buscando que un menor desplazamiento incrementase las prestaciones del navío. Los cruceros de batalla estaban ideados para enfrentarse con otros cruceros en combate, no como buques de línea, considerando que, si se encontraban con acorazados, podían recurrir a su velocidad para huir.
El primer crucero de batalla fue el HMS Invincible, que entró en servicio en 1908. Este tipo de buque tenía una función bien definida: la caza de cruceros protegidos y acorazados que operasen contra el tráfico mercante (corsarios). Un crucero de batalla combinaba el armamento del Dreadnought con una velocidad superior a 25 nudos, lo que le permitía cazar cruceros protegidos más lentos y peor armados y escapar de cualquier enemigo que le superase en armamento. El precio que se pagó a cambio de tan alta velocidad fue, sin embargo, el sacrificio de la coraza. El HMS Invincible, por ejemplo, tenía una coraza vertical de tan sólo 152 mm (la coraza del HMS Dreadnought tenía 280 mm).
La alarmada marina alemana inició la construcción de sus propios cruceros de batalla: el primero de ellos fue el Von der Tann, prácticamente una copia del Invincible. Sin embargo, a los proyectistas alemanes no les parecía tan buena idea el sacrificar la protección de sus buques. Por ello, los cruceros de batalla germanos siempre estuvieron mucho mejor blindados que sus contrapartes británicos (el Von der Tann tenía una protección vertical de 250 mm, casi el doble que el HMS Invincible).
En los primeros meses de la Primera Guerra Mundial los cruceros de batalla sólo se utilizaron para su cometido original, con gran éxito. Pero en seguida la Royal Navy comenzó a utilizarlos también como vanguardia de su línea de batalla, cometido para el cual no habían sido diseñados. El resultado fue desastroso, como se vio en la batalla de Jutlandia, donde se perdieron tres cruceros de batalla británicos (HMS Invincible, HMS Indefatigable y HMS Queen Mary) mientras que los alemanes sólo perdieron el Lützow, fruto de la previsión de los ingenieros alemanes al no sacrificar el blindaje. Terminada la Gran Guerra la Royal Navy sólo conservó sus tres cruceros de batalla más modernos: el HMS Renown, el HMS Repulse y el gigantesco HMS Hood.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial se haría paulatinamente evidente el problema que representaban para la Royal Navy los cruceros de batalla, espinosa herencia de Lord Fisher. Este tipo de buques, que habían nacido en prácticamente todas las armadas, eran concebidos por los británicos como respuesta a los buques corsarios alemanes en la Primera Guerra Mundial, pues conjugaban (en teoría) las cualidades de los cruceros pesados y de los acorazados. Los cruceros de batalla poseían una gran eslora y manga, siendo plataformas de tiro estables con piezas de artillería no muy diferentes a las de los acorazados, pero con una mayor velocidad y autonomía que aquellos. La clave de esa mayor velocidad radicaba en una reducción considerable del blindaje, buscando que un menor desplazamiento incrementase las prestaciones del navío. Los cruceros de batalla estaban ideados para enfrentarse con otros cruceros en combate, no como buques de línea, considerando que, si se encontraban con acorazados, podían recurrir a su velocidad para huir.
HMS Repulse en fecha desconocida
Esta concepción se mostraría como un profundo error a partir de las evidencias de la 2GM. Dos fueron los motivos fundamentales de la obsolescencia de los cruceros de batalla.
Por un lado, el desarrollo del acorazado entre ambas guerras mundiales permitía a estos buques conseguir unas prestaciones similares a las de un crucero acorazado. Por tanto, pasaban a ser navíos parejos en sus características, pero mucho más acorazados y superiormente artillados. Esto propiciaba que los enfrentamientos hipotéticos contra un acorazado resultasen en un grave peligro para el crucero acorazado. El problema se agravaba porque, en muchas ocasiones, el crucero era empleado como navío de línea, función para la que no estaba diseñado y no podía rivalizar con un acorazado. Los enfrentamientos con el Bismarck, por ejemplo, hicieron patentes estas debilidades.
Pero, por otra parte, además de la mejora de los acorazados y el mal uso del crucero de batalla, sería la aviación naval la que daría realmente el golpe de gracia a este concepto de navíos. Si se indica habitualmente que los torpedos aerotransportados revolucionaron la guerra naval, el impacto fue mucho mayor al enfrentarse a buques equívocos en su planteamiento y obsoletos en sus capacidades como los cruceros de batalla.
En el caso concreto del HMS Repulse, la preocupación creciente por protegerlo con sucesivos añadidos de artillería AA no evitó que, finalmente, fuese un ataque aéreo el que lo hundiese, enviando con él al fondo del mar toda una visión de la guerra en el mar.
2.4. Segunda Guerra MundialPor un lado, el desarrollo del acorazado entre ambas guerras mundiales permitía a estos buques conseguir unas prestaciones similares a las de un crucero acorazado. Por tanto, pasaban a ser navíos parejos en sus características, pero mucho más acorazados y superiormente artillados. Esto propiciaba que los enfrentamientos hipotéticos contra un acorazado resultasen en un grave peligro para el crucero acorazado. El problema se agravaba porque, en muchas ocasiones, el crucero era empleado como navío de línea, función para la que no estaba diseñado y no podía rivalizar con un acorazado. Los enfrentamientos con el Bismarck, por ejemplo, hicieron patentes estas debilidades.
Pero, por otra parte, además de la mejora de los acorazados y el mal uso del crucero de batalla, sería la aviación naval la que daría realmente el golpe de gracia a este concepto de navíos. Si se indica habitualmente que los torpedos aerotransportados revolucionaron la guerra naval, el impacto fue mucho mayor al enfrentarse a buques equívocos en su planteamiento y obsoletos en sus capacidades como los cruceros de batalla.
En el caso concreto del HMS Repulse, la preocupación creciente por protegerlo con sucesivos añadidos de artillería AA no evitó que, finalmente, fuese un ataque aéreo el que lo hundiese, enviando con él al fondo del mar toda una visión de la guerra en el mar.
Al estallar la guerra, junto con el HMS Hood y el HMS Renown, el Repulse fue destacado a la Home Fleet, seguramente por la preocupación palpable de su obsolescencia. El Repulse fue parte de la fuerza que trató de dar caza a los cruceros pesados Graff Spee y Deutschland, como respuesta natural de defensa de convoyes. De hecho, la escolta y protección de suministros sería su principal misión en aguas europeas, así como la tareas de bloqueo en la costa de Noruega.
HMS Repulse
A finales de octubre fue trasladado a Halifax, junto al portaaviones HMS Furious, para ejercer tareas de escolta frente a los ataques alemanes. El 23 de noviembre ambos buques salieron a la caza del Scharnhorst, después de que el temido buque alemán se cobrase el mercante armado HMS Rawalpindi. Durante esa salida el Repulse sufrió averías por el estado del mar, regresando a puerto para nuevas reparaciones. En diciembre escoltó el transporte de la 1.ª División de Infantería Canadiense a territorio insular, siendo reasignado a la Home Fleet.
En febrero de 1940 acompañó al HMS Ark Royal a aguas españolas, intentando interceptar a varios buques alemanes que habían zarpado del puerto de Vigo. Entre abril y junio participó en las operaciones de la campaña de Noruega en diversas tareas de protección. Entre ellas, fue enviado a interceptar un buque de guerra alemán avistado por el destructor HMS Glowworm, sin éxito: el Glowworm fue hundido por el Admiral Hipper antes de la llegada del Repulse. Las tareas y viajes de ida y vuelta entre la costa noruega y Scapa Flow fueron la constante esos meses, sin éxito alguno.
2.4.1. Persiguiendo al Bismarck: otro sonado fracasoEn febrero de 1940 acompañó al HMS Ark Royal a aguas españolas, intentando interceptar a varios buques alemanes que habían zarpado del puerto de Vigo. Entre abril y junio participó en las operaciones de la campaña de Noruega en diversas tareas de protección. Entre ellas, fue enviado a interceptar un buque de guerra alemán avistado por el destructor HMS Glowworm, sin éxito: el Glowworm fue hundido por el Admiral Hipper antes de la llegada del Repulse. Las tareas y viajes de ida y vuelta entre la costa noruega y Scapa Flow fueron la constante esos meses, sin éxito alguno.
Tanto el Repulse como su gemelo, el Renown, participaron en la sonada caza de Bismarck por el Atlántico Norte, sin llegar a contactar con el temido buque alemán. Fue el 22 de mayo de 1941, durante una escolta, cuando el Repulse fue desviado para esta tarea fundamental. A pesar de la relevancia del encargo, sólo estuvo tres días tras la pista del Bismarck, pues el día 25 debió poner rumbo a puerto por escasez de combustible. Esta fue una más de las acciones fallidas del Repulse, que no había todavía cumplido satisfactoriamente con ninguno de sus objetivos bélicos desde el inicio de la guerra.
El verano de 1941 el Repulse recibió sus últimas reformas: se le instalaron ocho Oerlikon de 20 mm y un nuevo radar Type 284. Con esta dotación, que sería la última, partió como escolta de tropas al cabo de Buena Esperanza. Posteriormente, sería transferido a Comando de las Indias Orientales, dada la escalada de tensión en el Pacífico, que comenzaba a amenazar intereses británicos.
El verano de 1941 el Repulse recibió sus últimas reformas: se le instalaron ocho Oerlikon de 20 mm y un nuevo radar Type 284. Con esta dotación, que sería la última, partió como escolta de tropas al cabo de Buena Esperanza. Posteriormente, sería transferido a Comando de las Indias Orientales, dada la escalada de tensión en el Pacífico, que comenzaba a amenazar intereses británicos.
HMS Repulse
A finales de 1941 la insoportable escalada en la tensión política en el Pacífico llevó a la formación de la denominada Fuerza Z: al mando del Vicealmirante Tom Phillips se dispusieron varias unidades navales, encabezadas por los flamantes HMS Repulse y HMS Prince of Wales, con base en Singapur. Esta fuerza naval debía proteger los intereses británicos en el Pacífico en caso de estallar el conflicto. Justo después del ataque a Pearl Harbor, el PoW y el Repulse eran los únicos acorazados aliados en el Pacífico en condiciones de hacerse a la mar. Un escaso bagaje, aunque hay que tener en cuenta que la flota japonesa no estaba en mejor situación, pues contaba sólo con cuatro acorazados de la clase Kong? que fuesen lo bastante veloces como para perseguir a la Fuerza Z y con la fuerza de artillería necesaria para plantarle cara.
La clave de la Fuerza Z, tal como la había planificado Winston Churchill, era la velocidad. Una vez más nos encontramos con el consolidado error, del cual el propio HMS Repulse era un ejemplo: sobreestimar la velocidad como defensa. Como agravante, el enfoque de la situación fue muy deficiente, pues los ingleses obviaron totalmente el peligro aéreo, creyendo innecesario dotar a la Fuerza Z de escolta de cazas ni apoyo de portaaviones. Ambos puntos de vista obsoletos precipitarían el fin de los dos buques principales de la Fuerza Z, en un descalabro naval que supuso uno de los golpes más duros sufridos por Gran Bretaña en toda la guerra y uno de los mayores fracasos militares de Churchill. Doblemente grave al tener lugar apenas tres días después del golpe de Pearl Harbor.
La clave de la Fuerza Z, tal como la había planificado Winston Churchill, era la velocidad. Una vez más nos encontramos con el consolidado error, del cual el propio HMS Repulse era un ejemplo: sobreestimar la velocidad como defensa. Como agravante, el enfoque de la situación fue muy deficiente, pues los ingleses obviaron totalmente el peligro aéreo, creyendo innecesario dotar a la Fuerza Z de escolta de cazas ni apoyo de portaaviones. Ambos puntos de vista obsoletos precipitarían el fin de los dos buques principales de la Fuerza Z, en un descalabro naval que supuso uno de los golpes más duros sufridos por Gran Bretaña en toda la guerra y uno de los mayores fracasos militares de Churchill. Doblemente grave al tener lugar apenas tres días después del golpe de Pearl Harbor.
HMS Repulse abandona Singapur dos días antes de su hundimiento
A las 03:15 del día 10 de diciembre de 1941 un informe de un submarino avisa sobre el cambio de rumbo de la Fuerza Z, que estaba siendo vigilada por los japoneses desde hacía días. A las 06:00 se enviaron diez aviones para rastrear el sector donde se habían avistado los buques británicos, despachando una hora después una fuerza de 88 bombarderos G4M ‘Betty’ para iniciar el ataque. La importancia del ataque para los japoneses era vital, por el impacto moral que podía tener un éxito sobre la Fuerza Z.
A las 11:30 de la mañana un grupo de bombarderos efectuaron el primer ataque, que fue más bien una acción de diversión, sobre el HMS Repulse, evadiéndolo inmediatamente para atraer el fuego antiaéreo. Inmediatamente, la otra sección efectuó una pasada de bombardeo a 2.500 metros de altura, haciendo blanco. Las bombas cayeron en la popa, destruyeron la catapulta y penetraron en el hangar, causando un incendio. Mientras la tripulación se afanaba en atajar los desperfectos, la segunda oleada de aviones se despachó sobre el PoW, inutilizando su timón con torpedos y comenzando la escora.
A las 11:30 de la mañana un grupo de bombarderos efectuaron el primer ataque, que fue más bien una acción de diversión, sobre el HMS Repulse, evadiéndolo inmediatamente para atraer el fuego antiaéreo. Inmediatamente, la otra sección efectuó una pasada de bombardeo a 2.500 metros de altura, haciendo blanco. Las bombas cayeron en la popa, destruyeron la catapulta y penetraron en el hangar, causando un incendio. Mientras la tripulación se afanaba en atajar los desperfectos, la segunda oleada de aviones se despachó sobre el PoW, inutilizando su timón con torpedos y comenzando la escora.
HMS Prince of Wales y HMS Repulse siendo atacados
La siguiente pasada sobre el Repulse no produjo daños importantes a la nave, mientras el PoW agonizaba bajo nuevos ataques. El tercer ataque sobre el Repulse inutilizó con gran precisión el timón de dirección. Sendas explosiones abrieron las cubiertas antes de que un nuevo torpedo hiciese blanco en el crucero, que lentamente se comenzó a hundir. Los destructores se aproximaron a los dos buques heridos de muerte y los aviones japoneses les hicieron saber que podían proseguir con el rescate pues habían cumplido su misión. A las 12:30, sólo una hora después de iniciado el ataque aeronaval, el Repulse se había hundido en el Mar de China en su primera acción bélica de relevancia.
Imagen del HMS Repulse (abajo) sufriendo el castigo del bombardeo japonés, poco antes de su hundimiento
El Capitán Tennant, comandante del Repulse, relató posteriormente que el ataque japonés había sido impecable, con formaciones cerradas que no se desviaban del rumbo. En los inicios de la guerra, los británicos quedaron impresionados por la caballerosidad japonesa al permitirles rescatar a los tripulantes. En Londres, Winston Churchill recibió la noticia del hundimiento del "insumergible" Prince of Wales y del "inexpugnable" Repulse.
El golpe a la moral a los Aliados fue muy duro, para Churchill, para Gran Bretaña y para EE.UU., que comenzaban la guerra en el Pacífico sin ningún buque capital gracias a haber enviado para una tarea crítica a una fuerza obsoleta más propicia para un combate de la Primera Guerra Mundial.
El golpe a la moral a los Aliados fue muy duro, para Churchill, para Gran Bretaña y para EE.UU., que comenzaban la guerra en el Pacífico sin ningún buque capital gracias a haber enviado para una tarea crítica a una fuerza obsoleta más propicia para un combate de la Primera Guerra Mundial.
3. IMÁGENES
Detalles del armamento del Repulse en 1918
Detalles del armamento del Repulse en 1918
HMS Repulse en 1920
Maniobras del HMS Repulse en 1920
HMS Repulse en Oahu, Hawaii. 12 de junio de 1924
HMS Hood, HMS Repulse y HMS Nelson en maniobras
HMS Repulse en Haifa (julio de 1938)
Galería fotográfica complementaria
Expedición submarina a los restos del PoW y el Repulse
Video del HMS Repulse en activo disparando sus cañones
Bibliografía
La guerra naval en el Pacífico, de Luis de la Sierra (1979)
Guía ilustrada de Acorazados y Cruceros de Batalla, de John Jordan (1987)
Fuentes
http://www.maritimequest.com
http://www.history.navy.mil
http://historia-sgma.mforos.com
http://www.battleships-cruisers.co.uk
http://www.forosegundaguerra.com
http://www.bbc.co.uk
http://www.exordio.com
http://www.scapaflow.com
http://es.wikipedia.org
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