Cazadores de nazis
Datos técnicos
- Título original: Nazi hunters
- Año: 2010
- País: Canadá
- Director: Timothy Wolochatiuk
- Productora: Cineflix Productions
- Nº de episodios: 8
- Duración: 42 min/cap aprox.
Sinopsis general
Una de las mayores historias verídicas de detectives. A través de ocho misiones fascinantes, Cazadores de nazis nos cuenta cómo una selecta banda de agentes secretos y vengadores persiguieron a algunos de los individuos más malvados de la historia hasta llevarlos ante la justicia.
Intensa, visceral y narrada por auténticos cazadores de nazis, cada episodio nos relata una misión apasionante: como la impactante persecución de Klaus Barbie en Bolivia o la intrépida operación del Mosad para secuestrar a Adolf Eichmann en Buenos Aires.
Capítulos
1. Herbert Cukurs
Herbert Cukurs es un oficial de las Fuerzas Aéreas letonas y el piloto más famoso de su país. Pero, tras la invasión nazi, se une a los fascistas y se gana el sobrenombre de verdugo de Riga. El sádico Cukurs arrebata bebés de las manos de sus madres, prende fuego a sinagogas abarrotadas de gente, y es responsable de la exterminación de 30.000 judíos de Letonia. Veinte años después, Cukurs lleva una vida tranquila en São Paulo (Brasil), hasta que la unidad de eliminación del servicio secreto israelí consigue localizarlo. En una de las misiones más audaces de su historia, los agentes del Mosad deciden ejecutar a Cukurs sin un juicio público, enviando así el mensaje a todos los criminales de guerra nazis del mundo de que deben temer por sus vidas.
2. Adolf Eichmann
Adolf Eichmann es uno de los criminales de guerra nazi de peor reputación. Conocido como el creador de la solución final de Hitler y el responsable del asesinato de seis millones de judíos, este antiguo teniente coronel de las SS es ahora el perseguido. Es el año 1960, y Eichmann vive de incógnito con su familia en las afueras de Buenos Aires bajo el alias de Ricardo Klement. Cuando el servicio secreto israelí recibe la información de que Eichmann ha sido visto en Argentina, envía a un agente para tomarle fotografías. Al confirmar su identidad, el Mosad urde un minucioso plan para secuestrar a Eichmann e introducirlo a escondidas en Israel para juzgarlo. Pero capturarlo vivo es sólo el primer paso. Rodeados de simpatizantes nazis, deben conseguir sacarlo del país de alguna forma.
3. Klaus Barbie
Como jefe de la Gestapo en Lyon, Klaus Barbie tiene las manos manchadas con la sangre de 10.000 judíos franceses. Pero, en lugar de ser encarcelado tras la guerra, la CIA le contrata como agente anticomunista. Finalmente escapa a Latinoamérica, donde vive y trabaja para dictadores y capos de la droga sin que se descubra su verdadera identidad durante décadas. Hasta que un ama de casa y madre alemana de clase media se propone localizarlo. Casada con un francés de origen judío y residente en París, Beate Klarsfeld y su marido han dedicado sus vidas a llevar ante la justicia a criminales de guerra nazis. Tras conseguir que los tribunales alemanes reabran el caso de Barbie, organizan una campaña mediática y dan con él. Pero hará falta otra década, un plan fallido de secuestro y un giro radical en la política de Bolivia para llevar ante la justicia al hombre conocido como el carnicero de Lyon.
4. Erich priebke
Erich Priebke fue responsable de una de las mayores atrocidades cometidas en Italia: la masacre de las Fosas Ardeatinas. Por orden directa de Adolf Hitler, este alto dirigente de la Gestapo, orquestó en Roma el asesinato de 335 civiles italianos. Escapó a Argentina y eludió a la justicia durante 50 años, hasta que unos reporteros de la televisión norteamericana dieron con su pista. El equipo de noticias de la cadena ABC, mientras investigaba la forma en que los criminales de guerra nazis huyeron a Argentina, tuvo acceso a los archivos del Gobierno que acababan de ser desclasificados en Buenos Aires. Tras descubrir dos nombres de interés, la pista les condujo hasta Bariloche, una turística ciudad de habla alemana en los Andes. Aunque parezca increíble, Erich Priebke aparecía en la guía telefónica local. Tras una argucia para poder confirmar su identidad, enviaron a un equipo de televisión para abordarlo por sorpresa y enfrentarle a los hechos. ¿Podrán capturar el momento con la cámara? ¿Conseguirán llevar a este genocida ante la justicia?
5. Mengele
Conocido como el ángel de la muerte, el doctor Josef Mengele es quizá el fugitivo nazi más conocido de la historia. Llevó a cabo experimentos sádicos y perversos en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en el sur de Polonia. Tras la guerra, Mengele escapó a Buenos Aires, donde vivió a todo tren en una constante huída. Así fue hasta 1959, momento en el que el Gobierno de Alemania Occidental lo imputó por genocidio y solicitó su extradición. Mientras tanto, y tras haber capturado al oficial Adolf Eichmann, su compañero de las SS, los agentes israelíes del Mossad se centraron también en Mengele. Tuvo entonces que esconderse y abandonar la vida despreocupada que llevaba hasta ese momento. A pesar de que el Mosad consiguió localizarlo a las afueras de São Paulo, la misión fue suspendida y Mengele permaneció libre. En 1985, las presiones de los supervivientes del Holocausto encontraron apoyo político, y las policías de Alemania, Israel y EEUU, decidieron coordinar esfuerzos. Los trabajos de búsqueda se intensificaron y finalmente lo encontraron en Brasil, pero demasiado tarde: había fallecido seis años antes. Aún existen dudas, sin embargo, de que el cadáver exhumado fuera realmente el del ángel de la muerte.
6. Kurt Lischka
Como jefe de la Gestapo en París, Lischka fue responsable del asesinato de 33.000 judíos. Además, en 1942, ordenó el arresto en masa más grande de la historia de Francia. Después de la guerra, se estableció en Colonia, Alemania Occidental, y gracias a una artimaña legal que evitaba que nazis como él fueran procesados, llevó una vida tranquila y una exitosa carrera como hombre de negocios. Hasta que por fin, una mañana, los cazadores de nazis Serge y Beate Klarsfeld filmaron a Lischka mientras salía de su domicilio. Confiaron en que las imágenes de un criminal nazi corriendo por las calles de Colonia obligarían a Alemania a adoptar nuevas medidas, pero al no producirse la protesta pública que esperaban, decidieron seguir una estrategia mucho más radical: secuestrar a Lischka. El plan fracasó, y quien acabó entre rejas fue el propio Beate Klarsfeld. A pesar de que en un primer momento encontraron pocos apoyos en Alemania, la injusticia del encarcelamiento de Beate despertó mucha polémica. La pareja prosiguió su lucha durante varios años más, pero cuanto más peleaban, mayor era la amenaza neonazi para detenerlos. ¿Conseguirían que Alemania se enfrentase a su pasado? ¿Llegarían a ver a Kurt Lischka cumplir castigo por sus crímenes?
7. Paul Touvier
Paul Touvier fue un traidor y un antisemita confeso que aterrorizó a sus propios compatriotas en la Francia ocupada. Como líder de una fuerza policial paramilitar pronazi, se dedicó a capturar a "enemigos del Estado" y a asesinar a judíos y a miembros de la resistencia. Por ello se ganó el sobrenombre del verdugo de Lyon. Tras la guerra, Touvier, que era un devoto católico, escapó de un castigo merecido pidiendo ayuda a la Iglesia. En 1988, el criminal de guerra más famoso de Francia se encontraba todavía en libertad; la tarea de atraparlo le fue encomendada a Jean-Louis Recordon, un alto oficial de la policía. Después de 40 años parecía una misión imposible. Recordon comenzó por su última dirección conocida: la archidiócesis de Lyon. Durante la investigación, descubrió que un oscuro movimiento conservador dentro de la Iglesia católica escondía al colaborador nazi. La búsqueda llevó a los detectives hasta las órdenes religiosas secretas de toda Francia, lo que a su vez destapó que las profundas divisiones provocadas por la guerra aún persisten.
8. Gustav Wagner y Franz Stangl
Un ferviente creyente en las teorías de Hitler sobre la raza y la superioridad aria, Franz Stangl, era un policía de Austria que se unió al partido nazi y subió rápido en la organización. Demostrando una habilidad especial para asesinatos en masa, con el tiempo se encontró a cargo de tres campos de exterminio en Polonia, donde fue el responsable del genocidio de 800.000 personas. Después de la guerra se escapó a Brasil, donde llevaría una vida tranquila durante casi dos décadas. En 1964 el cazador de nazis, Simon Wiesenthal, recibió una denuncia anónima sobre el paradero de Stangl. Con la ayuda de la policía brasileña, y una solicitud de extradición de Alemania Occidental, Stangl fue arrestado en 1967. El camino hacía Strangl también guiaría el camino hacia otro famoso fugitivo nazi, Gustav Wagner. El hombre conocido como la "Bestia de Sobibor", también se encontraba en Brasil. Pero haría falta casi una década, y la ayuda de un sobreviviente de Sobibor Wagner, para ponerle tras las rejas.
Una de las mayores historias verídicas de detectives. A través de ocho misiones fascinantes, Cazadores de nazis nos cuenta cómo una selecta banda de agentes secretos y vengadores persiguieron a algunos de los individuos más malvados de la historia hasta llevarlos ante la justicia.
Intensa, visceral y narrada por auténticos cazadores de nazis, cada episodio nos relata una misión apasionante: como la impactante persecución de Klaus Barbie en Bolivia o la intrépida operación del Mosad para secuestrar a Adolf Eichmann en Buenos Aires.
Capítulos
1. Herbert Cukurs
Herbert Cukurs es un oficial de las Fuerzas Aéreas letonas y el piloto más famoso de su país. Pero, tras la invasión nazi, se une a los fascistas y se gana el sobrenombre de verdugo de Riga. El sádico Cukurs arrebata bebés de las manos de sus madres, prende fuego a sinagogas abarrotadas de gente, y es responsable de la exterminación de 30.000 judíos de Letonia. Veinte años después, Cukurs lleva una vida tranquila en São Paulo (Brasil), hasta que la unidad de eliminación del servicio secreto israelí consigue localizarlo. En una de las misiones más audaces de su historia, los agentes del Mosad deciden ejecutar a Cukurs sin un juicio público, enviando así el mensaje a todos los criminales de guerra nazis del mundo de que deben temer por sus vidas.
2. Adolf Eichmann
Adolf Eichmann es uno de los criminales de guerra nazi de peor reputación. Conocido como el creador de la solución final de Hitler y el responsable del asesinato de seis millones de judíos, este antiguo teniente coronel de las SS es ahora el perseguido. Es el año 1960, y Eichmann vive de incógnito con su familia en las afueras de Buenos Aires bajo el alias de Ricardo Klement. Cuando el servicio secreto israelí recibe la información de que Eichmann ha sido visto en Argentina, envía a un agente para tomarle fotografías. Al confirmar su identidad, el Mosad urde un minucioso plan para secuestrar a Eichmann e introducirlo a escondidas en Israel para juzgarlo. Pero capturarlo vivo es sólo el primer paso. Rodeados de simpatizantes nazis, deben conseguir sacarlo del país de alguna forma.
3. Klaus Barbie
Como jefe de la Gestapo en Lyon, Klaus Barbie tiene las manos manchadas con la sangre de 10.000 judíos franceses. Pero, en lugar de ser encarcelado tras la guerra, la CIA le contrata como agente anticomunista. Finalmente escapa a Latinoamérica, donde vive y trabaja para dictadores y capos de la droga sin que se descubra su verdadera identidad durante décadas. Hasta que un ama de casa y madre alemana de clase media se propone localizarlo. Casada con un francés de origen judío y residente en París, Beate Klarsfeld y su marido han dedicado sus vidas a llevar ante la justicia a criminales de guerra nazis. Tras conseguir que los tribunales alemanes reabran el caso de Barbie, organizan una campaña mediática y dan con él. Pero hará falta otra década, un plan fallido de secuestro y un giro radical en la política de Bolivia para llevar ante la justicia al hombre conocido como el carnicero de Lyon.
4. Erich priebke
Erich Priebke fue responsable de una de las mayores atrocidades cometidas en Italia: la masacre de las Fosas Ardeatinas. Por orden directa de Adolf Hitler, este alto dirigente de la Gestapo, orquestó en Roma el asesinato de 335 civiles italianos. Escapó a Argentina y eludió a la justicia durante 50 años, hasta que unos reporteros de la televisión norteamericana dieron con su pista. El equipo de noticias de la cadena ABC, mientras investigaba la forma en que los criminales de guerra nazis huyeron a Argentina, tuvo acceso a los archivos del Gobierno que acababan de ser desclasificados en Buenos Aires. Tras descubrir dos nombres de interés, la pista les condujo hasta Bariloche, una turística ciudad de habla alemana en los Andes. Aunque parezca increíble, Erich Priebke aparecía en la guía telefónica local. Tras una argucia para poder confirmar su identidad, enviaron a un equipo de televisión para abordarlo por sorpresa y enfrentarle a los hechos. ¿Podrán capturar el momento con la cámara? ¿Conseguirán llevar a este genocida ante la justicia?
5. Mengele
Conocido como el ángel de la muerte, el doctor Josef Mengele es quizá el fugitivo nazi más conocido de la historia. Llevó a cabo experimentos sádicos y perversos en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en el sur de Polonia. Tras la guerra, Mengele escapó a Buenos Aires, donde vivió a todo tren en una constante huída. Así fue hasta 1959, momento en el que el Gobierno de Alemania Occidental lo imputó por genocidio y solicitó su extradición. Mientras tanto, y tras haber capturado al oficial Adolf Eichmann, su compañero de las SS, los agentes israelíes del Mossad se centraron también en Mengele. Tuvo entonces que esconderse y abandonar la vida despreocupada que llevaba hasta ese momento. A pesar de que el Mosad consiguió localizarlo a las afueras de São Paulo, la misión fue suspendida y Mengele permaneció libre. En 1985, las presiones de los supervivientes del Holocausto encontraron apoyo político, y las policías de Alemania, Israel y EEUU, decidieron coordinar esfuerzos. Los trabajos de búsqueda se intensificaron y finalmente lo encontraron en Brasil, pero demasiado tarde: había fallecido seis años antes. Aún existen dudas, sin embargo, de que el cadáver exhumado fuera realmente el del ángel de la muerte.
6. Kurt Lischka
Como jefe de la Gestapo en París, Lischka fue responsable del asesinato de 33.000 judíos. Además, en 1942, ordenó el arresto en masa más grande de la historia de Francia. Después de la guerra, se estableció en Colonia, Alemania Occidental, y gracias a una artimaña legal que evitaba que nazis como él fueran procesados, llevó una vida tranquila y una exitosa carrera como hombre de negocios. Hasta que por fin, una mañana, los cazadores de nazis Serge y Beate Klarsfeld filmaron a Lischka mientras salía de su domicilio. Confiaron en que las imágenes de un criminal nazi corriendo por las calles de Colonia obligarían a Alemania a adoptar nuevas medidas, pero al no producirse la protesta pública que esperaban, decidieron seguir una estrategia mucho más radical: secuestrar a Lischka. El plan fracasó, y quien acabó entre rejas fue el propio Beate Klarsfeld. A pesar de que en un primer momento encontraron pocos apoyos en Alemania, la injusticia del encarcelamiento de Beate despertó mucha polémica. La pareja prosiguió su lucha durante varios años más, pero cuanto más peleaban, mayor era la amenaza neonazi para detenerlos. ¿Conseguirían que Alemania se enfrentase a su pasado? ¿Llegarían a ver a Kurt Lischka cumplir castigo por sus crímenes?
7. Paul Touvier
Paul Touvier fue un traidor y un antisemita confeso que aterrorizó a sus propios compatriotas en la Francia ocupada. Como líder de una fuerza policial paramilitar pronazi, se dedicó a capturar a "enemigos del Estado" y a asesinar a judíos y a miembros de la resistencia. Por ello se ganó el sobrenombre del verdugo de Lyon. Tras la guerra, Touvier, que era un devoto católico, escapó de un castigo merecido pidiendo ayuda a la Iglesia. En 1988, el criminal de guerra más famoso de Francia se encontraba todavía en libertad; la tarea de atraparlo le fue encomendada a Jean-Louis Recordon, un alto oficial de la policía. Después de 40 años parecía una misión imposible. Recordon comenzó por su última dirección conocida: la archidiócesis de Lyon. Durante la investigación, descubrió que un oscuro movimiento conservador dentro de la Iglesia católica escondía al colaborador nazi. La búsqueda llevó a los detectives hasta las órdenes religiosas secretas de toda Francia, lo que a su vez destapó que las profundas divisiones provocadas por la guerra aún persisten.
8. Gustav Wagner y Franz Stangl
Un ferviente creyente en las teorías de Hitler sobre la raza y la superioridad aria, Franz Stangl, era un policía de Austria que se unió al partido nazi y subió rápido en la organización. Demostrando una habilidad especial para asesinatos en masa, con el tiempo se encontró a cargo de tres campos de exterminio en Polonia, donde fue el responsable del genocidio de 800.000 personas. Después de la guerra se escapó a Brasil, donde llevaría una vida tranquila durante casi dos décadas. En 1964 el cazador de nazis, Simon Wiesenthal, recibió una denuncia anónima sobre el paradero de Stangl. Con la ayuda de la policía brasileña, y una solicitud de extradición de Alemania Occidental, Stangl fue arrestado en 1967. El camino hacía Strangl también guiaría el camino hacia otro famoso fugitivo nazi, Gustav Wagner. El hombre conocido como la "Bestia de Sobibor", también se encontraba en Brasil. Pero haría falta casi una década, y la ayuda de un sobreviviente de Sobibor Wagner, para ponerle tras las rejas.
Este documental y más en el índice de documentales de la Segunda Guerra Mundial
Fuentes
http://www.plus.es/programacion/cazador ... s/E934297/
http://www.filmaffinity.com/es/film901591.html
http://www.canaldehistoria.es/
http://www.documaniatv.com/index.html
