Mariya Ivanovna “Masha” Dolina, en ucraniano Марія Іванівна Доліна y en ruso Мария Ивановна Долина, fue una piloto militar soviética que llegó a subcomandante del 587º Regimiento de Bombarderos Pesados, que más tarde pasaría a llamarse 125º Regimiento de Bombarderos de la Guardia Borisov “Marina M. Raskova”.
Masha nace el 18 de diciembre de 1922 en Sharovka (actual distrito de Poltavsky, óblast de Omsk, Siberia, Rusia) y muere el 03 de marzo de 2010 en Kiev, Ucrania. En su biografía oficial llegó a figurar como fecha de nacimiento el año 1920, porque no cumplía el requisito de edad para ingresar en la Escuela de Vuelo, siendo posteriormente corregido.
Así comenzaríamos una biografía de carácter formal, pero detrás de cada persona hay una historia que influye en la toma de sus decisiones y el porqué las ha tomado; esta, es la de Masha Dolina:
Su vida no fue nada fácil siendo la mayor de diez hermanos, con su padre paralizado de la cintura hacia abajo, aunque otras fuentes dicen que perdió una pierna en la Guerra Civil Rusa, y en silla de ruedas e incapacitado para trabajar. Su madre ni siquiera pudo aprender a leer y escribir y trabajaba de lavandera para poder criarlos básicamente ella sola. Como se puede entender, su vida estaba llena de necesidades y penurias; no podía ni llevar algo de comer a la escuela aunque, para su suerte, muchos de sus compañeros compartían su comida con ella. Resalto un detalle que aparece en el libro Las brujas de la noche de Lyuba Vinogradova, en el que se menciona que sus primeras botas de fieltro las tuvo gracias a una colecta realizada por sus profesores para que no se le congelaran los pies y que su ropa siempre estaba llena de parches; eso nos da una idea de los problemas que enfrentó desde muy pequeña.
Cuando Masha tenía 10 años, en 1932, se trasladan al pueblo de Mikhailovka, en la región de Zaporiyia (Ucrania) de donde era originaria la familia. Vivían en una alfarería todos apiñados, hasta que pudieron mudarse a un refugio del pueblo hecho con ladrillos de arcilla mezclados con estiércol de caballo; para los demás no era nada del otro mundo, pero para ella y su familia aquello era una maravilla, por eso conservó siempre el miedo a volver a esa pobreza extrema de su infancia. Acabada la educación primaria, tiene que abandonar sus estudios para trabajar en una fábrica y así poder ayudar a su madre con la familia.
Siendo tal la situación de Masha y teniendo en cuenta que la aviación era en aquellos momentos la ocupación de moda y ofrecía muchas oportunidades que le permitirían a ella y su familia salir de la miseria; decide, pese a la oposición materna apuntarse a una escuela de vuelo y a partir de 1937, recibe su formación como piloto en la rama de planeadores de Mikhailovsky de Melitópol, graduándose en 1938. Después de graduarse, se muda a Dnipropetrovsk (hoy Dnipro, Ucrania ), realizando estudios de contabilidad y en agosto de 1939 comienza a trabajar como contable en la fábrica de ropa V. Volodarsky. Mientras trabajaba en dicha fábrica, sigue con sus estudios de vuelo y se gradúa en octubre de 1939 en el Aeroclub de Dnipro; donde trabaja como contadora hasta enero de 1940.
En mayo de 1940 se titula en la escuela de pilotos instructores de la asociación paramilitar OSOAVIAJIM (Unión de Sociedades de Asistencia para la Defensa, Aviación y la construcción química de la URSS) de Jersón, donde se gradúa con una nota muy alta Trabaja como piloto instructor en clubes de vuelo en Dnipro y Mykolaiv (Ucrania), antes del comienzo de la guerra.
En junio de 1941 cuando Alemania invade la Unión Soviética, se encontraba trabajando en un aeroclub de la ciudad ucraniana de Nikopol. La ciudad había sido evacuada a toda prisa cuando los combates llegaron a las afueras de Kiev (Ucrania), pero se olvidaron del aeroclub; Masha estaba al cargo de las instalaciones porque los instructores de más antigüedad habían sido movilizados al frente y cuando los carros de combate alemanes estaban a 80 kms de distancia, solicitó al comandante de la división de caza permiso para sacar sus aviones de ahí antes que cayesen en manos enemigas. Pese a que en un principio le fue denegado el permiso, al ver que los alemanes se acercaban cada vez más, le recriminó al comandante que dejar allí los aviones y permitir que cayeran en manos enemigas sería considerado un acto de traición; este la miró y le ordenó que destruyeran los hangares y los depósitos de combustible y cruzaran el Dniéper en vuelo nocturno para poner sus aviones a salvo y le dijo que si conseguían hacerlo, las alistaría en su división.
Dolina y dos compañeras, realizaron así la que sería su primera misión de combate. Sin experiencia en vuelos nocturnos y de forma casi milagrosa, consiguieron atravesar el Dniéper aquella noche mientras bajo sus pies todo se encontraba en llamas. Al final consiguieron aterrizar en un aeródromo al otro lado del río. El comandante Nikolai Baranov cumplió su palabra y las incorporó al 296º Regimiento de Caza. Estando bajo el mando de Baranov y dada su destreza y habilidad en el manejo del biplano Polikarpov Po-2, la VVS (Voenno Vozdushnye Sily, Fuerza Aérea de la Unión Soviética) la requiere como piloto para formar parte de la nueva unidad de bombarderos pesados a cargo de la Mayor Marina Raskova, previo paso en julio de ese mismo año por la Escuela de Vuelo Militar de Engels.
Pese a ser una excelente noticia, para Masha supuso un duro golpe. A pesar de la admiración que sentía por Marina Raskova, estaba muy unida a sus compañeros del 296º a los que consideraba como una familia. Cuando llegó a Engels pensó en escaparse para volver al 296º y convencer a Baranov para que guardase silencio, a pesar de saber que eso sería considerado un acto de deserción de acuerdo al derecho militar; pero no corrió con suerte ya que la detuvo una patrulla en cuanto llegó a la estación del tren de Engels. Marina Raskova, muy enfadada con ella, la entregó a la sección política que la amenazó con convocar un consejo de guerra en su contra y muy a regañadientes siguió con su formación.
Para entender el descontento de Masha al recibir un llamamiento que para todos sería un honor, tenemos que intentar pensar en cómo se sentía ella en su unidad. El 296º Regimiento de Caza estaba formado por pilotos que ya habían luchado en la guerra contra Finlandia y su comandante Nikolai Barakov combatía desde el principio de la guerra. Se encontraba al lado de pilotos experimentados y aunque, al principio, se sintió muy abrumada por la emoción, eso le dio más fuerzas para ser la mejor piloto posible y ser cómo ellos. Siempre se dijo así misma que “vivir sin un objetivo carece por completo de sentido” (Vinogradova, 2016) y su objetivo era llegar a ser una de las mejores. También hay que tener en cuenta la relación que tenía con su comandante y con todos sus compañeros de unidad, cuando Mikhailovka, donde vivía su familia, estaba a punto de ser tomada por los alemanes solicitó permiso para poder despedirse de su familia, prometiendo que solo volaría hasta allí para llevarles alimentos, algunos regalos, abrazarlos y volver inmediatamente. Con mucha reticencia Baranov, que se arriesgaba a perder a una piloto y un avión; no se negó y le permitió partir dándole las coordenadas que le permitirían alcanzar de vuelta al regimiento y más tarde reunió a todos los demás aviadores para explicarles la situación; después de eso, todos sus compañeros le llevaron muchos obsequios (raciones de emergencia de chocolate, bizcochos, conservas, abrigos, chaquetas, etc.), apilándolos como pudieron dentro de su avión. Es comprensible ante esas muestras de unión que para Masha aquello no fuese una alegría precisamente, porque esos compañeros eran también su familia y por eso comentó en diversas ocasiones que “tenía la sensación de que me hubieran arrojado del cielo a la tierra con las manos atadas a la espalda” (Vinogradova, 2016).
Para Baranov fue un duro golpe, porque la tenía como una piloto muy diestra con el Polikarpov Po-2 y la consideraba necesaria en misiones de enlace para poder comunicarse con el cuartel general de la división, trasladar heridos o transportar provisiones; pero aunque no quería prescindir de ella, no tuvo más remedio que acatar las órdenes recibidas.
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Se gradúa como piloto de los bombarderos Petlyakov Pe-2 en septiembre de 1942 e ingresa en el 587º Regimiento de Bombarderos Pesados. Su debut en combate se produce durante la Batalla de Stalingrado, en el 2º escuadrón al mando de Klava Fomichiova siendo este poco afortunado, pues poco después del despegue su Petlyakov sufre un fallo en uno de sus motores obligándola a efectuar un aterrizaje de emergencia sobre la panza de su avión sin mayores contratiempos y ocasionando que saliera retrasada con respecto al resto de su escuadrón. El tiempo no la acompañó a posteriori y tuvo que realizar varias escalas en aeropuertos intermedios; en uno de ellos es en donde recibe la noticia de la muerte de su comandante de regimiento, Marina Ruskova, que cae con su avión el 04 de enero de 1943 mientras se dirigía al frente de Stalingrado.
Años más tarde al dictar sus memorias, recordaría cómo desde la estación de Ilovlia situada a 60 kms de Stalingrado y hasta llegar a la ciudad, la carretera estaba llena de cadáveres tanto de combatientes soviéticos como alemanes, postrados sobre la blanca nieve; hombres, mujeres y niños todos mezclados. Recordaría con rabia la visión de todos aquellos soldados alemanes medio muertos, famélicos y helados; los mismos que habían tomado el pueblo de su familia y por los que no albergaba ninguna compasión.
la piloto Galia Dzhunkóvskaia (izquierda) y Soliónov (derecha)
Imagen procedente de https://www.izquierdadiario.es/Las-Bruj ... -los-nazis
El 02 de junio de 1943, a un grupo de nueve aviones comandados por Yegneniya Timofeeva se les encarga la misión de destruir un objetivo cercano a Krymskaya (Kuban), la cota 101, Dolina encabezaba la escuadrilla izquierda. Volaban a una altura de mil metros en lugar de los dos mil habituales y fueron recibidas por una gran cantidad de artillería antiaérea. El avión de Masha sufrió un fallo en su motor izquierdo cuando estaba llegando al objetivo. La escolta de cazas que la acompañaba había desaparecido mientras perseguían a los cazas enemigos, pero Dolina y su tripulación siguieron el vuelo hasta lanzar las bombas que llevaban sobre el objetivo previsto. De regreso y siguiendo sin escolta, su avión fue atacado por varios cazas alemanes FW 190 y ME 109, de los cuales, se supone, su artillero consiguió derribar un FW 190 y un ME 109; el resto se retiraron por temor a ser alcanzados por la defensa antiaérea soviética. Con los dos motores en llamas, Dolina se lanzó en picado con la esperanza de apagarlos y poder realizar un aterrizaje de emergencia en algún aeródromo soviético cerca del frente. Consiguen aterrizar, pero la escotilla de salida había quedado atascada y el humo cegaba a la tripulación; a pesar de estar herido en una pierna, el artillero y operador de radio Ivan Solionov consigue abrir la escotilla, sacando primero a Dolina y luego a Galia que tenía su traje en llamas; mientras esta rodaba entre la hierba para apagar su traje, “Solionchik” que era como le llamaba Galia a Solionov, les gritó “¡Galia! ¡Masha! ¿os queréis mover, coño? ¡Está a punto de estallar!” y , se cuenta, que Solionov contó cincuenta y un pasos antes de que el avión explotase. Finalmente son rescatados por los miembros de una de las baterías antiaéreas cercanas y los trasladan a un hospital de campaña, heridos y con quemaduras leves; pero vivos. Dolina pasó más de un mes en dicho hospital con una lesión por compresión en la columna, que le ocasionaría molestias al caminar hasta el fin de sus días. A partir de ese día, Masha tomó la costumbre de celebrar esa fecha como su segundo cumpleaños, por considerarlo el día que burló a la muerte.
Cabe resaltar que, según la historia oficial y los comentarios realizados a posteriori tanto por Dolina como por Dzhunkóvskaia, lo que ocurrió en dicho incidente fue lo siguiente: “el avión, sin escolta, fue atacado por dos FW 190 y cuatro ME 109, de los cuales reclamaron haber abatido a uno de cada modelo. Dzhunkóvskaia comentó que Dolina les ordenó a ella y al artillero que se lanzaran en paracaídas, orden que desobedecieron al seguir siendo atacado el avión por los alemanes. Cuando se quedaron sin municiones, según relatan, tanto Dzhunkóvskaia como el artillero usaron granadas aéreas; aunque algunas fuentes señalan que usaron bengalas de señales”. En la entrevista concedida a Henry Sakaida, Dolina cuenta que “un ME 109 se les acercó lo suficiente como para poder ver el rostro pecoso del enemigo y su sonrisa diabólica. El alemán le hizo un gesto con la mano levantando un dedo y luego dos, cosa que ella, preocupada por el incendio en el segundo motor de su avión, no entendió. Posteriormente, mientras se recuperaba de sus lesiones en el hospital, le contó la anécdota con el piloto alemán a otro compañero; el cual le contestó que su adversario le preguntaba si quería ser derribada en una o dos pasadas”.
De la misma forma que en 1941 Baranov la autorizara a ver a su familia y despedirse de ellos antes de que Mikhailovka fuese invadida por los alemanes, en 1943 el comandante Valentín Márkov ahora que eran los soviéticos los que expulsaban de Ucrania a los alemanes; le prometió hacer todo lo posible para que pudiese ver a su familia.
Durante los dos años que Mikhailovka llevaba ocupada por los alemanes no pudo mantener contacto con su familia, ni siquiera para hacerles llegar el dinero que había ahorrado para ellos; así que juntó todo ese dinero en efectivo (se habla de unos 19000 rublos, en billetes de 100) y se puso a pensar en cómo llevarlos consigo. En un principio, los metió en los portamapas y envolviéndolos en papel de periódico en los bolsillos de su chaqueta; viendo esto la doctora del regimiento M. Ivanovna y Yevguenia Timofeieva le preguntaron si estaba loca y era consciente que le robarían al tomar el primer tren; fue la doctora M. Ivanovna quien aportó la solución, metió los fajos de billetes en medio de unas vendas y envolvieron con ellas a Masha. Cuando llegó a su pueblo no encontró a nadie de su familia en casa, todo dentro de su antiguo hogar estaba patas arriba y se quedó pálida y con el corazón encogido pensando que habrían muerto, por suerte unos vecinos la vieron y le informaron que su familia se había trasladado al municipio vecino; allí por fin los encontró y en medio de lágrimas se abrazó a ellos mirando sus rostros por los que parecía que hubieran pasado muchísimos más años que aquellos dos.
En enero de 1945, las cifras de combate de la Capitana de la Guardia Mariya Dolina (subcomandante del escuadrón), eran de 63 misiones de combate y 45 toneladas de bombas arrojadas sobre el enemigo.
Realizó misiones en el frente del Don, Cáucaso Norte, Oeste, tercer frente Bielorruso y el primer frente del Báltico. Durante esas misiones bombardeó depósitos de municiones enemigos, fortalezas, tanques, baterías de artillería, transportes ferroviarios y acuáticos y sirviendo de apoyo a las tropas terrestres soviéticas. Durante la ofensiva bielorrusa, participó en las batallas por Vitebsk, Orsha y Borisov. El 26 de junio de 1944 destruye la vía del tren de la estación de Orsha y hace estallar un tren cargado con municiones, el 28 de ese mismo mes ayuda a las tropas soviéticas a cruzar el Berezina y liberar la ciudad de Borisov, bombardeando las tropas enemigas concentradas en el pueblo de Zembin.
El 18 de agosto de 1945, se le concede el título de Héroe de la Unión Soviética por su coraje y valor militar contra el enemigo. En 1950, se la transfiere a la reserva de la Fuerza Aérea.
Promociones:
- Subteniente. 15 de octubre de 1942.
- Teniente. 08 de julio de 1943.
- Teniente primero. 22 de abril de 1944.
- Capitana. 09 de abril de 1945.
Unidades:
- 296º Regimiento de Cazas (1941 - 1942). Se desconoce el dato.
- 587º Regimiento aéreo de bombarderos (1942 - 1943). 200 misiones.
- 125º Regimiento de bombarderos de la Guardia (1943 -1945). 72 misiones.
Galardones recibidos:
- Héroe de la Unión Soviética. 18 de agosto de 1945. Número 7926.
- Orden de Lenin. 18 de agosto de 1945.
- Dos Órdenes de la Bandera Roja. 01 de julio de 1943 y 01 de julio de 1944.
- Orden de la Guerra Patria de 1ª clase. 11 de marzo de 1985.
- Orden de Bohdan Khmelnytsky. 14 de octubre de 1999.
- Diversas medallas de campaña y servicio:
- Al valor.
- Por la defensa del Cáucaso.
- Por la defensa de Stalingrado.
- De la victoria sobre Alemania en la Gran Guerra Patriótica de 1941–1945.
- Por la Conquista de Königsberg.
- Ciudadana emérita de Kiev. Año 2003, galardón otorgado por el alcalde de la ciudad Leonid Kosakivskyi.
Ensayos y artículos:
- Salto de las llamas; en el cielo en la primera línea. Moscú,
- Guardia Jóven. Año 1962.
- Hijas del cielo. Kiev. Dovira. Año 2010.
Vida después de la guerra:
Finalizada la guerra, Dolina sigue al servicio de la Fuerza Aérea Soviética como subcomandante de escuadrón en un regimiento de bombarderos. A partir de 1950 vive en Siauliai (Lituania) y en Riga (Letonia), donde trabaja en el Comité Central del Partido Comunista de Letonia y en el Comité de la Ciudad de Riga hasta 1975.
A partir de 1975 es miembro de la junta de la Sociedad de Amistad Republicana URSS-Francia, el Comité de Defensa de la Paz y miembro honorario del Regimiento Normandie-Niemen.
El 09 de mayo de 1990, es invitada por el presidente Mikhail Gorbachev a hablar ante el Congreso de Veteranos de Guerra en Moscú. Coincide que en esos momentos acababan de regresar los veteranos soviéticos de su período de servicio en Afganistán y habían recibido muchos beneficios; pero la situación de las veteranas que lucharon desde 1941 hasta la victoria en 1945 se había visto erosionada. Habló tan apasionadamente de esta situación, que nadie fue capaz de interrumpirla pese a hacerlo durante diez minutos de los cinco que tenía permitidos y se dirigió, específicamente, al presidente Gorbachev en dos ocasiones solicitándole unas pensiones mayores para las veteranas. La reacción del presidente Gorbachev fue levantarse en esas dos ocasiones y aplaudirla, dando su aprobación. Las pensiones fueron incrementadas al día siguiente.
Vivió en Kiev desde 1983 hasta su muerte el 03 de mayo de 2010, a los 87 años, siendo enterrada en el Cementerio de Baikove.
En el 50 aniversario del final de la II Guerra Mundial, es ascendida a mayor por el presidente ucraniano Leonid Kuchma.
Varias escuelas e institutos llevan su nombre y el 17 de agosto de 2013, en el edificio del club de vuelo donde anteriormente estaba ubicada la Escuela de Aviación de Melitópol, se colocó una placa conmemorativa en honor a los 17 pilotos soviéticos que ahí estudiaron, entre ellos Mariya “Masha” Ivanovna Dolina.
Vida personal:
Poco se sabe en este aspecto de ella, finalizada la guerra se casa con el navegante del 124º regimiento aéreo Vasili Melnikov, quedando viuda en 1972 y más tarde con Litosh Vasily, que había sido mecánico en su regimiento, con el que tuvo dos hijos.
Imágenes
Imagen procedente de https://klimbim2014.wordpress.com/2015/ ... iet-union/
Imagen procedente de https://klimbim2014.wordpress.com/2015/ ... viet-union
Imagen perteneciente al libro “Heroines of the Soviet Union” Henry Sakaida
Imagen procedente de https://www.warheroes.ru/hero/hero.asp?photo_id=15125
Imagen procedente de https://www.warheroes.ru/hero/hero.asp?id=14366
Imagen procedente de https://www.warheroes.ru/hero/hero.asp?id=20011
Imagen procedente de https://www.warheroes.ru/hero/hero.asp?id=22932
Bibliografía:
Galia Dzhunkóvskaia. (s.f.). Recuperado de https://www.wikiwand.com/es/Galia_Dzhunk%C3%B3vskaia. (Memento del original 28/03/2024)
María Dólina. (s.f.). Recuperado de https://www.wikiwand.com/es/Masha_D%C3%B3lina. (Memento del original de 28/03/2024)
María Dolina (s.f.). Recuperado de https://www.peoples.ru/military/aviation/maria_dolina/ (Memento del original 28/03/2024)
Mariya Dolina (En Wikipedia). Recuperado (2024, Marzo 28) de https://en.wikipedia.org/wiki/Mariya_Dolina (Memento del original de 28/03/2024)
Sakaida, H. (2002) Heroínas de la aviación de la Gran Guerra Patria, de https://soviet-awards.com/digest/dolina/dolina1.htm (Memento del original de 28/03/2024) S ... ero_id=926[url] (Memento del original 28/03/2024)
Vinogradova, L. (2016). Las brujas de la noche. En defensa de la Madre Rusia. Editorial Pasado y Presente