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El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial

Publicado: 05 06 2016 12:17
por Bertram
En 1938, la tensa situación en Europa que amenazaba con la guerra provocó la evacuación a una enorme escala de las colecciones de arte públicas francesas. Los lugares elegidos para el almacenaje de las obras de arte fueron castillos, lugares tranquilos en el corazón de la campiña francesa y lógicamente lejos de objetivos estratégicos, para así escapar de posibles futuros peligros de bombardeo.

El 28 de agosto de 1939, la Mona Lisa abandonó el Louvre y el 3 de septiembre, con la guerra ya declarada, se tomó la decisión de garantizar que todas las obras más preciadas fueran sacadas de las instalaciones al final del día.
Desembalaje de la Mona lisaDesembalaje de la Mona lisa
Viajando de incógnito en cientos de cajas, esculturas, objetos decorativos y más de 3.600 pinturas se pusieron en marcha. El viaje fue una proeza de logística, embalaje y carga de camiones. Las carreteras de Francia se vieron frecuentadas con treinta y siete convoyes que se unieron a las multitudes que por entonces ya abandonaban la ciudad.

Todo este proceso fue también una oportunidad para contemplar, a menudo con una cercanía sin precedentes, las obras más emblemáticas del museo, para la mayoría, no habría otra oportunidad de ver bajada de su pedestal la Victoria de Samotracia, antes de ser enviada al castillo de Valençay, la Venus de Milo o la Mona Lisa , la cual sería trasladada primero a Chambord, luego a Louvigny, la Abadía de Loc-Dieu, el Museo de Montauban y finalmente a Montal, junto con otras pinturas del Louvre.

Jacques Jaujard, director de los Museos de Francia en ese momento, tuvo la poco envidiable tarea de supervisar los movimientos de estas obras almacenadas, bajo la amenaza constante de los peligros de una invasión.
La Victoria de Samotracia sujeta con cuerdas a poleas, durante la evacuación de las obras del Museo del Louvre. Finales de 1938La ‘Victoria de Samotracia’ sujeta con cuerdas a poleas, durante la evacuación de las obras del Museo del Louvre. Finales de 1938
El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial no dejaba de ser un palacio, en el corazón de una capital que sufría una de las ocupaciones más largas y dramáticas de su historia. Las autoridades alemanas, con la intención de devolver a la ciudad de París una apariencia de vida cultural, ordenaron la reapertura del museo en septiembre de 1940.

Esta apertura parcial fue meramente simbólica, con itinerarios indicados en alemán y muchas de las galerías y salas de exposición completamente vacías y abandonadas. Las señales de la guerra estaban por todas partes, jardines ornamentales transformados para cultivar hortalizas, daños causados por los bombardeos cercanos, etc.
La Venus de Milo preparada para ser transportadaLa Venus de Milo preparada para ser transportada
Hitler tenía especial interés en apropiarse de todo aquello que consideraba de valor para el museo de arte que pretendía construir: el Linz Museum. En el lugar donde se exhibía la Venus de Milo solo quedaba la luz y el polvo. Aun y todo, el museo permaneció abierto a lo largo de la guerra, aunque solo se podía observar una mínima fracción de la colección de esculturas. Los alemanes entraban gratis pero los franceses que visitaban el museo estaban obligados a pagar una entrada.

Para los alemanes, los sótanos del Louvre también sirvieron como almacén de obras de arte robadas a coleccionistas judíos. Algunas de las pinturas robadas de los sótanos del museo – juzgadas por un grupo de expertos nombrados por los nazís – determinaban su valor artístico o comercial. Los que no pasaban el corte, fueron triturados y quemados en los vecinos jardines de las Tullerías en 1943, de acuerdo con el catálogo de la exposición de aquel año. Después de la guerra, muchas de las piezas robadas fueron restaurados a sus legítimos propietarios o a sus familias, un milagro que algunas de las obras almacenadas en los sótanos se salvaran. El gobierno francés custodió las obras que no fueron reclamadas por sus propietarios, guardándose en el museo en espera de su regreso. Algunas todavía siguen allí esperando a un dueño que posiblemente nunca llegará.
El mariscal de campo Gerd von Rundstedt en el LouvreEl mariscal de campo Gerd von Rundstedt en el Louvre
Durante la ocupación de París, los nazis saquearon las obras de arte procedentes de colecciones privadas, pertenecientes a familias judías o a marchantes de arte. Estas obras fueron meticulosamente embaladas y protegidas, como preparación para su partida a Alemania. Este proceso se desarrolló en las galerías del Louvre dedicadas a las antigüedades de Oriente Próximo. El área fue requisada por los nazis y rápidamente inaccesible al personal del museo.

Después de que los nazis tomaran el Jeu de Paume, este sería utilizado como depósito adicional para las obras de arte robadas, el secuestro del Louvre, sin embargo continuó, ocasionando un continuo ir y venir de obras de arte entre ambos museos, con el resultado de que Jacques Jaujard fue incapaz de impedir el traslado al Tercer Reich de los cuadros robados.
La Grande Galerie del Louvre vacía después del desalojo de sus obras de arteLa Grande Galerie del Louvre vacía después del desalojo de sus obras de arte
Después de la guerra, un nuevo Louvre, transformado y renovado tras importantes obras de rehabilitación, fue abriendo al público de forma gradual, entre 1945 y 1947. Gracias a las habilidades y la tenacidad de los responsables de salvaguardar los bienes culturales, todas las principales obras maestras del museo regresaron al palacio, prácticamente indemnes, con la Mona Lisa de nuevo al frente.

Muchas de las piezas robadas fueron devueltas a sus propietarios o familiares, mientras que el gobierno francés custodió aquellas obras que no fueron reclamadas, permaneciendo en el museo. Algunas de estas obras aún siguen allí.


La Mona Lisa en Chambord

Jacques Jaujard, director de Museos Nacionales Franceses ordena evacuar la Mona Lisa del Louvre (junto a otras obras importantes como la Balsa de la Medusa o La Venus de Milo), empezando un periplo que la llevaría a estar en 5 localizaciones distintas: El Castillo de Chambord, Louvigny, La Abadía de Loc Dieu, el Museo de Montauban y Montal. El día 28 de agosto de 1939, la Mona Lisa abandona su lugar en el Louvre en medio de un gran hermetismo: Es empaquetada para su protección, montada encima de una camilla de ambulancia y alojada en la parte trasera de un camión durante la noche.
El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial
La caja del camión iba sellada con el objeto de preservar una atmósfera lo más neutra posible para evitar dañar la pintura, aunque no viajaba sola: iba acompañada de una persona cuya misión era la de velar porque la tela sufriera lo menos posible durante el viaje.

Lo que no había previsto Jacques Jaujard era que por culpa de la atmósfera cerrada, dicho cuidador llegó casi inconsciente a su destino. Durante todo el tiempo que estuvo fuera del Louvre, la Mona Lisa tuvo un trato preferencial, ya que estuvo acompañada durante todo el tiempo por personal de museos que incluso llegaban a dormir en la misma habitación que la pintura.


Traslado de la Balsa de la Medusa del Louvre

Se decide que las obras que tienen un gran tamaño seas trasladadas en unos camiones que pertenecen a la Comédie-Française y que son utilizados para mover grandes escenarios. Así pues, en otoño de 1939 se inicia el traslado, y al igual que con la Mona Lisa, éste se hace al anochecer. La operación empieza bien, siguiendo el ritmo planificado, y los puentes que se van encontrando en París, no suponen ningún problema, ya que habían tenido en cuenta sus medidas.
El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial
El problema surge en Versalles, cuando los cables que suministran electricidad al tranvía topan con el cuadro. La solución la aportan una cuadrilla de empleados de la compañía telefónica, que van precediendo al cuadro con unas largas varas hechas de material aislante con las que van apartando los cables.
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Catalogación de obras de arte robadas, durante el secuestro del LouvreCatalogación de obras de arte robadas, durante el secuestro del Louvre

Cargando las pinturas del ciclo Marie de Médicis, de RubensCargando las pinturas del ciclo 'Marie de Médicis', de Rubens

Obras embaladasObras embaladas

Las Viejas de Francisco de Goya, ya de regreso al museo‘Las Viejas’ de Francisco de Goya, ya de regreso al museo

Una de las salas vacías del LouvreUna de las salas vacías del Louvre

Fuentes:

http://www.elestudiodelpintor.com/
http://culturainquieta.com/
https://evemuseografia.com
http://www.elcajondegrisom.com/
http://www.historiassegundaguerramundial.com/

Re: El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial

Publicado: 09 06 2016 20:10
por tigerwittmann
Saludos camaradas.

Interesante historia.
Gracias a una importante previsión, la gran mayoría de las obras importantes se pusieron a salvo de las huestes hitlerianas antes de que los nazis invadieran Francia.

Gracias por el post, Bertram.

Saludos.

Re: El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial

Publicado: 10 06 2016 00:37
por Marklen
Que interesante articulo, gracias amigo Bert por la información, me gusta mucho esa fotografia de la escalinata y la estatua de la victoria de Samotracia.


Saludos

Re: El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial

Publicado: 10 06 2016 11:10
por abhang
Interesante artículo, no todo en la guerra son batallas;
menos mal que había personas interesadas en las obras de arte, para su conservación.
Curiosamente, en la fecha del hoy, el Museo ha sido cerrado y evacuado algunas piezas, por la crecida del río Sena.