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Conflicto fronterizo chino-ruso (Chempao-Demansy)

Publicado: 24 03 2011 22:08
por nadie
Conflicto fronterizo chino-ruso (Chempao-Damansy)

Moscú, 15 de marzo de 1969, Urgente. Una prolongada batalla con participación de los más modernos armamentos convencionales, tuvo lugar hoy en la frontera chino soviética oriental, sobre el río Ussuri, a 400 km de Vladivostok, cuando tropas soviéticas intentaban establecer una guarnición en la isla llamada Damansky por los rusos, y Chempao por los chinos.

Se estima que en las acciones participaron varios miles de efectivos de ambos colosos asiáticos, con apoyo de blindados, y artillería. Las bajas han sido cuantiosas. Aunque ambas partes se han declarado triunfantes, observadores occidentales indican que la ofensiva soviética fracasó en su intento de apoderarse de la isla en disputa.

Es una región [Damansky], de fríos pantanos neblinosos y bosques donde, según los campesinos y pescadores, todavía habitan las hadas y espíritus sutiles de la naturaleza.

El gran río Ussuri se desliza quietamente, susurrando entre las altas malezas y árboles de sus orillas, donde se encuentra una de las más hermosas reservas de vida silvestre, intacta, sobre nuestro planeta. Casi no vive gente allí. Sólo pescadores, leñadores, y buscadores de plantas medicinales, entre las cuales se cuenta una gran variedad de ginseng silvestre, dotado, según la tradición, de especiales poderes mágicos... Pero desde hace una década, se han dejado ver por la región numerosos destacamentos fronterizos de la URSS y de la República Popular China. Han construido puestos fortificados, han tendido líneas telefónicas, y en varios puntos han sido edificados cuarteles con capacidad para acoger miles de soldados.

En el lugar crítico, existe una isla pequeñita de sólo 850 m2, que divide el río en dos brazos: uno más ancho, hacia el lado soviético, y otro bastante más angosto, hacia el lado de China que, por supuesto, sostiene que la frontera debe trazar una línea imaginaria por el centro del río, por lo cual la isla Chempao-Damansky indudablemente debe pertenecerles.

La URSS, por su parte, replica esgrimiendo el derecho conquistado por los zares de la vieja Rusia, quienes al efectuar la expansión hacia Oriente, impusieron al viejo Imperio Chino que la frontera debería ir por la orilla occidental, y la totalidad de las aguar del río, su lecho y las islas (también la Damansky), le pertenecen, sin discusión alguna, al Santo Imperio de la Rusia Moscovita.

  1. ESOS TERRIBLES ODIOS FAMILIARES
  2. IMPERIALISMOS IDEOLÓGICOS
  3. LOS TANQUES RUSOS OTRA VEZ
  4. FRONTERAS DEMASIADO ROJAS
  5. VIOLENCIA EN TODAS LAS FRONTERAS
  6. FUENTES



1. ESOS TERRIBLES ODIOS FAMILIARES
Cuando la "Santa Rusia" y el "Celeste Imperio" se hicieron revolucionarios, la URSS y la China de Mao iniciaron un idilio que duró casi una década, hasta que llegó el momento de desarrollar la tecnología nuclear, y la RPCh fue notificada que debería conformarse con una condición de "hermano menor", que recibiría solamente una mínima asistencia tecnológica, más bien académica, y que podía ir olvidándose de cualquier sueño de desarrollar sus propias centrales nucleares o construir armas atómicas.

En realidad siempre existió una discrepancia ideológica entre ambos colosos del socialismo revolucionario, a partir de la afirmación china de que se proponía "alcanzar el estado comunista, sin pasar por la etapa del socialismo y su dictadura", planteada por Mao Tse-Tung, lo que implicaba que la posición comunista China, tenía más pureza que ideológica que la política de Moscú.
Guardias fronterizos soviéticos y chinos forcejean en el río Ussuri, 1969Guardias fronterizos soviéticos y chinos forcejean en el río Ussuri, 1969
Más allá del nivel filosófico, el distanciamiento comenzó a traducirse en desconfianza mutua, y una creciente rivalidad en términos de "áreas de influencia". Particularmente China, comenzó a comprender que la URSS podía transformarse ne una amenaza latente más inmediata que los aborrecidos burgueses capitalistas. Vinieron luego las insurrecciones populares de Polonia y Hungría en 1956, reprimidas violentamente por las tropas soviéticas.

La China de Mao trató de actuar en aquellos conflictos como factor de conciliación, pero sus intentos no fueron tampoco del agrado de la URSS, para la cual Europa era considerada como su propia y exclusiva área de influencia, en donde la China no tenía nada que hacer.

El fastidio soviético quedó rubricado cuando Nikita Khrushchev, un año después de las sangrientas invasiones de Polonia y Hungría, cortó bruscamente hasta la última migaja de cooperación en materias de investigación y tecnología nuclear.
Nikita Jrushchov con Mao Zedong en 1958Nikita Jrushchov con Mao Zedong en 1958
China respondió con la única arma que tenía a su disposición en ese momento: intensificar las denuncias ideológicas. En 1950, la URSS replicó retirando todos los consejeros técnicos, su personal de asistencia industrial, y sus científicos destacados en la RPCh. Además se dio por terminada toda ayuda económica. Pero los científicos chinos, aunque desoladoramente atrasados en los aspectos tecnológicos, siempre han tenido una capacidad sorprendente de aprendizaje, y de "re-descubrir" las cosas que ya han sido descubiertas por otros, a partir de débiles indicios. Con el mínimo de asistencia científica que habían alcanzado a obtener de los rusos, sumado a lo que los estudiantes chinos pudieron aprender en los Estados Unidos, la RPCh logró construir sus propios aceleradores de partículas, y hasta detonaron su primera bomba atómica.
Lyndon JohnsonLyndon Johnson
Ya a fines de 1960, los EEUU consideraban, y con profunda preocupación, que China había pasado a constituir una "potencia nuclear menor". En 1967, el Presidente Lyndon Johnson, puso en marcha el programa de proyectiles balísticos ABM Sentinel, cuyo sentido era prever un ataque nuclear de China. Posteriormente el presidente Nixon, siguió adelante con las mismas precauciones y temores al desarrollar, en 1968, el programa ABM Safeguard. El deterioro de relaciones sino-soviéticas, era ya casi irreconciliable, y sin embargo se mantenía oculto bajo una pesada cortina de la propaganda oficial de Pekín y Moscú.

Todavía en 1961, ningún analista occidental, consideraba que una ruptura de relaciones entre la URSS y la RPCh, fuese algo más que una posibilidad delirante. Más aún, la hosca diplomacia china, siempre malhumorada, hermética y antisocial, contribuía a que Occidente tuviese una imagen de aquél enorme país, con 800 millones de habitantes, como el que describió Richard Nixon en un artículo de la revista Foreign Affairs: "... China, eternamente fuera de la familia de naciones, alimentando sus propias fantasías, amando sus odios y amenazando a sus vecinos.

El lugar más pequeño en este planeta para que 1000 millones de habitantes, potencialmente más aptos, vivan en un aislamiento rabioso
".

2. IMPERIALISMOS IDEOLÓGICOS
Y ciertamente que los chinos parecían tener razones para sentirse malhumorados. Siguiendo reverente-mente [e ingenuamente] los postulados del Libro rojo de Mao, la política de la RPCh hacia las demás naciones socialistas, había partido permanentemente de la base de que los intereses nacionales serían sin duda alguno, pospuestos ante los los grandes intereses de la revolución proletaria mundial. Ahora debía aceptar la realidad concreta de que la URSS no estaba dispuesta a compartir en un ápice su posición de rectora, directora y administradora, del mundo comunista.

Durante los comienzos de la guerra de independencia de Indochina, contra los franceses, China había prestado un apoyo absoluto a
Ho Chi Minh
, y gran cantidad de tropas chinas, combatieron junto a las tropas vietnamitas, durante toda la guerra que culminó en la derrota francesa de Dien Bien Phu. Lo mismo siguió ocurriendo durante la guerra del Vietcong contra el régimen Sud-Vietnamita y los EEUU... sin embargo, y a pesar de que ni una gota de sangre rusa fué vertida en esas tierras, la URSS logró llegar al control político de Vietnam del Norte, mediante sistemas que China podía considerar netamente capitalistas; proporcionando armas y dinero, al mismo tiempo que acentuando las desconfianzas que pudiera sentir el pequeño Vietnam y su gigante vecino de 800 millones de habitantes.
Ho Chi MinhHo Chi Minh
China logró jugarse a tiempo en favor de su influencia, en Camboya [Kampuchea], respaldando intensamente el movimiento del Jemeres Rojos. Este se mantuvo claramente pro-chino, y opuesto a Vietnam del Norte, hasta tal punto, que una vez alcanzada la victoria contra los norteamericanos durante la caída de Vietnam del Sur, las fuerzas vietnamitas de lanzaron sobre Camboya en un intento disimulador por capturar esta zona para el área de influencia soviética, evitando que se consolidase la influencia china en el sudeste asiático.

3. LOS TANQUES RUSOS OTRA VEZ
Llegado 1968, la llamada "Primavera de Praga", en que Checoslovaquia trató de liberalizar su economía, y establecer vínculos más directos y relajados con el mundo occidental, fue abrupta-mente interrumpida por una división de blindados soviéticos que penetraron a Praga a sangre y fuego, anunciando que lo hacían "viviendo en auxilio de los hermanos comunistas checos". El Presidente Dubcek fue depuesto, y el nuevo mandatario fue designado directamente por Moscú. Esta vez China reaccionó con indignación, condenando con extrema dureza a la URSS, y acusándola de "refugiarse en la doctrina de los zares" para justificar su "imperialismo".

El periódico chino "Diario del Pueblo", órgano oficial del Partido Comunista Chino, calificó la invasión soviética a Checoslovaquia como una "agresión armada y ocupación militar, por parte de la camarilla militar de los renegados revisionistas soviéticos".

Denunció la doctrina de Brezhnev sobre la "soberanía limitada", como una "teoría claramente fascista", agregando que esa doctrina estaba destinada a que la URSS se arrogase el derecho de invadir militarmente cualquier país, tanto de Europa Oriental, como a la misma China o Mongolia.

Por otra parte agregaba el periódico, si se tiene en cuenta el odio abierto que la cúpula dirigente soviética tiene en contra de la RPCh, éste último país podía ser más posiblemente su próximo blanco.
El Presidente rumano Nicolae Ceaucescu critica la invasión en Bucarest, 21 de agosto de 1968El Presidente rumano Nicolae Ceaucescu critica la invasión en Bucarest, 21 de agosto de 1968
En respuesta, la URSS comenzó a enviar divisiones de guerra hacia varios puntos de los 4500 km. de fronteras con China. Hacia 1966, en esa frontera existía un cierto equilibrio militar, en la cual las concentraciones de tropas eran escasas y de unidades poco numerosas.

En la región del Sinkang, donde se unen las fronteras de Pakistán, Afganistán, India, China y la URSS [nadie de nuevo: hoy corresponde a Kazakhstan], las fuerzas soviéticas eran notoriamente superiores, pero en la zona de Manchuria, los chinos tenían la superioridad, si bien sólo numérica. A fines de 1968, todo el mundo, incluyendo a los soviéticos y chinos mismos, daba por supuesto que Chin se encontraba en el aislamiento más profundo y que tanto la URSS cono EEUU eran virtualmente aliados en la tarea de contener una eventual amenaza del gigante gruñón. Sin embargo, En Chou Lai, el primer ministro de la RPCh, ya había dado algunos pasos sorprendentes. De hecho, estaba acordada una visita, secreta, del Asesores de Política Exterior del presidente Richard Nixon, Henry Kissinger, para entrevistarse con la cúpula del Gobierno de Pekín y preparar la próxima visita del Presidente de EEUU a la capital del hermético gigante amarillo.
Henry Kissinger junto a Mao Zedong y Zhou Enlai en Pekín, julio de 1971Henry Kissinger (izda.) junto a Mao Zedong (dcha.) y Zhou Enlai (centro) en Pekín, julio de 1971
Para los norteamericanos de las cúpulas políticas, el velo se había descorrido. En su propias memorias, Henry Kissinger, describe los hechos sucedidos de la siguiente manera: "Así pues, el 26 de noviembre de 1968, tres meses después de la invasión a Checoslovaquia, e inmediatamente después de las elecciones en EEUU, Pekín propuso otra reunión con los norteamericanos en Varsovia (Polonia) para el 20 de febrero de 1969".

Consecuentemente con la antigua tradición china de no revelar jamás ninguna necesidad de cooperación con el extranjero, Pekín adoptó un tono desafiante en su llamado a EEUU para unirse "en un acuerdo sobre los Cinco Puntos de la Coexistencia Pacífica, y retirar todas sus fuerzas armadas de la provincia China de Taiwán, y desmantelar todas sus instalaciones militares de esta provincia".

La verdad era otra; China necesitaba con urgencia cada vez mayor, que las relaciones internacionales comenzaran a tomarla en cuenta como uno de los vértices del triángulo Washington-Moscú-Pekín, o de un cuadrilátero que considerase Europa.
Leonid Brézhnev junto a Richard NixonLeonid Brézhnev junto a Richard Nixon
Sólo en la medida que lo consiguiese, podría la RPCh iniciar un juego de equilibrios y acercamientos co unos u otros de los miembros del polígono. Sólo en la medida en que aceptara convertirse en interlocutor real, receptivo y dispuesto a negociar concesiones y exigencias, con EEUU, China podría encarar la amenaza soviética, que los expertos occidentales ya habían comprendido como algo real y peligroso. En 1969 el conflicto fue volviéndose críticamente militar.

Los incidentes fronterizos habían comenzado a producirse en 1956, después de la ruptura con Khruschiov, pero fueron haciéndose más frecuentes y encarnizados, con numerosas bajas por ambos lados. Ya en 1966, la URSS dispuso el desplazamiento de grandes unidades de combate de frente de línea [nota de nadie: es decir el equivalente a las élite], que guarnecían el frente europeo, hacia la frontera china. Se trataba de divisiones de élite, perfectamente entrenadas y equipadas con armamento y logísticas ultra modernos. Ese mismo año, hicieron su aparición en las provincias siberianas de la URSS, las primeras bases de cohetes tierra-tierra con ojivas nucleares. Y todavía más, en 1969, la URSS suscribió con Mongolia, "un tratado de paz, cooperación, y ayuda mutuas, con validez de 20 años" y una concesión que permitía a los soviéticos instalar bases militares en las fronteras sino-mongoles, bases capaces de albergar varias divisiones, y almacenar y disparar proyectiles nucleares.

El número de divisiones soviéticas en las fronteras chinas aumentó, de 12 pequeñas divisiones en 1964, a 45 divisiones de frente de línea en 1969, con lo mejor y más moderno de la producción de la industria militar soviética.

4. FRONTERAS DEMASIADO ROJAS
Como los los zorzales de Sudamérica, los ruiseñores chinos cantan en los crepúsculos del alba y del atardecer, mientras suponen que sea primavera o verano. Pues eso cantaban, el 2 de marzo de 1969, mientras el cielo comenzaba a palidecer, y la quietud de la noche daba paso a una dichosa brisa cálida desde el Sur,siguiendo el curso lento del río y recolectando fragancias.

La luna, tardía, se apresuraba en el horizonte, y la patrulla de soldados fronterizos chinos, avanzaba descuidadamente entre la espesa neblina que les llegaba hasta la cintura. Oyendo los ruiseñores, todos se sentían poetas, y se detuvieron a escuchar silenciosos, el canto de aquellas dos avecitas que parecían especialmente inspiradas en un duelo de trinos prolongados, melodiosos. Y en ese mismo instante, ambos pájaros interrumpieron su juego en mitad de una frase musical para echarse a volar, dando muestras de alarma. El oficial a cargo de la patrulla, hijo de campesinos manchúes, sabía que sólo un miedo grande puede hacer que un ruiseñor interrumpa su canto sin solucionar la última nota. ¿Qué habría asustado tanto a esos dos?

Los soldados se agacharon hasta que la niebla los ocultó casi por completo, y avanzaron en dirección al agua. El angosto brazo del Ussuri que los separaba de la Isla Chempao [Damansky para los soviéticos], era profundo, y la corriente se hacía más veloz. Por lo tanto, allí había menos niebla, y avanzaron en medio de los juncales... ¡Ante ellos estaba la causa del miedo de los ruiseñores!.

Cerca de un centenar de soldados soviéticos avanzaban por la isla, llevando artefactos eléctricos, que con intención de instalar una estación de radar o radio, y con cajas de materiales. No parecían tener miedo que se les sorprendiese, aunque para los chinos aquello constituía una flagrante violación de su territorio, por la intromisión de tropas extranjeras en su tierra.

Mediante gestos, el joven oficial distribuyó a sus soldados en diversos puestos de observación, con el fin de detectar el número de invasores, armamento, y en lo posible, sus intenciones. A los pocos minutos ya tenia un cuadro general -alarmante- de la situación, y el teniente chino despachó un mensajero hacia el comandante de su compañía, situado a 1km de allí.

Las noticias corrieron rápidas, y en media hora unos 400 refuerzos del batallón fronterizo se apostaban sigilosamente, eligiendo lugares protegidos para la inminente balacera. Detrás de unas rocas armaron una batería de morteros de 60, y en 4 puntos montaron sus ametralladoras .50. Los saldados de los fusiles automáticos y fusileros regulares se apostaron como mejor pudieron.
Libro Rojo de MaoLibro Rojo de Mao
Se trataba de hacer frente a la situación inicial, mientras la comandancia de la guarnición local tomaba decisiones para las horas siguientes.

En un momento dado, un capitán y dos sargentos, de los que formaban parte del refuerzo de 400 hombres, se levantaron resueltamente, y trepados sobre el tronco de un árbol caído, comenzaron a increpar a los soldados soviéticos mientras les mostraban sus ejemplares respectivos del Libro Rojo de Mao.

Era un momento de roja poesía. Los soldados del Ejército Rojo de los Obreros y Proletarios, el temible ejército soviético, y los soldados de la Estrella Roja, el temible ejército chino, y el rojo amanecer de Manchuria, y el Libro Rojo de Mao, mientras el capitán repetía rojas frases doctrinarias en las que quedaba clara la "pureza ideológica china" y el "vergonzoso revisionismo de los agresores soviéticos". En seguida el capitán instó a los soldados rojos a no obedecer a la "camarilla fascista y neozarista de Moscú", y retirarse como buenos revolucionarios de su territorio nacional, dejando en paz a sus vecinos... Se dice de pronto que la cabeza del capitán se transformó en una roja explosión de sangre, y que la detonación del fusil ruso llegó una fracción de segundo después.

Aquello se transformó en un rojo infierno. Sin embargo el enfrentamiento fue corto, y en 20 min, los soviéticos hubieron de retirarse dejando atrás 23 muertos y llevándose a 14 compañeros heridos [cifras de Krasnaya Zvezda, diario oficial del Ejército Rojo]

Por su parte los chinos admitieron como única baja, al capitán, "traidoramente asesinado por el imperialismo de Moscú". Las fuerzas chinas llegaron a la isla, recogieron material, armas y equipos dejados por los rusos, y regresaron a tierra firme. Sabían que el encantador bosquecillo sería bien pronto arrasado por el fuego de artillería y cohetes. ¡Ya ahora mostraba heridas de combate, varios árboles centenarios estaban caídos por impactos de mortero!.

Según la prensa soviética, los rusos enviaron refuerzos a los suyos, pero estos fueron recibidos con un fuego tan nutrido, que no consiguieron alcanzar posiciones de combate y se retiraron. Desde el punto de vista de Moscú, se trató de "un certero ataque de 300 hombres, contra una patrulla de guardia fronteriza del Ejército Rojo".
Chou LaiChou Lai
La URSS dio al incidente publicidad instantánea y enorme. El hecho no tenía precedentes, y era la primera vez que se reconocían enfrentamientos fronterizos armados y que en ellos hubiesen bajas por ambas partes. Hubo intercambios de notas de protesta, y estalló una verdadera batalla publicitaria de acusaciones mutuas.

Los chinos entregaron antecedentes que el mundo occidental desconocía por completo. Por ejemplo, que desde 1967 las tropas soviéticas habían realizado 16 incursiones a Chempao, de las cuales 8 habían sido entre febrero y enero de 1969. Además se dieron a conocer una larga lista de incursiones soviéticas sobre otras islas del río Ussuri, así como de incidentes en que los rusos cometieron violencias y despojos contra pescadores chinos y aldeas de campesinos.

Una vez más el Primer Ministro En Chou Lai, acusó a la URSS de escudarse en la "política reaccionaria y corrompida de los zares" para satisfacer sus apetitos imperialistas sobre Asia. En Pekín, unos diez mil manifestantes, "espontáneamente" atacaron con piedras la Embajada Soviética, el 3 de marzo. Pero los rusos devolvieron la protesta con creces, y anunciaron que cien mil manifestantes "espontáneamente" atacaron la embajada china en Moscú, , el 7 de marzo, rompiendo las ventanas a su alcance, y arrojando hacia el interior de la embajada nada más ni nada menos que 30 mil tinteros llenos.

En otras 18 ciudades de la URSS hubo grandes "manifestaciones espontáneas de protesta ante oficinas y consulados chinos" durante las dos semanas siguientes; además, el periódico oficial del Ejército Rojo, Estrella Roja [en ruso Krasnaya Zvezda], informó el 8 de marzo que las tropas soviéticas de lejano oriente, habían sido puestas en máxima alerta.

En una conferencia de prensa ofrecida por los ministros de relaciones exteriores de Moscú, se exhibieron fotografías de soldados soviéticos supuestamente muertos y mutilados por soldados chinos. Además una TV soviética difundió una serie de programas especiales mostrando escenas y lugares donde se habían producido incidentes fronterizos. Como contraparte, los periódicos chinos del 4 de marzo, titulaban con grandes caracteres, "¡ABAJO LOS NUEVOS ZARES!" mientras que Radio Pekín informaba que, en el territorio de la RPCh, unos 400 millones de personas, es decir la mitad de la población, "habían tomado parte en las manifestaciones de adhesión al gobierno, y repudio contra la URSS". En los EEUU, nadie sabía qué actitud tomar.

El propio Henry Kissinger, "Superministro de la Diplomacia americana" escribe en sus memorias: "En Washington estábamos todavía demasiado preocupados con Vietnam como para reaccionar ante un acontecimiento cuyos orígenes poco comprendíamos. Y si bien yo favorecía el establecimiento de una relación triangular [incluyendo a China] como una teoría, tanto Nixon como yo todavía considerábamos a la RPCH como la más agresiva de las potencias comunistas. Por tanto creíamos que lo más seguro, era que China hubiese comenzado el ataque."
Mao y Richard Nixon, en 1972Mao y Richard Nixon, en 1972
Muchos piensan que la diplomacia soviética, es singularmente astuta. Otros en cambio, piensan que es pesada y obvia, sin sutilezas, y que a menudo demuestra sus debilidades muy a pesar suyo.

En relación con los incidentes fronterizos con China, esta segunda visión de los diplomáticos parece ser la más correcta. El 11 de marzo, 9 días después del incidente, el embajador soviético Dobrinin, buscó persistente mente tratar el tema con el ministro de relaciones exteriores de EEUU [Kissinger], y con el propio presidente Nixon. Dejemos que nuevamente sea Henry Kissinger quién nos relate los movimientos del embajador soviético: "Yo no había pedido nada, pero él [Dobrinin] insistió en hacerme un cruento relato de las atrocidades cometidas por los chinos contra los soldados soviéticos en el río Ussuri, y en darme un informe detallado.

Cuando traté de cambiar el tema, sugiriendo que se trataba de un problema sino-soviético, Dobrinin insistió apasionadamente que China era un problema para el mundo. Escuché atentamente, pensé mucho, pero no hice ningún comentario. Más tarde, esa misma noche, referí mi encuentro al presidente. Richard Nixon se mostró intrigado, y comentó cómo a veces los acontecimientos inesperados, pueden tener efectos de importancia. Le sugerí que estábamos en posición de ganar mucho, desde un punto de vista estratégico, y Nixon estuvo de acuerdo que los hechos debían haber sacudido mucho a los chinos"
.

5. VIOLENCIA EN TODAS LAS FRONTERAS
Cuatro días después del encuentro de Kissinger y Dobrinin, se produjo un segundo enfrentamiento fronterizo, el día 15 de marzo. Pero esta vez, soviéticos y chinos estaban preparados.

La batalla duró todo el día, con participación de blindados anfibios, helicópteros artillados y lanzacohetes, además de poderosas unidades de artillería pesada. Los soviéticos nuevamente habían provocado la situación, enviando un grupo de comandos [spetsnaz], a tomar posiciones en la isla Chempao-Damansky, durante la noche del 14 de marzo, probablemente con la intención de tender una trampa a los chinos.

La dureza de la batalla parece haber sido extrema, y los muertos sumaron más de un millar [datos según observadores occidentales, nunca se conoció una cifra oficial]. Una vez más, chinos y rusos se declararon respectivamente victoriosos, aunque los chinos mantuvieron la isla en su posesión.

El origen directo de estos incidentes, probablemente siga desconocido para los occidentales -es difícil de creer que una isla sea de tanta importancia para los soviéticos-, pero el argumento chino de que ellos reaccionaron ante una larga serie de incursiones soviéticas, sigue siendo plausible.

A fin de cuentas, no es muy creíble que los chinos, conscientes de su inferioridad logística, hayan buscado una derrota, o una victoria demasiado costosa en término de vidas humanas.
Anatoly DobryninAnatoly Dobrynin
Un par de años después, en 1971, En Chou Lai, afirmó que los soviéticos comenzaron deliberadamente a provocar incidentes con el propósito de "apartar la atención mundial, de la derrota política experimentada en Berlín", donde fracasaron en sus gestiones [soviéticas] para impedir que las elecciones presidenciales de Alemania Occidental, se realizasen en aquella ciudad enclavada en el corazón del área rusa en Alemania [llamada un tanto eufemísticamente República Democrática Alemana].

A mediados de marzo, los soviéticos intentaron intensamente que las fuerzas del Pacto de Varsovia, principalmente Polonia, la RDA, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria Rumania, enviasen unidades de combate a la zona fronteriza de la URSS y la RPCh, para confirmar así de hecho, una condena general del comunismo contra China. La Iniciativa no prosperó, por la sorprendente y tenaz resistencia de la más débil de las repúblicas de la órbita socialista: Bulgaria, quién barajó las iniciativas rusas hasta el final.

Tras los violentos choques chino-soviéticos en Chempao, el2 y el 15 de marzo, toda la frontera tuvo un verdadero chisporroteo de escaramuzas sangrientas. Algunos de los choques fueron tan recios, que los muertos se contaron por centenares.

En la región del Chugunchak y Sinkiang hubo enfrentamientos los días 16 y 17 de abril, el 25 de abril, y el 20 de mayo. En el Yu Min, los hubo el 2 de mayo, el 10 de junio, y el 13 de agosto. En Hu Ma, Manchuria, el 12 y el 15 de mayo. En Al Hui y Fu Ma, sobre el río Amur, también entre la Manchuria y Siberia Oriental, hubo sangrientos combates los días 25 y 28 de mayo.

A principios de octubre de 1969, la situación había aumentado su violencia hasta el extremo que la URSS, dió a entender a EEUU, que estaría dispuesta a "disparar cohetes tele-dirigidos, con ojivas nucleares de potencia superior a las lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, sobre lugares estratégicos de China."

El costo de una acción de esta clase, habría sido aterrador políticamente hablando, para la URSS, y ello nos muestra cómo en Moscú se sentían arrinconados por la resistencia combativa de China. El 12 de octubre, sin embargo, las tensiones se relajaron rápidamente.

China acpetó discutir los límites, y trazó una declaración redactada en términos belicosos, pero en la cual perfectamente en claro, que la RPCh, no iniciaría una agresión. En tanto, entre Moscú y Washington, los intercambios de notas fueron también un río ancho y lento. Ambas superpotencias habían aprendido lecciones.

Para los rusos, quedaba bien claro que los tiempos del mandato imperial, a la manera de Stalin y Khusiov, habían pasado. Para los norteamericanos, quedaba en claro que habían tenido graves y profundos errores y prejuicios para juzgar la realidad política e histórica de la RPCh.

Y para el mundo, surgieron algunos subproductos tranquilizadores: se firmaron los tratados SALT, la diplomacia entre Oriente y Occidente dejó de ser un dialogo entre colosos testarudos, y ya podía esperarse un modo más civilizado de negociar los intereses de naciones, sean cual sea del bloque político que fueren.

China ya no cometería de nuevo el error del aislamiento. Una década más tarde, iniciaría la reforma, política, social, y económica, conocida como "Apertura hacia Occidente". Pero esos fueron otros "Hechos que conmovieron al Mundo".

6. FUENTES

http://en.wikipedia.org/wiki/Sino%E2%80 ... r_conflict
http://www.elgrancapitan.org
http://commons.wikimedia.org
http://www.magicasruinas.com.ar/reviste ... llo110.htm
http://www.historiasiglo20.org/GLOS/cismachinaURSS.htm

SUCESOS QUE CONMOVIERON AL MUNDO, TOMO 21 ED ANTÁRTICA SA, SANTIAGO, CHILE 1987

Re: Conflicto Fronterizo Chino-Ruso; Chempao-Damansy

Publicado: 25 03 2011 00:58
por Alexis Molina
Saludos nadie,

Artículo bastante informativo para los que desconocen este incidente. Pués si, la URSS y la China Comunista vivieron su momento idílico un poco antes de estallar la guerra de Corea, sin embargo se dice que durante el encuentro Stalin-Mao, el primero trató con bastante menosprecio a este último, en su primera visita a Moscú, por allá en 1949. Incluso se firmó un Tratado de ayuda y amistad luego de esa visita de Mao. Muchos dirigentes chinos vieron este tratado con malos ojos, ya que se recalcaba viejas rivalidades nacionalistas entre estas naciones.

Como dije, un interesante post. Sólo un pequeño detalle, hay buena redacción, pero note que existen letras omitidas en varias palabras y nombres propios en minúscula, por ejemplo: henry.

Se que tuviste que transcribir en cantidad, pero sería bueno que revisaces antes de postear, nada que no se pueda arreglar y costumbre que te dara tu continuidad en el foro. Felicitaciones y espero más artículos como este.

¡Saludos desde Venezuela!

Re: Conflicto Fronterizo Chino-Ruso; Chempao-Damansy

Publicado: 25 03 2011 19:49
por Azteca
Excelente amigo nadie, sobre porque efectivamente no abunda la información de este conflicto que representó un momento de suma tensión entre estos dos colosos, ya que los partidarios del comunismo en aquella época veían en estos dos países sus escuelas ideológicas, recordemos que hasta en cuba había divisiones por esta causa, es bien sabido que el Che Guevara a diferencia de Fidel odiaba la política Soviética, estaba a favor del comunismo estilo "Maoista" y queda latente en aquel episodio donde abofeteó a un diplomático de la URSS en un congreso importante. El punto es que encontré algo interesante que a continuación cito de una revista en Internet donde nos de como se dividían las opiniones de lado de los soviéticos sobre China a propósito del conflicto.

Hay un aspecto de la crisis que esclarece el curso actual de las tensiones agudizadas en la cúspide del poder soviético a partir de la invasión a Checoslovaquia: ¿por qué Moscú demoró cuatro días en hacer público el choque de la isla Damansky? Este se produjo el domingo 2 y recién el viernes 7 apareció la eclosión de los diarios y las convocatorias a las movilizaciones de masas.

Pocas semanas atrás, el periódico Sovietskaya Rossia, órgano del Ejército Rojo, dogmático y conservador, vocero de la "línea dura" del Kremlin, publicó un artículo que insinuaba casi explícitamente su oposición al endurecimiento ilimitado de la actitud rusa hacia China. "Es necesario tener conciencia —-decía el periódico— de que el alejamiento odioso de dos gigantes del comunismo produce, en definitiva, efectos devastadores sobre el propio comunismo."

Parece evidente entonces que durante aquellos cuatro días de principios de marzo, los halcones y las palomas del Kremlin mantuvieron una intensa puja para determinar la actitud definitiva hacia China. Mientras los duros pugnaban por ocultar el hecho y mantener la política del silencio para facilitar una cada vez más remota conciliación con Mao, la línea más "revisionista", capitaneada por Kosygin, quien se había opuesto a la invasión contra Checoslovaquia, pasó a la ofensiva enancada en el chauvinismo ruso. El esquema esgrimido por el clan Kosygin fue muy sencillo: la invasión de agosto produjo el alejamiento de la órbita del Kremlin de dos países claves en el diagrama de Europa: Yugoslavia y Rumania; la reticencia creciente de Hungría, el latente resentimiento checo y una virtual ruptura con el Partido Comunista más poderoso de Occidente, el italiano. En consecuencia —remataron— al peligro del sur, encarnado por Alemania Occidental, se une ahora la ofensiva de Mao: el único modo de contrarrestarlo es restañar el frente europeo; para ello, hay que condenar al maoísmo como el "enemigo fundamental" e iniciar una inmediata apertura a Europa.

El resultado de este debate parece inequívoco: la entrevista de Tsarapkin en Bonn y la reciente asamblea relámpago de los países del Pacto de Varsovia, celebrada en Budapest, indican que en Moscú las palomas recuperaron el trono. El lunes 17, al término de una conferencia que duró apenas dos horas, la Unión Soviética y sus seis aliados del Pacto emitieron una declaración que es sugestiva desde el mismo título: "Llamamiento de los países miembros del Tratado de Varsovia a todos los países europeos". En ella no hay una sola línea sobre la guerra en Vietnam, ni vituperios contra el "revanchismo germano-occidental"; tampoco se menciona la crisis del Medio Oriente.

De ahí que el amo de China no haya demorado en contraatacar diciendo que los "nuevos zares" anudan relaciones con los regímenes "reaccionarios", para ahuyentar la hora de la revolución mundial y construir un cerco que aisle a China. "Nuestra línea es la justa —profirió Mao— y el esfuerzo por aislarnos se parece ridiculamente al que intentaron hace 40 años los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia para ahogar la revolución bolchevique en Rusia. Tales esfuerzos fracasarán como entonces porque contamos con la ayuda de todos los pueblos revolucionarios del mundo, y todos los amigos de China incluido el pueblo soviético".

La tirada de Mao demuestra hasta qué punto los choques armados en la frontera con la URSS apuntalan su estrategia para pergeñar el próximo 9 Congreso del comunismo chino: si aún quedan partidarios del presidente Liu (el "Khrushchev chino"), sus posturas ni siquiera podrán aflorar en medio del delirio nacionalista que sacude a China y la estrella ascendente del virtual sucesor de Mao: el mariscal Lin Piao.

Los rusos, por su parte, pueden aspirar a que en mayo la Conferencia Mundial de Partidos Comunistas recupere la ortodoxia pacifista de la "coexistencia", aplastando definitivamente a los duros. El más perjudicado fue Walter Ulbricht, jefe de la Alemania comunista: el episodio de la isla Damansky se desató tres días antes de las elecciones presidenciales, en el lado occidental. El asedio a Berlín, prometido por los soviéticos, había pasado al olvido.

Fuente: http://www.magicasruinas.com.ar/reviste ... llo110.htm