De los 300 que alcanzaron la costa oeste de los Estados Unidos y Canadá, unos pocos llegaron tan lejos; como Iowa y Kansas.
La mayoría ni siquiera estallaron y solo uno causó bajas, la bomba fatal aterrizó en el monte Gearhart en Oregon, donde el reverendo Archie Mitchell había llevado a su esposa y a cinco chicos de la parroquia a una acampada. Mientras Mitchell aparcaba su vehículo, los otros buscaron un lugar para instalar el campamento.
En el camino tropezaron con la bomba; que estalló y los mató a los seis al instante.
Fuentes:
Libro: The Home Front U.S.A.
Autor: Ronald H. Bailey