Que “el pasado y el presente marcan el futuro” es una de esas frases que no siempre son acaban por convertirse en reales, pero que la de, “lo que se hace en el pasado tiene su repercusión en el presente” no cabe ninguna duda que si lo es. Quizá es lo que pensó Sergey Larenkov al comenzar, hará ya mas de año y medio, un proyecto sobre los lugares marcados por la Segunda Guerra Mundial hoy día.
Este fotógrafo ruso eligió para documentar su proyecto, y llevarlo a acabo, la fusión de tomas realizadas durante la época bélica junto a tomas de hoy día en esos mismos lugares. Obviamente esta fusión se consiguió usando las mismas perspectivas de las fotografías realizadas años atrás. Con estas tomas, el artista parece intentar dejarnos ver una pequeña puerta en el tiempo por la cual poder viajar al pasado enmarcándola en un presente de lo más normal.
Un episodio tan trágico de la historia de la humanidad consigue llegar a descontextualizarse, en cierta manera, gracias a este pequeña unión de fechas con el único intento de mostrar no la barbarie en si sino enseñar al mundo zonas que pisamos día a día, y que sin ser especiales en este momento han tenido un pasado; y en este caso muy “sufrido”.
Los escenarios fotografiados se enclavan por todo el territorio Europeo, incluida la ciudad de San Petersburgo (que en esa época era llamada Leningrado). En las obras que os muestro podremos ver momentos de la ciudad de Moscú, de Berlín, París o por supuesto la ya nombrada Leningrado con su famoso Perterhof, e incluso alguna escena histórica más que conocido como el Desembarco de Normandía en las playas de Omaha.
Sin duda un trabajo fotográfico que nos dejan siempre con un sabor de boca agridulce, pero que nos recuerdan que, aunque el tiempo lo puede curar todo, siempre habrá lugares que tienen alguna huella marcada para siempre.
Fuente: http://www.xatakafoto.com/Este fotógrafo ruso eligió para documentar su proyecto, y llevarlo a acabo, la fusión de tomas realizadas durante la época bélica junto a tomas de hoy día en esos mismos lugares. Obviamente esta fusión se consiguió usando las mismas perspectivas de las fotografías realizadas años atrás. Con estas tomas, el artista parece intentar dejarnos ver una pequeña puerta en el tiempo por la cual poder viajar al pasado enmarcándola en un presente de lo más normal.
Un episodio tan trágico de la historia de la humanidad consigue llegar a descontextualizarse, en cierta manera, gracias a este pequeña unión de fechas con el único intento de mostrar no la barbarie en si sino enseñar al mundo zonas que pisamos día a día, y que sin ser especiales en este momento han tenido un pasado; y en este caso muy “sufrido”.
Los escenarios fotografiados se enclavan por todo el territorio Europeo, incluida la ciudad de San Petersburgo (que en esa época era llamada Leningrado). En las obras que os muestro podremos ver momentos de la ciudad de Moscú, de Berlín, París o por supuesto la ya nombrada Leningrado con su famoso Perterhof, e incluso alguna escena histórica más que conocido como el Desembarco de Normandía en las playas de Omaha.
Sin duda un trabajo fotográfico que nos dejan siempre con un sabor de boca agridulce, pero que nos recuerdan que, aunque el tiempo lo puede curar todo, siempre habrá lugares que tienen alguna huella marcada para siempre.
