ÍNDICE:
- FICHA TÉCNICA
- HISTORIA OPERATIVA
- 2.1. Diseño y primeros pasos
2.2. Reformas de Entreguerras- 2.2.1. Servicio entreguerras
2.4. Segunda Guerra Mundial- 2.4.1. Persiguiendo al Bismarck: otro sonado fracaso
2.4.2. Fuerza Z
2.4.3. Hundimiento
- 2.1. Diseño y primeros pasos
- IMÁGENES
1. FICHA TÉCNICA
- Clase: Renown
- Tipo: crucero de batalla
- Constructor: John Brown & Company (Clydebank, Escocia)
- Colocación de la quilla: 25 de enero de 1915
- Botadura: 8 de enero de 1916
- Entrega: 18 de agosto de 1916
- Baja: 10 de diciembre de 1941
- Desplazamiento: 27.600 t. [32.740 t. a plena carga]
- Eslora total: 242 m
- Eslora entre perpendiculares: 228,7 m
- Manga: 27,5 m
- Calado: 8,2 m
- Propulsión/motor Turbinas de vapor sin reducción Brown-Curtis. 42 calderas Babcock & Wilcox. 4 ejes
- Potencia: 112.000 CV
- Velocidad: 31,5 nudos
- Dotación: 1.222
- Blindaje: ]Cintura > 76–152 mm. Cubierta > 25–64 mm. Barbetas > 102–178 mm. Mamparos > 76–100 mm. Torretas > 178–229 mm. Torre de mando > 254 mm
- Armamento: 3x2 cañones de 381 mm. 6×3, 2×1 cañones de 102 mm. 2×1 cañones AA de 76 mm. 2×1 tubos lanzatorpedos
- Desplazamiento: 35.200 t.
- Eslora total: 242,1 m
- Manga: 27,4 m
- Calado: 9 m
- Propulsión/motor: 4 turbinas de vapor de transmisión directa. 4 ejes
- Potencia: Velocidad: 31 nudos. Autonomía: 3.650 millas náuticas
- Dotación: 1.181
- Blindaje (incrementos): Cintura > 51–229 mm. Cubierta > 25-102 mm
- Armamento: 3×2 cañones de 381 mm. 4 × 3 cañones de 102 mm. 6 × 1 cañones AA de 102 mm. 2 × 8 cañones AA de 40 mm (Pom Pom). 8 tubos lanzatorpedos Mk II
- Dotación aérea: 1 catapulta. 4 hidroaviones
El HMS Repulse formaba parte de la clase Renown de cruceros de batalla, que tomaba el nombre de su buque gemelo, el HMS Renown. Ambos barcos fueron terminados en 1916 y respondían a criterios de la Primera Guerra Mundial: eran grandes navíos de combate, relativamente veloces y con artillería principal similar a la de un acorazado (6 X 381mm), pero ejecutados en menor tiempo por los condicionantes de la Gran Guerra. Su talón de Aquiles, derivado de la prisa por ponerlos en acción, era su escaso blindaje, un defecto conceptual que acabaría trayendo disgustos a toda esta categoría de buques de la Royal Navy.
El proceso de desarrollo del buque fue complejo. Se trataba de un barco a caballo entre dos conceptos: el blindaje (acorazado) y la velocidad (crucero). Podría decirse que el Repulse no estaba bien dotado en ninguno de ellos, siendo una solución de compromiso insatisfactoria que mantuvo al buque en actualización permanente durante toda su vida operativa. Ya durante su desarrollo se hizo evidente que el blindaje era insuficiente y que su vulnerabilidad al fuego bajo era alarmante, a pesar de la especial atención puesta en su cinturón blindado de 152 mm. Poco antes de ser entregado, tras la Batalla de Jutlandia, se decidió añadirle una pulgada extra de acero de alta resistencia a la cubierta principal. Igualmente, en una especie de premonición, se le dotó de una ampolla anti-torpedos integral. Tras su producción, con un coste de 2.829.087 de libras, sirvió en la flota del Mar del Norte, sustituyendo al HMS Lion como buque insignia del 1º. Escuadrón Acorazado durante el resto de la Guerra.
Los mayores retoques al buque tuvieron lugar en los años 30. Entre 1934 y 1936 se modificó la superestructura del puente, prolongándola hasta popa de la segunda chimenea: este nuevo espacio se aprovechó para instalar un hangar para los cuatro hidroaviones de la dotación, así como la catapulta, inmediatamente a popa del hangar. También se le actualizó el armamento antiaéreo, instalando nuevas piezas de 102 mm. Sin embargo, al igual que ocurrió con el HMS Hood, el armamento secundario no fue modernizado, por lo que resultba deficiente para 1939. Tampoco se renovó el aparato motriz, realmente obsoleto por el peso excesivo de las numerosas calderas. Al sufrir un sensible incremento del desplazamiento sin las subsiguientes mejoras en la propulsión, el Repulse estaba sobrecargado y sus prestaciones eran inferiores a las su gemelo, pues el Renown había sido prácticamente reconstruido. Debido a su constante paso por el astillero para mantenimiento, el Repulse se ganó el jocoso sobrenombre de HMS Repair (Buque de Su Majestad en Reparación).
El primer crucero de batalla fue el HMS Invincible, que entró en servicio en 1908. Este tipo de buque tenía una función bien definida: la caza de cruceros protegidos y acorazados que operasen contra el tráfico mercante (corsarios). Un crucero de batalla combinaba el armamento del Dreadnought con una velocidad superior a 25 nudos, lo que le permitía cazar cruceros protegidos más lentos y peor armados y escapar de cualquier enemigo que le superase en armamento. El precio que se pagó a cambio de tan alta velocidad fue, sin embargo, el sacrificio de la coraza. El HMS Invincible, por ejemplo, tenía una coraza vertical de tan sólo 152 mm (la coraza del HMS Dreadnought tenía 280 mm).
La alarmada marina alemana inició la construcción de sus propios cruceros de batalla: el primero de ellos fue el Von der Tann, prácticamente una copia del Invincible. Sin embargo, a los proyectistas alemanes no les parecía tan buena idea el sacrificar la protección de sus buques. Por ello, los cruceros de batalla germanos siempre estuvieron mucho mejor blindados que sus contrapartes británicos (el Von der Tann tenía una protección vertical de 250 mm, casi el doble que el HMS Invincible).
En los primeros meses de la Primera Guerra Mundial los cruceros de batalla sólo se utilizaron para su cometido original, con gran éxito. Pero en seguida la Royal Navy comenzó a utilizarlos también como vanguardia de su línea de batalla, cometido para el cual no habían sido diseñados. El resultado fue desastroso, como se vio en la batalla de Jutlandia, donde se perdieron tres cruceros de batalla británicos (HMS Invincible, HMS Indefatigable y HMS Queen Mary) mientras que los alemanes sólo perdieron el Lützow, fruto de la previsión de los ingenieros alemanes al no sacrificar el blindaje. Terminada la Gran Guerra la Royal Navy sólo conservó sus tres cruceros de batalla más modernos: el HMS Renown, el HMS Repulse y el gigantesco HMS Hood.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial se haría paulatinamente evidente el problema que representaban para la Royal Navy los cruceros de batalla, espinosa herencia de Lord Fisher. Este tipo de buques, que habían nacido en prácticamente todas las armadas, eran concebidos por los británicos como respuesta a los buques corsarios alemanes en la Primera Guerra Mundial, pues conjugaban (en teoría) las cualidades de los cruceros pesados y de los acorazados. Los cruceros de batalla poseían una gran eslora y manga, siendo plataformas de tiro estables con piezas de artillería no muy diferentes a las de los acorazados, pero con una mayor velocidad y autonomía que aquellos. La clave de esa mayor velocidad radicaba en una reducción considerable del blindaje, buscando que un menor desplazamiento incrementase las prestaciones del navío. Los cruceros de batalla estaban ideados para enfrentarse con otros cruceros en combate, no como buques de línea, considerando que, si se encontraban con acorazados, podían recurrir a su velocidad para huir.
Por un lado, el desarrollo del acorazado entre ambas guerras mundiales permitía a estos buques conseguir unas prestaciones similares a las de un crucero acorazado. Por tanto, pasaban a ser navíos parejos en sus características, pero mucho más acorazados y superiormente artillados. Esto propiciaba que los enfrentamientos hipotéticos contra un acorazado resultasen en un grave peligro para el crucero acorazado. El problema se agravaba porque, en muchas ocasiones, el crucero era empleado como navío de línea, función para la que no estaba diseñado y no podía rivalizar con un acorazado. Los enfrentamientos con el Bismarck, por ejemplo, hicieron patentes estas debilidades.
Pero, por otra parte, además de la mejora de los acorazados y el mal uso del crucero de batalla, sería la aviación naval la que daría realmente el golpe de gracia a este concepto de navíos. Si se indica habitualmente que los torpedos aerotransportados revolucionaron la guerra naval, el impacto fue mucho mayor al enfrentarse a buques equívocos en su planteamiento y obsoletos en sus capacidades como los cruceros de batalla.
En el caso concreto del HMS Repulse, la preocupación creciente por protegerlo con sucesivos añadidos de artillería AA no evitó que, finalmente, fuese un ataque aéreo el que lo hundiese, enviando con él al fondo del mar toda una visión de la guerra en el mar.
En febrero de 1940 acompañó al HMS Ark Royal a aguas españolas, intentando interceptar a varios buques alemanes que habían zarpado del puerto de Vigo. Entre abril y junio participó en las operaciones de la campaña de Noruega en diversas tareas de protección. Entre ellas, fue enviado a interceptar un buque de guerra alemán avistado por el destructor HMS Glowworm, sin éxito: el Glowworm fue hundido por el Admiral Hipper antes de la llegada del Repulse. Las tareas y viajes de ida y vuelta entre la costa noruega y Scapa Flow fueron la constante esos meses, sin éxito alguno.
El verano de 1941 el Repulse recibió sus últimas reformas: se le instalaron ocho Oerlikon de 20 mm y un nuevo radar Type 284. Con esta dotación, que sería la última, partió como escolta de tropas al cabo de Buena Esperanza. Posteriormente, sería transferido a Comando de las Indias Orientales, dada la escalada de tensión en el Pacífico, que comenzaba a amenazar intereses británicos.
La clave de la Fuerza Z, tal como la había planificado Winston Churchill, era la velocidad. Una vez más nos encontramos con el consolidado error, del cual el propio HMS Repulse era un ejemplo: sobreestimar la velocidad como defensa. Como agravante, el enfoque de la situación fue muy deficiente, pues los ingleses obviaron totalmente el peligro aéreo, creyendo innecesario dotar a la Fuerza Z de escolta de cazas ni apoyo de portaaviones. Ambos puntos de vista obsoletos precipitarían el fin de los dos buques principales de la Fuerza Z, en un descalabro naval que supuso uno de los golpes más duros sufridos por Gran Bretaña en toda la guerra y uno de los mayores fracasos militares de Churchill. Doblemente grave al tener lugar apenas tres días después del golpe de Pearl Harbor.
A las 11:30 de la mañana un grupo de bombarderos efectuaron el primer ataque, que fue más bien una acción de diversión, sobre el HMS Repulse, evadiéndolo inmediatamente para atraer el fuego antiaéreo. Inmediatamente, la otra sección efectuó una pasada de bombardeo a 2.500 metros de altura, haciendo blanco. Las bombas cayeron en la popa, destruyeron la catapulta y penetraron en el hangar, causando un incendio. Mientras la tripulación se afanaba en atajar los desperfectos, la segunda oleada de aviones se despachó sobre el PoW, inutilizando su timón con torpedos y comenzando la escora.
El golpe a la moral a los Aliados fue muy duro, para Churchill, para Gran Bretaña y para EE.UU., que comenzaban la guerra en el Pacífico sin ningún buque capital gracias a haber enviado para una tarea crítica a una fuerza obsoleta más propicia para un combate de la Primera Guerra Mundial.
3. IMÁGENES
Galería fotográfica complementaria
Expedición submarina a los restos del PoW y el Repulse
Video del HMS Repulse en activo disparando sus cañones
Bibliografía
La guerra naval en el Pacífico, de Luis de la Sierra (1979)
Guía ilustrada de Acorazados y Cruceros de Batalla, de John Jordan (1987)
Fuentes
http://www.maritimequest.com
http://www.history.navy.mil
http://historia-sgma.mforos.com
http://www.battleships-cruisers.co.uk
http://www.forosegundaguerra.com
http://www.bbc.co.uk
http://www.exordio.com
http://www.scapaflow.com
http://es.wikipedia.org
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