Estas cuestiones siempre traen aguas turbias, principalmente porque la prensa española, durante muchos años, ha politizado lo que no debería politizarse, hacia uno y otro lado del espectro político.
Quisiera dejar clara una cosa, al hilo de lo comentado por el camarada CHESTER.
CHESTERNIMITZ escribió:Esa bandera es actualmente anticonstitucional, le pese a quien le pese.
Amigo, desde el aprecio y con todo el respeto, estás totalmente equivocado.
La bandera de la II República no puede ser anticonstitucional, de ninguna de las maneras, porque es
preconstitucional. Nuestra actual constitución es de 1978, muy posterior a esa bandera y de un momento en que esa enseña republicana ya no tenía valor político o institucional alguno. Tampoco actualmente tiene valor político.
La idea de que la bandera republicana es anticonstitucional se ha difundido (creo que interesadamente) por parte de determinados periodistas y medios para agitar y calentar el debate cuando se retiraron los símbolos de la dictadura de muchos edificios públicos. Pero, insisto, es un error. Y esto no es una opinión: es un hecho. Esa bandera no falta ni viola la actual constitución
a menos que alguien la coloque en un espacio oficial, de igual manera que el escudo del Imperio Español tampoco es anticonstitucional, ya que es muy anterior a la constitución.
Dicho esto, esa bandera fue legal y oficial durante una breve parte de la Historia de España, como lo fue el escudo preconstitucional de la dictadura o el escudo imperial de los Habsburgo o tantas otras enseñas que la Historia de España ha tenido. Para todas ellas vale lo mismo: no tienen ningún valor político y no hay ofensa alguna a nuestra legalidad
a menos que alguien la coloque en un espacio oficial, donde sólo deben lucirse los símbolos del Reino de España recogidos en la Constitución de 1978.
Cuando se hacen reconstrucciones históricas de los tercios no se quejan los alemanes de que los soldados españoles luzcan los emblemas del sacro imperio, porque esos emblemas no tienen vigencia política. Otra cosa sería que un alcalde decidiese cambiar la bandera española democrática y constitucional por el escudo de Carlos I.
Atendiendo a todo esto, no hay polémica posible. Está todo claro y meridiano.
¿Que hay un homenaje a caídos de la División Azul y alguien lleva la bandera preconstitucional de la etapa franquista? Allá ellos, en su libertad pueden hacerlo. De hecho, he visto unos cuantos homenajes a la División Azul y nunca falta esa bandera. Donde no puede estar esa bandera (ni la tricolor republicana) es en un espacio representativo del Estado español, pero cada ciudadano puede ondear la bandera que quiera o adornar su casa con ella (de igual manera que muchos extranjeros residentes en España colocan sus banderas nacionales en su casa y no por ello ofenden al Estado).
La prensa ha envenenado esto para hacer jaleo político de lo que no debería. El tema de los símbolos es muy sencillo, mucho más de lo que se desea por parte de los políticos de ambos bandos, que lo que quieren es calentar el caldo para pescar a río revuelto.
Los hombres de La Nueve no eran legalmente españoles cuando lucharon el la 2GM. Eso es indudable.
Sería magnífico que el Estado español se representase a sí mismo en esos homenajes, con su bandera actual. Pero para que ello sucediese en buena lógica debería ocurrir antes algo que todavía no ha ocurrido: que el Estado español pidiese disculpas por haber participado en la 2GM por el bando del Eje. Porque así fue, nos guste o no: nuestro país, a través del Jefe del Estado y el Gobierno legalmente constituidos en aquel momento (no importa cómo llegaron al Gobierno), se alineó con Hitler, Mussolini y Tojo, pero jamás nos hemos disculpado por ello, como sí han hecho los húngaros o rumanos.
La postura de España, como país, en estos actos es incómoda en tanto no se resuelva ese detalle. Aunque sea un detalle simbólico, personalmente creo que es más importante que los colores de las banderas: se trata de reconocer los errores del pasado reciente, algo que siempre engrandece a quien lo hace.
Y todo esto lo digo como alguien a quien esta bandera o la otra le importan muy poco. Personalmente, sin que nadie se ofenda, creo que el tema de las banderas es estomagante. Una bandera es un trapo con colores. Insisto, no quiero ofender a nadie y respeto todas las opiniones y sentimientos de este tipo, pero el amor por las banderas es un rasgo marcadamente nacionalista con el cual no puedo comulgar. Me interesan las personas, no sus banderas.