Mensaje
por JVB » 02 06 2013 11:11
Buenos días caballeros.
Ante todo, y como a cada uno le gusta tener su estandarte, voy a permitirme introducir en el debate otro momento interesantísimo, a mi entender, que tuvo lugar en 1940 y que influyó en toda la guerra siendo, a la postre, una de las causas de la caída de Alemania. Me refiero a la entrada en guerra en Italia; y no solo porque el ejército italiano (por muchos y complejos motivos) no fue capaz de dar la talla, sino también porque se abrió al conflicto todo el frente mediterráneo. Imaginemos, por un lado, una segunda guerra mundial en que Alemania solo hubiera tenido que establecer un frente defensivo desde burdeos al cabo norte; sin dispersar esfuerzos en el mediterráneo, en los Balcanes, en el norte de África o, más adelante, en la propia Italia. Por otro, analicemos las opciones británicas durante año y medio (2ª mitad del 40 y año 41) si hubieran tenido que enfrentarse a Alemania exclusivamente en el frente del Atlántico – Mar del Norte. Las acciones de comando hubieran sido las únicas acciones posibles, y el país hubiera caído en la apatía de una segunda “Sitzkrieg” que, políticamente, habría podido ser mucho más desastrosa que la primera.
Abundando en este análisis, esta vez en sentido contrario, fue el frente Mediterráneo lo que permitió a los aliados occidentales seguir luchando. La victoria de O´Connor en 1940, la resistencia de Malta, la destrucción de la flota italiana, la reconquista de Etiopía… todos estos acontecimientos sirvieron para mantener en guerra tanto al país como al resto de la Commonwealth, y además proveyeron un camino de entrada a las grandes ofensivas aliadas, a partir de Torch. Sobre esta cuestión me permitiría recomendar el libro de Douglas Porch “The Path to Victory”, que llega incluso a aventurar la tesis de que los reveses que, por otro lado, también sufrieron los británicos en el Mediterráneo, fueron determinantes a la hora de conseguir la simpatía del pueblo estadounidense y su aceptación de la guerra.
Con respecto a Dunkerque y a pesar de que voy a parecer un tanto publicitario, tengo que recomendar el libro de Frieser, donde en un habilísimo análisis de las diversas tesis sobre el “parón” de Dunkerque, acaba concluyendo que el auténtico motivo fue la egolatría de Hitler, que viendo como sus generales estaban ganando la campaña sin él, decidió intervenir, y castigar al Alto Mando de la Wehrmacht, Brauchitsch y Halder, poniendo la decisión final en manos de Rundstedt, que era subordinado de los dos anteriores, de modo que estos tuvieran que suplicarle que volviera a poner los panzer en movimiento.
Y con respecto a Barbarroja… fue un error, sin duda, probablemente nacido de una sobrestimación de la capacidad militar propia como de una subestimación de la contraria. Pero tampoco hay que desdeñar el hecho de que Alemania no estaba en “modo guerra total”, algo totalmente necesario para aquella guerra.
Tampoco quiero abandonar sin hacer un breve comentario en lo que a la entrada en guerra de los Estados Unidos se refiere. ¿Realmente no hubieran entrado en guerra contra Alemania? Desde diciembre del 41 hasta “Torch”, en noviembre del 42, pasó casi un año; un tiempo durante el cual su participación esencial fue a través del préstamo y arriendo, algo que muy bien hubieran podido seguir haciendo sin entrar en guerra con Alemania. Es decir, la entrada en guerra de los Estados Unidos habría podido retrasarse un año más sin tener demasiada incidencia en los acontecimientos. Un año para preparar al pueblo estadounidense para una declaración de guerra más, contra el aliado del Japón en Europa.
En fin, opino.
Permitido criticar, no se garantiza la atención