La ropa de los soldados estadounidenses durante el invierno del 44 al 45 constituye una sorprendente mezcla de todas las prendas de frío disponibles, e incluso de muchas otras improvisadas. En su excelente libro “Roll me over” sobre sus experiencias como soldado de la 1ª División de Infantería en Europa, Raymond Gantter cuenta cómo pasó el duro invierno en Bélgica: “Ojalá la gente en casa pudiera ver a este ejército, el mejor equipado del mundo, especialmente ahora. Tanto las toallas en la cabeza para evitar que el viento glacial nos entre por la nuca como otras soluciones improvisadas que nos hemos inventado para protegernos del frío nos hacen parecer una partida de guerrilleros checos”.
Aunque los uniformes modelo 43 llegaron al frente a mediados de diciembre, ciertas prendas especificas para el invierno o de camuflaje, como los “Shoe-pacs” o forros blancos, no estuvieron disponibles en cantidades suficientes hasta mediados del mes de enero, una vez que se consiguió la definitiva estabilización del frente (Ver El soldado estadounidense de 1944-1945). De todas las tropas, fue la infantería la que peor equipada se encontró para el combate invernal. Los soldados portaban todavía la chaqueta M-41, acompañada de múltiples jerséis y ropa interior y el pesado abrigo de dotación. Algunos se hicieron con chaquetones “Mackinaw” y otros cambiaban, suplicaban o robaban prendas de las tropas acorazadas, más calientes y confortables.
Pero la mayoría de los soldados se vieron obligados a improvisar soluciones utilizando el ingenio. Así ocurrió con un soldado de la 90ª División de Infantería, que descubrió en una casa belga abandonada una gran cantidad de sabanas blancas. Las repartió entre sus hombres para utilizarlas como camuflaje. Con una abertura en el centro de la sabana, se convertían en ponchos a los que se les hacía unas burdas mangas. Cuando el oficial superior se enteró de lo que habían hecho con las sabanas, ordenó detener al soldado responsable y llevarlo ante un consejo de guerra por apropiación de material civil. Sin embargo, el comandante de la División tuvo conocimiento de los hechos y no solamente ordenó anular el consejo de guerra, sino que le impuso la Estrella de Bronce por su ingenio. Algunos soldados se ponían, como se ve en el relato anterior, toallas colocadas entre el gorro de lana y el casco de acero para evitar el frío en el cuello. Aquellos que debían pasar la noche en helados puestos avanzados, utilizaban el forro de los sacos de dormir abriéndoles un agujero para la cabeza y otros para los brazos, improvisando un chaleco que junto con varias mantas –estadounidenses o alemanas- les hacía pasar la noche menos miserablemente.
Entremos a la descripción detallada de las prendas. En la foto siguiente se observan los distintos modelos de jerséis, guantes y bufandas.
Jerseys
Durante la guerra se fabricaron varios tipos de jerséis, todos ellos de lana marrón o verde. El primero de ellos es el modelo sin mangas, que tejían a mano mujeres en los EE.UU., y que luego los repartía la Cruz Roja a los soldados en el frente. Para ello, se repartían por las oficinas de todo el país unos pequeños panfletos en los que se indicaban las instrucciones precisas para tricotar un Jersey, tal y como aparece en la imagen. Esta iniciativa estaba destinada a elevar la moral de la tropa y tranquilizar a los millones de madres preocupadas por el bienestar de sus hijos. En este enlace se explica dicha iniciativa con más detalle: Jerséis Cruz Roja Estadounidense
En lo que concierne a los jerséis con mangas, el más popular de ellos, denominado "High neck" o cuello alto, contaba con cinco botones plásticos que se cerraban en el pecho. Otro era el denominado “V-neck” o “cuello en V” que prescindía de botones. El de la foto es un modelo "high neck" de 5 botones, fabricado en marzo de 1944.
Guantes
La primera foto muestra el guante de dotación del ejercito, que estaba confeccionado en lana con el interior de la mano en cuero.
Un nuevo guante diseñado para climas fríos se distribuyó entre la tropa en algunas cantidades. Consistía en un guante interior de lana y otro exterior tipo mitón fabricado en tela con las palmas de las manos de cuero y con un apéndice para poder usar el dedo índice para disparar. Las primeras fotos son del guante interior de lana, adquirido de un lote de 10 que se encontró en unos almacenes militares hace unos años.
A continuación, una foto del mitón externo. Tanto en el guante interno como en el mitón externo se observa claramente el apéndice para que el dedo índice pudiese accionar el gatillo del arma.
Bufandas
Las bufandas estaban confeccionadas en lana, unas tipo “melton” y otras de punto, siendo ambas de dotación. Algunos soldados cortaban tiras de mantas rotas para hacerse con bufandas para ellos y sus compañeros. Al igual que en el caso de los guantes, muchas bufandas civiles llegaron a manos de los soldados. En la foto se observan varios modelos de bufanda: De arriba a abajo, bufanda civil de la Cruz Roja, bufanda de dotación, bufanda cortada de una manta de invierno y por último otra bufanda de dotación. A destacar la variedad de colores entre cada una de ellas.
En la siguiente foto se observan las botas, la manta, los calzoncillos de invierno y las prendas de cabeza.
La siguiente foto muestra los calzoncillos de invierno, denominados "long Johns". Fueron muy socorridos por los soldados durante los duros inviernos europeos. Para satisfacer la curiosidad de algún lector de este texto, les informo que NO están usados.
Prendas de cabeza
La prenda de cabeza reglamentaria en el ejército estadounidense de principios de guerra era el gorro M-1941 llamado “beanie” o “jeep cap”. Diseñado para usarse solo bajo el casco M-1, resulta una de las prendas más populares y la que más quebraderos de cabeza dio a los oficiales debido a la costumbre de los soldados de usarlo sin el casco, dándoles un aspecto poco marcial.
En ciertas unidades, los cuarteles de intendencia distribuyeron la capucha de lana de protección contra el gas “protective wool hood”. Su impregnación química le daba un tacto y un olor muy desagradable, pero al tratarse de un atuendo caliente que cubría casi toda la cabeza, se convirtió en una prenda muy apreciada. Es muy conocida la foto que apareció en la revista Yank de febrero de 1945 del soldado Joseph Arnaldo, recién llegado a la retaguardia tras 10 días consecutivos de combates en primera línea. En la cabeza, se observa esta prenda.
Otra prenda muy apreciada entre la tropa de infantería era la capucha de las tropas acorazadas, el “combat winter helmet”. En realidad, cualquier pieza del uniforme de carrista, sobre todo la chaqueta, era muy cotizada entre los soldados de infantería, ya que estaban diseñadas para proporcionar más calor a los carristas, que se encontraban confinados en un entorno más frío y sin posibilidad de moverse.
Pero esta prenda no solo era popular entre los soldados estadounidenses. En el duro invierno de 1944-45 muchos soldados alemanes utilizaban todas aquellas prendas de abrigo estadounidense que caían en sus manos, mucho más confortables que las que tenían a su disposición en el último año de guerra. Quizás la foto más famosa de utilización de la capucha de carrista por parte de un alemán es la serie fotos hechas durante la ofensiva de las Ardenas, en las que se ve a un conductor de Schwimmwagen con un capuchón para protegerse del frío.
Otra prenda de cabeza para el invierno era el denominado "Cap, Pile liner", que formaba parte del uniforme M-43. Al igual que con otras piezas de dicho uniforme, estaba diseñada para usarse bajo el casco M-1. El gorro de piel se utilizó de forma muy limitada en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, siendo no obstante muy utilizado durante la guerra de Corea, al igual que ocurrió con otras piezas del modelo de uniforme M-43.
Detrás de las prendas de cabeza vemos la manta de dotación, fabricada en lana. Fue compañera inseparable del soldado durante el frío invierno europeo.
Calzado
Sobre la manta, observamos los dos tipos de bota específicamente diseñadas por el departamento de Intendencia para el invierno. Durante las primeras fases del invierno del 44 los soldados utilizaron la misma bota de cuero de la campaña de verano. Solo a mediados de diciembre comenzaron a recibir las botas con polaina de cuero incorporada M-1943 y los “overshoes”. No fue hasta enero del 45 cuando comenzó el reparto de botas especiales para el frío, las “shoe-pacs M-1944”. La consecuencia fue que durante el invierno del 44-45, unos 45.000 soldados tuvieron que ser retirados del frente como consecuencia del pie de trinchera, el equivalente a tres divisiones de infantería.
Las "overshoes" estaban concebidas para llevarse encima del calzado habitual. La talla que marcaban correspondía a la de la bota que debían cubrir. La parte superior estaba fabricada en tela vulcanizada y la inferior de goma. Se cerraban con cuatro ganchos metálicos. A pesar de estar diseñadas para usos estáticos – centinelas o guardias- fueron, junto con las “Shoe-pacs” el calzado mas utilizado. Los de la foto están fabricados en julio de 1944.
Las Shoe-pacs M-1944 eran unas botas altas con la parte inferior de goma y la superior de cuero. Se llevaban con una plantilla inferior de felpa y su fabricación amplia permitía usar varios pares de calcetines gruesos. Se cerraba con cordones de cuero por 5 pares de agujeros en la bota y 4 pares de ganchos en la caña. Se diseñaron como una mejora respecto a las botas de combate para la lucha en regiones frías y húmedas. Su introducción se produjo en Italia, donde demostró sus ventajas e inconvenientes. En posiciones estáticas protegían del frío de forma efectiva, pero al caminar los pies de los soldados sudaban y al detenerse de nuevo el sudor se enfriaba y daba mayor sensación de frío. Además, su suela de goma sin apenas dibujo provocaba más de un problema al marchar por suelo helado. En la foto se observan dos variaciones del mismo modelo.
Abrigos
Detrás de las botas, se observan los abrigos "mackinaw" y el forro "pile liner".
El chaquetón denominado mackinaw o "jeep coat" era una de las prendas con las que el ejército de los EEUU entró en la guerra. Su diseño databa de 1938 y sufrió dos modificaciones durante la contienda. Se concibió como prenda de abrigo para personal no combatiente, sobre todo para conductores. Sin embargo, durante el invierno del 44 se convirtieron en piezas cotizadas para cualquier combatiente de primera línea. De hecho, durante la batalla de las Ardenas combatieron todo tipo de tropas auxiliares cuyo cometido en el frente no contemplaba la lucha con armas, por lo que el número de mackinaws durante la batalla de las Ardenas fue mayor que nunca, como se observa en el archivo fotográfico de la época.
Respecto al "Pile liner", mencionar que como parte del principio de capas, esta chaqueta se portaba por debajo de la chaqueta M-43 cuando las condiciones climáticas lo exigían. Su denominación oficial de “Jacket , Field, Pile” era un tanto confusa, ya que no se trataba de una chaqueta, sino de un forro, estando prohibido su uso sin la chaqueta excepto en interiores. Inicialmente su distribución se limitó a zonas árticas, montañosas y otras de especial frío. A pesar de existir numerosas variantes, sus características básicas eran las siguientes: Tenía puños y cuello elásticos de lana, contaba con 6 grandes botones de pasta que se cerraban con cordeles y estaba recubierta de piel de alpaca. Contaba con cortes a la altura de la tripa para poder acceder a los bolsillos de la camisa. Excepto para las tropas en Italia y para determinadas unidades especiales, como los paracaidistas, su distribución entre los soldados de infantería tuvo lugar muy entrado el año 1945.
El abrigo "Overcoat Melton" que databa de antes de la guerra, estaba fabricado en lana tipo “melton”. Contaba con cuello de solapa. Se cerraba con ocho botones de los que seis se mantenían a la vista y dos se encontraban ocultos bajo las grandes solapas. Solo cuando se deseaba cerrar el abrigo para cubrir el cuello se utilizaban los dos botones ocultos. Estos tenían grabado el escudo de armas de los E.E.U.U. y estaban fabricados en latón en el primer modelo y en plástico en el de final de guerra. En la parte trasera contaba con una cinta para el ajuste de la cintura mediante botones iguales a los de la parte delantera. A pesar de que el material con que estaba fabricado proporcionaba una gran protección contra el frío, cuando se mojaba o embarraba se volvía excesivamente pesado e incomodo. No obstante, a falta de otra cosa los soldados lo utilizaron en este último invierno europeo sin demasiadas quejas. El ejemplar de las siguientes fotos está fabricado en 1941.
Por último, las fotos siguientes corresponden a otro de los modelos de pantalón de lana disponible en los almacenes de intendencia estadounidense. No aparece en la foto de grupo porque no cabía, aunque merece la pena mencionarlo. Se trata de un pantalón fabricado de lana gruesa, denominado "18 onzas", que proporcionaba mucha más protección contra el frío que el pantalón de lana de tropa. El de la imagen, fabricado en 1945, es de los denominados "special" lo que significa que cuenta con un trozo adicional de tela en la zona de la bragueta para impedir la penetración de gases.
FIN
Fuentes / Para saber más:
- Uniformes y equipo originales de la colección del autor.
- The World War II G.I. in colour photographs, John Windrow, Windrow & Greene LTD, 1993
- Government Issue, Army Service Forces Catalogue, Henri-Paul Enjames, Histoire & Collections, 2003
- Doughboy to GI: US Army Clothing and Equipment 1900-1945, Kenneth Lewis, Motorbooks International, 1994
- Quartermaster Supply Catalogue QM 3-1, Agosto 1946
- America's Finest: US Airborne Uniforms, Equipment and Insignia of World War Two (Eto), Gary Howard, Greenhill Books, 1994
- The M-1 Helmet: A History of the U.S. M-1 Helmet in World War II, Mark A. Reynosa, Chiffer Publishing, LTD
- U.S. Army Uniforms of World War II, Shelby Stanton, Stackpole Books, 1995
- Archivos Time-Life
- NARA