FRANZ VON WERRA
Franz Xaver von Werra
Franz Xaver von WerraFranz Xaver Freiherr (13 de julio de 1914 Leux [Suiza], + 25 de octubre de 1941 en Vlissingen [Holanda]), fue un piloto de combate alemán y as de vuelo que fue derribado sobre Gran Bretaña y capturado. Se le considera generalmente como el único prisionero de guerra del Eje por tener éxito en escapar de la custodia canadiense y regresar a Alemania a través de los Estados Unidos, México, América del Sur y España, llegando finalmente a Alemania el 18 de abril de 1941.
BIOGRAFÍA
Su padre, Frehierr Leo von Werra, era notario, pero se arruinó poco después del nacimiento de Franz, su madre se llamaba Henriette, y por ello, Franz y Emma-Charlotte, los menores de los seis hijos de los padres, fueron adoptados en 1915, por mediación de una prima, por Carl y Louise von Haber, un matrimonio de aristócratas alemanes amigos de la familia, que no tenían hijos propios. Estos nunca le dijeron a los dos hermanos quienes eran sus verdaderos padres.
Cuando sus padres adoptivos se separaron, en 1932, Franz huyó de su casa y trató de llegar a EE.UU. como polizón en el carguero "Niederwald", aunque fue descubierto en el puerto de Hamburgo.
Dejó su programa preparatorio universitario, se emplea en diversos trabajos y se unió a la SA en 1934, donde descubrió que fue adoptado mientras investigaba su linaje como requisito de afiliación. Adopta su apellido natal con su nombre de nacimiento, y se une a la Luftwaffe en 1936. Dos años más tarde, obtiene el rango de teniente.
Tras el estallido de la IIGM., y habiendo tenido una breve participación en la campaña polaca con su Me-Bf 109 E 4, formando parte de la Jagdgeschwader 1, fue asignado al Grupo II de la JG 3, con la que combatió en la invasión de Francia, logrando sus primeras cuatro victorias: dos Breguet 690 y un Potez 630 franceses y un Hawker Hurricane británico, cerca de Cambrai. Estos éxitos le valieron recibir la Cruz de Hierro de II Clase y, más adelante, la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro.
También llamó la atención de la prensa alemana por su carácter: extrovertido, simpático, seductor, inteligente, amigo de la vida social, excéntrico (hasta el punto de tener como mascota a un cachorro de león llamado Simba, la cual fue adoptada como distintivo del escuadrón), las fotografías con el cachorro le reportaron fama, al salir en las portadas de revistas de Alemania.
Inquieto, atrevido, era sin duda todo un personaje, incluso se añade el título de barón para darse importancia ante sus superiores y compañeros.
Con la rendición de Francia, la guerra se trasladó hacia Gran Bretaña, durante los enfrentamientos de lo que se llamó la Batalla de Inglaterra, von Werra aumentó su número de triunfos: derribó un Spitfire y tres Hurricanes, además de otros cinco aviones destruidos en tierra, cerca de Rochester (aunque no confirmados por los registros británicos), que elevaron su tanteo personal a 13. Sin embargo, su buena suerte se truncó el 5 de septiembre de 1940, escoltando a un grupo de bombarderos en Croydon, cuando su caza resultó alcanzado por Basil Gerald "Stapme" Stapleton del Escuadrón Nº. 603 fue quien lo derribo, pero posiblemente el caza de von Werra, había sido dañado previamente por George Bennions del escuadrón Nº. 41, y Stapleton le dio el golpe de gracia, con un incendio en el motor y dañada la radio. Se estrelló en un campo cerca de Winchet Hill (Kent) (al sur de Londres), siendo capturado por un cocinero de una unidad militar cercana, armado solamente con un cuchillo de cocina.
Fue recluido inicialmente en Maidstone, en un barracón del cuartel del Regimiento Real de Infantería de West Kent, donde tuvo lugar su primer intento de fuga: mientras cavaba una zanja, intentó dejar sin sentido al soldado Dennis Rickwood que lo vigilaba, pero éste logró reducirlo con su porra, a pesar de que Franz tenía una hacha.
Posteriormente, lo llevaron a Trent Park, una mansión de campo del norte de Londres del siglo XVII que era usada como lugar de interrogatorio para los prisioneros capturados, fundamentalmente oficiales, donde lo interrogaron durante dos semanas.
En un primer interrogatorio llevado a cabo en Londres por un hábil oficial inglés, éste le comenzó a hablar sobre Alemania y otras cuestiones aparentemente triviales, pero que proporcionaron a dicho oficial una valiosa información sobre el prisionero sin que se percatase de su propia indiscreción, von Werra, había tenido la precaución de quemar cuando saltó de la cabina cuantos papeles llevaba encima para evitar, que los ingleses pudieran saber más de lo que él conscientemente pudiera decir, pero aún así el oficial inglés consiguió sacarle todo lo que pudo que no fue poco, von Werra se dio cuenta de cuanto había dicho de un modo inconsciente durante ese primer interrogatorio, cuando en un segundo interrogatorio otro oficial le espetó tras una larga conversación nombres de su mejor amigo, su mascota y grupo de caza y unidad a la que pertenecía; en sucesivos interrogatorios sufrió el acoso de diferentes oficiales de inteligencia que pusieron en práctica todos los medios posibles para conseguir sacarle más información sin darse cuenta que von Werra era un tipo inteligente que había aprendido la lección y no dio información militar a sabiendas de que lo hacía, sin embargo esos interrogatorios sirvieron para que el piloto alemán aprendiera casi todos los trucos de los ingleses para hacer hablar a cualquier prisionero, lo aprendido por von Werra tendría consecuencias en un futuro no muy lejano, como cuando regresó a Alemania e informó de las técnicas de interrogatorios de los británicos.
Después, lo trasladaron a un centro temporal de reclusión en Londres y más tarde a Grizedale Hall, en Lancashire, una lujosa casa de campo de cuarenta habitaciones, cerca de la frontera escocesa, transformada en campo de prisioneros con el nombre de Campo Nº 1 (llamado por los prisioneros U Boat Hotel, porque la mayoría de ellos pertenecían a la marina alemana), de donde no tardaría en escaparse: el 7 de octubre, aprovechando uno de los diarios paseos que los presos daban por los alrededores de la mansión, de unos tres kilómetros con ocho soldados, un oficial y un sargento a caballo a caballo, y mientras hacían una parada de descanso de diez minutos, aprovechó que pasaba un carro con fruta, los prisioneros se arremolinaron para comer, y guardados por éstos, von Werra saltó un muro, se escondió hasta que presos y guardianes se perdieron de vista y desapareció en los campos circundantes, aunque dos mujeres que se encontraban realizando labores en el campo se dan cuenta y empiezan a gritar y ha hacer gestos con los brazos, los prisioneros lo advierten y empiezan a saludarlas para encubrirlo, lo que esto hace que el sargento no se percate de la fuga. Añadir que siempre se cogían dos rutas del paseo, una no era propicia, pero la otra sí, por el muro que serpenteaba por el camino.
En cuanto se descubrió su fuga, ya que los prisioneros empezaron a cantar, estando prohibido, siguen cantando y ante la negativa a dejar de hacerlo, empiezan a sospechar y con dificultades para realizar el recuento, debido a los numerosos movimientos de los alemanes, se comprueba a punta de pistola que falta un cautivo, se da la alarma a la Policía, agricultores de la zona y a la Guardia Nacional.
Se empezaron a registrar los alrededores, sin éxito. La noche del día 10, dos voluntarios de la Guardia lo descubrieron resguardándose de la lluvia en una cabaña de pastores, pero logró huir amparándose en la oscuridad. Finalmente, el día 12, fue visto saltando un muro y, tras una batida por la zona, fue capturado aterido de frío y de hambre, mientras trataba de ocultarse sumergido casi por completo en un lodazal.
Fue condenado a 21 días de confinamiento solitario, y el 3 de noviembre fue trasladado al campo Nº 13 en Swanwick, (Derbyshire), también conocido como el campamento Hayes, el cual estaba en el centro de la isla.
Pero como no estaba dispuesto a dejarse amilanar, junto a otros cinco compañeros, formaron un grupo de fuga a través de un túnel, al que le llamaron humorísticamente Excavaciones Swanwick S.A. El túnel, de unos 16 metros de largo, les llevó casi un mes de trabajo con cubos y palas de mango corto, fue duro por la falta de luz, la calor y la falta de aire en el tramo final, pero finalmente, el 20 de diciembre, aprovecharon que se cortó la luz por una alerta aérea y estaban cantando el coro del campamento, se escabulleron todos menos uno, que decidió al final no fugarse.
Llevaban documentos de identidad falsificados pero poco dinero, y el plan consistía en llegar a un puerto y embarcar como polizones o dirigirse a Liverpool, pero Franz desestimó la idea y procedió solo.
Sus compañeros fueron descubiertos al poco de la fuga, uno fue descubierto al robar una bicicleta que pertenecía un policía, pero Franz tenía un plan más audaz: tenía un mono de vuelo inglés y dominaba el idioma, y tranquilamente se dirigió a la estación más cercana, Codnok Park, con la identidad del capitán holandés van Lott, el cual había sido derribado en un combate aéreo, y necesitaba que lo llevasen a la base aérea más cercana. Esto en principio, no causó extrañeza, ya que en Gran Bretaña había muchos pilotos de distintas nacionalidades que se habían unido para luchar contra los alemanes. Fue tal su locuacidad, y sangre fría, que consiguió que llamaran a la base de Hucknall, cerca de Nottingham, desde donde le enviaron un coche a recogerlo. Su aplomo fue tal que incluso logró convencer a una patrulla de policía que buscaba a los fugados y lo interrogó en la estación.
Ya en la base, el oficial de guardia sospechó de él, le pide la chapa de identificación y le dice que se quite el traje de vuelo, pero von Werra manifestó que tenía prohibido llevar ningún tipo de documento, ya que estaba en una misión secreta de pruebas por una nueva mina, solo le dijo que era de la base de Aberdeen, mientras se estaba comprobando su historia, se excusó con ir al baño, se escapa por la ventana y corrió al hangar más cercano, observa a un avión estacionado con un mecánico, le saluda y le dice:
“soy el capitán van Lott, piloto holandés me acaban de destinar aquí, pero nunca he volado en Hurricanes, el oficial de guardia me manda para que usted me enseñe a manejar los mandos y pueda hacer un vuelo de práctica ¿Qué aparato está listo para despegar?”, el mecánico, extrañado, le dice que si no se había equivocado de lugar, y avisa al gerente, al cual le convence que mientras rellena la orden de vuelo, él se familiarizaría con los mandos, pero cuando ya estaba sentado en la cabina estudiando los controles, fue detenido por el oficial a punto de pistola.
Es llevado de vuelta al campamento Hayes bajo custodia armada, donde es castigado con diez días de aislamiento.
El 10 enero de 1941, es llevado junto a otros prisioneros, en tren hasta Glasgow y a Canadá en el buque Duquesa de York, lega al puerto de Halifax, y con destino al campamento Neys, cerca del Lago Ontario. Ya en la travesía, empieza a planear la fuga, con dirección a EEUU, ya que este país todavía era neutral. Cuando son llevados hacia el campamento en un tren, salta junto a otros, por una ventanilla que se había deshelado, y aprovechando que todos los que iban en el vagón, unos 35, habían comido manzanas, con lo cual el ir y venir al baño era continuo, aprovechó la confusión y el arroparse con unas mantas los demás, se vio a unos 30 kilómetros del río Ontario. Su ausencia no es notada hasta el día siguiente.
A las siete de la mañana del 24 de enero, von Werra llegó a la localidad de Johnstown en la orilla norte del río San Lorenzo en la orilla opuesta estaba la localidad de Ogdensburg (Estado de Nueva York), el río estaba helado y pensó que podría cruzarlo a pie, se encontró con un canal de agua, regresó a la orilla canadiense y se dirigió a un campamento en el que encontró una canoa, estaba pegada al suelo por el hielo pero consiguió despegarla, la arrastró y a bordo de ella llegó a la orilla estadounidense arrastrado por la corriente, paró un coche que iba conducido por una enfermera a la que preguntó si estaba en la orilla estadounidense, tras confirmarle que así era, von Werra se identificó como oficial de la Fuerza Aérea alemana añadiendo “soy... era prisionero de guerra”, se presentó ante la policía ya que todavía era neutral EE. UU.
El Cónsul alemán pago una fianza de 5000 dólares que más tarde se elevó a 15000 para evitar algunas de sus indiscreciones, se lo llevó a Nueva York e hizo lo posible porque se distrajera en cabarets, teatros y otros lugares de diversión. En Alemania fue elevado a la categoría de héroe nacional, gracias a toda la publicidad internacional que se había montado en torno a él. En Canadá para reforzar los argumentos de su extradición le acusaron del robo de la canoa valorada en 35 dólares y estaban llevando a cabo grandes esfuerzos jurídicos y diplomáticos para conseguir que fuera devuelto.
Los funcionarios del Consulado alemán tras algunas gestiones supieron que con toda posibilidad sería devuelto a Canadá, por tanto, decidieron que lo mejor era olvidarse de la fianza y huir del país.
Agentes del FBI estaban encargados de su vigilancia, eso no suponía mayor problema para alguien que había burlado varias veces a los británicos y canadienses, tras varios cambios de taxi les despistó, se subió a un tren que le llevó a El Paso y cruzó el puente internacional disfrazado de campesino mexicano, como los que cruzaban la frontera todos los días. La Embajada alemana le preparó un pasaporte con nombre falso y le consiguió un pasaje aéreo vía México, Río de Janeiro, Perú, Bolivia, Barcelona y Roma, tras lo cual llegó a Berlín el 18 de abril de 1941.
Su llegada se mantuvo en secreto algún tiempo por motivos de seguridad (recordemos que von Werra sabía cuestiones muy importantes sobre el interrogatorio de los británicos a prisioneros), se le entregó la Cruz de Caballero que se había ganado, se la dio Hitler en persona, que le felicitó por su escapatoria, Göering le ascendió a capitán y se hicieron muchas fiestas particulares en su honor.
Se le asignó la tarea de mejorar las técnicas alemanas para interrogar a los pilotos capturados, basándose en sus experiencias con el sistema británico, informó al Alto Mando alemán con informes sobre cómo había sido tratado como un prisionero de guerra, y esto causó una mejora en el tratamiento de los prisioneros de guerra aliados en Alemania.
Asistió a interrogatorios de prisioneros ingleses y descubrió que los interrogatorios a los pilotos británicos eran muy deficientes. Tras ello los alemanes adoptaron los métodos británicos de interrogación.
Visitó varios campos de prisioneros ingleses para recomendar medidas contra las evasiones, pero las hizo sobre el medio de mejorar las condiciones de vida de los prisioneros.
Escribió un libro sobre sus experiencias titulado Meine Flucht aus England (Mi evasión de Inglaterra), aunque no se publicó, ya que el Ministerio de Propaganda lo censuró, ya que lo vio pro-británico.
Volvió al servicio activo con la Luftwaffe y fue desplegado inicialmente al frente ruso como Gruppenkommandeur de I. / JG 53 , consiguiendo nuevas victorias, llegando a 21 aviones derribados. A comienzos de agosto de 1941, el I./JG 53 se retiró a Alemania para reequiparse con el nuevo Bf 109F-4, tras lo cual se trasladó a Katwijk (Países Bajos) en agosto de 1941. En este intervalo, se casa con su prometida Elfi Traut en agosto.
El 25 de octubre de 1941, despegó en un Bf 109F-4 número 7285, en un vuelo de práctica. Su avión sufrió un fallo de motor completo, parece ser que saltó en paracaídas pero su cuerpo no fue hallado, el avión se estrelló en el Mar del Norte, cerca de Vlissingen. La propaganda nazi mintió, afirmando que había caído luchando en el frente ruso.
Se abrió una investigación, con el resultado final de "fallo del motor y descuido del piloto". Su cuerpo nunca fue encontrado ni el avión.
La historia de Werra fue el tema de la película de 1957 "The One That Got Away" (El único evadido), protagonizada por Hardy Krüger como Franz von Werra. La película se basó en un libro de Kendall Burt y James Leasor publicado en 1956.
Un documental suizo llamado "von Werra" (con clips de "The One That Got Away") fue emitido en el 2002.
Enlace a la ficha de su película, en este foro: El único evadidoBIOGRAFÍA
Su padre, Frehierr Leo von Werra, era notario, pero se arruinó poco después del nacimiento de Franz, su madre se llamaba Henriette, y por ello, Franz y Emma-Charlotte, los menores de los seis hijos de los padres, fueron adoptados en 1915, por mediación de una prima, por Carl y Louise von Haber, un matrimonio de aristócratas alemanes amigos de la familia, que no tenían hijos propios. Estos nunca le dijeron a los dos hermanos quienes eran sus verdaderos padres.
Cuando sus padres adoptivos se separaron, en 1932, Franz huyó de su casa y trató de llegar a EE.UU. como polizón en el carguero "Niederwald", aunque fue descubierto en el puerto de Hamburgo.
Dejó su programa preparatorio universitario, se emplea en diversos trabajos y se unió a la SA en 1934, donde descubrió que fue adoptado mientras investigaba su linaje como requisito de afiliación. Adopta su apellido natal con su nombre de nacimiento, y se une a la Luftwaffe en 1936. Dos años más tarde, obtiene el rango de teniente.
Tras el estallido de la IIGM., y habiendo tenido una breve participación en la campaña polaca con su Me-Bf 109 E 4, formando parte de la Jagdgeschwader 1, fue asignado al Grupo II de la JG 3, con la que combatió en la invasión de Francia, logrando sus primeras cuatro victorias: dos Breguet 690 y un Potez 630 franceses y un Hawker Hurricane británico, cerca de Cambrai. Estos éxitos le valieron recibir la Cruz de Hierro de II Clase y, más adelante, la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro.
También llamó la atención de la prensa alemana por su carácter: extrovertido, simpático, seductor, inteligente, amigo de la vida social, excéntrico (hasta el punto de tener como mascota a un cachorro de león llamado Simba, la cual fue adoptada como distintivo del escuadrón), las fotografías con el cachorro le reportaron fama, al salir en las portadas de revistas de Alemania.
Inquieto, atrevido, era sin duda todo un personaje, incluso se añade el título de barón para darse importancia ante sus superiores y compañeros.
Con la rendición de Francia, la guerra se trasladó hacia Gran Bretaña, durante los enfrentamientos de lo que se llamó la Batalla de Inglaterra, von Werra aumentó su número de triunfos: derribó un Spitfire y tres Hurricanes, además de otros cinco aviones destruidos en tierra, cerca de Rochester (aunque no confirmados por los registros británicos), que elevaron su tanteo personal a 13. Sin embargo, su buena suerte se truncó el 5 de septiembre de 1940, escoltando a un grupo de bombarderos en Croydon, cuando su caza resultó alcanzado por Basil Gerald "Stapme" Stapleton del Escuadrón Nº. 603 fue quien lo derribo, pero posiblemente el caza de von Werra, había sido dañado previamente por George Bennions del escuadrón Nº. 41, y Stapleton le dio el golpe de gracia, con un incendio en el motor y dañada la radio. Se estrelló en un campo cerca de Winchet Hill (Kent) (al sur de Londres), siendo capturado por un cocinero de una unidad militar cercana, armado solamente con un cuchillo de cocina.
Fue recluido inicialmente en Maidstone, en un barracón del cuartel del Regimiento Real de Infantería de West Kent, donde tuvo lugar su primer intento de fuga: mientras cavaba una zanja, intentó dejar sin sentido al soldado Dennis Rickwood que lo vigilaba, pero éste logró reducirlo con su porra, a pesar de que Franz tenía una hacha.
Posteriormente, lo llevaron a Trent Park, una mansión de campo del norte de Londres del siglo XVII que era usada como lugar de interrogatorio para los prisioneros capturados, fundamentalmente oficiales, donde lo interrogaron durante dos semanas.
En un primer interrogatorio llevado a cabo en Londres por un hábil oficial inglés, éste le comenzó a hablar sobre Alemania y otras cuestiones aparentemente triviales, pero que proporcionaron a dicho oficial una valiosa información sobre el prisionero sin que se percatase de su propia indiscreción, von Werra, había tenido la precaución de quemar cuando saltó de la cabina cuantos papeles llevaba encima para evitar, que los ingleses pudieran saber más de lo que él conscientemente pudiera decir, pero aún así el oficial inglés consiguió sacarle todo lo que pudo que no fue poco, von Werra se dio cuenta de cuanto había dicho de un modo inconsciente durante ese primer interrogatorio, cuando en un segundo interrogatorio otro oficial le espetó tras una larga conversación nombres de su mejor amigo, su mascota y grupo de caza y unidad a la que pertenecía; en sucesivos interrogatorios sufrió el acoso de diferentes oficiales de inteligencia que pusieron en práctica todos los medios posibles para conseguir sacarle más información sin darse cuenta que von Werra era un tipo inteligente que había aprendido la lección y no dio información militar a sabiendas de que lo hacía, sin embargo esos interrogatorios sirvieron para que el piloto alemán aprendiera casi todos los trucos de los ingleses para hacer hablar a cualquier prisionero, lo aprendido por von Werra tendría consecuencias en un futuro no muy lejano, como cuando regresó a Alemania e informó de las técnicas de interrogatorios de los británicos.
Después, lo trasladaron a un centro temporal de reclusión en Londres y más tarde a Grizedale Hall, en Lancashire, una lujosa casa de campo de cuarenta habitaciones, cerca de la frontera escocesa, transformada en campo de prisioneros con el nombre de Campo Nº 1 (llamado por los prisioneros U Boat Hotel, porque la mayoría de ellos pertenecían a la marina alemana), de donde no tardaría en escaparse: el 7 de octubre, aprovechando uno de los diarios paseos que los presos daban por los alrededores de la mansión, de unos tres kilómetros con ocho soldados, un oficial y un sargento a caballo a caballo, y mientras hacían una parada de descanso de diez minutos, aprovechó que pasaba un carro con fruta, los prisioneros se arremolinaron para comer, y guardados por éstos, von Werra saltó un muro, se escondió hasta que presos y guardianes se perdieron de vista y desapareció en los campos circundantes, aunque dos mujeres que se encontraban realizando labores en el campo se dan cuenta y empiezan a gritar y ha hacer gestos con los brazos, los prisioneros lo advierten y empiezan a saludarlas para encubrirlo, lo que esto hace que el sargento no se percate de la fuga. Añadir que siempre se cogían dos rutas del paseo, una no era propicia, pero la otra sí, por el muro que serpenteaba por el camino.
En cuanto se descubrió su fuga, ya que los prisioneros empezaron a cantar, estando prohibido, siguen cantando y ante la negativa a dejar de hacerlo, empiezan a sospechar y con dificultades para realizar el recuento, debido a los numerosos movimientos de los alemanes, se comprueba a punta de pistola que falta un cautivo, se da la alarma a la Policía, agricultores de la zona y a la Guardia Nacional.
Se empezaron a registrar los alrededores, sin éxito. La noche del día 10, dos voluntarios de la Guardia lo descubrieron resguardándose de la lluvia en una cabaña de pastores, pero logró huir amparándose en la oscuridad. Finalmente, el día 12, fue visto saltando un muro y, tras una batida por la zona, fue capturado aterido de frío y de hambre, mientras trataba de ocultarse sumergido casi por completo en un lodazal.
Fue condenado a 21 días de confinamiento solitario, y el 3 de noviembre fue trasladado al campo Nº 13 en Swanwick, (Derbyshire), también conocido como el campamento Hayes, el cual estaba en el centro de la isla.
Pero como no estaba dispuesto a dejarse amilanar, junto a otros cinco compañeros, formaron un grupo de fuga a través de un túnel, al que le llamaron humorísticamente Excavaciones Swanwick S.A. El túnel, de unos 16 metros de largo, les llevó casi un mes de trabajo con cubos y palas de mango corto, fue duro por la falta de luz, la calor y la falta de aire en el tramo final, pero finalmente, el 20 de diciembre, aprovecharon que se cortó la luz por una alerta aérea y estaban cantando el coro del campamento, se escabulleron todos menos uno, que decidió al final no fugarse.
Llevaban documentos de identidad falsificados pero poco dinero, y el plan consistía en llegar a un puerto y embarcar como polizones o dirigirse a Liverpool, pero Franz desestimó la idea y procedió solo.
Sus compañeros fueron descubiertos al poco de la fuga, uno fue descubierto al robar una bicicleta que pertenecía un policía, pero Franz tenía un plan más audaz: tenía un mono de vuelo inglés y dominaba el idioma, y tranquilamente se dirigió a la estación más cercana, Codnok Park, con la identidad del capitán holandés van Lott, el cual había sido derribado en un combate aéreo, y necesitaba que lo llevasen a la base aérea más cercana. Esto en principio, no causó extrañeza, ya que en Gran Bretaña había muchos pilotos de distintas nacionalidades que se habían unido para luchar contra los alemanes. Fue tal su locuacidad, y sangre fría, que consiguió que llamaran a la base de Hucknall, cerca de Nottingham, desde donde le enviaron un coche a recogerlo. Su aplomo fue tal que incluso logró convencer a una patrulla de policía que buscaba a los fugados y lo interrogó en la estación.
Ya en la base, el oficial de guardia sospechó de él, le pide la chapa de identificación y le dice que se quite el traje de vuelo, pero von Werra manifestó que tenía prohibido llevar ningún tipo de documento, ya que estaba en una misión secreta de pruebas por una nueva mina, solo le dijo que era de la base de Aberdeen, mientras se estaba comprobando su historia, se excusó con ir al baño, se escapa por la ventana y corrió al hangar más cercano, observa a un avión estacionado con un mecánico, le saluda y le dice:
“soy el capitán van Lott, piloto holandés me acaban de destinar aquí, pero nunca he volado en Hurricanes, el oficial de guardia me manda para que usted me enseñe a manejar los mandos y pueda hacer un vuelo de práctica ¿Qué aparato está listo para despegar?”, el mecánico, extrañado, le dice que si no se había equivocado de lugar, y avisa al gerente, al cual le convence que mientras rellena la orden de vuelo, él se familiarizaría con los mandos, pero cuando ya estaba sentado en la cabina estudiando los controles, fue detenido por el oficial a punto de pistola.
Es llevado de vuelta al campamento Hayes bajo custodia armada, donde es castigado con diez días de aislamiento.
El 10 enero de 1941, es llevado junto a otros prisioneros, en tren hasta Glasgow y a Canadá en el buque Duquesa de York, lega al puerto de Halifax, y con destino al campamento Neys, cerca del Lago Ontario. Ya en la travesía, empieza a planear la fuga, con dirección a EEUU, ya que este país todavía era neutral. Cuando son llevados hacia el campamento en un tren, salta junto a otros, por una ventanilla que se había deshelado, y aprovechando que todos los que iban en el vagón, unos 35, habían comido manzanas, con lo cual el ir y venir al baño era continuo, aprovechó la confusión y el arroparse con unas mantas los demás, se vio a unos 30 kilómetros del río Ontario. Su ausencia no es notada hasta el día siguiente.
A las siete de la mañana del 24 de enero, von Werra llegó a la localidad de Johnstown en la orilla norte del río San Lorenzo en la orilla opuesta estaba la localidad de Ogdensburg (Estado de Nueva York), el río estaba helado y pensó que podría cruzarlo a pie, se encontró con un canal de agua, regresó a la orilla canadiense y se dirigió a un campamento en el que encontró una canoa, estaba pegada al suelo por el hielo pero consiguió despegarla, la arrastró y a bordo de ella llegó a la orilla estadounidense arrastrado por la corriente, paró un coche que iba conducido por una enfermera a la que preguntó si estaba en la orilla estadounidense, tras confirmarle que así era, von Werra se identificó como oficial de la Fuerza Aérea alemana añadiendo “soy... era prisionero de guerra”, se presentó ante la policía ya que todavía era neutral EE. UU.
El Cónsul alemán pago una fianza de 5000 dólares que más tarde se elevó a 15000 para evitar algunas de sus indiscreciones, se lo llevó a Nueva York e hizo lo posible porque se distrajera en cabarets, teatros y otros lugares de diversión. En Alemania fue elevado a la categoría de héroe nacional, gracias a toda la publicidad internacional que se había montado en torno a él. En Canadá para reforzar los argumentos de su extradición le acusaron del robo de la canoa valorada en 35 dólares y estaban llevando a cabo grandes esfuerzos jurídicos y diplomáticos para conseguir que fuera devuelto.
Los funcionarios del Consulado alemán tras algunas gestiones supieron que con toda posibilidad sería devuelto a Canadá, por tanto, decidieron que lo mejor era olvidarse de la fianza y huir del país.
Agentes del FBI estaban encargados de su vigilancia, eso no suponía mayor problema para alguien que había burlado varias veces a los británicos y canadienses, tras varios cambios de taxi les despistó, se subió a un tren que le llevó a El Paso y cruzó el puente internacional disfrazado de campesino mexicano, como los que cruzaban la frontera todos los días. La Embajada alemana le preparó un pasaporte con nombre falso y le consiguió un pasaje aéreo vía México, Río de Janeiro, Perú, Bolivia, Barcelona y Roma, tras lo cual llegó a Berlín el 18 de abril de 1941.
Su llegada se mantuvo en secreto algún tiempo por motivos de seguridad (recordemos que von Werra sabía cuestiones muy importantes sobre el interrogatorio de los británicos a prisioneros), se le entregó la Cruz de Caballero que se había ganado, se la dio Hitler en persona, que le felicitó por su escapatoria, Göering le ascendió a capitán y se hicieron muchas fiestas particulares en su honor.
Se le asignó la tarea de mejorar las técnicas alemanas para interrogar a los pilotos capturados, basándose en sus experiencias con el sistema británico, informó al Alto Mando alemán con informes sobre cómo había sido tratado como un prisionero de guerra, y esto causó una mejora en el tratamiento de los prisioneros de guerra aliados en Alemania.
Asistió a interrogatorios de prisioneros ingleses y descubrió que los interrogatorios a los pilotos británicos eran muy deficientes. Tras ello los alemanes adoptaron los métodos británicos de interrogación.
Visitó varios campos de prisioneros ingleses para recomendar medidas contra las evasiones, pero las hizo sobre el medio de mejorar las condiciones de vida de los prisioneros.
Escribió un libro sobre sus experiencias titulado Meine Flucht aus England (Mi evasión de Inglaterra), aunque no se publicó, ya que el Ministerio de Propaganda lo censuró, ya que lo vio pro-británico.
Volvió al servicio activo con la Luftwaffe y fue desplegado inicialmente al frente ruso como Gruppenkommandeur de I. / JG 53 , consiguiendo nuevas victorias, llegando a 21 aviones derribados. A comienzos de agosto de 1941, el I./JG 53 se retiró a Alemania para reequiparse con el nuevo Bf 109F-4, tras lo cual se trasladó a Katwijk (Países Bajos) en agosto de 1941. En este intervalo, se casa con su prometida Elfi Traut en agosto.
El 25 de octubre de 1941, despegó en un Bf 109F-4 número 7285, en un vuelo de práctica. Su avión sufrió un fallo de motor completo, parece ser que saltó en paracaídas pero su cuerpo no fue hallado, el avión se estrelló en el Mar del Norte, cerca de Vlissingen. La propaganda nazi mintió, afirmando que había caído luchando en el frente ruso.
Se abrió una investigación, con el resultado final de "fallo del motor y descuido del piloto". Su cuerpo nunca fue encontrado ni el avión.
La historia de Werra fue el tema de la película de 1957 "The One That Got Away" (El único evadido), protagonizada por Hardy Krüger como Franz von Werra. La película se basó en un libro de Kendall Burt y James Leasor publicado en 1956.
Un documental suizo llamado "von Werra" (con clips de "The One That Got Away") fue emitido en el 2002.
Condecoraciones
- Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro
- Cruz de Hierro de Primera Clase
- Insignia piloto de la Luftwaffe
- Insignia Luftwaffe piloto observador
ÁLBUM FOTOGRÁFICO
Con su cachorro de león Simba
Franz von Werra
Franz von Werra en el interior de su Messerschmitt Bf 109E
El Messerschmitt Bf 109E-4 de von Werra cuando fue derribado el 5 de septiembre de 1940, en Winchet Hill, Love's Farm, Marsden, Kent
Grizedale Hall
Franz von Werra
Mapa que muestra las rutas de escape de von Werra y sus compañeros
Su boda
El túnel excavado en Swanwick por von Werra y sus compañeros fue redescubierto en 2011, en un estado de conservación bastante bueno, hay una placa a la entrada
Durante su estancia en Nueva York
Carátula de la película sobre su vidaTRAILER
https://www.findagrave.com/cgi-bin/fg.c ... d=21549132
https://en.wikipedia.org/wiki/Franz_von_Werra
http://laescaleradeiakob.blogspot.com.e ... fugas.html
https://www.google.es/
https://www.youtube.com/watch?v=LVxc8cStNxo
