- Introducción
- Los atentados contra HiroHito
- Sakurakai – La Sociedad de la Flor del Cerezo
- Toseiha – La Facción del Control Moderado
- Kodoha – La Facción del Camino Imperial
- El Golpe de Estado del 26 de Febrero de 1936
- El Militarismo llega al Gabinete del Gobierno – Ley de Movilización Nacional
- Fuentes
El ultranacionalismo era una característica de los políticos de derechas y de los Militares conservadores desde los orígenes de la Restauración Meiji, con el Emperador MutsuHito, contribuyendo en gran medida a las políticas probelicistas de finales del siglo XIX. El reinado del Emperador Meiji, que se había marcado como objetivo la modernización de la sociedad japonesa y que había marcado el fin de la sociedad samurái y de los Shogunes, pasando de una sociedad feudal y rural a otro modelo urbano y capitalista, había dado origen también a una serie de sociedades secretas, patrióticas y conservadoras, como la Genyosha en 1881, (Sociedad del Océano Negro), ó posteriormente la Kokuryukai en 1901, (Sociedad del Dragón Negro).
Estos grupos se mostraron muy activos tanto en la política interior como en la exterior, fomentando los sentimientos belicistas y apoyando las causas ultranacionalistas. Después de las victorias de Japón contra China, (Primera Guerra Sino-Japonesa 1894 a 1895),y contra Rusia, (Guerra Ruso-Japonesa 1904 a 1905),los miembros de estas sociedades se centraron en las actividades de la política doméstica, empezando a percibir y a advertir de la amenaza del comunismo y del socialismo.



Durante su reinado, la Restauración Showa “Periodo de la Armonía Brillante”, el Emperador HiroHito sufrió tres atentados contra su vida, que incrementaron los sentimientos ultranacionalistas ya que pensaban que existían una serie de grupos sociales y partidos políticos, (independentistas y de extrema izquierda), que estaban dispuestos a destruir el modo de vida japonés y a asesinar a la figura más sagrada del estado.
El “Incidente Toranomon” fue el primero de los complots sufridos por el Emperador HiroHito para acabar con su vida. Fue llevado a cabo por el activista radical socialista Daisuke Namba, un antiguo estudiante de la Universidad de Waseda e hijo de Sakumo shin Namba que era representante político en la Diet, quien en 1923 disparó con un rifle camuflado de bastón contra el entonces Príncipe Regente que se dirigía hacia la Diet en un coche.

Con posterioridad al intento de asesinato de HiroHito se produjeron una serie de redadas por parte de la policía contra grupos anarquistas y socialistas, ya que se sospechaba que el atentado era una represalia por el asesinato durante unas protestas contra la mala gestión del Gobierno por un terremoto, del líder socialista Osugi Sakae a manos del Capitán Amasaku del Kenpeitai.

Daisuke Namba fue ahorcado en 1924 y los testigos afirman que se mantuvo dando vivas al comunismo e insultando a los representantes del Gobierno hasta que se abrió la trampilla del patíbulo. Su padre dimitió de su cargo político en la Diet y cometió el suicidio ritual Sepukku ó HaraKiri. El resto de la familia aceptó el cambio de apellido otorgado por el Emperador HiroHito como gesto de magnanimidad y pasó a llamarse Kurokawa.
El segundo intento de asesinato contra el todavía Príncipe Regente HiroHito, fue frustrado por los servicios policiales en 1926 quienes detuvieron a dos jóvenes anarquistas relacionados con el Movimiento para la Independencia de Corea, (aunque no eran miembros activos del mismo), que estaban recopilando armas, explosivos e información para cometer un futuro atentado contra HiroHito.

Detenidos durante una redada, ambos se declararon culpables de urdir un plan para asesinar al Príncipe Regente con explosivos. Condenados inicialmente por alta traición y sentenciados a muerte, el Príncipe Regente les conmutó la sentencia por la de cadena perpetua perdonándoles por su acción frustrada. Fumiko Kaneko y Park Yeol se habían casado legalmente en prisión pocos días antes de la sentencia, y aunque Park Yeol aceptó el perdón y fue liberado en Octubre de 1945 después de la Segunda Guerra Mundial, Fumiko Kaneko no aceptó el perdón del Emperador y se suicidó en su celda el 23 de julio de 1926.

El 9 de enero de 1932, el activista de la Legión Patriótica Coreana, Lee Bong-Chang, lanzó una granada contra el coche de caballos que transportaba al Emperador HiroHito.


3. Sakurakai – La Sociedad de la Flor del Cerezo
La Sakurakai, (ó Sociedad de la Flor del Cerezo), fue una sociedad secreta fundada por jóvenes Oficiales del Ejército Imperial de Japón en septiembre de 1930. Tenían como objetivo la reorganización del Estado en base a una línea de gobierno totalitaria y militarista, (vía golpe de estado si fuera necesario), que desembocase en una dictadura militar encabezada por el Emperador HiroHito, libre de partidos políticos y de “burócratas malvados”.
Liderada por el Teniente Coronel Kingoro Hashimoto, en aquel entonces Jefe de la Sección para Rusia del Estado Mayor del Ejército Imperial, y por el Capitán Isamu Cho, (Teniente General durante la Segunda Guerra Mundial), junto con el apoyo del Teniente General Sadao Araki, (futuro Ministro de Educación y Ministro de la Guerra), la Sakurakai comenzó sus actividades con poco más de una decena de miembros, todos ellos Oficiales en activo del Ejército Imperial, llegando en octubre de 1931 según algunas fuentes a contar con varios cientos de miembros en sus filas, entre ellos el futuro Primer Ministro de Japón Kuniaki Koiso.

En Marzo de 1931, en lo que se llamó el "Incidente del 15 de Marzo", junto con integrantes de organizaciones ultranacionalistas civiles, la Sakurakai orquestó un golpe de estado para poner al frente del Gobierno como Primer Ministro al General Kazushige Ugaki, por aquel entonces Ministro de la Guerra.
Como consecuencia del intento de asesinato del Primer Ministro Osachi Hamaguchi , tanto el Príncipe Kinmochi Saionji, (último de los padres fundadores del Japón moderno), como el Guardián del Sello Imperial Makino Nobuaki, consideraron recomendar al General Ugaki como Primer Ministro en sustitución de Hamaguchi, pero más tarde desecharon la idea pensando que era más acertado proponer a un candidato que proviniera del ámbito civil de los partidos políticos.

- Se provocarían una serie de disturbios en Tokyo para forzar al Gobierno a desplegar a unidades militares y al decreto de la Ley Marcial.
- El Ejército Imperial daría el golpe de estado en sí mismo y tomaría el poder deponiendo al Gobierno por la fuerza de las armas.
- Se proclamaría al General Ugaki como Primer Ministro y este nombraría a un nuevo Gobierno.

El Coronel Hashimoto se reunió con Okawa y este decidió escribir al General Ugaki para que arengara a las tropas a levantarse contra el Gobierno. El General Ugaki, quien había mantenido una actitud ciertamente de tibieza desde el comienzo del complot, decidió no apoyar el golpe de estado. El General Ugaki tenía en ese momento la esperanza de convertirse en el líder del Partido Rikken Minseito, (Partido Democrático Constitucional de ideología liberal conservadora), y de poder alcanzar el cargo de Primer Ministro por medios democráticos en lugar de con un golpe de estado.
Además el General Ugaki sostenía que el establecimiento de una dictadura militar no haría otra cosa que desagradar a los sectores más poderosos del país, (industriales, nobles de la corte imperial, los hombres de negocios de la zaibatsu), que serían esenciales para el desarrollo de la “guerra total” que todo el estamento militar japonés consideraba ya inevitable.
Los conspiradores intentaron de nuevo los disturbios el 17 de marzo, (dos días después del proyectado golpe de estado), pero tampoco esta vez consiguieron reunir a los 10.000 manifestantes que requerían para forzar al Gobierno a enviar tropas. Esta vez todos los conspiradores fueron detenidos, y el propio General Ugaki manifestó que todos aquellos que fueran militares en activo recibirían el merecido castigo a su deslealtad, aunque esos castigos fueron ciertamente leves y muy pocos de ellos llegaron a pisar los calabozos militares. Como resultado, los militares se implicaron todavía más en la vida política y, lejos de abandonar sus complots, intentaron otro sólo siete meses más tarde con el mismo Coronel Hashimoto a la cabeza.
El 21 de octubre de 1931 era la fecha prevista para el "Incidente de los Colores Imperiales", el segundo golpe de estado intentado por parte de la Sakurakai y de elementos ultraderechistas. De nuevo el Teniente Coronel Hashimoto y el líder ultraderechista Shumei Okawa se pusieron al frente de la conspiración golpista. En una acción mucho más ambiciosa que la proyectada el mes de marzo anterior, los golpistas tenían planeadas una serie de acciones mucho más expeditivas:
- En un primer momento, personalidades claves del Estado y del Gobierno tales como el Primer Ministro Wakatsuki Reijiro, el Ayudante de Campo del Emperador Saito Makoto, el Príncipe Saionji Kinmochi, ó el Ministro de Asuntos Exteriores Kijuro Shidehara, serían asesinados.
- El Palacio Imperial de Tokyo, el Cuartel General de la Policía Metropolitana, y otros edificios claves del Estado y del Gobierno, serían ocupados y controlados por tropas leales a la Sakurakai.
- Se formaría un nuevo Gabinete de Gobierno bajo los auspicios del General Sadao Araki, (en ese momento Inspector General de Entrenamiento Militar y líder de la ya incipiente Kodoha ó Facción del Camino Imperial), que prohibiría los partidos políticos y consolidaría los avances expansivos en Manchuria.
- El Emperador HiroHito sería forzado, incluso por la fuerza de las armas, a imponer una verdadera Restauración Showa.

El General Araki se reunió entonces con el Teniente Coronel Hashimoto y con el Capitán Cho para que desistieran de sus planes, a lo que ambos se negaron, y por lo tanto ordenó su detención por parte de los Oficiales del Kenpeitai el 17 de octubre de 1931. Esta vez los castigos fueron incluso más leves que la vez anterior, (sólo el Teniente Coronel Hashimoto y el Capitán Cho fueron sancionados con penas de arresto domiciliario de 0 y 10 días respectivamente), e incluso fueron justificadas en cierto modo por el Ministro de la Guerra, General Minami, como un exceso de celo patriótico por parte de los golpistas.

4. Toseiha – La Facción del Control Moderado
La Toseiha ó Facción del Control Moderado, fue un grupo de militares en activo dentro del Ejército Imperial de Japón que intentaron influir en el Gobierno para imponer un estilo más conservador y moderado dentro de las Fuerzas Armadas Imperiales. Liderada por el General Tetsuzan Nagata, con el respaldo de la figura emergente de Hideki Tojo, la facción Toseiha tenía como “leitmotiv” inicial el constituir una oposición efectiva a los postulados ultranacionalistas y ultraderechistas de la facción Kodoha, que era su rival.


La Toseiha perdió buena parte de su razón de ser con la renuncia en 1934 por problemas de salud,como Ministro de la Guerra del General Sadao Araki y con la purga del Ejército Imperial de los militares afectos a la Kodoha después del Golpe de Estado de Febrero de 1936.
Quedó entonces como la facción predominante dentro del Ejército Imperial hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
5. Kodoha – La Facción del Camino Imperial
La Kodoha ó Facción del Camino Imperial, fue una facción política de militares tradicionalistas dentro del Ejército Imperial de Japón que proponían un Gobierno con ideales totalitarios, militaristas y expansionistas. A pesar de su predicamento, incluso en el ámbito civil, no llegaron a constituirse nunca como partido político.
Fundada por el General Sadao Araki y por el General Jinzaburo Masaki, tenía como idea fundacional la fusión del Código de Honor Samurái, el Bushido, y algunas de las ideas del fascismo europeo, de tal manera que proponían que los conceptos de patria, pueblo, y moral, tenían que ser uno e indivisibles del mismo Emperador como encarnación de todos y cada uno de ellos. Visionaban un Japón preindustrializado y preoccidentalizado, en el cual el Imperio sería purgado de burócratas corruptos, de políticos oportunistas y de capitalistas avariciosos de la zaibatsu.
El estado sería gobernado directamente por el Emperador sin la influencia de los políticos y con el consejo del estamento militar. En la política exterior defendían no sólo que la guerra con la Unión Soviética era inevitable, sino que era absolutamente necesaria para acabar con la amenaza que el comunismo suponía para el modo de vida tradicional del Imperio de Japón.

Cuando en 1934 el General Sadao Araki comienza a sufrir problemas de salud y dimite de su cargo como Ministro de la Guerra, siendo sustituido por el General Senjuro Hayashi que era simpatizante de las tesis de la Toseiha, se produce la consiguiente pérdida de influencia de los seguidores de Araki.
Además en noviembre de ese mismo año se descubre un complot de Oficiales próximos a Kodoha para asesinar a varios políticos influyentes, (el Incidente de la Academia Militar), lo que llevó al General Hayashi a forzar la destitución del General Masaki, (máximo líder de Kodoha en ausencia de Araki), como Inspector General de Entrenamiento Militar, número tres fáctico en la jerarquía del Ejército Imperial de Japón. Como represalia a la destitución de Masaki, el Teniente Coronel del Ejército Imperial, Saburo Aizawa, asesinó con su espada al máximo líder de la Toseiha, el General Tetsuzan Nagata, el 12 de agosto de 1935 por “poner al Ejército al servicio de las altas finanzas”.

6. El Golpe de Estado del 26 de Febrero de 1936
El 26 de febrero de 1936 se produjo un intento de golpe de estado por parte de jóvenes Oficiales del Ejército Imperial de Japón que pretendían eliminar a sus rivales políticos e ideológicos, tanto en las filas del Ejército como en el ámbito de las organizaciones civiles.
En 1936 los Oficiales del Ejército Imperial se dividían entre aquellos que eran egresados de la Academia Militar del Ejército, (equivalente a la educación secundaria y con un sistema educativo y militar muy tradicionalista), y los graduados en la Escuela de Guerra del Ejército, de mucho más prestigio y creada en 1882 con la idea de occidentalizar y modernizar el Ejército Imperial.
Los Oficiales de la Escuela de Guerra eran considerados la élite del Ejército Imperial mientras que los provenientes de la Academia Militar veían mermadas sus posibilidades de ascenso en el escalafón a pesar de tener mucha más experiencia de combate al ir destinados a los territorios ocupados durante mucho más tiempo que sus compañeros de la Escuela de Guerra. Esas diferencias entre unos y otros, con privilegios por parte de los Oficiales de la Escuela de Guerra, y la mayor politización entre los Oficiales de la Academia Militar contribuyó a que estos formaran un grupo de presión que se empezó a conocer como el “Seinen Shoko”. (Los Jóvenes Oficiales).
Estos Jóvenes Oficiales estaban convencidos de que los problemas que estaba afrontando el Imperio de Japón en esa época, (a punto de empezar la Segunda Guerra Sino-Japonesa y con la Segunda Guerra Mundial en el horizonte), eran fruto del sistema de Gobierno corrupto que permitía que las clases influyentes, (entre las que ellos incluían a los Oficiales de la Escuela de Guerra), explotasen al resto del pueblo japonés, engañando al Emperador, guiándose por su propia avaricia y debilitando en suma al Imperio. La solución pasaba, una vez más, por la Restauración Showa, con un Emperador Absolutista, con la destrucción de los “consejeros malignos que rodeaban el trono” y con la abolición de la democracia occidental que explotaba al pueblo. Estas políticas traerían de nuevo la prosperidad a Japón y le devolverían la hegemonía en Asia. Estas ideas estaban fuertemente influenciadas por el ultranacionalismo y por el socialismo de estado que defendía entre otros el filósofo político Ikki Kita.

Estuvo implicado en la mayoría de los actos violentos de principios de la década de los años 30, así como en las dos tentativas de golpe de estado orquestadas por la Sakurakai. A pesar de su tamaño reducido, el Kokutai Genri-Ha era ciertamente influyente y tenía simpatizantes entre los miembros de la Familia Imperial. El propio hermano del Emperador HiroHito, (y heredero hasta 1933), el Príncipe Chichibu era amigo personal de Nishida y de otros simpatizantes civiles del Kokutai Genri-Ha. Incluso a pesar de ser fervientes anticapitalistas, los integrantes del Kokutai Genri-Ha mantenían relaciones fluidas con miembros de la zaibatsu que esperaban así contar con un cierto “blindaje” en caso de que el Kokutai Genri-Ha siguiera ganando influencia.
A finales de 1935 y con el asesinato del General Nagata en el marco de todas las conversaciones entre Oficiales, tanto de la Academia Militar como de la Escuela de Guerra, los miembros ultranacionalistas simpatizantes del Kokutai Genri-Ha empiezan a elaborar los preparativos del golpe de estado. Con Ikki Kita y Mitsugi Nishida como ideólogos, se decide actuar en febrero del año siguiente por dos razones.
La primera puramente operativa, ya que el Ministro de la Guerra, conocedor de las “sensibilidades” existentes, hacia el Kokutai Genri-Ha y la Kodoha, en la 1ª División de Infantería del Ejército Imperial, decide desplegarla en el territorio ocupado de Manchuria. La segunda razón era más ideológica porque estaba a punto de comenzar el Consejo de Guerra contra el Teniente Coronel Aizawa y querían aprovechar un cierto sentimiento creciente entre los ultraderechistas que pensaban que el Teniente Coronel Aizawa era una suerte de héroe nacional que había hecho lo que otros solo decían que había que hacer.
Al principio tanto Kita como Nishida se muestran contrarios al golpe de estado en febrero por considerarlo precipitado y porque se había producido un cierto distanciamiento entre los Jóvenes Oficiales y los dos líderes ultranacionalistas. Pero una vez que vieron la determinación de actuar por parte de los Oficiales era definitiva, pusieron en marcha toda su capacidad para apoyar el golpe.
Otra barrera a superar era la reticencia a actuar por parte del Capitán Teruzo Ando, quién había comprometido su palabra de honor en un juramento al Jefe del 3º Regimiento de Infantería, en aquel momento la punta de lanza de la División, de que ninguno de los hombres bajo su mando se vería envuelto en ningún tipo de tentativa antigubernamental.
Las presiones a las que fue sometido por parte del Capitan Shiro Nonaka y del Teniente Takaji Muranaka y, y que estaban dispuestos a actuar con o sin su apoyo y amenazándole con quedar como un traidor a sus hombres, le hizo finalmente apoyar la tentativa.Finalmente se decidió la fecha del 26 de febrero porque coincidía que la mayoría de los Oficiales implicados estaban ese día comisionados para prestar servicio lo que les facilitaba el acceso a tropas, armas y municiones, y porque así el General Jinzaburo Masaki podría hacer un alegato en defensa del Teniente Coronel Aizawa en su declaración prevista para el día 25.
La acción del 26 de febrero se planeó en una serie de reuniones entre Nishida y varios Oficiales entre los que se contaban los Capitanes Ando y Nonaka, el Teniente Asaichi Isobe ó el Alférez Yasuhide Kurihara, que serían los que comandarían las tropas en los momentos y lugares clave. El plan era bastante simple y consistía en el asesinato de los más prominentes enemigos del Kokutai Genri-Ha, el control de los principales centros administrativos del centro de Tokyo y el Palacio Imperial, y la formación de un nuevo Gabinete de Gobierno al frente del cual como Primer Ministro se colocaría al General Jinzaburo Mazaki. Con estos objetivos primarios asegurados los golpistas dejarían la iniciativa al Emperador HiroHito, aunque se cree que tenían incluso previsto sustituirle por su hermano el Príncipe Chichibu si fuera necesario.

Los golpistas habían preparado un manifiesto como explicación de sus motivaciones y de sus intenciones, al que llamaron “Manifiesto de los Sublevados”, y que tenían intención de entregar en mano al Emperador. El manifiesto estaba escrito en nombre del Capitán Shiro Nonaka, el Oficial de más alto rango implicado directamente en el golpe, era fiel a las ideas del Kokutai Genri-Ha, culpando a los padres de la patria, a los políticos, a los burócratas corruptos, y a la burguesía capitalista, (zaibatsu), por poner en riesgo el modo de vida japonés tradicional con su egoísmo y su falta de respeto al Emperador, forzándoles a tomar la decisión de la acción directa.








En la mañana del 26 de febrero de 1936, los sublevados constituyen lo que ellos mismos denominan “El Ejército Justo”. Los siete líderes principales del golpe, (los Capitanes Nonaka, Ando, Koda y Kono, los Tenientes Isobe y Muranaka, y el Alférez Kurihara), reclutaron en los días previos al levantamiento a otros 18 Oficiales que se unieron a la sublevación con diferentes grados de entusiasmo o de convencimiento.
A los Suboficiales de las unidades implicadas, unos 75, se les comunicaron los pormenores de la acción la noche del 25 de febrero. (Según las declaraciones judiciales de los implicados todos ellos aceptaron voluntariamente los cometidos asignados, aunque la mayoría de ellos afirmó haber sido coaccionado por los Oficiales). Finalmente las Clases de Tropa, el 70% de ellos con menos de un mes de entrenamiento básico, fueron informadas en los primeros momentos de la sublevación. (De nuevo los Oficiales manifestaron que la mayoría de ellos apoyaban abiertamente la sublevación).


280 hombres del 1º Regimiento de Infantería, al mando del Alférez Kurihara, asaltan la residencia del Primer Ministro Okada. Se produce un tiroteo con cuatro de los policías que custodian en edificio y que finaliza con los cuatro policías muertos y seis de los soldados rebeldes heridos. El tiroteo alertó al Primer Ministro quien logró esconderse por mediación de su cuñado, el Coronel Denzo Matsuo, quien resultó muerto cuando los soldados consiguieron entrar en la residencia. Los rebeldes compararon la cara de Matsuo con una foto del Primer Ministro y creyeron que habían cumplido con su misión, lo que permitió al Primer Ministro escapar con vida del asalto, aunque este hecho se les ocultaría a los rebeldes durante los días sucesivos.

- Su intermediación con el Gobierno para la rápida solución del levantamiento sin utilizar la fuerza contra los sublevados.
- El arresto de Kazushige Ugaki, Jiro Minami, Kuniaki Koiso, y Yoshitsugu Tatekawa, como culpables máximos de la destrucción del mando militar en el Ejército Imperial.
- La expulsión de las filas del Ejército Imperial del Coronel Hiroshi Nemoto, del Teniente Coronel Akira Muto y del Comandante Tadashi Katakura, como instigadores del “faccionalismo” en el Ejército Imperial.
- La designación de Sadao Araki como Comandante en Jefe del Ejército de Kwantung.
El Viceministro de la Guerra, Teniente General Motoo Furusho, (que simpatizaba con los sublevados según se cree), después de reunirse con otros Generales, también simpatizantes de los golpistas como Yamashita ó Mazaki, convenció al Ministro de la Guerra para que fuera a ver al Emperador HiroHito y le comunicase las demandas de los sublevados, por lo que salió hacia el Palacio Imperial sobre las 09:00 horas.

Entraron con las armas en la mano, por lo que fueron recibidos a tiros por los policías que escoltaban a Nobuaki. Se produjo entonces un intenso tiroteo en el que uno de ellos hirió en el pecho al Capitán Kono, mientras que otro policía conseguía evacuar a Nobuaki y su familia por una puerta trasera. Mientras los hombres que acompañaban al Capitán Kono le ponían a salvo para curarle sus heridas otro de los ultraderechistas provocó un incendio en la posada, momento en el cual se oyó un disparo y el Capitán Kono pensó que Nobuaki se había suicidado. Una vez en el hospital y mientras le estaban curando, el Capitán Kono y su grupo fueron detenidos por policías militares del Kenpeitai.
El Teniente Motoaki Nakahashi, al mando de 120 hombres de la Guardia Imperial, se encaminó hacia la residencia personal del Ministro de Finanzas, Korekiyo Takahashi. (A sus superiores les dijo que se llevaba a sus hombres para presentar sus respetos en la Pagoda del Templo Shintoista de Yasukuni). Una vez allí, dividió a su grupo en dos y junto con 45 de sus hombres accedió a la residencia del Ministro, dejando a los otros 75 como fuerza de reserva en el exterior. Una vez dentro, los sirvientes del Ministro, desconcertados por su presencia, le condujeron hasta los aposentos del Ministro dónde el Teniente Nakahashi le disparó mientras que el Teniente Kanji Nakajima le clavaba su espada. El Ministro de Finanzas murió mientras dormía.

El plan de Nakahashi entonces era tomar el control del acceso al Kyuden para evitar que cualquiera que no fuera aprobado por los golpistas tuviera la posibilidad de reunirse con el Emperador. Pero cuando intentaba comunicarse con los otros Oficiales sublevados fue descubierto por el Comandante Honma y obligado a dejar el Palacio Imperial a punta de pistola, desde donde se dirigió a la residencia del Primer Ministro. Los 75 hombres que acompañaban a Nakahashi quedaron a las órdenes de Honma y por eso no fueron juzgados con posterioridad ni incluidos en los informes como fuerzas rebeldes.
El Teniente Naoshi Sakai se dirigió con 120 hombres del 3º Regimiento de Infantería hacia la residencia privada de Saito Makoto, antiguo Primer Ministro y antiguo Ayudante Personal del Emperador, que se encontraba en la zona residencial de Yotsuya. Los soldados de Sakai redujeron a los policías que protegían la residencia de Saito, y Sakai y otros cinco militares entraron en la vivienda. Encontraron a Saito en su dormitorio, junto con su esposa Haruko, y le dispararon sin mediar palabra matándole en el acto. Haruko se echó entonces sobre él pidiéndoles que la matasen también a ella, pero la apartaron y le dispararon a Saito varias veces más. Haruko resultó herida por el rebote de uno de los disparos. Sakai y sus hombres se dividieron en dos grupos, de tal manera que uno de ellos se dirigió hacia la residencia del General Watanabe para asesinarle y el otro se dirigió a reforzar las posiciones nororientales del Ministerio de la Guerra.

El Capitán Ando se dispone a darle el golpe de gracia con su espada, pero la esposa de Suzuki le ruega que le permita hacerlo a ella en la intimidad. Ando, convencido de que las heridas de Suzuki eran mortales de necesidad, ordena a sus hombres que se retiren y se disculpa con la esposa de Suzuki intentando hacerle entender que los acontecimientos son por el bien del Imperio. Forma a sus hombres y se retira hacia el cruce de Miyakezaka, al norte del Ministerio de la Guerra. Suzuki, aunque herido de gravedad, consigue sobrevivir a los disparos.
Mientras tanto otros 20 hombres del 3º Regimiento de Infantería, del grupo que había asesinado a Saito Makoto, junto con los Alféreces Taro Takahashi y Yutaka Yasuda, llegan en dos camiones a la residencia del General Watanabe, Inspector General de Entrenamiento Militar, sobre las 07:00 horas. A pesar de haber pasado ya dos horas desde los primeros ataques, nadie había advertido al General Watanabe y los policías militares que custodian el domicilio son sorprendidos por los primeros disparos que efectúa el grupo de 10 hombres que comanda el Alférez Yasuda, que resulta herido. Aun así, consiguen contenerles en la puerta principal.
La otra mitad del grupo consigue entrar por la puerta trasera y cuando acceden al domicilio son recibidos a tiros por el propio General Watanabe que se encuentra parapetado tras un sofá. Uno de los soldados abre fuego con su subfusil alcanzando al General, mientras el Alférez Takahashi se lanza al ataque con su espada matándole. La esposa del General Watanabe y su hija de nueve años, Kazuko, fueron testigos del asesinato del General desde un armario en el que se habían escondido. El grupo recoge al Alférez Yasuda y a otro soldado que habían resultado heridos y los traslada en camiones al hospital, mientras que el resto del grupo toma posiciones al norte de Nagatacho.

La toma del Cuartel General de la Policía se realiza de manera incruenta, debido a la decisión de los mandos policiales de no interferir en los asuntos del Ejército. Finalizaba así la primera parte del golpe de estado, consiguiendo la mitad de los objetivos previstos, aunque los golpistas contaban con que también habían muerto el Primer Ministro Okada, el antiguo Ministro de Asuntos Exteriores Nobuaki, y el Ayudante Personal del Emperador, Almirante Kantaro. Además también contaban con que el Ministro de la Guerra intermediara con el Emperador HiroHito a favor del golpe.

El Emperador le ordenó al General Honjo que intentase poner fin a la revuelta, aunque no le especificó como.
Con Saito Makoto muerto y el Almirante Suzuki gravemente herido, el Emperador sólo podía contar con tres de sus Consejeros Personales.
El Secretario Jefe del Emperador, Koichi Kido, el Ministro de la Casa Imperial, Kurahei Yuasa, y su segundo Ayudante Personal, Tadataka HiroHata. Estos tres consejeros tomaron desde el principio una línea dura contra los golpistas, recomendando al Emperador que no cediera a ninguna de las peticiones de los rebeldes y que no aceptase la dimisión de ninguno de los Ministros en activo, ya que hacerlo iría en favor de los sublevados. El Emperador HiroHito aceptó sus consejos y mantuvo una posición de dureza contra los golpistas.

En la tarde del 26 de febrero, el Consejo Supremo Militar celebró una reunión extraoficial, a la que también acudieron Generales como Yamashita, ó el Mariscal Hajime Sujiyama, 2º Jefe de Estado Mayor del Ejército Imperial. El Consejo Supremo Militar era un organismo que tenía ciertamente pocas funciones en tiempo de paz y que había llegado a convertirse en un “Cuerpo” al que destinar a los Oficiales de alto rango sin que tuvieran mando efectivo sobre tropas. De esa manera, a principios de 1936, Generales simpatizantes de la Kodoha como Araki ó Mazaki habían sido designados como miembros de este.
El General Sadao Araki fue uno de los más activos en la reunión que, aunque no tenía una autoridad real porque el Emperador no estaba al tanto de la misma, era un compromiso moral para los Oficiales más antiguos del Ejército Imperial el ponerse de acuerdo para resolver la situación crítica a la que se había llegado. A pesar de la orden del Emperador de que la rebelión debía terminar inmediatamente, el General Araki propuso que se hiciese llegar una oferta a los militares rebeldes. Este mensaje se conoció más tarde como el “Manifiesto del Ministerio de la Guerra” ya que,aunque ideado e instigado por el Consejo Supremo Militar, (simpatizante con la Kodoha en su mayoría), fue redactado y publicado por el Ministro de la Guerra Kawashima, y supuso una de las mayores controversias que dejó el golpe de estado de 1936. Araki y otros Generales próximos a la Kodoha, defendían que el mensaje era una conminación a los sublevados para que se rindiesen de una forma honorable y sin más derramamiento de sangre, mientras que otros Oficiales más moderados consideraron que era un respaldo a las acciones de los golpistas.

- El propósito de vuestras acciones ha sido expuesto a Su Majestad el Emperador.
- Reconocemos que vuestras motivaciones están encaminadas a clarificar la política nacional.
- El estado de la política nacional es algo que preocupa directamente al Emperador y al Ministerio de la Guerra.
- Todo el Consejo Supremo Militar ha acordado regir sus acciones por lo expuesto anteriormente para avanzar en la situación crítica que nos preocupa.
- Más allá de estas consideraciones, quedamos a disposición de la voluntad de Su Majestad el Emperador.

Posteriormente a la publicación del Manifiesto del Ministerio de la Guerra, se produjeron dos hechos que hicieron que los “Jóvenes Oficiales” pensasen realmente que la tentativa de golpe de estado estaba teniendo éxito. El primero fue la declaración del “Estado de Emergencia en tiempo de Guerra” por parte del General Kashii, como Comandante de la Guarnición de Tokyo, que ponía a la 1ª División de Infantería, (a la que pertenecían las unidades sublevadas), bajo el mando del Teniente General Takeo Hori para que asegurasen las zonas críticas de Tokyo. De esa manera, los Oficiales sublevados no estarían en sus posiciones por voluntad propia sino siguiendo las directrices dispuestas en el Estado de Emergencia. No estarían actuando ilegalmente al mantener sus posiciones. Eso envalentonó a los sublevados que creían firmemente estar cerca del éxito de la operación.


El Estado Mayor del Ejército Imperial estaba dirigido por una suerte de “triunvirato” formado por el Jefe del Estado Mayor, el Príncipe Kanin que estaba enfermo y lejos de Tokyo, el 2º Jefe de Estado Mayor, el Mariscal Hajime Sujiyama, y el Inspector General de Entrenamiento Militar, el General Watanabe que había sido asesinado en las primeras horas de la sublevación. Eso deajaba plenos poderes la Mariscal Sujiyama, quien era una persona moderada cercana a la Toseiha. El Mariscal Sujiyama, presente en la reunión extraoficial del Consejo Supremo Militar, ya había manifestado la posibilidad de acabar con la rebelión por la fuerza y su negativa a presentarle al Emperador un nuevo Gabinete de Gobierno propuesto por el Consejo Supremo Militar.


Les felicitan por el éxito de sus acciones y por el valor altruista que están demostrando pero les piden que abandonen las instalaciones del Ministerio de la Guerra y regresen a sus cuarteles, dejando las futuras acciones en manos del Consejo Supremo Militar. Ambos Oficiales rebeldes, convencidos ahora todavía más de su éxito, vuelven a pedir que se ponga en marcha una Restauración Showa y que se forme un nuevo Gabinete de Gobierno con el General Mazaki al frente. Los Generales Araki y Mazaki abandonan el Ministerio sin alcanzar avances significativos. Por otro lado se producen conversaciones en el Hotel Imperial entre el General Kanji Ishiwara, Jefe de Operaciones del Cuartel General para la Ley Marcial, y el retirado Teniente Coronel Sakichi Mitsui, que se había mostrado partidario de la sublevación.


El General Mazaki les agradece el gesto pero les dice que la situación no podrá avanzar hasta que regresen a sus cuarteles abandonando las posiciones que ocupan en ese momento. Así mismo les comunica que él mismo luchará contra ellos en el momento en que desobedezcan las órdenes directas del Emperador HiroHito. Los rebeldes le dicen que, como no podría ser de otra manera, no desobedecerán ninguna orden directa del Emperador. De esta manera la reunión finaliza con el sentimiento por parte del General Masaki de que los sublevados se retirarán sin violencia, y por parte de los Oficiales rebeldes de que el Gobierno de Masaki se formará en el momento en que se retiren a sus cuarteles. El General Kashii, Jefe del Cuartel General para la Ley Marcial, dispone que los rebeldes permanezcan esa noche en los edificios ocupados y le traslada al Emperador que la situación quedará resuelta por la mañana.


El Estado Mayor del Ejército, con el Mariscal Sujiyama al frente, y el Cuartel General para la Ley Marcial, con el General Kohei Kashii, deciden poner en marcha la Orden Imperial el día 28 de febrero a las 05:00. Se comunica al Comandante Kofuji, Superior Jerárquico de los sublevados a resultas del Estado de Emergencia, que informe a los Oficiales de la Orden Imperial de regresar a sus cuarteles. El Capitán Koda y el Teniente Muranaka, que habían escuchado rumores sobre la Orden Imperial se dirigieron al Comandante Kofuji, quien les remitió al Cuartel General de la 1ª División del Teniente General Takeo Hori. El Teniente General Hori les informó que no tenía conocimiento de ninguna orden y los Oficiales se retiraron aunque un poco recelosos. Se produce al mismo tiempo una reunión de las tres máximas autoridades del Ejército, El Ministro de la Guerra, (General Kawahashi), el 2º Jefe de Estado Mayor, (Mariscal Sujiyama), y el Jefe del Cuartel General para la Ley Marcial, (General Kashii). Los Generales Araki y Masaki intentan asistir a la reunión pero se les prohíbe alegando que el Consejo Supremo Militar no tiene competencias en los temas a tratar.
Kawashima y Kashii eran contrarios al empleo de la violencia, pero cuando dieron las 10:00 de la mañana sin que hubieran tenido noticia alguna por parte de los Oficiales rebeldes, se aprobó el uso de la fuerza. A las 10:40 el Comandante Kofuji y el Teniente General Hori se reúnen con Kashii y le solicitan que posponga la operación de ataque para poder dar tiempo a los rebeldes a rendirse y también para intentar paliar en lo posible la escasa preparación de las tropas gubernamentales.
El General Yamashita se dirigió al Ministerio de la Guerra e informó a los Oficiales rebeldes de que la Orden Imperial era sólo cuestión de tiempo y que debían asumir sus responsabilidades. El Teniente General Hori se unió al grupo a las 12:30 y confirmó, (esta vez sí), las palabras del General Yamashita. Poco después el Alférez Kurihara hablando en nombre del grupo solicita la presencia en el Ministerio de la Guerra de un enviado imperial. Comunicó que los Oficiales se suicidarían y que los Suboficiales trasladarían a las tropas a sus cuarteles. Yamashita junto con Kawashima se dirigieron de inmediato al Palacio Imperial para presentar al Emperador las peticiones de los sublevados, pero estas fueron rechazadas al manifestar el Emperador HiroHito que no enviaría ningún representante y que los Oficiales podían suicidarse sin necesidad de un emisario imperial.
Pero no todos los Oficiales estaban de acuerdo con las palabras de Kurihara. El Capitán Ando se enfureció con la propuesta gritando que “los Generales nos han utilizado como felpudos y nos hemos matado a nosotros mismos”. Su oposición al suicidio y la negativa del Emperador a atender su petición de la presencia del emisario imperial hizo que algunos Oficiales liderados por el Capitán Ando decidieran luchar. A las 14:00 el Comandante Kofuji congregó a los Oficiales y les leyó la Orden Imperial, (para cumplir con el procedimiento y que la orden fuera válida a todos los efectos), que les conminaba a regresar a sus cuarteles. A las 18:00 el Comandante Kofuji fue relevado del mando de la unidad que ostentaba de forma accidental en el marco del Estado de Emergencia.
A las 23:00 se decidió que las tropas gubernamentales llevarían a cabo un ataque total sobre las tropas sublevadas a las 05:00 del día 29.
En la mañana del 29 el “Ejército de los Justos” estaba rodeado por una fuerza de más de 20.000 hombres y 22 carros de combate dispuestos para el ataque. El inicio del ataque se había pospuesto para las 09:00 y a las 05:30 horas se había evacuado a los civiles de las zonas colindantes a los edificios ocupados. A las 08:00 comenzó la operación final de propaganda para convencer a las tropas sublevadas de que se rindieran.

Entre las emisiones, los panfletos y la propaganda, se produjo un efecto devastador que resultó en la práctica deserción de todos los sublevados para las 10:00. Dándose cuenta de la situación desesperada, para el mediodía la mayoría de los Oficiales sublevados habían liberado a sus tropas de las obligaciones. El Capitán Ando fue el último en rendirse y a las 13:00 encomendó a sus Suboficiales el mando de sus tropas e intentó suicidarse disparándose en la cabeza.

El Coronel Nobutoki Ide, miembro del Estado Mayor y antiguo Jefe del Capitán Nonaka entró en el edificio para entrevistarse con él. Minutos después el Capitán Nonaka se suicidaba de un disparo en la cabeza. (El Capitán Isobe manifestó durante el juicio que el Capitán Nonaka fue coaccionado para suicidarse y provocar una conducta imitativa en el resto de Oficiales). El último Oficial rebelde que se suicidó fue el Capitán Kono, a pesar de seguir hospitalizado y bajo custodia, clavándose un cuchillo una semana después del golpe de estado.
El resto de los Oficiales implicados en la sublevación fueron arrestados sobre las 18:00 y despojados inmediatamente de sus rangos.

El juicio principal contra los líderes y los instigadores de la rebelión, (los 19 oficiales y dos de los civiles), comenzó el 28 de abril. El juicio fue celebrado en secreto y los acusados no tuvieron derecho a abogado defensor, a presentar testigos ó a presentar alegaciones. Los Jueces prohibieron a los acusados hablar de las motivaciones del golpe de estado y les ordenaron que se ciñesen a declarar sobre las acciones que habían cometido. Se les acusó a todos ellos de rebelión contra el Emperador, de alta traición y de conspiración para asesinar, por lo que se solicitó para todos ellos la pena de muerte.
Todos ellos declararon que estaban amparados por la Proclamación del Ministerio de la Guerra, por su incorporación a las fuerzas de la Ley Marcial y que no se les había comunicado la Orden Imperial por el procedimiento adecuado. Los Jueces presentaron sus conclusiones unánimes y sus veredictos el 4 de junio, a resultas de los cuales se dictaron las sentencias el 5 de julio. Todos fueron declarados culpables y 17 de ellos condenados a muerte. Fueron fusilados en la prisión militar de Shibuya el 15 de julio de 1937, a excepción del Teniente Isobe y del Teniente Muranaka.
El otro juicio contra los instigadores civiles del golpe de estado, Ikki Kita y Mitsugi Nishida, se celebró seguidamente al de los militares y tuvo como principales testigos de cargo al Teniente Isobe y al Teniente Muranaka. A pesar de que las acciones que tomaron durante el golpe de estado fueron puramente indirectas, (como prestar apoyo ideológico por teléfono durante las primeras horas), ambos fueron acusados de alta traición y de instigar a la rebelión contra el Emperador.

El único militar de alto rango que fue juzgado por su implicación en la sublevación fue el General Masaki, acusado de colaborar con la rebelión. Aunque su propio testimonio ante el Tribunal le declaraba culpable “per se”, el Tribunal le declaró no culpable el 25 de septiembre de 1937. Se cree que la influencia del nuevo Primer Ministro, Príncipe Fuminaro Konoe, fue decisiva para que no se le condenase.
7. El Militarismo llega al Gabinete del Gobierno – Ley de Movilización Nacional
A pesar del fracaso del golpe de estado, lo cierto es que consiguió sus objetivos en parte. El Gabinete de Gobierno del Primer Ministro Keisuke Okada renunció en pleno el 9 de marzo de 1936, siendo nombrado Primer Ministro Koki Hirota, (antiguo Ministro de Asuntos Exteriores de Okada y ligado a la ultraderechista Sociedad del Dragón Negro), y Ministro de la Guerra el General Hisaichi Terauchi, quién presionó mucho a Hirota para que nombrase a algunos Ministros próximos a las tesis militaristas.




El programa de puesta en marcha de la Ordenanza se le encargó al recién creado Ministerio de Bienestar que encabezaba el Ministro Koichi Kido, y en su máximo de actividad llegó a seleccionar a más de 1.600.000 hombres y mujeres, mientras que otros 4.500.000 fueron calificados como seleccionables, lo que de hecho les impedía dejar sus trabajos sin autorización del Ministro Kido.

8. Fuentes
https://en.wikipedia.org/wiki/February_26_Incident
http://newhistories.group.shef.ac.uk/wo ... -incident/
http://newhistories.group.shef.ac.uk/wo ... -incident/
https://en.wikipedia.org/wiki/Imperial_Way_Faction
https://en.wikipedia.org/wiki/T%C5%8Dseiha
http://www.enemyinmirror.com/tag/kodoha ... y-faction/
https://en.wikipedia.org/wiki/October_incident
http://general-history.com/the-showa-restoration-japan/
http://www.newworldencyclopedia.org/entry/Showa_period
P.D.: Especialmente dedicado a la memoria del Camarada Tavoohio. Va por ti, que la tierra te sea leve.