Pues ya la he visto.
Daré mi opinión. Intentaré no hacer
spoilers, y en caso de contar algo que pueda serlo, lo pondré oculto.
Guion
En primer lugar, decir que el guión me parece sólido. Es obvio que no se puede contar toda la vida de nadie en una película, de manera que hay que saber acotar qué parte de la biografía vas a contar. Ese ejercicio de selección en esta película está muy bien ejecutado.
Como el título de la película ya lo indica, no creo que sea mucho desvelar que el fragmento de la vida de Churchill que se cuenta en la cinta es precisamente esa "hora más oscura", es decir, desde la invasión de Francia hasta su caída. Lo que viene antes se sugiere muy acertadamente, para que nos hagamos una idea de cómo era el personaje antes de llegar a Primer Ministro. Lo que vendrá después de la acción de la película es Historia Universal del siglo XX y se supone que el público lo conoce, por tanto no hay por qué contarlo. En este sentido, el corte temporal es perfecto.
El personaje
La manera de retratar a Churchill me parece muy certera. Siempre he defendido que Churchill fue un político muy deficiente que tuvo la virtud para su país de estar en el momento preciso en el lugar adecuado. Era el PM necesario para el Reino Unido en aquel momento, a pesar de sus muchísimos defectos como político y no menores como persona. En la cinta se reflejan parte de esos defectos (no todos, porque darían para una serie de cuatro temporadas) sin que ello disminuya el tono laudatorio general.
Porque, siendo claros, la película está hecha a mayor gloria del personaje. Aunque relate sus miserias.
Esto puede ser visto de dos maneras. Una, considerando que han sido ecuánimes, porque han contado cosas "feas" del personaje, lo cual da apariencia de objetividad. Otra, entendiendo que les gusta tanto el personaje que incluso sus defectos (muchos de ellos muy graves) les parecen una parte a destacar en clave casi positiva y son "disculpados" en el relato.
Después de ver la película, me decanto por lo segundo. Es cierto que no ocultan algunos de sus defectos más serios, pero siempre son retratados en escenas donde parecen cosas simpáticas e incluso "entrañables". Por ejemplo: Churchill era un tirano y un clasista, además de racista. Esto se sugiere en la película casi en clave positiva o graciosa. Se suaviza muchísimo. Otro ejemplo: era un negado absoluto para cuestiones militares, pero aunque también se muestra en la cinta, no parece grave.
Toda la película gravita en torno al principal defecto personal de Churchill: era testarudo hasta el extremo, llegando a ser muy peligroso (según relatan sus propios colaboradores). Si bien esa característica parece muy poco recomendable para un gobernante, en la película esta obstinación rayana en la locura parece positiva, pues es representada como tenacidad.
Resumiendo: el retrato que se hace del personaje es bastante veraz y ajustado, pero quizás la perspectiva que se da de él sea un poco "optimista", demasiado positiva teniendo en cuenta lo que se está contando de él.
Ambientación
Como era de esperar en un filme inglés de este período, la ambientación es perfecta. La dirección artística es magistral, la representación de los espacios es de lo mejor. La música es más irregular, funcionando a veces muy bien y otras no tan bien, pero cumple su papel.
Mención aparte para el enorme esfuerzo puesto en reproducir a los personajes a través de vestuario y maquillaje, así como los lujosos interiores (parlamento, gabinete...). La película es un espectáculo para la vista. Sólo flaquea un poco en alguno de los planos "de batalla" que, en mi opinión, tienen un estándar de calidad levemente inferior al resto de la película.
Reparto
De entrada, Gary Oldman está gigantesco. A pesar de que las expectativas son altas, consigue superarlas. No he visto nunca a nadie interpretar a Churchill con este nivel, especialmente porque sí se parece a Churchill. Consigue evocar la forma atropellada y balbuceante de hablar que tenía el original, frente a otras películas donde aparece con una voz grave y resonante más propia de un estadista. Gary Oldman sostiene sobre sus hombros toda la película y lo hace con una solvencia apabullante. Si no gana el Oscar va a ser una sorpresa mayúscula.
Pero realmente todos los intérpretes están deslumbrantes.
Kristin Scott Thomas brilla, demostrando que es posiblemente la mejor actriz viva. Y no es nada fácil hacer de Clementine Hozier en una película donde el centro de todo es el personaje del marido. Es muy sutil, pero ella es la única que se asoma a las verdaderas miserias del personaje, dejándolas sugeridas en miradas o gestos.
A Lily James le toca ser Elizabeth Nel, la secretaria personal de Churchill, un papel accesorio bastante tramposo en la película al que le tocan algunas de las pocas escenas prescindibles. Pero lo ejecuta con sobriedad y gran calidad. Tiene muchísimo mérito, porque la meten en escenas que no son nada naturales y consigue defenderlas.
Stephen Dillane hace un gran Halifax. Una tarea muy difícil, porque de alguna manera actúa como antagonista de Churchill. Consigue plasmar las aristas del personaje como sólo puede hacerlo un gran actor. Ronald Pickup hace un correcto Chamberlain, aunque más plano.
Sobre todo, me parece muy destacable el papelazo de Ben Mendelsohn interpretando al rey Jorge VI. Más comedido que Colin Firth en
El discurso del rey, consigue hacer una interpretación más comedida y ajustada al personaje. Es el único que consigue robarle el plano a Gary Oldman. Espectacular.
Otros personajes históricos como Clement Attlee o Anthony Eden se desdibujan bastante. Están bien interpretados, pero no tan bien escritos. Eden parece poco menos que el presidente del club de fans de Churchill.
Defectos
La película es casi perfecta, pero tiene un bache cerca del final que, desde mi punto de vista, baja el ritmo cinematográfico y, además, es un patinazo serio en un guión que iba como la seda.
Los que la hayan visto creo que se imaginan a qué me refiero.
Spoiler:
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Toda la escena de Churchill en el metro sobraba.
Es inverosímil, roza la caricatura y, encima, rompe el ritmo narrativo de una película que, hasta ese momento, va como la seda y funciona perfectamente.
Incluso tira por tierra parte del trabajo de Oldman, al que le cuesta horrores defender esa escena "ocurrente".
Se fabrica esa escena para acercar al "pueblo llano" a la historia, porque es obvio que todo lo que se cuenta pasaba en la élite social. Pero ya la secretaria era un buen enganche con el pueblo británico.
Para mi gusto, empaña incluso el discurso final. Oldman hace una interpretación soberbia de ese discurso, pero al ir justo detrás de esa escena inverosímil, reduce su impacto.
Una lástima.
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Otro problema es que el cine inglés ha producido demasiadas películas sobre prácticamente este mismo tema.
Es muy evidente, y provoca una sonrisa durante el visionado, ver cómo la película tiene literalmente que esquivar El discurso del rey y Dunkerque, dos películas que están claramente contenidas en esta y viceversa.
Demasiada saturación de grandes producciones 2GM para el cine británico reciente.
Se nota el Brexit y el auge nacionalista...
Resumiendo: grandes interpretaciones, ambientación perfecta, Gary Oldman saliéndose de la gráfica, para una película intachable que, de todas maneras, suena a "ya vista" porque se parece muchísimo a un montón de películas inglesas de temática similar.
No obstante, muy recomendable. Casi diría obligatoria para todo fan de la 2GM.