La condena de los médicos-asesinos responsables de los experimentos inhumanos.

- UTILIZABAN A LOS PRISIONEROS COMO SIMPLES CONEJILLOS DE INDIAS
- EL PLIEGO DE CARGOS
- LA EUTANASIA SEGÚN LOS NAZIS
- LA PRUEBA DE VACUNACIÓN DE "TREINTA GITANOS"
- EL "DIARIO DE LA MUERTE"
- "PARA LOS JUDÍOS NO ES NECESARIO EL EXAMEN..."
- "ESTAMOS PREPARADOS PARA LA ESTERILIZACIÓN EN MASA"
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- LA SENTENCIA DEL PROCESO A LOS MÉDICOS ASESINOS
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- VIDEOS
- FUENTES
1. UTILIZABAN A LOS PRISIONEROS COMO SIMPLES CONEJILLOS DE INDIAS
El 15 de noviembre de 1946 comenzó en Nuremberg, ante el Tribunal americano número 1, presidido por el juez Walter B. Beals, lo que se conoce con el nombre de "el proceso de los médicos". El juicio concluyó el 21 de agosto de 1947 y los veintitrés acusados se declararon "no culpables en el sentido de la acusación" De ellos, siete fueron condenados a la horca (Viktor Brack, karl Brandt, Rudolf Brandt, Karl Gebhardt, Joachim Mrugowsky, Waldemar Hoven y Wolfram Sievers); cinco, a cadena perpetua (Fritz Fischer, Gerhard Rose, Oskar Schröder, Karl Genzken y Siegfried handloser); dos a veinte años de cárcel (Hermann Becker-Freyseng y Hertha Oberhauser); uno, a quince años (Wilhelm Beiglböck) y otro a diez (Helmut Poppendick). Los siete acusados restantes (Kurt Blome, Adolf Pokorny, Hans Wolfgang, Hans-Wolfgang Romberg, Paul Rostock, Siegfried Ruff, Konrad Schaefer y Georg August Welt) fueron absueltos de los cargos imputados.

Según el juez adjunto Victor C. Swearingen, exasistente del Fiscal General, los acusados (especialmente Brack, jefe del servicio sanitario de la Cancillería de Hitler; Karl Brandt, comisario del Reich y Ministro de Sanidad; Rudolf Brandt "sin parentesco con el anterior", que desempeñó el cargo de secretario personal de Himmler, y Karl Gebhardt, médico personal Reichsführer de las SS y presidente de la Cruz Roja alemana), "fueron responsables, cómplices, instigadores o favorecieron las empresas que (desde septiembre de 1939 a abril de 1945) preveían experimentos médicos (...) en sujetos que no habían concedido su permiso para ello, cometiendo en el transcurso de dichos experimentos homicidas, violencia, atrocidades, torturas, crueldades y otras acciones inhumanas".

Los acusados, en mayor o menor grado, habían estado implicados en la "operación Eutanasia" (eliminación de los internos en clínicas psiquiátricas, niños deformes, o deficientes, etc) y en experimentos sobre descompresión y congelación en prisioneros, cobre vacunación contra el tifus y sobre esterilizaciones en masa. Los acusados eran eminentes profesores y médicos clínicos, en hospitales y en la universidad, y permitieron que con ello trabajasen personas como el Hauptsturmführer Sigmund Rascher, quien en la primavera de 1941 había propuesto a Himmler la realización de experimentos sobre sujetos humanos. Este charlatán sanguinario llegó a ser amigo de Himmler, quien admiraba a la señora Rascher por haber traído al mundo a tres niños a los cuarenta y ocho años de edad, con la que se proclamo "Campeona Alemana de Natalidad" (en la primavera de 1944, los Rascher fueron detenidos por haberse apropiado, ilegalmente, de tres niños, a los que habían pasado por hijos suyos). Himmler intervino, destacó la importancia de las investigaciones de Rascher y ordenó la suspensión del proceso. Sin embargo, el "científico" no obtuvo la libertad. Confinado en Dachau, Rascher presumía ante los prisioneros de haber sido el inventor de la cámara de gas y, tal vez por ello, fue ejecutado en los últimos días del Tercer Reich.
2. EL PLIEGO DE CARGOS
La denuncia se articuló en cuatro puntos:
- Punto 1 (El Plan Común o la Conjura): El primer punto contiene la acusación de haberse acordado ilegalmente, intencionalmente y con total conocimiento de causa para cometer, según un plan común, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, como los defendidos en la Ley Nº 10 del Comité de Control.
- Punto 2 y 3 (Crímenes de Guerra y Crímenes contra la Humanidad): El segundo y tercer punto de la denuncia presentan la acusación de haber perpetrado crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El contenido de estos dos puntos es el mismo, a excepción de que el punto 2 se afirma que las acciones atribuidas a los acusados fueron cometidas "contra civiles y contra personas pertenecientes a las fuerzas armadas de naciones que en aquella época se encontraban en guerra con Alemania... en el ejército de su derecho de control en cuanto potencia beligerante" mientras que en el punto 3 se afirma que fueron cometidas "contra civiles alemanes y contra personas de otras nacionalidades". Ambos puntos se trataron y discutieron como uno solo, pero sin olvidar esta distinción. Los puntos 2 y 3 afirman, sobre todo, que desde septiembre de 1939 hasta abril de 1945 todos los acusados "ordenaron, instigaron, favorecieron, fueron cómplices, dieron su consentimiento y estuvieron implicados en proyectos y empresas médicas... sin el consentimiento de los sujetos de los experimentos, en el curso de los cuales cometieron homicidios, violencia, atrocidades, torturas, crueldades y otras acciones inhumanas". Los puntos 2 y 3 concluían con la afirmación de que los criminales y las atrocidades descritas "constituyen infracciones de los acuerdos internacionales..., de la leyes y costumbres de guerra, y de los principios universales que se derivan de los códigos penales de todas las naciones civilizadas, de los códigos penales de los países en que se cometieron, así como del Articulo II de la Ley Nº 10 del Comité de Control".
- Punto 4 (Pertenecía a Organización Criminales): El punto 4 del pliego de cargos acusaba a Karl Brandt, Genzken, Gebhardt, Rudolf Brandt, Mrugowsky, Poppendick, Sievers, Brack, Hoven y Fischer de haber pertenecido a una organización que fue declarada por el Tribunal Militar Internacional, ya que los acusados, fueron, desde el 1 de septiembre de 1939, miembros de los "Escalones de Protección" del partido Nacionalsocialista alemán (comúnmente conocido como las SS), infringiendo con ello el apartado 2 (d) del Articulo II de la Ley Nº 10 del Comité de Control.
3. LA EUTANASIA SEGÚN LOS NAZIS
Otro médico que no compareció en la lista de los acusados fue el doctor Carl Clauberg, declarado muerto (en realidad, era prisionero de la Unión Soviética y regresaría solo en 1955, para ser arrestado en Kiel, en cuya prisión se ahorcó). El 9 de diciembre de 1946, la acusación pública procedió a exponer las acusaciones contra los médicos. El juez Swearingen afirmó que en Alemania, tras el estallido de la segunda guerra mundial (tal como se desprendía de los documentos que obraban en su poder), se habían realizado experimentos delictivos en personas no alemanas, en prisioneros de guerra y en civiles (incluidos judíos y los llamados "elementos asociales"), y además en gran escalas y no solo en los territorios del Tercer Reich. "No se trató (explica el fiscal general) de experimentos aislados ni de acciones ocasionales efectuadas por médicos o estudiosos que actuaban por su propia iniciativa. Los experimentos eran el resultado de una política precisa y de planes elaborados en las altas esferas gubernativas, militares y del partido nacionalsocialista y era una parte mas del afán bélico total. Fueron ordenados, aprobados, autorizados y permitidos por personas que ocupaban altos cargos (como, por ejemplo, el profesor Karl Brandt, Ministro de Sanidad del Reich, Teniente General de las SS y médico personal del Jefe del Estado Alemán), que según todos los principios jurídicos tenían el deber de conocer estos hechos y de poner los medios necesarios para impedirlos o poner término a dichas experiencias".

El fiscal pasó a ilustrar que era la "Operación Eutanasia", esta palabra, textualmente, significa la muerte misericordiosa, suministrada a enfermos incurables, y según la terminología nazi, la "supresión de vidas indignas de ser vividas". Hitler mantuvo en total secreto la "Operación Eutanasia" y nunca fue promulgada de forma oficial. Philipp Bouhler, asistido por el acusado Karl Brandt, médico personal de Hitler, fue el encargado de su ejecución, con la ayuda de los servicios del Ministerio del Interior. La organización creada a tal fin tenía su sede en Berlín, en Tiergartenstrasse 4, y recibió el nombre convencional de T-4. Su jefe, el acusado Viktor Brack, ayudante de Bouhler, eligió el seudónimo de Yennerwein. Se crearon otros términos inofensivos y de apariencia totalmente anodina para enmascarar los centros de eutanasia y los servicios que dependían de ellos.

Varios psiquiatras alemanes de renombre como el profesor Heyde (que se ahorcó en la cárcel poco después de su detención), Nischer, Pfannmüller, etc proporcionaron su actividad y entusiasta ayuda al T-4. Otra autoridad científica, el profesor Kranz, calculaba en un millón el número de alemanes cuya eliminación era aconsejable. las oficinas del la T-4 prepararon un cuestionario que fue enviado a todos los centros psiquiátricos de Alemania. Una comisión de tres expertos, elegidos entre los médicos mas destacados del T-4, deberían emitir su veredicto en base al cuestionario que, en general, sólo registraban datos del estado civil del enfermo y del nombre de la enfermedad. Si este diagnóstico a distancia era favorable para el enfermo, se le enviaba a una "estación de observación", donde permanecían durante unas semanas. Entonces, salvo opinión contraria del director de la "estación de observación" (lo cual, según el testimonio del propio Brandt en el "proceso de los médicos", no sucedía mas que en el cuatro o seis por ciento de los casos), eran trasladados al instituto de eutanasia propiamente dicho. Por considerar que la eutanasia era un asunto de estado, las decisiones se tomaban sin el conocimiento de las víctimas o de sus familiares.

Los posteriores traslados impedían seguir el rastro del enfermo y con ello se facilitaba su desaparición silenciosa. El primer centro de eutanasia se creó en Brandemburgo (Prusia), en 1939, en unos locales que sirvieron como prisión. Su administración fue encargado al comisario de policía Christian Wirth. Durante 1940 se inauguraron otros cinco en varias regiones de Alemania. Según Brack, fueron los de Grafeneck, en Württemberg, Sonnenstein, en Sajonia, Hartheim, en Austria, Bern Gurg, en Turingia, y Hadamar, en Hesse. Se establecieron en propiedades abandonadas o en asilos cuyos habitantes fueron trasladados. Al principio, Wirth se limitaba a matar a los enfermos de un disparo en la nuca. Con la introducción de médicos en estos establecimientos, se adoptaron métodos especiales.

Posteriormente, Brack-Yennerwein introdujo a un químico, el doctor Kallmeyer. El sistema definitivo fue el de la asfixia por óxido de carbono. Su instalación era sencilla y se veía facilitada por el "movimiento" escaso de los centros de eutanasia. En cada establecimiento se aisló herméticamente un pequeño local, transformado en cámara de "duchas". En la cámara había una serie de tubos que comunicaban con los cilindros que contenían el oxido de carbono. Viktor Brack, al ser interrogado por la acusación publica, explico: "Antes de ser conducidos, en grupos de diez o quince, dentro de la cámara de gas, los enfermos eran sometidos a inyecciones de morfina, escopolamina o se les drogaba con con pastillas de somníferos. Las estaciones de eutanasia se hallaban previstos de pequeños crematorios, donde se incineraba los cadáveres. Las familia recibían cartas estereotipadas que anunciaban el fallecimiento del enfermo por debilidad cardíaca o por pulmonar. ¿Entiende?".
Desde enero de 1940 a agosto de 1941, en el que se suspendió el programa de eutanasia, se exterminaron 70.273 enfermos mentales. Una sección del T-4, denominada "Comité del Reich para investigación sobre enfermedades hereditarias", se hallaba encargada de ocuparse de los niños afectados por enfermedades hereditarias graves o que padeciesen deficiencias mentales. esta sección había iniciado sus trabajos en la misma época y la desarrollaba del mismo modo. El funcionamiento del programa de eutanasia dependía directamente de la Cancillería de Hitler y no tenia nada en común con el RSHA de Himmler y de Heydrich. ¿Fue, entonces, mera casualidad que la mayor parte de las estaciones de eutanasia estuviesen situadas junto a los grandes campos de concentración?. Lo que es evidente es que, desde finales del verano, de 1940, la inspección de los campos de concentración se puso en contacto con el T-4 y unas ·comisiones de expertos" comenzaron a efectuar selecciones periódicas entre los detenidos del campo.

El acusado Karl Brandt declaró: "La fórmula cifrada (14 f. 13) que figura en los documentos relativos a estas operaciones se encuentran estrechamente unidas a la aplicación del programa de eutanasia. Según el acuerdo estricto entre Himmler y Brack-Yennerwein, la comisión de técnicos del T-4 visitaban los campos y elegían, con la ayuda de los médicos de los campos, a los hombres que les parecían deficientes físicos o mentales. En la práctica, un factor decisivo en la elección era la causa de la detención, en especial si se trataban de judíos, gitanos o asociales". Sin embargo, esta norma era especialmente aplicada en el caso de los judíos. Fritz Mennecke, "experto" en eutanasia, y testigo durante el proceso, explicó: "Los judíos no eran seleccionados por sus condiciones de salud, sino por los motivos de su detención...". Estas circunstancias volverían a confirmarla durante un diálogo en la sala con su abogado defensor.
- Pregunta: "Bien. Usted a dicho que se rellanaban cuestionarios para los prisioneros de los campos de concentración".
- Respuesta: "Si".
- Pregunta: "Y ha dicho también que se examinaban prisioneros políticos y judíos".
- Respuesta: "Si".
- Pregunta: "¿Cuál era el criterio que se seguía?.
- Respuesta: "Los judíos no eran juzgados por sus condiciones de salud, sino por los motivos de su detención".
- Pregunta: "¿Se trata, por lo tanto, de consideraciones políticas y raciales?".
- Respuesta: "Si".
- Pregunta: "¿Quien ordenó actuar de dicho criterio?".
- Respuesta: "Fueron varias personas. El procedimiento fue aconsejado por el profesor Nietzsche, así como por el profesor Heyde y por el propio acusado, Viktor Brack".
- Pregunta: "¿Y no se trata de una ruptura total con lo que anteriormente se había dicho?.
- Respuesta: "Si. Por lo menos no tenía nada que ver con la eutanasia de los enfermos mentales".
- Pregunta: "¿Cuándo fue la primera vez que se aplicaron los criterios raciales y políticos?. ¿Fue en la época de su primera visita a un campo de concentración?.
- Respuesta: "No".
- Pregunta: "Entonces, ¿cuando fue?".
- Respuesta: "Creo que fue en Buchenwald, o tal vez de Dachau".
- Pregunta: "Y anteriormente ¿como se procedía?. ¿Cuál era su misión en los campos de concentración?".
- Respuesta: "Visitar a los prisioneros que presentaban y diagnosticar las psicosis y las psicopatías".
- Pregunta: "Al principio, por tanto, se trataba de una cuestión de enfermedades mentales".
- Respuesta: "De una cuestión médica".
- Pregunta: "Y luego pasó a ser una cuestión política y racial".
- Respuesta: "Si. Es decir, luego, junto a la cuestión política y racial, yo debía dar siempre el juicio de médico".
- Pregunta: "¿Quiere usted decir que había dos tipos de casos, enfermos mentales que había que juzgar desde el punto de vista médico y personas que eran juzgadas desde el punto de vista político y racial".
- Respuesta: "Sobre esto ya me he pronunciado, en el sentido de que no eran enfermos mentales ni de ningún otro tipo".
- Pregunta: "Pero usted rellenaba lo formularios".
- Respuesta: "Si. Eso es lo que querían en Berlin".
- Pregunta: "¿Y quien juzgaba los cuestionarios?".
- Respuesta: "No lo se".
- Pregunta: "¿Pensaba que, después de usted, otro médico procedía a valorarlos?".
- Respuesta: "No sé qué podría haber valorado un medico en los cuestionarios de los judíos...".