Al principio, las intenciones alemanas eran enviar un pequeño destacamento de treinta carros denominado «Sperrverband Lybien». En febrero, se decidió enviar la recién formada 5. lei.Div. con el Pz.Rgt. 5. Al mando estaba el general Erwin Rommel, hasta ese momento comandante de la 7. Pz.Div., quien estaría a las órdenes -aunque con ciertos matices- del general italiano Gariboldi. El 19 de febrero, se ordenó el envío de una división suplementaria, la 15. Pz.Div. con el Pz.Rgt. 8, para constituir así una fuerza expedicionaria: el Deutsches Afrika Korps (DAK).
El 4 de marzo, el general, sin esperar a que llegara el resto de sus vehículos, inició un avance hacia Mutgaa con carros de combate ficticios, construidos con armaduras de madera y tela colocadas sobre camiones, y coches ligeros para simular los blindados. Con esta «fuerza», el comandante del DAK tomó posiciones a 800 km al este de Trípoli sin entrar en combate.
Entre los días 8 y 10 de marzo, los carros del Pz.Rgt. 5 empezaron a ser desembarcados en el puerto de Trípoli y, el día 11, los 155 blindados de la 5. lei.Div. -formados por 25 Pz. I, 45 Pz. II, 61 Pz. III con cañones de 5 cm KwK L/42, 17 Pz. IV y 7 Pz.Bef. se encontraban ya en suelo africano. Al día siguiente, Rommel organizó un desfile de sus tropas y, para impresionar a los espías británicos presentes, ordenó que los vehículos dieran varias vueltas a la manzana, de manera que el primer blindado en desfilar continuara la marcha justo después del último, para que el enemigo creyera que disponía de muchos más carros que los que tenía en realidad.
Cuando volvió a África, se dio cuenta de que las tropas de la Commonwealth, aunque preparaban la posible batalla final contra Trípoli, estaban exhaustas tras la victoria obtenida unas semanas antes. Además, sus efectivos habían mermado porque todos los hombres y el armamento posibles se concentraron en Grecia en previsión del ataque del Eje.
El 31 de marzo, Rommel aprovechó esta situación y ordenó atacar Mersa el Brega sin esperar a que llegara la 15. Pz.Div., desobedeciendo así las órdenes directas de Hitler.
Al mediodía el momento más caluroso, la artillería y los bombarderos en picado Stuka iniciaron el ataque sobre esta población mal defendida por los británicos, que no tardaron en huir despavoridos. Sin consultar a Rommel, el general de división Johannes Streich, al mando de la 5. lei.Div., avanzó hacia la pequeña población de Agedabia, que fue tomada el 2 de abril.
Los alemanes capturaron numerosos prisioneros ingleses y, sobre todo, una gran cantidad de material -camiones, coches, carros y cañones- que, debido a la escasez de medios, fue rápidamente reparado y utilizado contra sus antiguos dueños.
El uso de material capturado fue una práctica habitual del DAK; en ocasiones, encima del camuflaje británico, se pintaba el de los alemanes y éstos añadían sus marcas tácticas y sus distintivos; en otros casos, simplemente se extendía una bandera roja con la esvástica sobre la carrocería para que fuera bien visible desde el aire por la Luftwaffe.
Sin apenas bajas, Rommel había alcanzado los objetivos previstos inicialmente para finales de mayo y tenía bajo su control un importante punto de abastecimiento para sus próximas misiones de invasión de Libia. El general Gariboldi, que conocía sus intenciones, ordenó detener la marcha porque los italianos no podían seguir el ritmo frenético de sus aliados. Pero el Zorro del Desierto, como era conocido Rommel, no estaba dispuesto a dejar escapar esta oportunidad y continuó su avance. Para ello, dividió sus fuerzas en tres grupos independientes (Kampfgruppe): uno se dirigió hacia Benghazi por la carretera de la costa, mientras que el segundo y el tercero fueron hacia El Mechili, adentrándose en el desierto y reforzando así la tenaza alemana. A pesar de las dificultades con que se encontraron, las fuerzas del Eje, dirigidas desde el aire por Rommel -que volaba en su avión Fieseler Storch-, llegaron a Benghasi el 6 de abril.
El día 8, atacaron El Mechili. Rommel ordenó a sus tropas que rodearan la población para hacer el mayor número posible de prisioneros. Tras la batalla, los alemanes habían capturado unos 1.700 hombres y 500 vehículos. Mientras tanto, el Kampfgruppe del teniente coronel Ponath había tomado Derna y capturado otros 900 hombres junto con un centenar de vehículos.
En tan sólo unas semanas, las tropas alemanas, que no habían sido entrenadas para la guerra en el desierto, contaban sus acciones por victorias, aunque aprendieron la dificultad de combatir en ese medio y cómo sobrevivir en él, tanto en el caso de los hombres como en el del equipo, que se averiaba con mucha más rapidez que en el escenario europeo. Aunque su experiencia en estas condiciones era muy superior, los británicos se retiraron ante el empuje alemán y el general Wavell -que había tomado el mando tras la captura de los generales O'Connor, Neame y Coombe en Derna- decidió hacerse fuerte en el puerto de Tobruk para defenderlo de los ataques del DAK.
Rommel
Al final de los enfrentamientos en el norte de África, dirigió el Grupo de Ejércitos Afrika, que tuvo que retirarse en marzo de 1943. En enero de 1944, comandó el Grupo de Ejércitos B y, en julio de ese mismo año, fue herido en un ataque aéreo contra su vehículo.
Su convalecencia fue larga. Tras el atentado contra Hitler del 20 de julio (Operación Valkiria), fue encausado y Hitler le dio a escoger: un juicio o el suicidio. Rommel, consciente de que Hitler no podía arriesgarse a un proceso y de que lo haría desaparecer fuera como fuese, y para proteger a su familia, se suicidó el 14 de octubre de 1944. Oficialmente, murió a causa de una embolia; fue incinerado el día 18 con todos los honores.
En 1943, Rommel recibió la más alta condecoración alemana, la Cruz de Hierro con hojas de roble, espadas y diamantes. Fue uno de los pocos altos mandos alemanes que no estuvo implicado en crímenes de guerra.
Emblema del África Korps
Este emblema se pintaba como símbolo táctico en todos los vehículos adscritos al Afrika Korps (carros de combate, vehículos blindados, camiones, etc.) e incluso en ciertos elementos del equipo y del material. Su estructura seguía siempre el mismo patrón, aunque podía presentar pequeñas diferencias en la forma de las hojas y del tronco de la palmera.
El Generalleutnant Erwin Rommel no debía conseguir sus primeros resultados en la reconquista de la Cirenaica -la región situada en la costa nororiental de la actual Libia- hasta el 15 de abril de 1941. Sin embargo, para el día 6, el Afrika Korps ya había recuperado, salvo el puerto de Tobruk, el terreno que los británicos habían arrebatado a los italianos a principios de año. Tobruk era de vital importancia, tanto para los asediados, que necesitaban abastecimientos para resistir la presión de las fuerzas alemanas, como para éstas, pues no podían continuar su avance sin haberlo conquistado.
Convencido de que los ingleses ya estaban derrotados, Rommel lanzó un ataque sobre Tobruk el 13 de abril. Las tropas germanas no estaban en condiciones de afrontarlo, porque necesitaban repuestos, agua, gasolina, recambios y, sobre todo, reponer energías tras la veloz travesía por el desierto y la batalla de El Mechili. Pero Rommel no estaba dispuesto a dejar escapar a los británicos como en Dunkerque, y ordenó el ataque pese a las recomendaciones de sus mandos subalternos. Por su parte, los británicos, al mando del general Archibald P. Wavell, se habían hecho fuertes en Tobruk tras una serie de líneas de defensa bien consolidadas por tropas inglesas y australianas. Estas defensas contaban con fortificaciones, campos de minas y zanjas, todo ello apoyado por la artillería de campaña, dispuesta de modo que podía alcanzar cualquier posible punto de ruptura creado por los alemanes. La fuerza defensiva de Tobruk estaba compuesta por más de 30.000 hombres sin ninguna intención de retirarse o rendirse, ya que su misión era resistir hasta el final. Aparte de la infantería y la artillería, contaban con el apoyo de veinte carros del 1er Real Regimiento de Tanques británico -dotado de Cruiser Mk. I (A-9), Mk. II (A-10), Mk. Ill y Mk. IV (A-13)-, cuatro Matilda y algunos carros ligeros Vickers de la 3a Brigada Acorazada.
Al anochecer del día 13, los Panzer del 5. Pz.Reg. atacaron los puestos defensivos 33 y 32, al sur de Tobruk, cerca de la carretera de El Adem. Las defensas británicas no pudieron impedir que los Panzer abrieran una brecha, pero finalmente consiguieron contener su avance. Con las primeras luces del día 14, los blindados alemanes tuvieron que retirarse y regresar por donde habían entrado unas horas antes.
De esta forma, en apenas dos meses, Rommel experimentó su primera victoria y su primera derrota en África, y aparecieron sus primeros detractores. El empecinado ataque a Tobruk ocasionó un número muy alto de bajas, tanto en personal como en equipo. Sin embargo, tras unos días de descanso para reponer energías y reparar el material, el general alemán planificó su segunda ofensiva. El 24 de abril, los carros de combate de la 15. Pz.Div., provenientes de Nápoles, empezaron a llegar a Trípoli. Cuando comenzó el ataque, todavía no habían llegado todos los blindados del 8 Pz.Rgt. pero el 6 de mayo ya estaban disponibles en suelo africano 45 Pz. II, 71 Pz. Ill, 20 Pz. IV y 10 Pz.Bef.
Para el ataque, Rommel dividió sus fuerzas en dos grupos: por un lado, los efectivos de la 5. lei.Div. al mando del Generalmajor Kirchheim y, por otro, las tropas de la 15. Pz.Div. -constituidas, en ese momento, principalmente por la infantería- bajo el mando del Generalmajor Von Esebeck. El asalto comenzó al anochecer del día 30 de mayo y el primer objetivo fue la Colina 209 (Ras el Madauur), al suroeste de Tobruk. Tras un bombardeo, los zapadores abrieron una brecha. La infantería la ocupó y comenzó a dejar libre el camino para los Panzer y la artillería, con el objetivo de que se resguardaran en la fortaleza de Ras el Madauur y prosiguiesen rumbo a Tobruk por la mañana para tomarla. Sin embargo, fueron detenidos por un campo de minas y por la artillería anticarro, que destruyó diecisiete blindados alemanes.
Los británicos se retiraron, el día 2 de junio, a la fortaleza, y permanecieron en ella hasta que una tormenta de arena detuvo el ataque germano. Los Matilda, junto con la artillería y, sobre todo, la infantería australiana, consiguieron impedir una vez más la toma de Tobruk. Este asedio causó, tanto para las tropas aliadas como para las del Eje, importantes perjuicios en sus condiciones físicas y en su moral.
El primer ataque obligó a las tropas alemanas a abandonar las posiciones de Sollum y Halfaya. El siguiente paso consistió en la conquista de Capuzzo, pero los alemanes consiguieron rechazar y detener el avance aliado. Rommel reforzó entonces las defensas con un nuevo Kampfgruppe compuesto por carros de combate de la 15. Pz.Div. y una batería de cañones de 8,8 cm. En la jornada siguiente, 16 de mayo, los alemanes recuperaron las posiciones perdidas, y las fuerzas de la Commonwealth se retiraron a Egipto el día 17. Sin embargo, Gott no quiso desprenderse de Halfaya, pues lo consideraba vital para la defensa de la frontera, e hizo frente al DAK hasta el 27, fecha en que tuvo que entregar la plaza a los alemanes.
Muy descontento con el trabajo de sus mandos, Rommel puso al frente de las unidades a los generales que mejor se adaptaban a su manera de concebir la guerra en el desierto. Mientras tanto, Wavell preparaba la Operación Battleaxe, para la cual contaba con la llegada de nuevos carros de combate Crusader, Matilda y Vickers para la 7a División Acorazada (7th Armoured Division). Las fuerzas estaban bastante igualadas, aunque eran ligeramente superiores las de los atacantes, que disponían de 190 blindados frente a los 178 -sin contar los obsoletos Pz. I- de los alemanes. Pero estos últimos debían tener en cuenta a la «Reina del Desierto»: el carro Matilda II Mk. II, insensible a los disparos de los Panzer y a su cañón 2 pdr de 4,0 cm. Para contrarrestar a los Matilda, los alemanes recurrieron al cañón antiaéreo Flak de 8,8 cm, que, a lo largo de la guerra, demostró ser una excelente arma anticarro.
El ataque británico comenzó el 15 de junio, pero los alemanes, que habían interceptado los mensajes por radio de los Aliados, estaban bien organizados para la defensa. El ataque se lanzó desde tres frentes: el central, que debía tomar Capuzzo; el izquierdo, en el que la 7a División Acorazada llegó a Sidi Suleiman, y el derecho, que no pudo atravesar las defensas del paso de Halfaya. Por la tarde, el Pz.Reg. 5 contraatacó a la Séptima, pero se vio obligado a replegarse. Mientras tanto, las fuerzas de la 15. Pz.Div. intentaron reconquistar Fort Capuzzo, pero perdieron 45 de sus 80 blindados y también tuvieron que retroceder. Más al sur, la 5. lei.Div. logró alcanzar Sidi Ornar y Sidi Suleiman con el objetivo de cortar las líneas de avituallamiento de los Aliados. Convencido de las posibilidades de éxito en este sector, Rommel envió el resto de sus blindados hacia Halfaya. El 17 de junio, las tropas de la Commonwealth comenzaron a retirarse del paso y dejaron atrás 500 hombres y 94 carros fuera de combate. Esta última cifra fue particularmente importante, pues los británicos no destruían los blindados que abandonaban, de modo que éstos fueron puestos en servicio por el DAK, que se especializó en la recuperación del material capturado al enemigo.
Esta victoria hizo que Rommel recibiera el apoyo de Berlín, y Hitler lo promovió a General der Panzertruppe (un grado específico de las fuerzas blindadas, por debajo del de general de división). En África comenzó a nacer el mito del «Zorro del Desierto» y el del Afrika Korps, un hombre y una unidad temibles.
Operación Crusader
Tras la conquista de Sollum (Egipto) por el Deutsches Afrika Korps a mediados de junio de 1941, los ejércitos que se enfrentaban estaban exhaustos. Los británicos invirtieron cuatro meses y medio en reorganizarse antes de lanzar el ataque para recuperar la Cirenaica y liberar Tobruk del asedio alemán. La operación, llamada Crusader, se prolongó entre el 18 y el 30 de noviembre de 7947 y se saldó con un serio revés para las fuerzas del DAK.
Por su parte, las fuerzas de Rommel habían sido reunificadas para formar un grupo blindado denominado Panzergruppe Afrika, que incluía la 15. y la 21. Pz.Div., así como las divisiones italianas Trieste, Trento y Ariete. Con estas fuerzas y los reemplazos que Hitler le envió tras el éxito de junio, el general alemán organizó la defensa de la Cirenaica. En septiembre, el DAK hizo una incursión en territorio enemigo con el fin de capturar un depósito de combustible aliado y, aunque fracasó, capturó unos documentos falsos que hicieron creer a Rommel que los británicos no estaban listos para responder a un ataque.
La hora de Tobruk
Un combate épico
El 20 de noviembre, Rommel comenzó a comprender las verdaderas intenciones de los británicos y, durante dos días, los combates fueron confusos. Dos días más tarde, en una difícil batalla, la 7a Div. Acorazada perdió dos tercios de sus fuerzas (52 carros) frente al Pz.Rgt. 5, que sólo contaba con 57 blindados. Al anochecer, los británicos se retiraron hacia Gabr Saleh, pero el enfrentamiento prosiguió, y los cañones de los regimientos 5o y 8º hostigaron sin tregua a los vehículos ingleses. A las 15 horas del 23 de noviembre comenzó el ataque del DAK sobre Sidi Rezegh; tres horas más tarde, los alemanes daban la batalla por ganada. Habían destruido 32 carros de combate, 18 cañones y 5 blindados, y capturado 500 hombres y gran cantidad de material; por su parte, habían perdido 172 de los 279 carros con que empezaron la batalla.
Pero estas pérdidas no detuvieron a Rommel, quien ordenó un ataque para destruir lo que quedaba del 8º Ejército británico y lanzó la 15. y la 21. Pz.Div. paralelas a la costa hacia Sidi Ornar para cortar las líneas de suministro del enemigo. Pero no contaba con la 2a División de Infantería neozelandesa, que había tomado Sollum, Capuzzo y Müsaid. Mientras tanto, el comandante en jefe del Afrika Korps cruzó la frontera egipcia para dirigir el ataque, pero su «Moritz» -uno de los tres furgones blindados AEC 4x4 ACV capturados a los británicos- se averió y tuvo que subir en el «Mammoth» («mamut») de Ravenstein, otro AEC. Estuvieron perdidos en el desierto todo un día y no encontraron el camino correcto hasta el amanecer, con el propio Rommel al volante. Los neozelandeses habían tomado ya el aeropuerto de Sidi Rezegh y se ordenó a la 21. Pz.Div. que retrocediera para ayudar a la Trieste italiana. El 29, los carros del DAK comenzaron a avanzar hacia el este con el fin de cerrar el cerco.
La 15. Pz.Div. tan sólo disponía de 9 carros, mientras que la 21. Pz.Div. conservaba 43. El 4 de diciembre se consiguió recuperar El Duda y, tras un intento de avance hacia la frontera egipcia al día siguiente, Rommel ordenó que sus fuerzas se reagruparan cerca de El Adem para reforzar la presión sobre Tobruk. Para entonces, el DAK sólo contaba con 40 carros de combate en total.
Una dura lección
Una fuerza combinada del DAK y los elementos acorazados disponibles de la 15. y la 21. Pz.Div. lanzó un contraataque el día 28. Con tan sólo 41 Panzer, los alemanes destruyeron 53 de los 90 carros de la 22a Brigada Acorazada británica y, en la jornada siguiente, liquidaron otros 23. El nuevo año trajo consigo la orden de afianzar las posiciones en la línea defensiva de El Agheila y, en la noche del 1 al 2 de enero, las fuerzas del DAK ya estaban en posición. La fortaleza de Bardia, aislada desde hacía unas semanas, cayó por fin en manos de las tropas sudafricanas, pero no se pudo consolidar la bolsa formada alrededor de Halfaya, en la cual quedó cercada la División Savona italiana. El 7 de enero de 1942, el 80 Ejército se detuvo y ambos bandos aprovecharon para reponer fuerzas y asegurar sus posiciones defensivas. La División Savona cayó por último ocho días después a causa de la falta de munición, comida y agua.
El balance de la Operación Crusader se saldó con éxito para los aliados, pues las bajas alemanas fueron elevadas -casi el 70°/o de los blindados disponibles- y su falta de repuestos se agravó más; los británicos perdieron sólo un 15% de efectivos y aún tenían reservas.
Fuente: Los blindados alemanes de la Segunda Guerra Mundial (colecciones Altaya)