Fue un programa creado por los nazis para eliminar a los enfermos incurables, niños con taras hereditarias o adultos improductivos. Dichos nazis consideraban a esta eliminación una eutanasia y durante este periodo se cree que fueron asesinadas sistemáticamente entre 200.000 y 250.000 personas con algún tipo de tara [1] El nombre T4 viene de los cuarteles generales de la organización que ejecutaba estos planes, que estaban situados en Berlín en la Tiergartenstrasse 4 (calle del Jardín Zoológico, número 4).
Algunas instituciones de la T4 eran Bernburg, Grafeneck, Sonnenstein, Hadamar y Hartheim.
Funcionamiento
Por la sincronización de fechas, se cree que el objetivo del programa fue liberar recursos médicos y camas de hospital para los potenciales heridos de la próxima campaña de Invasión de Polonia (iniciada el 1 de septiembre del mismo año, es decir, dos semanas más tarde).
Oficialmente, Hitler suspendió el programa en 1941, preocupado por la imagen internacional de Alemania, pero eso no implicó un desmontaje de la Organización establecida para desarrollar estos planes ni tampoco el cese de los asesinatos en sus Centros. Estas prácticas incluso en determinados casos sobrevivieron a la Alemania Nazi, pues algunos médicos de ideología nazi continuaron matando niños todavía durante la ocupación aliada.
Las víctimas de la Aktion T4 fueron personas que para la ideología nazi llevaban vidas indignas de ser vividas. Se argumentaba que representaban un peso para la grandeza de Alemania y un peligro para la raza. Entre estas personas se encontraban hombres y mujeres de todas las edades, desde niños hasta ancianos. Había entre ellos enfermos mentales y portadores de enfermedades hereditarias o con algún factor hereditario. Por ejemplo, determinados grados de epilepsia podían suponer el asesinato del enfermo.
Además, en los establecimientos de la T4 se asesinó a otros grupos de personas, como determinados presos de los campos de concentración nazis que mostraban un deterioro físico especialmente marcado. Esta operación era denominada por los nazis Aktion 14f13.
El cardenal alemán Clemens August von Galen (1878-1946) criticó la "acción T4". Según documentos publicados tras el fin de la guerra, el régimen nazi decidió no ejecutar al cardenal hasta después de la victoria final, para evitar que se convirtiera en un mártir de la resistencia. Lo mismo hicieron otros sacerdotes católicos, como Bernhard Lichtenberg; algunos fueron encarcelados por ello.
De la eutanasia a la "solución final"
Por Susanne Heim-Publicado el 17/7/2006.
Investigadora. Autora, en colaboración con Götz Aly, de Vorkender der Vernichtung. Auschwitz und die deutschen Pläne für neue europäische Ordnung (Los precursores del exterminio. Auschwitz y los planes alemanes para un nuevo orden europeo), Hoffmann und Campe, Hamburgo, 1991.
Traducción: Patricia Minarrieta
Fuente: Le Monde Diplomatique. Editorial Cono Sur
Desde los primeros años del régimen nazi circularon en Alemania rumores que afirmaban la existencia de planes de exterminio sistemático de la población "poco productiva". La eutanasia se constituyó así en entrenamiento y ensayo del que sería uno de los rasgos más atroces de la IIª Guerra Mundial: las matanzas de prisioneros en las cámaras de gas.
En la primavera de 1944, la dirección de los Servicios de Seguridad (SD) nazis, en Berlín, solicitó a sus informantes que le proveyeron "informes" sobre el estado de la opinión pública acerca de una cuestión muy especial : el rumor que circulaba por toda Alemania sobre la prematura ejecución de las personas de edad. Los resultados revelaron una profunda desconfianza respecto del sistema de salud nacionalsocialista. Gran parte de la población estimaba que a causa de su menor productividad, los ancianos eran considerados indeseables y superfluos por el Estado, y recibían por ende una asistencia insuficiente.
Según ciertas versiones, algunos médicos se "deshacían" de personas de edad enfermas con métodos "apropiados" a fin de reducir los costos y ahorrar los medicamentos escasos. Muchos alemanes pensaban que las mismas autoridades habían invitado a los funcionarios de la salud a interrumpir los tratamientos de los pacientes de edad más avanzada, y a no prescribirles más prótesis ni medicamentos de circulación limitada como la insulina. En ciertos distritos, las personas mayores evitaban ir al médico y preferían dirigirse a su farmacéutico o a un curandero ; otros no tomaban lo que les recetaba su médico, temiendo ser envenenados. Estos rumores iban a la par con las quejas : en la distribución de alimentos de alto valor nutricio -como las frutas, verduras o leche- y en las evacuaciones para huir de los bombardeos aliados, los jóvenes y especialmente las mujeres fecundas se habrían visto privilegiados.
En muchas regiones, estas versiones persistían obstinadamente desde hacía años por una razón sencilla : el recuerdo, muy vívido, de las últimas experiencias de eliminación clínica de los "inútiles" a pedido del Estado. En relación con los nuevos rumores, se evocaba con indignación el asesinato de los pacientes de los asilos y hospitales en forma casi abierta. La gente pensaba que, después de los discapacitados, llegaría a los viejos el turno de ser sometidos a las "inyecciones de la Ascensión", que los enviarían al más allá. Pero el conocimiento de la política de eutanasia de los nazis suscitó más resignación que rebeldía.
Entre enero de 1940 y agosto de 1941, alrededor de 70.000 internos de establecimientos psiquiátricos alemanes habían sido sistemáticamente asesinados. Obra de una institución disimulada bajo el nombre T4, este asesinato masivo fue encubierto administrativamente y decretado secreto de Estado. A comienzos de la guerra, el mismo Hitler había redactado una autorización en tal sentido, formulada voluntariamente de modo vago, para dejar en manos de los expertos médicos y administrativos la organización del programa criminal y la definición de los grupos de víctimas. Aunque los médicos implicados exigieron una garantía legal, el mandatario se negó, so pretexto de confidencialidad, a recurrir a una ley de eutanasia. Muchos indicios confirman sin embargo que las fugas de información no se debieron a un error: fueron voluntarias.
Un test para el judeocidio
La liquidación de los enfermos mentales enseñó al régimen algo esencial : ese genocidio no había quebrantado esencialmente la lealtad de la población (experiencia decisiva para la aplicación del programa de exterminio de los prisioneros de los campos, judíos y gitanos romas y sintis). Por otra parte, las estructuras y el personal que había pasado la "prueba" del asesinato de los minusválidos participaron acto seguido en el judeocidio. Los preparativos del "test" que representó la eutanasia vienen de muy lejos. El director de un asilo psiquiátrico lo atestiguó retrospectivamente en 1947, incluso antes de la guerra, el ministerio del interior pensaba, en caso de conflicto, reducir drásticamente las raciones de los ocupantes de los asilos y hospitales psiquiátricos.
Frente a la objeción según la cual eso conduciría a hacerlos morir de hambre, se había "prudentemente, por primera vez, tanteado el terreno, preguntando qué posición adoptaría la Misión Interior si el Estado planificaba el exterminio de ciertas categorías de enfermos durante la guerra, en caso de que los alimentos disponibles no alcanzaran para alimentar al total de la población". Durante el verano de 1939, el médico personal de Hitler, Theo Morell, había redactado un informe en el mismo sentido. Basándose en una encuesta realizada a principios de los años '20 entre los padres de niños con discapacidades importantes, concluía que la mayoría de ellos aceptaban que "la vida de su hijo se abreviara sin sufrimiento".
Algunos decían incluso preferir no decidir ellos mismos la suerte de su hijo : más valía que un médico tomara las decisiones necesarias. A partir de lo cual Morell preconizó, en caso de eutanasia, la renuncia al consentimiento explícito de la familia, el mayor disimulo posible del asesinato del enfermo y en términos más generales, la utilización del "prefiero-no-saberlo".
Las víctimas fueron pues rápidamente transferidas de un establecimiento al otro, a fin de hacer más difíciles las búsquedas de allegados inquietos, y luego asesinadas en los centros de ejecución. Las familias recibían entonces el anuncio del deceso, imputado a una causa inventada, así como la incineración del difunto. Pese a estas precauciones, el secreto del asesinato de los enfermos se divulgó, en especial entre el personal de los asilos y en los alrededores de los lugares de ejecución. El frágil tabú quedó públicamente expuesto en agosto de 1941, cuando el obispo de Munster, conde Clemens August von Galen, repudió abiertamente el crimen en un sermón.
Las protestas procedían más que nada de los medios católicos. Semanas antes del escándalo público de Von Galen, Hitler había ordenado detener el programa de eutanasia. Pero eso no significaba de ningún modo el cese de actividades de los centros de matanza. El número de víctimas correspondía aproximadamente, en ese momento, al objetivo fijado por los organizadores en 1939: uno de cada diez pacientes de hospital psiquiátrico debía ser "tomado por la acción", es decir entre 65.000 y 70.000 personas en total. Y los expertos en estadística calcularon incluso el ahorro realizado así en materia de alojamiento, vestimenta y alimentación ¡hasta 1951! Sin contar el personal médico "liberado" para otras tareas, los lugares disponibles para enfermos curables, los asilos transformados en hospitales… Ya durante la Primera Guerra Mundial, la división de la población en distintas categorías destinadas a ser mejor o peor aprovisionadas -en función de su "valor"- había conducido a una subalimentación drástica de los pacientes de los hospitales psiquiátricos.
De allí un fuerte aumento de la cifra de su mortalidad. Pero con la Segunda Guerra Mundial, la selección sistemática, combinada con medidas estatales coercitivas, se convirtió en la base de la política social. Y no cambió nada la interrupción, en 1941, del programa de eutanasia: el asesinato de los enfermos prosiguió, de forma descentralizada y con otras técnicas. Las autoridades locales ya no deportaban a los condenados a las cámaras de gas de los centros de exterminio: los mataban en distintos hospitales y asilos mediante inyecciones letales. Al mismo tiempo, el círculo de los participantes directos en el asesinato y el de las personas informadas se ampliaron considerablemente. Los expertos en eutanasia, que antes elegían los pacientes a ser eliminados, desplazaron su actividad hacia otros grupos de víctimas.
A partir de la primavera de 1941, seleccionaron prisioneros de los campos de concentración -sobre todo minusválidos y judíos- para ser llevados a la cámara de gas. Más adelante, los asesinos del "Aktion T4" operaron en los centros de exterminio de Belzec, Sobibor y Treblinka, cuyos comandantes sacaron provecho de su experiencia en materia de utilización de las cámaras de gas para la destrucción de los judíos. Aparte de sus conocimientos prácticos y organizativos, los "T4" transfirieron de la eutanasia a la "solución final" su experiencia en el manejo de la opinión pública. Tan es así que en abril de 1941, el consenso en torno al asesinato de los enfermos se confirmó favorable : "En el 80% de los casos los allegados están de acuerdo, el 10% protesta y el 10% es indiferente". Los informes de los SS de la primavera de 1944 pueden leerse entonces como signos de una prudente moderación: sondean la atmósfera general, dan indicaciones sobre las posibles causas de los rumores y aconsejan a las autoridades en cuanto a su reacción. En todo caso, se trataba menos de manipular a la opinión pública que de medir las fronteras de lo realizable.
Memorial de Hadamar
En noviembre de 1940, el Presidente del Land Hessen-Nassau vació y preparó el centro de Hadamar para la oficina principal de eutanasia de Berlín. Fue la sexta y última institución que llevó a cabo asesinatos con gas, como parte del proyecto de “AKtion T4”.
Desde enero a agosto de 1941, más de 10.000 hombres, mujeres y niños fueron asesinados con monóxido de carbono, en cámaras de gas disfrazadas de duchas, en los sótanos del edificio. Los cuerpos fueron incinerados en el crematorio. Para corroborar las muertes, el departamento de “cartas de consolación” (Trostbriefabteilung) llevaba a cabo un registro oficial en Hadamar que enviaba certificados de defunción con diferentes causas de muerte.
En agosto de 1941, la acción de eutanasia fue cancelada, y sus trabajadores, en la primavera de 1942, restauraron la institución a su forma anterior, para que nada pudiera sugerir el anterior uso del edificio. Sin embargo, cuando los anteriores administradores de la institución de Hadamar regresaron, se enviaron instrucciones desde las oficinas de la T4 de Berlín, ordenando que continuasen los asesinatos.
Según las estadísticas internas de la Acción T-4, en Hadamar, en los ocho meses que van de enero a septiembre de 1941, murieron en la cámara de gas de la institución 10.072 personas. Se incluyen sólo las estadísticas de la primera fase de la Acción T-4, que fue cerrada por orden de Hitler en agosto de ese año.
Desde julio de 1942, Hadamar volvió a funcionar como una institución mental “normal”, aunque se mantuvieron los asesinatos disfrazados de enfermedades físicas: se evitaba el uso de la cámara de gas y pasaron a utilizarse inyecciones letales administradas por los médicos de la institución. A partir de abril de 1943 llegaron también niños judíos “mixtos” (con un padre judío): de los 39 niños internados, 34 fueron asesinados con inyecciones letales.
Desde finales de 1944, fueron internados numerosos trabajadores orientales (Ostarbeiter) enfermos de tuberculosis, que fueron también asesinados con inyecciones: 274 hombres, 173 mujeres y 21 niños menores de 15 años (375 soviéticos y 63 polacos).
En total, entre agosto de 1942 y marzo de 1945 fueron transportadas a Hadamar 4.817 personas debido a enfermedades físicas o mentales, de las que 4.422 murieron en ese período, la mayoría por causas no naturales.
Durante el día, los médicos de la institución seleccionaban a los más débiles, enfermos y demás, que eran destinados a ser asesinados, mientras que durante la noche, los guardianes y enfermeras llevaban a cabo las órdenes, administrando sobredosis de medicinas. Hacia 1943, las víctimas de Hadamar incluían a niños medio judíos que estaban a cargo del Estado, trabajadores forzosos con enfermedades como tuberculosis, enfermos mentales parientes de miembros de las SS y soldados heridos. Desde 1942, los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes en un cementerio recién construido.
El antiguo hospital mental de Hadamar fue una de las seis instituciones destinadas a aplicar la Aktion T4 en el Reich. El término “T4” se refería a la organización creada en Tiergartenstrasse 4, en Berlín, que el Ministerio del Interior del Reich había creado para llegar a cabo sus ideales “racial-higiénicos”, para el asesinato de enfermos psicológicos, disminuidos psíquicos o físicos, etc.
Las tropas norteamericanas ocuparon Hadamar el 26 de marzo de 1945. El número total de víctimas de la institución, hasta esa fecha, es de 14.494 personas.
La eutanasia, 1939-1945
Entre 1939 y 1945, aproximadamente 300.000 personas de Alemania, Austria, Francia, la Unión Soviética, y Checoslovaquia, fueron víctimas del programa de eutanasia nacionalsocialista. Estas personas eran enfermas psicológicas, disminuidos físicos o psíquicos, enfermos de tuberculosis, o personas de origen judío. En general, todos aquellos que no se correspondían con la imagen “sana” y “aria” que debía ser útil para participar en la “batalla por la existencia” que mantenía el régimen.
Tras la llegada al poder, los nazis aplicaron a los servicios sociales y asistenciales sus ideales racial-higiénicos. La denominada “salud hereditaria” fue promovida, mientras que las personas enfermas, discapacitadas y consideradas como “extraños a la comunidad” fueron sujetos a discriminación. Las personas que vivían en instituciones mentales o educativas especiales fueron consideradas como una carga económica y, en el uso lingüístico oficial, fueron considerados como “inferiores”, “vidas inútiles”, etc.
Tras la “Ley para la prevención de enfermedades hereditarias” de 1934, aproximadamente 400.000 personas que sufrían de algunas de estas enfermedades (incluyendo también a los niños en centros asistenciales, asociales, criminales y alcohólicos) fueron obligatoriamente esterilizados.
Dentro del sistema creado por el programa de la Aktion T4, se asesinó sistemáticamente a los pacientes de los hospitales mentales y casas de acogida. El estado de emergencia creado por el inicio de la guerra fue utilizado como excusa para los asesinatos que, durante el período de paz, se realizaron bajo un gran secretismo. Las oficinas de la T4 registraron a cualquier persona que pudiese ser considerada como “incapacitada” o “incurable”, y organizaron su asesinato masivo en centros especializados, como Hadamar.
Entre 1940 y 1941, las cifras de víctimas de este proceso, en las diferentes instituciones que se encargaban de poner en práctica la Aktion T4, fueron las siguientes: Grafeneck-Württemberg, 9.839; Brandenburg a.d. Havel, 9.772; Bernburg a.d. Saale, 9.375; Hadamar bei Limburg, 10.072; Hartheim bei Linz, 18.269; Sonnenstein bei Pirna, 13.720.
A partir de la reapertura del proceso de asesinatos, en 1942, el círculo de las víctimas se hizo más extenso: no sólo personas discapacitadas mental o físicamente, sino también personas en estado de confusión tras un ataque aéreo, soldados traumatizados por la guerra, criminales mentales, etc.
En 1953, en el edificio principal de lo que en aquella época era el hospital mental de Hadamar, se inauguró la primera exposición sobre las víctimas de la eutanasia. Desde 1964, el cementerio fue convertido en un memorial, en el que un monumento recuerda a las víctimas.
En 1983, se creó un museo memorial para conmemorar a todas las víctimas de los crímenes de eutanasia nazis en el hospital psiquiátrico de Hadamar. Este memorial incluye el cementerio, las habitaciones originales conservadas y una recién desarrollada exposición sobre el proyecto de eutanasia nazi. También dispone de salas para llevar a cabo seminarios y para la proyección de películas, así como de una librería de referencia.
En 1991 fue inaugurada una nueva exposición sobre los crímenes nazis relacionados con la eutanasia. A partir del año 2002 se puso en marcha el proyecto “lista de víctimas” (Opferliste), que intenta esclarecer el nombre de aquellos que murieron en la institución.
En la actualidad, el memorial de Hadamar consiste en el cementerio, algunas celdas conservadas y la exposición preparada en 1991. En el año 2001 se inauguró un centro educativo y un centro de reunión para jóvenes, en el mismo edificio, que permitía ofrecer seminarios de varios días. El memorial de Hadamar está bajo la supervisión y el mantenimiento de la organización del Estado de Hessen, y en sus archivos se conservan las actas de los pacientes del hospital mental de Hadamar.
La actividad educativa
El memorial ofrece explicaciones médicas y éticas en una extensa biblioteca, pero también a través de diferentes medios, con un archivo de los actos llevados a cabo entre 1933 y 1945, una base de datos sobre las víctimas de la eutanasia y una colección de periódicos referidos al mismo tema.
El memorial ofrece seminarios de diversos días, simposios, conferencias y eventos culturales y conmemorativos. También ofrece programas de estudio de varios días para clases escolares. Además ofrece programas formativos de un día para miembros de diferentes grupos nacionales, formación para profesores en general, de acuerdo con las necesidades de estos sectores profesionales sobre este período histórico.
Todas estas actividades permiten una importante contribución a la discusión de esta parte de la historia alemana, y preparar a los estudiantes para afrontarla en el futuro. El memorial ofrece visitas guiadas, trabajo educativo, acceso al archivo, cooperación con organizaciones internacionales e instituciones educativas, cooperación con otros centros memoriales, relaciones públicas, exposiciones, actos culturales, etc.
Contacto: Gedenkstätte Hadamar
Mönchberg 8
65589 Hadamar
http://www.gedenkstaette-hadamar.de
Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Aktion_T4
http://www.memoriales.net/topographie/A ... adamar.htm