Re: El Desarrollo de los Acorazados (1859-1945)
Publicado: 28 06 2011 12:21
3. PRE-DREADNOUGHTS Y CUASIDREADNOUGHTS
Acorazado Británico HMS Dreadnought (1906)

Fueron nueve los buques que en la marina británica llevaron el nombre de Dreadnought. El primero fue un galeón de 400 toneladas y doscientos tripulantes, que integró la fuerza con la que Drake hizo su audaz incursión sobre Cádiz (1587) y demoró un año la zarpada de la “Armada Invencible” de Felipe II de España; el quinto fue un navío de línea de 98 cañones que combatió en Trafalgar (1805); el séptimo fue uno de los primeros acorazados con torres y sin velamen (1879 – 1905); el noveno fue el primer submarino nuclear de la Royal Navy.
En efecto, atento a las innovaciones que presentaba en su artillería, protección y planta propulsora, así como al tiempo récord que tomó su construcción, cuando entró en servicio a finales de 1906 súbitamente transformó en obsoletos, no sólo a los casi doscientos acorazados en actividad y en construcción que entonces había en el mundo —70 de ellos en la misma marina británica y de los cuales 52 habían sido puestos en gradas después de 1890— sino que también quitó la ventaja de la velocidad para explorar en contacto con una línea de batalla a un número mayor de “cruceros acorazados” y “cruceros protegidos”.
En efecto, atento a las innovaciones que presentaba en su artillería, protección y planta propulsora, así como al tiempo récord que tomó su construcción, cuando entró en servicio a finales de 1906 súbitamente transformó en obsoletos, no sólo a los casi doscientos acorazados en actividad y en construcción que entonces había en el mundo —70 de ellos en la misma marina británica y de los cuales 52 habían sido puestos en gradas después de 1890— sino que también quitó la ventaja de la velocidad para explorar en contacto con una línea de batalla a un número mayor de “cruceros acorazados” y “cruceros protegidos”.
Clasificación
Tal fue su influencia en el diseño de los acorazados, que dio nombre a cuatro diferentes tipos de estos buques; así se llaman:
Predreadnought: A los puestos en servicio entre 1892 y 1910 —independientemente de que lo hicieran después que el Dreadnought y del país que los construyera— y cuya artillería la constituían: a) Una batería principal de hasta cuatro cañones de grueso calibre, dispuestos en dos montajes dobles instalados sobre el eje de crujía, uno en el sector proel y el otro en el popel, con sectores de tiro de más de 240º; b) Una batería intermedia con un número invariablemente mayor de cañones de mediano calibre, dispuestos en su mayoría sobre los costados; algunos buques contaban con una segunda batería intermedia de diferente calibre, pero éste era siempre mediano; c) Una o más baterías antitorpederos, con una cantidad de cañones aún mayor que la o las baterías intermedias, siempre de pequeño calibre. Por estas razones se los denomina asimismo “Acorazados con Batería Intermedia” o “Acorazados Policalibre” o “Multicalibre”. Estos buques daban alrededor de 18 nudos de velocidad máxima.
Predreadnought: A los puestos en servicio entre 1892 y 1910 —independientemente de que lo hicieran después que el Dreadnought y del país que los construyera— y cuya artillería la constituían: a) Una batería principal de hasta cuatro cañones de grueso calibre, dispuestos en dos montajes dobles instalados sobre el eje de crujía, uno en el sector proel y el otro en el popel, con sectores de tiro de más de 240º; b) Una batería intermedia con un número invariablemente mayor de cañones de mediano calibre, dispuestos en su mayoría sobre los costados; algunos buques contaban con una segunda batería intermedia de diferente calibre, pero éste era siempre mediano; c) Una o más baterías antitorpederos, con una cantidad de cañones aún mayor que la o las baterías intermedias, siempre de pequeño calibre. Por estas razones se los denomina asimismo “Acorazados con Batería Intermedia” o “Acorazados Policalibre” o “Multicalibre”. Estos buques daban alrededor de 18 nudos de velocidad máxima.

Cuasidreadnought o Semidreadnought: A los puestos en servicio entre 1905 y 1911 —también independientemente del país que los construyera— que tenían su artillería dividida como los Predreadnoughts pero con la importante diferencia de que su batería intermedia, o una de ellas si eran dos, era siempre de grueso calibre aunque menor que el de la batería principal. Al igual que a los Predreadnoughts, se los denomina también “Acorazados con Batería Intermedia” o “Acorazados Policalibre” o “Multicalibre”. Estos buques daban alrededor de 18 nudos de velocidad máxima.

Dreadnought: A los que respondían a las líneas generales de diseño del segundo acorazado británico de ese nombre, que contaban con una batería principal de ocho o más cañones de grueso calibre de 280 o 305 mm y no tenían baterías intermedias (aunque algunas marinas las retuvieron por algún tiempo, sin reducir por ello el número de cañones de la batería principal). Por esta razón, asimismo se los denomina “Acorazados Monocalibre”. Estos buques daban entre 21 y 23 nudos de velocidad máxima.

Superdreadnought: Que algunos han denominado también “Postdreadnought”, a los acorazados derivados de los Dreadnoughts y armados con cañones de calibre 343 mm o mayor; los primeros de ellos fueron los acorazados de la Clase Británica Orion, que entraron en servicio en 1912. En su momento, algunas marinas consideraban un subtipo, los llamados “Postjutlandia”, en directa relación con el incremento de la protección acorazada horizontal que debió introducirse a los nuevos buques después de la Batalla de Jutlandia (1916), a partir de la cual se debieron considerar distancias de combate aún mayores (de 10.000 metros), y con ello, trayectorias de los proyectiles más altas que resultaban en mayores ángulos de impacto. Estos buques daban entre 21 y 23 nudos de velocidad máxima.

Los Predreadnoughts
Fue hacia 1890 que se estableció una razonable medida de estabilidad en el diseño de los acorazados y se construyeron algunos que aún estaban en servicio después de finalizada la Primera Guerra Mundial en 1918. Con todos los debates fundamentales sobre la propulsión, protección acorazada y armamento resueltos por las tres décadas precedentes de experimentación, fue posible construirlos por clases en lugar de buques individuales y, no obstante que nuevos desarrollos en esos campos continuaban apareciendo, esta estabilidad permitía al menos evitar las anteriores incorporaciones azarosas a las flotas de combate.
Antes del próximo salto adelante con el Dreadnought (1906), hubo un interludio de casi 15 años; los acorazados construidos en ese período, independientemente del país que los produjera, son comúnmente llamados Predreadnoughts. Estos buques tenían las siguientes características generales:
I. Una eslora promedio de 135 metros y desplazaban entre 12.000 y 15.000 toneladas a plena carga. Estaban propulsados por máquinas alternativas de triple expansión, y sus calderas eran alimentadas con carbón y en algunos casos también con combustible líquido cuando debían desarrollar su máxima potencia. Su velocidad de crucero era de entre 12 y 13 nudos, y su velocidad máxima de alrededor de 18 nudos.
II. Con el desarrollo de las corazas de acero cementado comenzaron a presentar cambios en la distribución de sus corazas, pues con menor peso se lograba igual o mayor resistencia. La prolongación de las barbetas acorazadas desde los montajes de la batería principal hasta llegar a las respectivas santabárbaras, protegiendo así a su maquinaria y municiones, hizo desaparecer en ellos la necesidad por un reducto central para proteger dicha batería. No obstante, como los restantes espacios vitales también necesitaban protección, mantuvieron la cintura acorazada en la flotación, y la cubierta protectora en forma de dorso de tortuga y otras cubiertas blindadas tomaron más importancia pues, a medida que los alcances de la artillería aumentaban, las trayectorias se hacían más altas y los proyectiles podrían caer desde arriba en lugar de hacer impacto en el costado.
Por otra parte, dada la evolución de los cañones de tiro rápido de mediano calibre, que hacía que pudieran ser empleados en ataques masivos con proyectiles de alto poder explosivo, para contrarrestarlos en los Predreadnoughts se colocó por encima de la cintura otra faja de menor espesor, destinada ya no a evitar las perforaciones, sino a hacer explotar los proyectiles al hacer impacto, antes de perforar. Esas formas de distribuir la coraza tuvieron como efecto bajar el centro de gravedad de los buques, permitiendo ubicar el armamento más alto, y en consecuencia aumentar en gran medida el francobordo. De allí que por primera vez se pudieran utilizar juntos cañones de gran calibre y amplios campos de tiro con cascos marineros aptos para alta mar, creando una combinación formidable.
III. Su armamento incluía casi siempre una batería de torpedos instalada bajo la línea de flotación y/o sobre ella, pero siempre muy bien protegida del fuego enemigo. Su importancia era tal que gobernaba las distancias para el encuentro artillero; éstas debían superar el alcance de esas armas submarinas, que a principios de 1890 era mayor a 1.000 metros y diez años más tarde era del orden de los 3.000 metros y se esperaba que en breve llegaran a los 4.000 metros a 25 nudos o a 3.000 metros a 29 nudos; ambas velocidades superaban por un alto margen la de los acorazados que deberían eludirlos.
Pero, a pesar de que las características arriba enunciadas podían variar de clase a clase y de marina a marina, los Predreadnoughts retenían como particularidad distintiva en común la división de su artillería en tres baterías: principal, intermedia y antitorpederos. De esa composición de su artillería, surge evidente que las características propias de los Predreadnoughts fueran su relativamente modesta batería principal montada en dos posiciones, y su pródigo arreglo de baterías intermedia y antitorpederos.
Surge también de esa composición la pregunta de si el armamento intermedio y antitorpedero no constituían más un incordio que una ayuda, pues si bien era cierto que agregaban al poder de fuego total, ese armamento era una distracción al rol principal de un buque de línea; es decir, una plataforma con la mayor cantidad posible de cañones del mayor poder y alcance eficaz disponibles.
Su justificación derivaba de las siguientes consideraciones, que muestran que —al menos en teoría— la multiplicidad de armas típica de los Predreadnoughts respondía al sentido común:
Antes del próximo salto adelante con el Dreadnought (1906), hubo un interludio de casi 15 años; los acorazados construidos en ese período, independientemente del país que los produjera, son comúnmente llamados Predreadnoughts. Estos buques tenían las siguientes características generales:
I. Una eslora promedio de 135 metros y desplazaban entre 12.000 y 15.000 toneladas a plena carga. Estaban propulsados por máquinas alternativas de triple expansión, y sus calderas eran alimentadas con carbón y en algunos casos también con combustible líquido cuando debían desarrollar su máxima potencia. Su velocidad de crucero era de entre 12 y 13 nudos, y su velocidad máxima de alrededor de 18 nudos.
II. Con el desarrollo de las corazas de acero cementado comenzaron a presentar cambios en la distribución de sus corazas, pues con menor peso se lograba igual o mayor resistencia. La prolongación de las barbetas acorazadas desde los montajes de la batería principal hasta llegar a las respectivas santabárbaras, protegiendo así a su maquinaria y municiones, hizo desaparecer en ellos la necesidad por un reducto central para proteger dicha batería. No obstante, como los restantes espacios vitales también necesitaban protección, mantuvieron la cintura acorazada en la flotación, y la cubierta protectora en forma de dorso de tortuga y otras cubiertas blindadas tomaron más importancia pues, a medida que los alcances de la artillería aumentaban, las trayectorias se hacían más altas y los proyectiles podrían caer desde arriba en lugar de hacer impacto en el costado.
Por otra parte, dada la evolución de los cañones de tiro rápido de mediano calibre, que hacía que pudieran ser empleados en ataques masivos con proyectiles de alto poder explosivo, para contrarrestarlos en los Predreadnoughts se colocó por encima de la cintura otra faja de menor espesor, destinada ya no a evitar las perforaciones, sino a hacer explotar los proyectiles al hacer impacto, antes de perforar. Esas formas de distribuir la coraza tuvieron como efecto bajar el centro de gravedad de los buques, permitiendo ubicar el armamento más alto, y en consecuencia aumentar en gran medida el francobordo. De allí que por primera vez se pudieran utilizar juntos cañones de gran calibre y amplios campos de tiro con cascos marineros aptos para alta mar, creando una combinación formidable.
III. Su armamento incluía casi siempre una batería de torpedos instalada bajo la línea de flotación y/o sobre ella, pero siempre muy bien protegida del fuego enemigo. Su importancia era tal que gobernaba las distancias para el encuentro artillero; éstas debían superar el alcance de esas armas submarinas, que a principios de 1890 era mayor a 1.000 metros y diez años más tarde era del orden de los 3.000 metros y se esperaba que en breve llegaran a los 4.000 metros a 25 nudos o a 3.000 metros a 29 nudos; ambas velocidades superaban por un alto margen la de los acorazados que deberían eludirlos.
Pero, a pesar de que las características arriba enunciadas podían variar de clase a clase y de marina a marina, los Predreadnoughts retenían como particularidad distintiva en común la división de su artillería en tres baterías: principal, intermedia y antitorpederos. De esa composición de su artillería, surge evidente que las características propias de los Predreadnoughts fueran su relativamente modesta batería principal montada en dos posiciones, y su pródigo arreglo de baterías intermedia y antitorpederos.
Surge también de esa composición la pregunta de si el armamento intermedio y antitorpedero no constituían más un incordio que una ayuda, pues si bien era cierto que agregaban al poder de fuego total, ese armamento era una distracción al rol principal de un buque de línea; es decir, una plataforma con la mayor cantidad posible de cañones del mayor poder y alcance eficaz disponibles.
Su justificación derivaba de las siguientes consideraciones, que muestran que —al menos en teoría— la multiplicidad de armas típica de los Predreadnoughts respondía al sentido común:
- Mientras que la batería principal se concentraba en batir a la línea de batalla enemiga, las baterías intermedia y antitorpederos distribuirían sus fuegos —como fuese necesario— entre esa línea y los cruceros y torpederos enemigos.
- Si se trataba sólo del combate contra la línea de batalla enemiga, dadas las todavía baja velocidad y poca precisión del fuego de los cañones de grueso calibre –que imponían distancias de combate cortas (menos de 5.000 metros)– se podían emplear simultáneamente sobre un mismo blanco a los cañones de tiro rápido de mediano y bajo calibre —disparando granadas de alto explosivo— y a los cañones automáticos y ametralladoras, pues ellos también tenían alcances eficaces a las distancias de combate esperadas. Los cañones de grueso calibre tratarían de lograr impactos, con efectos individualmente devastadores, en la cintura acorazada o en una de las posiciones de la batería principal del buque enemigo y las demás —disparando sobre un área mucho más extensa del mismo y fácil de apuntar y batir— se usarían sobre aquellas partes vulnerables a un gran número de impactos.
- Por otra parte, en la época en trato no existía el control centralizado y el tiro dependía de la habilidad y adiestramiento de los apuntadores individuales; así que, mientras esa forma de puntería prevaleció, es decir hasta poco antes de la Primera Guerra Mundial, estuvo a la orden del día la división del poder de fuego en baterías de largo, medio y corto alcance.
Crónica Breve del Período de Vigencia de los Predreadnoughts
Debido a su condición de potencia marítima imperial, Gran Bretaña se empeñó en mantener el liderazgo en la construcción de Predreadnoughts. Desde los días de la vela, cuando había tenido que combatir contra combinaciones de una o más naciones (Trafalgar es un ejemplo clásico), había tratado de mantener una flota capaz de vencer, al menos en teoría, a las flotas combinadas de dos naciones potencialmente enemigas. Esa capacidad había desaparecido en parte durante los años de experimentación de 1860 a 1890, en los cuales cada nuevo acorazado podía vencer a su último predecesor con relativa facilidad.
Es cierto que en 1883 todavía superaba en número de acorazados —41 a 33— a las flotas reunidas de Francia y Rusia,m sus tradicionales rivales navales, y a la del recién formado Imperio Alemán, mientras que el también nuevo reino unificado de Italia sólo tenía tres acorazados, y ninguno los EE.UU. y el Japón. Pero quince años después, ese balance había cambiado; aunque la flota británica seguía siendo la mayor, era ahora inferior a las de Francia, Rusia y Alemania reunidas, con 62 buques de línea contra 66, y si se agregaban las desarrolladas en ese tiempo por Italia, los EE.UU. y el Japón, esa relación era de 62 a 96. Esta situación se explica en parte por la declinación económica de los británicos y el sustancial incremento de la riqueza y productividad de sus competidores, así como por los incrementos de los costos de construcción producidos al pasar de la madera al hierro, de la vela a las máquinas de vapor, y de los cañones con ánima lisa a rayada. Pero, más importante, ese balance desfavorable para Gran Bretaña se debió a la necesidad de Francia de contar con una flota adecuada a su expansionismo colonial, y a la búsqueda de la hegemonía naval en América por parte de los EE.UU., de Italia en el Mediterráneo oriental y del Japón en el Pacífico Norte, y, sobre todo, a que Alemania buscaba un lugar entre las naciones acorde con su poder económico y militar, que sólo se podía alcanzar construyendo una poderosa flota de alta mar.
Es cierto que en 1883 todavía superaba en número de acorazados —41 a 33— a las flotas reunidas de Francia y Rusia,m sus tradicionales rivales navales, y a la del recién formado Imperio Alemán, mientras que el también nuevo reino unificado de Italia sólo tenía tres acorazados, y ninguno los EE.UU. y el Japón. Pero quince años después, ese balance había cambiado; aunque la flota británica seguía siendo la mayor, era ahora inferior a las de Francia, Rusia y Alemania reunidas, con 62 buques de línea contra 66, y si se agregaban las desarrolladas en ese tiempo por Italia, los EE.UU. y el Japón, esa relación era de 62 a 96. Esta situación se explica en parte por la declinación económica de los británicos y el sustancial incremento de la riqueza y productividad de sus competidores, así como por los incrementos de los costos de construcción producidos al pasar de la madera al hierro, de la vela a las máquinas de vapor, y de los cañones con ánima lisa a rayada. Pero, más importante, ese balance desfavorable para Gran Bretaña se debió a la necesidad de Francia de contar con una flota adecuada a su expansionismo colonial, y a la búsqueda de la hegemonía naval en América por parte de los EE.UU., de Italia en el Mediterráneo oriental y del Japón en el Pacífico Norte, y, sobre todo, a que Alemania buscaba un lugar entre las naciones acorde con su poder económico y militar, que sólo se podía alcanzar construyendo una poderosa flota de alta mar.

Fue así que Gran Bretaña buscó recuperar la capacidad del “Two Power Standard” con el Acta de Defensa Naval de 1889, ordenando una escuadra completa de los más poderosos acorazados que se pudieran construir (los siete de la Clase Royal Sovereing). Antes de que entrara en servicio el último de esos buques (1894), se puso en gradas al primero de la Clase Majestic (nueve buques; la más numerosa jamás construida), que tenían importantes innovaciones en su armamento y protección. Puestos en servicio en el plazo de sólo seis años (1892-1898), esos dieciséis acorazados dieron a Gran Bretaña una ventaja abrumadora.

En ese tiempo, Francia estaba tratando de superar una profunda crisis tecnológica y de organización —secuelas de su adherencia a la doctrina de la “Jeune École”— y así se encontraba en el proceso de agregar unidades de batalla individuales a su flota (ocho), de los cuales los cinco primeros —caso único entre los Predreadnoughts— tenían dividida su batería principal en dos calibres; recién en 1899 puso en servicio una clase homogénea de tres buques (Charlemagne) con una batería principal de cuatro cañones del mismo y grueso calibre, y sus últimos cinco Predreadnoughts entraron en servicio, ya obsoletos, en 1908, aunque los puso en gradas entre 1902 y 1903. Sus construcciones se distinguían por su alto francobordo, la forma de su casco —que presentaba una exagerada inclinación hacia crujía, desde la línea de flotación hacia la cubierta superior—, mástiles masivos y altas chimeneas, todo lo cual aumentaba la altura de sus centros de gravedad.

Los buques franceses también fueron caracterizados —y criticados— por las continuas variaciones en los calibres de su artillería, pero en sus últimos Predreadnoughts, ella fue considerada excelente.
En el caso de Italia, después de la alarma que había dado a Gran Bretaña a finales de los años de 1870 con el Duilio y el Dandolo, presentaba grandes demoras en sus construcciones por falta de fondos. Así, aunque comenzados en 1893, recién a principios del 1900 puso en servicio a los dos acorazados Ammiraglio di Saint Bon y Emanuele Filiberto, comparables con los Majestic británicos pero adecuados sólo para el Mediterráneo, y de los seis siguientes, cuatro entraron en servicio después de que lo hiciera el Dreadnought, el último de ellos en 1908.
En el caso de Italia, después de la alarma que había dado a Gran Bretaña a finales de los años de 1870 con el Duilio y el Dandolo, presentaba grandes demoras en sus construcciones por falta de fondos. Así, aunque comenzados en 1893, recién a principios del 1900 puso en servicio a los dos acorazados Ammiraglio di Saint Bon y Emanuele Filiberto, comparables con los Majestic británicos pero adecuados sólo para el Mediterráneo, y de los seis siguientes, cuatro entraron en servicio después de que lo hiciera el Dreadnought, el último de ellos en 1908.

En cuanto a Rusia, su marina presentaba una notoria mezcla entre lo moderno y lo inadecuado. Por ejemplo, si bien fue la primera en usar combustible líquido para las calderas (Acorazado Rostislav, en gradas en 1895) y en construir torres y ascensores de munición accionados por electricidad, en 1905 no había adoptado aún el sistema de ignición eléctrica para disparar sus cañones en salva desde un control central, como lo habían hecho las demás marinas importantes. Sus diseños y construcciones seguían los de Francia; así, sus acorazados presentaban las características predominantes de los de esa nación e igual que ella, construyó una elevada proporción de buques individuales (siete), lo cual también atentó contra la necesaria estandarización de su flota.

Derrotada por los japoneses en la Batalla de Tsushima (1905), introdujo modificaciones en los cinco acorazados que tenía en construcción, razón por la cual recién entraron en servicio en 1910. A diferencia de Rusia, Japón —que en 1867 comenzó su conversión a un estado moderno a partir de un régimen medieval— recurrió a Gran Bretaña por ideas en cuanto al diseño de buques y el adiestramiento. Su primer Predreadnought fue el Fuji, un Majestic mejorado. Con las lecciones aprendidas durante su construcción y la de sus sucesores, todos ellos puestos en gradas en dicha nación europea, los japoneses iniciaron en 1904 y en su país la construcción de su primer acorazado.

Por su parte, los EE.UU. habían comenzado a crear una flota de acorazados a principios de 1890. Los primeros tres resultaron insatisfactorios, pero sus fallas fueron corregidas con el USS Iowa puesto en servicio en 1897. De sus siguientes Predreadnoughts se destacan los siete de las clases Kearsarge y Virginia, que resultaron ser un experimento poco ortodoxo y satisfactorio; el uso de torres con dos niveles, el bajo con los cañones de la batería principal (330 mm) y el alto con los cañones de la batería intermedia (203 mm). Siete de los acorazados de las tres últimas clases que construyeron, entraron en servicio después que lo hiciera el Dreadnought, el último de ellos en 1908.

Con relación a Austria-Hungría, que contemplaba como principales rivales a Italia y Turquía, y operaciones sólo en el Adriático, inició la construcción de sus primeros Predreadnoughts en 1899, una vez que habían puesto en servicio (1898) a sus primeros acorazados costeros modernos; los dos últimos de esos Predreadnoughts fueron completados en 1907. Ahora, respecto de Alemania, ella comenzó su desarrollo como potencia naval con el ascenso al trono del Kaiser Guillermo II, un convencido de la teorías sobre el dominio del mar del almirante estadounidense Mahan. Con él la marina germana tuvo sus primeros Predreadnoughts de la clase Brandemburg en servicio en 1893, y para diciembre de 1898 había completado o estaba construyendo 8 unidades de ese tipo, e incorporado 8 acorazados costeros, lo cual alertó a Gran Bretaña a pesar de que esos buques parecían tener como misión la defensa del Imperio Alemán en aguas próximas.

En 1897, el Kaiser nombró ministro de Marina al Almirante Von Tirpitz, creador de la “Teoría del Riesgo”, con la que se pretendía lograr la necesaria libertad de acción de la flota alemana para intervenir en la política internacional y transformarse así en una potencia mundial.
Esa teoría proponía en ese momento desarrollar la capacidad de producir tales pérdidas a la Royal Navy —sin importar las propias—, que ésta perdiera su habilidad para accionar en teatros de operaciones alejados de su metrópolis y, por supuesto, de enfrentar a sus restantes rivales. Los temores británicos acerca de la función estratégica de la flota alemana fueron confirmados con la promulgación de la Ley Naval alemana de 1898, propulsada por Tirpitz, que anunciaba construcciones que elevarían en 1903 el número de sus acorazados a veintisiete, incluidos los costeros.
Resultaba obvio que la flota alemana se estaba transformando en un rival importante para la Royal Navy; esta apreciación fue ratificada con la Ley Naval de 1900, que autorizó incrementar a treinta y ocho el número de acorazados de la flota alemana.
Esa teoría proponía en ese momento desarrollar la capacidad de producir tales pérdidas a la Royal Navy —sin importar las propias—, que ésta perdiera su habilidad para accionar en teatros de operaciones alejados de su metrópolis y, por supuesto, de enfrentar a sus restantes rivales. Los temores británicos acerca de la función estratégica de la flota alemana fueron confirmados con la promulgación de la Ley Naval alemana de 1898, propulsada por Tirpitz, que anunciaba construcciones que elevarían en 1903 el número de sus acorazados a veintisiete, incluidos los costeros.
Resultaba obvio que la flota alemana se estaba transformando en un rival importante para la Royal Navy; esta apreciación fue ratificada con la Ley Naval de 1900, que autorizó incrementar a treinta y ocho el número de acorazados de la flota alemana.

La reacción británica fue rápida y entre 1898 y 1902 puso en gradas una veintena de nuevos Predreadnoughts y Cuasidreadnoughts. Alemania respondió botando diez Predreadnoughts más entre 1902 y 1903; cuatro de ellos entraron en servicio después que lo hiciera el Dreadnought, el último en 1908.
Resumiendo, fueron siete las naciones que construyeron Predreadnoughts: Gran Bretaña 42, EE.UU. 25, Alemania 23, Rusia 22 (uno de ellos en Francia), Francia 17, Italia 11 y Austria-Hungría 6; los seis que tuvo Japón fueron construidos en Gran Bretaña. En total 152 buques, de los cuales 27 fueron puestos en gradas en los cinco años previos a que el Dreadnought entrara en servicio, pero fueron incorporados —ya obsoletos— a sus respectivas marinas en una fecha posterior; los últimos del conjunto en 1908, excepto los rusos que lo hicieron en 1910.
Las causas para esas incorporaciones “tardías” ya se han explicado para algunas de las marinas, pero en los casos de Alemania y los EE.UU., ellas se debieron a las construcciones simultáneas de numerosos acorazados que estaban realizando.
Resumiendo, fueron siete las naciones que construyeron Predreadnoughts: Gran Bretaña 42, EE.UU. 25, Alemania 23, Rusia 22 (uno de ellos en Francia), Francia 17, Italia 11 y Austria-Hungría 6; los seis que tuvo Japón fueron construidos en Gran Bretaña. En total 152 buques, de los cuales 27 fueron puestos en gradas en los cinco años previos a que el Dreadnought entrara en servicio, pero fueron incorporados —ya obsoletos— a sus respectivas marinas en una fecha posterior; los últimos del conjunto en 1908, excepto los rusos que lo hicieron en 1910.
Las causas para esas incorporaciones “tardías” ya se han explicado para algunas de las marinas, pero en los casos de Alemania y los EE.UU., ellas se debieron a las construcciones simultáneas de numerosos acorazados que estaban realizando.

Se hace notar ahora que los Predreadnoughts cuya batería principal era de calibre inferior a 280 mm —más concretamente, 240 mm o 254 mm, porque éstos fueron los calibres en ellos usados— eran clasificados por la mayoría de las marinas como Acorazados de Segunda Clase. Los tres construidos por Gran Bretaña para su armada fueron diseñados para operar en las remotas estaciones de China y el Pacífico; aunque incapaces de enfrentar a acorazados mayores —que entonces se denominaban de Primera Clase— eran lo suficientemente rápidos para eludirlos, y lo bastante bien armados y protegidos para enfrentar a los cruceros acorazados en existencia al ser puestos en servicio (1894 y 1897), especialmente los de la marina rusa estacionados en el Lejano Oriente. Otros dos, que entraron en servicio en la Royal Navy en 1904, habían sido construidos para la marina de Chile, pero fueron adquiridos para evitar que fueran vendidos a Rusia.
También construyeron Acorazados de Segunda Clase, Alemania (ocho), Austria-Hungría (siete), Italia (dos) y Rusia (cuatro); en todos los casos para operar en mares próximos y poco extensos. Resulta así, que fue de veintiséis el total de los Acorazados de Segunda Clase construidos. Durante el período de vigencia de los Predreadnoughts hubo tres guerras en las cuales fue decisivo el empleo de las fuerzas navales: las producidas entre China y Japón en 1894-95, entre España y los EE.UU. en 1898, y entre Japón y Rusia en 1904-05. La primera de ellas demostró la invulnerabilidad de los acorazados al fuego de artillería de los buques menores y las ventajas de la formación en línea —con su resultante concentración del fuego— sobre las formaciones en línea de frente o en cuña —diseñadas para atacar embistiendo con el espolón— que se habían impuesto después de la Batalla de Lissa en 1866, en especial sobre la ruso-japonesa, que fue la única que registró combates entre Predreadnoughts y de las que se destaca la postrera, Tsushima.
También construyeron Acorazados de Segunda Clase, Alemania (ocho), Austria-Hungría (siete), Italia (dos) y Rusia (cuatro); en todos los casos para operar en mares próximos y poco extensos. Resulta así, que fue de veintiséis el total de los Acorazados de Segunda Clase construidos. Durante el período de vigencia de los Predreadnoughts hubo tres guerras en las cuales fue decisivo el empleo de las fuerzas navales: las producidas entre China y Japón en 1894-95, entre España y los EE.UU. en 1898, y entre Japón y Rusia en 1904-05. La primera de ellas demostró la invulnerabilidad de los acorazados al fuego de artillería de los buques menores y las ventajas de la formación en línea —con su resultante concentración del fuego— sobre las formaciones en línea de frente o en cuña —diseñadas para atacar embistiendo con el espolón— que se habían impuesto después de la Batalla de Lissa en 1866, en especial sobre la ruso-japonesa, que fue la única que registró combates entre Predreadnoughts y de las que se destaca la postrera, Tsushima.