La Segunda Guerra Mundial

El Conde Bernardo Attolico, diplomático de carrera, destaca por haber sido el embajador italiano en Berlín durante buena parte de los años treinta, hasta los primeros compases de la Segunda Guerra Mundial. Con anterioridad había sido embajador en Brasil y la URSS.



Bernardo Attolico nació en Canneto di Bari el 17 de enero de 1880. Ingreso en la carrera diplomática en noviembre de 1919, representando a Italia en la Sociedad de naciones. Fue alto comisario en Danzig en 1920-1921 y de 1922 a 1927. A finales de 1927 fue nombrado embajador en Río de Janeiro, y de 1930 a 1935 sirvió en este cargo en Moscú. Del 26 de julio de 1935 al 29 de abril de 1940 fue embajador en Berlín.

En este periodo Bernardo Attolico desarrolló una intensa actividad diplomática. En un primer momento favoreció la consolidación de la amistad italo-alemana que se consumó con la firma del Pacto de Acero. Poco después (tras las reuniones de Salzburgo del 11 de agosto de 1939), cuando se dio cuenta del peligro que la agresividad de Hitler acarrearía a Italia, trató por todos los medios, ayudado incluso por Ciano, de mantener a Italia fuera del conflicto. Por eso, a comienzos de la guerra en 1940, fue llamado a Roma y nombrado embajador ante la Santa Sede, puesto que mantuvo hasta su muerte, acaecida el 9 de febrero de 1942.

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CRÓNICA MILITAR Y POLÍTICA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. Ediciones SARPE; Año: 1978; ISBN: 84-7291-122-5 (Tomo VIII)

Un personaje poco conocido.

Gracias por la bio.