El DKM Prinz Eugen era un crucero pesado alemán de la SGM, botado en abril de 1938 fue comisionado en agosto de 1940, con un desplazamiento estándar de 16.970 Tn tenía una eslora de 207.70 m y una manga de 21.70 m. estaba armado con ocho cañones de 203 mm. Fue uno de los pocos buques de la Kriegsmarine que sobrevivió a la guerra, entregado a los americanos fue usado como buque blanco en las pruebas nucleares del atolón de Bikini, aunque con daños sobrevivió a las mismas finalmente fue remolcado al atolón Kwajalein donde se hundió.
En náutica se denomina timón de fortuna aquel que tras perder el timón principal y al no poderse reparar se improvisa con los medios disponibles para poder seguir navegando hasta llegar a un astillero donde reparar.
Tras esta corta introducción vamos con la historia, la primera acción de guerra importante del Prinz Eugen fue la Operación Rheinübung en la que acompañó al Bismarck en su primera y única salida, tras separarse del mismo y con graves problemas en las máquinas logró forzar el bloqueo de la Royal Navy y llegar a Brest. Posteriormente participó en la operación Cerberus en que acompañó al Scharnhorst y al Gneisenau cuando forzaron el paso del canal de la Mancha, en dicha operación no sufrió daños. Posteriormente el 21 de febrero de 1942 acompañado del crucero pesado Admiral Scheer (uno de los mal llamados acorazados de bolsillo) y de los cuatro destructores Richard Beitzen, Paul Jakobi, Hermann Schoemann y Friedrich Ihn, emprendieron rumbo a Noruega llegando finalmente a Trondheim, dos días después navegando frente al citado fiordo la formación fue localizada por el sumergible británico HMS Trident que lanzó tres torpedos uno de los cuales alcanzó la popa del Prinz Eugen la cual se partió. Se ha comentado mucho la debilidad estructural de los buques germanos dotados de propulsión trihélice y su facilidad para perder la popa y este caso parece demostrarlo.
En la siguiente foto podemos ver el estado en que quedó la popa sujeta solo por la cubierta.



Con estos daños muy importantes el buque no podía navegar por sus propios medios y tuvo que ser remolcado hasta Lofjord, allí tras un detallado examen de los daños se vio que no era posible efectuar la reparación con los medios disponibles y que era necesario llevarlo a un astillero a Alemania para poder realizarla, en estas circunstancias se procedió a realizar una reparación provisional y montar un timón de fortuna para poder realizar el transporte navegando por sus propios medios.
A tal efecto se procedió a cortar la popa dañada y colocar un mamparo estanco cerrando el casco para evitar la entrada de agua y se construyeron dos pequeños timones, para instalarlos en este mamparo de popa. En la siguiente foto podemos ver los mencionados timones, con la mechas (ejes) de los mismos, observemos que estos timones a diferencia del original no eran semi-compensados, para mover este tipo de timones se necesita mucha más fuerza que para mover los semi-compensados, pero son mucho más sencillos de construir y al mismo tiempo tienen una mayor facilidad para centrarse y colocarse a la vía, posiblemente por estos motivos se optó por esta solución.


También es interesante ver los movimientos de los marineros que mueven el cabrestante, el marcado con el número 1 de color verde se halla sentado encima del cofre que vimos en una foto anterior marcado con la flecha número 1, el marinero marcado con el número 2 ya ha bajado el cofre pero ahora está de pie y vemos que mira la cubierta, está mirando el cabo que sale del cabrestante para saltarlo y no tropezar con el, el trabajo de empujar las barras del cabrestante eran un poco más complicado de lo que puede parecer y no todos los marineros podían hacer fuerza en las mismas simultáneamente.

Durante la travesía de Lofjord hasta Kiel el Prinz Eugen fue localizado por una numerosa formación de bombarderos y torpederos de la RAF que lo atacaron sin conseguir ningún impacto en el mismo, al parecer durante dicha persecución el DKM Prinz Eugen alcanzó los 28 nudos a pesar de sus averías, de imaginar el esfuerzo de los marineros que movían en timón en su expuesta situación en cubierta efectuando continuas viradas para evitar los ataques, en caso que un avión llegando por la popa la hubiese ametrallado hubiera provocado una gran matanza entre los mencionados marineros además de tener muchas posibilidades de dañar el precario sistema de gobierno de fortuna.
Solo es una pequeña anécdota de la SGM que termina bien y nos hace ver una de las muchas improvisaciones que se hicieron durante la misma para salir de situaciones apuradas.
Tengo que reconocer que el escribir este pequeño artículo ha sido mas un divertimento que el relato de un hecho histórico, y como tal lo dedico a mi amigo J. A. Mediavila que tantos años ha pasado en astilleros.
Para la documentación de datos y fotos de este artículo he consultado las web http://lakriegsmarineencastellano.blogspot.com.es/ del amigo Eriol y la web http://es.kbismarck.com/