Operación Torch
Mapa de la Operación Torch

La Operación Torch (denominada al principio Operation Gymnast) fue el desembarco y avance hacia Túnez de las tropas Anglo-Estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial durante la campaña en el Norte de África, iniciada el 8 de noviembre de 1942.
- ANTECEDENTES
- EXPERIENCIAS ANTERIORES A LA OPERACIÓN TORCH
B1. Dieppe
B2. Flanco Exterior Oriental
B3. Flanco Interior Oriental
B4. Flanco Exterior Occidental
B5. Flanco Interior Occidental
B6. Ataque Central
B7. Retirada del Flanco Interior Occidental
B8. Retirada del Área Central
B9. Participación Aérea
B10. Pérdidas
B11. Críticas y Lecciones - LA OPERACIÓN TORCH
C1. Diferentes Actuaciones
C2. Actuación Definitiva
C3. Los Comandos
C4. Fuerzas Aéreas
C5. El Ataque en Marruecos
C6. Grupo de Ataque Norte
C7. Área Central
C8. Área Sur
C9. El Almirante Darlan
C10. Fin del Apoyo Aeronaval
C11. Desplazamientos hacia Túnez
C12. Reacciones Alemanas
C13. Reconocimiento - FUENTES
A. ANTECEDENTES
Para fines de 1942, las tácticas, técnicas y medios especializados para un desembarco en costas hostiles habían evolucionado considerablemente. Con la memoria todavía fresca de las improvisaciones y fracasos en Gallipoli, los estudios comenzaron en la década de los veinte, con juegos de guerra de los tres colegios de Estado Mayor británicos, pero no había dinero ni interés de los altos mandos.
Churchill, entonces secretario de Hacienda (Chancellor of the Exchequer), aplicó importantes recortes en los gastos para la defensa y llegó incluso a tener expresiones despectivas para la Armada Real. Aunque con el Almirantazgo pensando en futuras batallas entre flotas, el Ejército preocupado por la defensa de la India y la Real Fuerza Aérea soñando con la ofensiva aérea estratégica, año a año los tres colegios de Estado Mayor, trabajando en conjunto, produjeron un Manual de Operaciones Combinadas que incluía los procedimientos tácticos básicos y las técnicas de comando y control que servirían de guía para las grandes operaciones que tendrían lugar durante la Segunda Guerra Mundial.
Para fines de 1942, las tácticas, técnicas y medios especializados para un desembarco en costas hostiles habían evolucionado considerablemente. Con la memoria todavía fresca de las improvisaciones y fracasos en Gallipoli, los estudios comenzaron en la década de los veinte, con juegos de guerra de los tres colegios de Estado Mayor británicos, pero no había dinero ni interés de los altos mandos.
Churchill, entonces secretario de Hacienda (Chancellor of the Exchequer), aplicó importantes recortes en los gastos para la defensa y llegó incluso a tener expresiones despectivas para la Armada Real. Aunque con el Almirantazgo pensando en futuras batallas entre flotas, el Ejército preocupado por la defensa de la India y la Real Fuerza Aérea soñando con la ofensiva aérea estratégica, año a año los tres colegios de Estado Mayor, trabajando en conjunto, produjeron un Manual de Operaciones Combinadas que incluía los procedimientos tácticos básicos y las técnicas de comando y control que servirían de guía para las grandes operaciones que tendrían lugar durante la Segunda Guerra Mundial.

Por otro lado se creó un Comité Interservicios de Lanchas de Desembarco. Para 1930 se habían producido tres prototipos que no resultaron aptos porque calaban en exceso y eran demasiado inclinadas las rampas para su empleo con vehículos. Recién en 1936, bajo la influencia de la crisis Abisinia, se ordenaron otros seis que fueron entregados con posterioridad a la crisis de Munich, en 1938.
Los planificadores británicos fueron sacados de su modorra en 1937 en oportunidad de la invasión japonesa a China. En Tientsin los japones emplearon 400 lanchas de desembarco y un transporte para las mismas de 10.000 toneladas. En 1938, por sugerencia del director del Colegio Naval de Estado Mayor se creó un Centro Inter-servicios de Adiestramiento y Desarrollo (Inter - Service Training and Development Center – ISTDC) que respondía directamente a los tres jefes de Estado Mayor. Sus comienzos fueron modestos y no se le prestó la debida atención: un Capitán de Navío Loben Edward Harold Maund, que se desempeñaba como “chairman”; el Ejército designó un mayor, la RAF un comandante de ala, a los que se sumó un capitán por la Infantería de Marina. Por razones de economía no se aprobó la recomendación de asignar al ISTDC dos batallones de este componente para trabajos experimentales.
En julio de 1938, cuando recién entraba en funciones el Centro, se llevó a cabo en las costas de Devon un ejercicio combinado para el cual la Armada proveyó un acorazado, un portaaviones, dos cruceros, y una flotilla de destructores para apoyar el desembarco de dos batallones del Ejército que simulaban dos cuerpos.
Al tiempo que las condiciones del mar empeoraban, las tropas fueron llevadas a la costa de Slapton Sands, mediante balleneras y cúteres propulsados con remos operados por marineros en el más puro estilo nelsoniano. El Comandante militar, Brigadier Bernard L. Montgomery, describió el ejercicio como “una lastimosa demostración de nuestra completa negligencia en operaciones de desembarco.
Sólo había una, a la que se podía llamar lancha de desembarco, una embarcación experimental, construida hace muchos años y traída del algún depósito de chatarra para este ejercicio”. Por su parte el Capitán Maund escribiría retrospectivamente: “la lección penetró como estacas de carpas. No podría haberse hecho mejor comienzo”. Como consecuencia, el ISTDC se abocó a la resolución de problemas prácticos.
Trabajó en la elaboración de códigos Interservicios y procedimientos y señales para la dirección del tiro naval sobre blancos costeros.
Para fines de 1938 se había elaborado un conjunto completo de instrucciones para desembarcos con oposición: aproximación en la oscuridad de buques transportes de lanchas de desembarco (naves mercantes modificadas); lanzamiento de las lanchas hacia la costa con la cobertura de humo y fuego de artillería naval; una reserva a flote destinada a alimentar la cabeza de playa para asegurar una posición lo suficientemente alejada tierra adentro para imposibilitar al enemigo el empleo de artillería sobre el fondeadero; y finalmente, el despacho, mediante embarcaciones especializadas, de personal, aprovisionamientos y vehículos desde buques transporte.
Los planificadores británicos fueron sacados de su modorra en 1937 en oportunidad de la invasión japonesa a China. En Tientsin los japones emplearon 400 lanchas de desembarco y un transporte para las mismas de 10.000 toneladas. En 1938, por sugerencia del director del Colegio Naval de Estado Mayor se creó un Centro Inter-servicios de Adiestramiento y Desarrollo (Inter - Service Training and Development Center – ISTDC) que respondía directamente a los tres jefes de Estado Mayor. Sus comienzos fueron modestos y no se le prestó la debida atención: un Capitán de Navío Loben Edward Harold Maund, que se desempeñaba como “chairman”; el Ejército designó un mayor, la RAF un comandante de ala, a los que se sumó un capitán por la Infantería de Marina. Por razones de economía no se aprobó la recomendación de asignar al ISTDC dos batallones de este componente para trabajos experimentales.
En julio de 1938, cuando recién entraba en funciones el Centro, se llevó a cabo en las costas de Devon un ejercicio combinado para el cual la Armada proveyó un acorazado, un portaaviones, dos cruceros, y una flotilla de destructores para apoyar el desembarco de dos batallones del Ejército que simulaban dos cuerpos.
Al tiempo que las condiciones del mar empeoraban, las tropas fueron llevadas a la costa de Slapton Sands, mediante balleneras y cúteres propulsados con remos operados por marineros en el más puro estilo nelsoniano. El Comandante militar, Brigadier Bernard L. Montgomery, describió el ejercicio como “una lastimosa demostración de nuestra completa negligencia en operaciones de desembarco.
Sólo había una, a la que se podía llamar lancha de desembarco, una embarcación experimental, construida hace muchos años y traída del algún depósito de chatarra para este ejercicio”. Por su parte el Capitán Maund escribiría retrospectivamente: “la lección penetró como estacas de carpas. No podría haberse hecho mejor comienzo”. Como consecuencia, el ISTDC se abocó a la resolución de problemas prácticos.
Trabajó en la elaboración de códigos Interservicios y procedimientos y señales para la dirección del tiro naval sobre blancos costeros.
Para fines de 1938 se había elaborado un conjunto completo de instrucciones para desembarcos con oposición: aproximación en la oscuridad de buques transportes de lanchas de desembarco (naves mercantes modificadas); lanzamiento de las lanchas hacia la costa con la cobertura de humo y fuego de artillería naval; una reserva a flote destinada a alimentar la cabeza de playa para asegurar una posición lo suficientemente alejada tierra adentro para imposibilitar al enemigo el empleo de artillería sobre el fondeadero; y finalmente, el despacho, mediante embarcaciones especializadas, de personal, aprovisionamientos y vehículos desde buques transporte.

La etapa siguiente fue el diseño de las embarcaciones y su equipamiento. El ISTDC requirió buques rápidos de transporte, más tarde conocidos como buques de desembarco de infantería (Landing Ships Infantry), capaces de arriar lanchas de desembarco con soldados.
Se propuso una blindada y silenciosa (la LCI o Landing Craft Infantry), con posibilidad de llevar 31 hombres y sus armas, como también proyectores de humo; una embarcación similar, la lancha de apoyo (Landing Craft Support, LCS), para armas y proyectores de humo solamente; y la lancha de desembarco mecanizada (Landing Craft Mechanised, LCM) de 12 toneladas para el transporte de cañones, vehículos y abastecimientos. De esos proyectos originales, proliferaría toda la variedad de embarcaciones a emplearse entre 1942 y 1945. Fue construida la maqueta de una lancha de desembarco y se asignaron 10.000 libras para la producción y evaluación de prototipos.
El ISTDC también contempló el problema de superar el espacio de agua entre la rampa de la lancha de desembarco y la orilla, que los soldados podían vadear pero no los vehículos. Como respuesta se ideó un muelle de 150 pies de largo, pero por falta de fondos el proyecto no fue más allá de los dibujos del prototipo.
Se propuso una blindada y silenciosa (la LCI o Landing Craft Infantry), con posibilidad de llevar 31 hombres y sus armas, como también proyectores de humo; una embarcación similar, la lancha de apoyo (Landing Craft Support, LCS), para armas y proyectores de humo solamente; y la lancha de desembarco mecanizada (Landing Craft Mechanised, LCM) de 12 toneladas para el transporte de cañones, vehículos y abastecimientos. De esos proyectos originales, proliferaría toda la variedad de embarcaciones a emplearse entre 1942 y 1945. Fue construida la maqueta de una lancha de desembarco y se asignaron 10.000 libras para la producción y evaluación de prototipos.
El ISTDC también contempló el problema de superar el espacio de agua entre la rampa de la lancha de desembarco y la orilla, que los soldados podían vadear pero no los vehículos. Como respuesta se ideó un muelle de 150 pies de largo, pero por falta de fondos el proyecto no fue más allá de los dibujos del prototipo.

Para abril de 1939 se preparó un informe que indicaba que la preparación británica para un desembarco no posibilitaba una operación en los próximos seis meses, aún para una brigada, por la carencia de lanchas apropiadas.
Operaciones a gran escala para capturar y sostener territorio enemigo no serían posibles hasta dentro de los próximos dos años. Como consecuencia del informe se autorizaron 18 lanchas de asalto (LCA), 12 mecanizadas (LCM) y dos de apoyo (LCS).
La ausencia de fondos no significó una disminución en la actividad creativa de los escasos oficiales del ISTDC. Para mediados de 1939 habían completado el relevo de buques mercantes aptos para ser modificados como LSIs. Encararon la resolución de los problemas relacionados con la organización en las playas y la consolidación o despliegue de calzadas sobre arena o ripio.
Realizaron pruebas con balizas infrarrojas para guía de las embarcaciones de asalto durante la noche; estudiaron las maneras de posibilitar el desembarco de tanques, en particular, frente a obstáculos subacuáticos y llegaron a la conclusión de la necesidad de un buque para el comando y control de un desembarco en gran escala.
Operaciones a gran escala para capturar y sostener territorio enemigo no serían posibles hasta dentro de los próximos dos años. Como consecuencia del informe se autorizaron 18 lanchas de asalto (LCA), 12 mecanizadas (LCM) y dos de apoyo (LCS).
La ausencia de fondos no significó una disminución en la actividad creativa de los escasos oficiales del ISTDC. Para mediados de 1939 habían completado el relevo de buques mercantes aptos para ser modificados como LSIs. Encararon la resolución de los problemas relacionados con la organización en las playas y la consolidación o despliegue de calzadas sobre arena o ripio.
Realizaron pruebas con balizas infrarrojas para guía de las embarcaciones de asalto durante la noche; estudiaron las maneras de posibilitar el desembarco de tanques, en particular, frente a obstáculos subacuáticos y llegaron a la conclusión de la necesidad de un buque para el comando y control de un desembarco en gran escala.

Paradójicamente, la iniciación de la guerra, en septiembre de 1939, no dio lugar a la expansión del ISTDC sino, por el contrario, significó su disolución. Los comandos superiores determinaron que, con un frente terrestre en Francia, la perspectiva de encuentros navales de superficie y la ofensiva de bombardeo aéreo, no había posibilidades de operaciones combinadas. Solamente quedó el Mayor del Ejército M.W.M. Macleod, simplemente porque no se le encontró destino inmediato. Sin embargo, antes que transcurrieran cuatro meses, en enero de 1940 comenzaron a considerarse posibles intervenciones en Escandinavia, tanto en el gabinete como por parte de Churchill, entonces Primer Lord del Almirantazgo.
Se revivió el ISTDC ordenándole al Capitán Maund retornar a su puesto. El centro encaró una serie de proyectos y acciones concretas para encarar operaciones combinadas de envergadura: se dispuso la construcción de guinches capaces de operar con lanchas desembarco cargadas. Se propuso la conversión de dos ferries de transporte de trenes para transportar LCMs y la instalación de grúas desplazables en petroleros con el fin de operar con este tipo de embarcación.
En marzo de 1940 se ordenaron otras 30 LCAs, lanchas de 10 toneladas capaces de desembarcar soldados en 1 pie y medio de agua y 18 LCMs, adicionales a las autorizadas con anterioridad. Posteriormente se produjeron las operaciones en Noruega, en las que todas las previsiones del ISTDC fueron ignoradas
.Se revivió el ISTDC ordenándole al Capitán Maund retornar a su puesto. El centro encaró una serie de proyectos y acciones concretas para encarar operaciones combinadas de envergadura: se dispuso la construcción de guinches capaces de operar con lanchas desembarco cargadas. Se propuso la conversión de dos ferries de transporte de trenes para transportar LCMs y la instalación de grúas desplazables en petroleros con el fin de operar con este tipo de embarcación.
En marzo de 1940 se ordenaron otras 30 LCAs, lanchas de 10 toneladas capaces de desembarcar soldados en 1 pie y medio de agua y 18 LCMs, adicionales a las autorizadas con anterioridad. Posteriormente se produjeron las operaciones en Noruega, en las que todas las previsiones del ISTDC fueron ignoradas

Las enseñanzas de los errores y fracasos de esa campaña fueron sustento de las directivas que Maund y su colaboradores dieron posteriormente a conocer:
- El o los comandantes de una operación combinada deberían recibir directivas claras.
- El Sistema de Comando Inter-servicios debería basarse en los preceptos establecidos en el Manual de Operaciones Combinadas.
- Tal como estaba establecido en el citado manual, debería haber una planificación conjunta de los tres servicios, con el adiestramiento previo de marinos y soldados.
- El racional embarque de los medios y abastecimientos, de manera que lo necesitase primero estuviese disponible primero.

Churchill, ya como Primer Ministro, dispuso que se lanzasen raids en puntos de las costas dominadas por el enemigo. Se creó en el Almirantazgo el Directorio de Operaciones Combinadas a cargo del Teniente General A. G. Bourne de la Infantería de Marina, el Capitán Maund como representante de la Armada, y el Coronel Hornby por el Ejército. La RAF enviaría un oficial cuando le fuese requerido. La tarea inicial fue impulsar la construcción de embarcaciones de desembarco y la conversión de buques rápidos de pasajeros como buques de desembarco de asalto (LSA) y buques de desembarco de infantería (LSI), con el consiguiente reclutamiento y adiestramiento de las tripulaciones.[/align]

Para julio-agosto de 1940 la totalidad de las órdenes de construcción sumaban 119 LCAs, 31 LCMs y 8 LCS(M)s, limitadas por la capacidad de los astilleros y la producción de motores.
En el comienzo de la primavera de 1941 siguió una orden por 104 LCAs, mientras que otra fue colocada en los EE.UU. por 136 del diseño Eureka.
Tres buques de pasajeros rápidos fueron transformados en naves de desembarco de infantería grandes (LSI [L]), cada uno con capacidad de albergar tres batallones de asalto.
Se requisaron con igual propósito dos ferries holandeses de 3.000 toneladas y 22 nudos que llevarían 450 hombres. Estaba previsto que estos buques podrían despachar 410 tropas de asalto en una primera ola en seis LCAs y dos LCM (I)s llevadas en sus plumas. Previamente, en estrecha relación con el Director de Construcciones Navales, se desarrolló una LCT capaz de llevar un tanque de 40 toneladas que desembarcaría mediante una rampa en la proa, con una velocidad de 10 nudos, un calado en proa de tres pies y medio.
Se ordenaron 30 de estas LCT y las pruebas tuvieron lugar en el río Tyne en noviembre de 1940. A la primera orden siguió una segunda por una versión más grande y de 12 nudos LCT. La escasez de medios obligó a emplear peligrosos motores Napier de aviación, alimentados con nafta, diseñados en 1918
.En el comienzo de la primavera de 1941 siguió una orden por 104 LCAs, mientras que otra fue colocada en los EE.UU. por 136 del diseño Eureka.
Tres buques de pasajeros rápidos fueron transformados en naves de desembarco de infantería grandes (LSI [L]), cada uno con capacidad de albergar tres batallones de asalto.
Se requisaron con igual propósito dos ferries holandeses de 3.000 toneladas y 22 nudos que llevarían 450 hombres. Estaba previsto que estos buques podrían despachar 410 tropas de asalto en una primera ola en seis LCAs y dos LCM (I)s llevadas en sus plumas. Previamente, en estrecha relación con el Director de Construcciones Navales, se desarrolló una LCT capaz de llevar un tanque de 40 toneladas que desembarcaría mediante una rampa en la proa, con una velocidad de 10 nudos, un calado en proa de tres pies y medio.
Se ordenaron 30 de estas LCT y las pruebas tuvieron lugar en el río Tyne en noviembre de 1940. A la primera orden siguió una segunda por una versión más grande y de 12 nudos LCT. La escasez de medios obligó a emplear peligrosos motores Napier de aviación, alimentados con nafta, diseñados en 1918

El ataque a Dakar significó para el Directorio de Operaciones Combinadas un nuevo aporte de lecciones de un fracaso: la necesidad de disponer información exacta acerca de las rompientes y de las playas y sus gradientes y, como imprescindible, contar con un buque comando especialmente equipado para operaciones combinadas, en particular en lo referente a medios de comunicación con requerimientos distintos de los de un buque de guerra convencional.
Para poner en marcha el gran proyecto de las Operaciones Combinadas, Churchill apeló a un veterano de la Gran Guerra. El 17 de julio de 1940 fue designado el Almirante de Flota Lord Keyes. La designación no fue precisamente feliz, pues con sus modos de ser en lo personal, muy activo pero orgulloso y colérico, y una jerarquía demasiado elevada, condujeron, más bien, a contrariar a las cabezas de los tres servicios, que además, como consecuencia de la decisión de Keyes de establecerse fuera de Whitehall, tendieron a segregar la “Armada Privada de Keyes”. Todo lo contrario de lo que era deseable para encarar operaciones con la participación de los tres componentes (Roger John Brownlow Keyes "1872-1945" se había distinguido en China en 1900.
Durante la Primera Guerra Mundial mostró, con el grado de vicealmirante, sus cualidades de líder en el comando de Dover y su famosa patrulla. En 1918 encabezó las operaciones anfibias destinadas a neutralizar las bases de submarinos en Zeebruge y Ostende. Aunque el éxito fue parcial, esas acciones fueron consideradas como entre las más heroicas de ese conflicto).
Para poner en marcha el gran proyecto de las Operaciones Combinadas, Churchill apeló a un veterano de la Gran Guerra. El 17 de julio de 1940 fue designado el Almirante de Flota Lord Keyes. La designación no fue precisamente feliz, pues con sus modos de ser en lo personal, muy activo pero orgulloso y colérico, y una jerarquía demasiado elevada, condujeron, más bien, a contrariar a las cabezas de los tres servicios, que además, como consecuencia de la decisión de Keyes de establecerse fuera de Whitehall, tendieron a segregar la “Armada Privada de Keyes”. Todo lo contrario de lo que era deseable para encarar operaciones con la participación de los tres componentes (Roger John Brownlow Keyes "1872-1945" se había distinguido en China en 1900.
Durante la Primera Guerra Mundial mostró, con el grado de vicealmirante, sus cualidades de líder en el comando de Dover y su famosa patrulla. En 1918 encabezó las operaciones anfibias destinadas a neutralizar las bases de submarinos en Zeebruge y Ostende. Aunque el éxito fue parcial, esas acciones fueron consideradas como entre las más heroicas de ese conflicto).

En enero de 1941 se creó un Centro de Adiestramiento Combinado (Combined Training Center, CTC) en Inveraray, Escocia, a cargo del capitán de navío J. Hughes Hallet, mientras que otro fue establecido en el Canal de Suez.
Para febrero, unos 5.000 hombres habían sido destinados a la operación de los medios navales de desembarco en lo que se consideró el nacimiento de una segunda Armada Real, pero con el menosprecio del personal de ésta por considerarla como marginal, dando lugar, en especial en el caso de los oficiales, de considerar esa asignación como temporaria y pedir el traslado a unidades navales (Dos años más tarde, el prestigioso almirante Ramsay haría notar tal situación, que consideró un estado de cosas absolutamente no deseable, porque para las Operaciones Combinadas se requería contar de los mejores oficiales y personal, no pudiendo hacer frente siempre a los pedidos de cambios y conducir las operaciones con personal sin experiencia).
Para febrero, unos 5.000 hombres habían sido destinados a la operación de los medios navales de desembarco en lo que se consideró el nacimiento de una segunda Armada Real, pero con el menosprecio del personal de ésta por considerarla como marginal, dando lugar, en especial en el caso de los oficiales, de considerar esa asignación como temporaria y pedir el traslado a unidades navales (Dos años más tarde, el prestigioso almirante Ramsay haría notar tal situación, que consideró un estado de cosas absolutamente no deseable, porque para las Operaciones Combinadas se requería contar de los mejores oficiales y personal, no pudiendo hacer frente siempre a los pedidos de cambios y conducir las operaciones con personal sin experiencia).

El adiestramiento era de extrema dureza y en condiciones reales tanto como fuera posible, atento que era esencial que las tripulaciones de las embarcaciones de desembarco conocieran al dedillo sus obligaciones antes de operar con personal del Ejército en ejercicios conjuntos, de manera que ese componente mantuviera su confianza en la indiscutible capacidad marinera de la Armada Real (Los que estuvieron sujetos a tal adiestramiento difícilmente olvidarán las largas noches y días pasados, mojados, pasados de frío, y en el extremo del cansancio, en aguas y costas de los “loch” escoceses).
Se dio particular importancia a la selección y adiestramiento de los equipos de playa navales con la tarea clave de arribar a la costa adversaria con las tropas de asalto iniciales del Ejército, con el fin de asegurar un área inmediata de desembarco y organizar el ordenado fluir de hombres y abastecimientos a la cabeza de playa.
En octubre de 1941, Churchill designó, en reemplazo del septuagenario Keyes, a un personaje que por sus condiciones personales era casi exactamente su opuesto. El Capitán de Navío Mountbatten, elevado a la jerarquía de comodoro, era “joven, enérgico, ambicioso, inteligente, encantador y ansioso de promover su propia producción de resultados tras veinte años de pacientes trabajos”.
Se dio particular importancia a la selección y adiestramiento de los equipos de playa navales con la tarea clave de arribar a la costa adversaria con las tropas de asalto iniciales del Ejército, con el fin de asegurar un área inmediata de desembarco y organizar el ordenado fluir de hombres y abastecimientos a la cabeza de playa.
En octubre de 1941, Churchill designó, en reemplazo del septuagenario Keyes, a un personaje que por sus condiciones personales era casi exactamente su opuesto. El Capitán de Navío Mountbatten, elevado a la jerarquía de comodoro, era “joven, enérgico, ambicioso, inteligente, encantador y ansioso de promover su propia producción de resultados tras veinte años de pacientes trabajos”.

Mountbatten estimó que serían necesarios 16.000 hombres para la operación de los medios de desembarco, de manera que puso en marcha un plan de expansión en los centros de Operaciones Combinadas en Inveraray, Trono y Dunadold.
En 1942, cuando los primeros americanos arribaron a Gran Bretaña para tomar conocimiento de la organización para operaciones combinadas “encontraron algo digno de ser admirado y apoyado”.
En marzo de 1942, en contra de los deseos del Primer Lord Naval, Churchill promovió a Mountbatten a Vicealmirante y Comandante de Operaciones Combinadas con un asiento en el Comité de Jefes de Estado Mayor (Terminada la guerra y después de haber sido Comandante Supremo aliado del Teatro del Asia Sudoriental y último virrey de la India, Mountbatten regresó al servicio naval con el grado de contraalmirante como comandante de la primera escuadra de cruceros en el Mediterráneo, para alcanzar posteriormente la jerarquía de almirante de flota y Primer Lord Naval, el mismo cargo que desempeñara en 1914 su padre, el príncipe Luis de Battenberg).
En 1942, cuando los primeros americanos arribaron a Gran Bretaña para tomar conocimiento de la organización para operaciones combinadas “encontraron algo digno de ser admirado y apoyado”.
En marzo de 1942, en contra de los deseos del Primer Lord Naval, Churchill promovió a Mountbatten a Vicealmirante y Comandante de Operaciones Combinadas con un asiento en el Comité de Jefes de Estado Mayor (Terminada la guerra y después de haber sido Comandante Supremo aliado del Teatro del Asia Sudoriental y último virrey de la India, Mountbatten regresó al servicio naval con el grado de contraalmirante como comandante de la primera escuadra de cruceros en el Mediterráneo, para alcanzar posteriormente la jerarquía de almirante de flota y Primer Lord Naval, el mismo cargo que desempeñara en 1914 su padre, el príncipe Luis de Battenberg).

El dinámico comandante presionó para la provisión de un mayor número de embarcaciones de desembarco. En el último cuatrimestre de 1941 se encontraban en construcción en Gran Bretaña 348 de ellas.
El programa de 1942 incluyó 1.168 a ser terminadas en 1943. Entonces, los británicos apelaron a los EE.UU. como principal proveedor. En enero de 1942, el presidente Roosevelt aprobó la producción para Gran Bretaña de 200 buques de desembarco de tanques (LST) con capacidad oceánica; 200 LCTs y siete buques de desembarco dique (Landing Ships [Dock]).
En abril de 1942, Mountbatten materializó una antigua previsión del desaparecido ISTDC, con la conversión del crucero auxiliar Bulolo, de 9.111 toneladas, propulsión Diesel, dos ejes, 15 nudos, como buque comando de Operaciones Combinadas de desembarco, armado con cuatro piezas AA de 4”, cinco de 40 mm y 14 de 20 mm, con una dotación de 264 hombres; podía transportar seis lanchas de desembarco y 258 soldados. Al que en poco tiempo siguió la modificación del trasatlántico francés Charles Plumier, rebautizado Largs, de 5.850 toneladas, propulsión Diesel, dos ejes, 17 nudos, al que se armó con un cañón AA de 4”, dos de 40 mm y 14 de 20 mm, con una dotación de 284 hombres.
Cuatro lanchas de desembarco y 110 soldados. Ambos, equipados con los medios de comunicación necesarios para su misión, demostrarían su valer en la “Operación Torch” (Por su parte los americanos, en 1927, habían puesto en vigencia un manual de desembarcos combinados publicado por el Consejo Conjunto de la Armada y el Ejército que fue posteriormente reeditado en 1935.
En 1934 se llevó a cabo un ejercicio combinado en Culebra Island al este de Puerto Rico. Cuatro años más tarde apareció el manual que sería aplicado en el desarrollo de la Segunda Guerra. En 1941, el comandante de la Flota del Atlántico, almirante King, dirigió un ejercicio de mayor magnitud, nuevamente en Culebra Island, aunque para entonces todavía no contaban con embarcaciones especializadas para el desembarco de tanques y vehículos.
Los americanos no consideraron hasta mucho más tarde la necesidad de buques comando y para la “Operación Torch” emplearon uno de los buques de guerra, ocasión en que se pusieron en evidencia las falencias previstas por el ISTDC británico años antes).
El programa de 1942 incluyó 1.168 a ser terminadas en 1943. Entonces, los británicos apelaron a los EE.UU. como principal proveedor. En enero de 1942, el presidente Roosevelt aprobó la producción para Gran Bretaña de 200 buques de desembarco de tanques (LST) con capacidad oceánica; 200 LCTs y siete buques de desembarco dique (Landing Ships [Dock]).
En abril de 1942, Mountbatten materializó una antigua previsión del desaparecido ISTDC, con la conversión del crucero auxiliar Bulolo, de 9.111 toneladas, propulsión Diesel, dos ejes, 15 nudos, como buque comando de Operaciones Combinadas de desembarco, armado con cuatro piezas AA de 4”, cinco de 40 mm y 14 de 20 mm, con una dotación de 264 hombres; podía transportar seis lanchas de desembarco y 258 soldados. Al que en poco tiempo siguió la modificación del trasatlántico francés Charles Plumier, rebautizado Largs, de 5.850 toneladas, propulsión Diesel, dos ejes, 17 nudos, al que se armó con un cañón AA de 4”, dos de 40 mm y 14 de 20 mm, con una dotación de 284 hombres.
Cuatro lanchas de desembarco y 110 soldados. Ambos, equipados con los medios de comunicación necesarios para su misión, demostrarían su valer en la “Operación Torch” (Por su parte los americanos, en 1927, habían puesto en vigencia un manual de desembarcos combinados publicado por el Consejo Conjunto de la Armada y el Ejército que fue posteriormente reeditado en 1935.
En 1934 se llevó a cabo un ejercicio combinado en Culebra Island al este de Puerto Rico. Cuatro años más tarde apareció el manual que sería aplicado en el desarrollo de la Segunda Guerra. En 1941, el comandante de la Flota del Atlántico, almirante King, dirigió un ejercicio de mayor magnitud, nuevamente en Culebra Island, aunque para entonces todavía no contaban con embarcaciones especializadas para el desembarco de tanques y vehículos.
Los americanos no consideraron hasta mucho más tarde la necesidad de buques comando y para la “Operación Torch” emplearon uno de los buques de guerra, ocasión en que se pusieron en evidencia las falencias previstas por el ISTDC británico años antes).