
Los afiches por regla general eran muy sangrientos en la Unión Soviética, incluso aquellos utilizados antes durante la Revolución Bolchevique, pero en 1941 con imágenes de Hitler botando sangre por la boca y con las manos ensangrentadas.
Además, las ciudades soviéticas eran virtualmente empapeladas con afiches que mostraban violaciones de mujeres y asesinato de niños y bebés, por hombres vestidos con el uniforme alemán e invariablemente con cara demoníaca.
Otros afiches tocaban la sensibilidad de la población con imágenes de civiles, especialmente mujeres y niños de muy corta edad que mostraban evidente aspecto de indefensión y sufrimeinto.
Por otro lado, también hubo los afiches tradicionales para elevar la moral del pueblo en busca del apoyo civil al esfuerzo de guerra.
Una vez que la guerra en el Frente del Este dio el vuelco en Stalingrado, los afiches se tornaron más agresivos contra toda la población alemana, incitando a los soldados soviéticos al aniquilamiento de la raza alemana y al arrasamiento del país germánico, obviamente de la destrucción del ejército alemán.
Muchas referencias se hacían a la llegada del Ejército Rojo a Berlín, luego de "liberar" a los países fronterizos en Europa del Este.
No cabe duda, que la propaganda soviética tuvo todo el éxito que sus creadores esperaban, puesto que la forma como fue aplicada la venganza contra el pueblo alemán sobrepasó los límites de la razón, tal como lo muestran las cifras de más de 3000000 de alemanes, civiles y militares, asesinados mientras escapaban a la persecución rusa.
Personas de raza alemana que poblaron Prusia, las fronteras de Polonia, Checoslovaquia y demás países limítrofes fueron masacradas de manera inmisericorde, mientras eran arreados en dirección al oeste.
Los afiches o posters soviéticos durante la guerra, fueron dibujados por artistas especializados, como V. Ivanov, A. Kokorekin, V. Koretsky, I. Toidze, D. Shmarinov, P. Sokolov-Skalya, V. Deni y el equipo Kukryniks.
Tenían vasta experiencia en ese tipo de propaganda pues dibujaron infinidad de afiches durante la Revolución Bolchevique.
Al comenzar la guerra, el estilo no cambió.
En todas las ciudades rusas se colocaron afiches de propaganda que mostraban caras adustas, coléricas, sufridas pero decididas, casi exclusivamente de mujeres y niños o ancianos, pero hacia finales de la guerra fueron suavizando los rostros y pasaron de representar a un tipo étnico, característico de los pueblos eslavos, a fisonomías casi arias, con cabelleras rubias, caras angulosas, sonrientes, aproximándose mucho al tipo anglosajón, pero que para entonces casi siempre representaban al soldado rojo victorioso.
En todos los casos, el tema principal fue la Gran Guerra Patriótica era recuperar la libertad e independencia de la "Madre Tierra" y finalmente lograr la victoria contra el fascismo.