Neutralidad de Chile (1939-1943)
Chile tenía una presencia económica y migratoria importante desde ambos lados en conflicto. Los alemanes llevaban un siglo como una gran colonia residente y existía un partido nacional socialista local dirigido por Jorge González von Marées. Los británicos y franceses también tenían gran presencia histórica en el sector bancario, industrial y de los medios de comunicación. Pedro Aguirre Cerda había declarado abiertamente la neutralidad de Chile en la Segunda Guerra Mundial, sin embargo tras la entrada de Estados Unidos en el conflicto, en 1941, las cosas se tornaron tensas en el país, que era económicamente dependiente de dicha potencia.
Después del ataque a Pearl Harbor, el ministro de Relaciones Exteriores, Juan Bautista Rossetti, convocó de manera urgente a una reunión de los cancilleres de los países americanos. Esta sería la Conferencia de Río, en donde se tomó la decisión de reafirmar los principios de solidaridad continental y se recomendaba la ruptura de relaciones diplomáticas con Japón, Alemania e Italia.
Las razones para mantener la neutralidad de Chile eran múltiples: ninguno de los países del Eje había dado motivo u ofensa alguna para motivar la ruptura; la amenaza de un posible ataque japonés, que había advertido que Chile buscaría problemas si rompía relaciones; el temor a ser víctima de una guerra submarina indiscriminada con los subsecuentes resultados económicos; y la importancia social y cultural de la colonia alemana en Chile, ya que incluso la esposa de Ríos descendía de colonos alemanes.
Gobierno de Ríos y la presión estadounidense

El 13 de mayo de 1942, en un confuso incidente, el barco chileno Toltén de la Compañía Sudamericana de Vapores fue hundido en su camino a Nueva York, muriendo sus 28 tripulantes. Se presumió que fue hundido por un submarino alemán, sin embargo por una extraña orden que había recibido horas antes, el barco navegaba sin luces que permitieran su identificación como neutral.
Estados Unidos inició una serie de presiones sobre el gobierno chileno para hacer variar su rumbo. Se le atacaba diplomáticamente, advirtiendo que la neutralidad permitía la acción de espías nazis en su territorio. El gobierno chileno, por su parte, intentó condicionar el abandono de la neutralidad a la obtención de una mayor asistencia militar por parte de Estados Unidos.
Un evento en particular amargo las relaciones entre ambos países. El presidente Franklin D. Roosevelt había despachado una invitación a su homólogo chileno para que visitase Estados Unidos, con la esperanza de que Ríos rompiese relaciones antes de su partida. En estas circunstancias, el Secretario de Estado subrogante, Sumner Welles, realizó el 8 de octubre de 1942 un polémico discurso, en que advertía que Chile y Argentina permitían «que sus territorios sean utilizados por funcionarios y agentes subversivos del Eje, como bases para actividades hostiles en contra de sus vecinos […] no puedo creer que las dos repúblicas todavía permitirán por mucho tiempo que sus vecinos americanos […] sean apuñalados por la espalda por emisarios del Eje que operan en sus territorios».
Estas declaraciones causaron gran escándalo en Chile, por lo que el presidente debió suspender su visita a Estados Unidos y recibió el apoyo unánime de la opinión pública nacional en su posición internacional, en la cual se dieron diversas manifestaciones de apoyo, especialmente desde la izquierda de la coalición.
Acciones del gobierno chileno (1943-1945)
Ruptura diplomática con el Eje
La información de Welles no era del todo exagerada, pues durante el año 1942 se empezaron a desbaratar varias redes de espionaje alemán que operaban en Chile. También dentro del país la opinión a favor de la ruptura de relaciones se hacía más intensa, a pesar del rechazo hacia las palabras de Welles. La Alianza Democrática exigió a Ríos la ruptura con el Eje y la apertura de relaciones con la Unión Soviética.
En tales circunstancias, Ríos debió prescindir de Barros Jarpa y reemplazarlo por Joaquín Fernández Fernández, antiguo compañero de gabinete en la polémica administración de Dávila. En diciembre fue enviado a los Estados Unidos el ministro del Interior Raúl Morales, quien se entrevistó con Roosevelt para explicar la posición del país y obtener garantías antes de la ruptura. Cuando las obtuvo, al presidente Ríos le pareció suficiente y decidió, tras consultarlo con el Senado —que lo aprobó por 30 votos a favor, 10 en contra y 2 abstenciones—, decretar el 20 de enero de 1943 la ruptura de relaciones diplomáticas con la Alemania nazi, Italia y Japón.
«Desde estos instantes, quedan todos mis conciudadanos notificados de que el Presidente de la República ha acordado la ruptura de relaciones con los gobiernos del Eje y toma la decisión de encarar los nuevos y difíciles días que vienen, con la mirada puesta en los destinos de la Patria»
Declaración de guerra a Japón
El 14 de febrero de 1945 el gobierno de Ríos declaró estado de beligerancia con el Imperio de Japón, con el fin de ingresar a la Organización de las Naciones Unidas, que pedía como requisito de ingreso el haber declarado la guerra a alguna de las potencias del Eje. Como internacionalmente se consideró que esta declaración no bastaba para llenar los requisitos requeridos, Chile dio el paso de declararle formalmente la guerra al Japón.
El presidente envió al Congreso Nacional un proyecto de ley para declarar la guerra a Japón, el cual fue aprobado por la Cámara de Diputados el 11 de abril de 1945, por 70 votos a favor y 2 abstenciones. Dos días más tarde, el 13 de abril, Ríos firmó junto a todo su gabinete ministerial el decreto de declaración de guerra.
- Artículo 1º. El Presidente de la República, en nombre del Gobierno de Chile, reconoce y declara el estado de guerra con el Gobierno Imperial del Japón.
- Artículo 2º. Los Ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Defensa Nacional, dictarán y cursarán, de conformidad a sus respectivas atribuciones legales, las disposiciones complementarias que correspondan.
- Artículo 3º. El presente decreto será firmado por todos los Ministerios de Estado, Juan Antonio Ríos (Presidente), Alfonso Quintana Burgos, Arnoldo Carrasco, Joaquín Fernández, Alejandro Tinsly, Santiago Labarca, Enrique Marshall, Eugenio Puga Fischer, Gustavo Lira, Manuel Casanueva, Mariano Bustos, Sótero del Río.
Poco tiempo después, en septiembre de 1945, la guerra fue ganada por los aliados, logrando Chile mantenerse a salvo de dichos acontecimientos y sus graves consecuencias mundiales. Las relaciones diplomáticas con Japón se restaurarían en 1950, cuando el país asiático nombró a Katsusito Narita su embajador en Chile,6 y con la firma del Tratado de San Francisco un año más tarde.
Otras acciones
Puesto que una invasión alemana estaba descartada y una invasión terrestre desde Japón, si bien era posible, para la fecha de la declaración ya era improbable, la preocupación estaba en el sector de la Armada de Chile, que se estimaba podría llevar el peso de la guerra. Se temían acciones de bloqueo y ataque a puertos que suministraban metales a los aliados (Tocopilla, Antofagasta, Chañaral y San Antonio), los cuales fueron artillados, pero principalmente se protegió el paso por el estrecho de Magallanes. Lamentablemente las naves con que se contaba, aunque eran de mediana antigüedad para la época, no eran suficientes y prácticamente no se disponía de armamento antiaéreo y antisubmarino. Peor aún era que el acorazado Almirante Latorre, el mejor buque chileno, databa de 1921 (y que en su momento fue una de las naves más poderosas del mundo), para la época del eventual conflicto estaba en reparaciones.
Entre las acciones efectivas estuvo la vigilancia y relegación de los japoneses a las localidades de Casablanca y Buin (a diferencia de los germanos e italianos, que no recibieron ese trato), y el cambio de nombre al Parque Japonés por Parque Gran Bretaña (actual Parque Balmaceda) en 1941. Además se dejaron de regar los cerezos regalados por el emperador, acción que será motivo de burlas en los próximos años por ser la única agresión al Imperio de Japón.
Tras finalizar la guerra, Chile recibió a jerarcas nazis que huyeron de los ejércitos aliados.
A continuación se detallan algunos de los chilenos que participaron activamente en la contienda.
Peter Hansen

En 1916 fue seleccionado para combatir en las trincheras donde se distinguió hasta el final de la guerra en un regimiento de artillería. Por sus méritos fue ascendido a teniente. Después de finalizar la Gran Guerra retornó a Chile, allí estaría bastante tiempo ya que no podía volver a Alemania al no poder ejercer de soldado por el limitado número de soldados que la República de Weimar había impuesto a la Wehrmacht. Durante los años 20 su tierra natal fue su hogar, hasta que las cosas cambiaron y en 1933 Adolf Hitler se alzó al poder. Entonces Hansen regresó a Alemania e ingresó en las SS y el NSDAP con el número de militante 2.860.864. En las SS ascendió como un rayo, en 1934 pasó de SS-Scharführer a SS-Obertruppenführer, en 1935 llegó a SS-Hauptmannführer y a principios de 1939 se había convertido en SS-Oberturmbannführer. Para cuando estalló la Segunda Guerra Mundial era SS-Standartenführer y ya dirigía sus propias baterías de artillería en el frente.
En 1940 entró a formar parte de las recién creadas Waffen-SS con el grado de SS-Oberführer, siendo de esta manera uno de los primeros extranjeros no europeos. Durante la primera etapa del conflicto entró poco en combate, pero al llegar 1943 se distinguió notablemente en la Batalla de Kursk, dentro del Ejército Kempf. Tras el desastre de Kursk, Peter Hansen ayudó a organizar la División Letische de voluntarios letones para las Waffen-SS y les enseñó la lucha antipartisana. Pero sin duda por lo que se hizo famoso Peter Hansen fue por su labor en la 29ª División Waffen-SS, la de los italianos. Desde que se había fundado la República de Saló en Italia, las Waffen-SS necesitaban crear una división de fascistas italianos, para ello era imprescindible que un alto grado que dominara el italiano perfectamente instruyera a los reclutas, ese fue Peter Hansen. Con el grado de comandante de división, Peter fue designado general para dirigir a los soldados junto a un comandante italiano llamado Pietro Manelli, con el que entablaría amistad. Así fue como Peter cambió el uniforme alemán por el italiano, ya que los voluntarios italianos era la única división de las Waffen-SS que no portaban la vestimenta germana, si no la italiana.
Hansen hizo una gran labor con los SS italianos, los adoctrinó según las tácticas alemanas en el campo de entrenamiento de Muzzingen, en Polonia. Una vez que acabó la instrucción la unidad pasó a designarse 29ª División Waffen-SS Grenadier Italianische.La primera batalla del general chileno al mando de los italianos tendría lugar en Piemonte, Italia, allí un montón de guerrilleros ocuparon la Fortaleza de Vinadio, por lo que los nuevos SS de Hansen los desalojaron en solo tres horas provocándoles muchas bajas y apenas ellos teniendo. A partir de entonces Peter conseguiría grandes victorias contra los partisanos, los ejemplos más claros fueron los enfrentamientos en Germanasca, Chisone, Spoletto, Asis, Scheggia y Gubbio, todas ellas victorias del general chileno. Pero sin duda alguna la acción más importante del Peter Hansen fue la Batalla Anzio, en primavera de 1944 la 29ª División SS Italianische fue trasladada a la playa de Lazio donde detuvieron al ejército norteamericano, los estadounidenses sorprendidos al ver tropas italianas SS sufrieron muchas bajas. Cuando en Anzio se juntaron las alas británica y americana, los SS italianos de Hansen resistieron con lanzagranadas y armas muy obsoletas en caminos y carreteras entre Nettuno y Viterbo provocando a los aliados más bajas de las que ellos sufrían y demorando el avance hacia Roma.
El 4 de Junio de 1944 Roma cayó en manos aliadas y Hansen escapó por los pelos de quedar cercado, el chileno podía darse a si mismo por orgulloso, pues había sufrido 300 bajas en su división frente a más del triple que les había causado a los aliados. Después de Anzio él fue condecorado. Tras la retirada alemana a la Línea Gótica, Peter Hansen regresó de nuevo al ejército alemán, esta vez lo hizo como comandante de unidades Panzer, aunque apenas entró en combate. Al final de la Segunda Guerra Mundial intentó escapar a Chile, pero al entrar en guerra junto a los Aliados se lo impidió, por lo que tuvo que quedarse en Alemania.
Durante muchos años residió en tierras alemanas sin poder regresar a su país natal, finalmente murió el 23 de Mayo de 1967 en Viersenu. Peter Hansen se puede considerar un personaje de la Historia de Chile muy importante a destacar que ha caído en el olvido por culpa de la censura de los vencedores. Ya que además de ser el único voluntario chileno en las Waffen-SS, lo hizo con el rango de general y llegó a comandar una de las 39 divisiones existentes, en este caso la 29ª División SS Italiana. Ademas es uno de los pocos (si no el único) nacido en américa en tener tan alto cargo. Esta entre los altos mandos alemanes que no fue acusado por crímenes de guerra.
Trehern y Wood
La batalla de Inglaterra fue feroz. Goering convenció a Hitler que una ofensiva por aire sobre Inglaterra haría innecesaria la invasión por mar. Londres era bombardeada diariamente. Barrios enteros eran destruidos, pero, cuando decaía la moral inglesa, comenzó la Royal Air Force a recobrar terreno. Los Hurrican y los Spitfire británicos se batían con los Messerschmidt alemanes. La Batalla de Inglaterra fue ganada por los pilotos de la RAF. Mientras tanto, los bombarderos británicos también cruzaban el Canal de la Mancha, para bombardear territorios enemigos o apoyar las fuerzas que combatían en distintos frentes. En uno de esos bombarderos iba R. W. Trehern, magallánico e hijo único. Su avión desapareció de noche. ¿Fue derribado? ¿Cayó al mar? Nunca se encontraron rastros. Hoy sólo es recordado en una placa del cementerio local. Sobre G. W. Wood, otro puntarenense, no pude encontrar testimonios que me informaran sobre las circunstancias de su muerte.
J.R.Booth
Cayó en Normandía.
J. R. era tanquista. El 6 de junio de 194 una gigantesca maquinaria era puesta en marcha. Un ejército de cuatro millones de hombres: seis divisiones de infantería, once de blindados y veintidós de motorizados, seis de acorazados, noventa y tres destructores, veintidós cruceros y mil seiscientas lanchas de bombardeo, 5.112 aviones de bombardeo, 5147 de caza y de 4.907 planeadores, además de otras naves de transporte, daban comienzo al famoso "Día D". La invasión a Normandía se dividía en cinco playas, a las que se dio los nombres claves de Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword. En las últimas tres playas mencionadas iban fuerzas conjuntas de inglesas, canadienses y australianas, mientras que las dos primeras serían ocupadas por los norteamericanos. En la avanzada de esta fuerza iba un magallánico: J. R. Booth. Pisó una mina y sólo le encontraron los dos pies.
Williams Thomas Mac Donald
Un artillero aéreo que cayó en cielos de Italia
Williams Thomas Mc Donald murió el 25 de octubre de 1942, cuando llevaba dos años combatiendo. Recibió un balazo en la columna vertebral, después de sobrevolar Italia en un raid nocturno. Falleció cuando era operado. Fue un héroe en todo el sentido de la palabra. Completó más de doscientas horas de vuelo sobre territorio enemigo. Ver su libreta de vuelo parece estar viviendo la Segunda Guerra. Los nombres claves de la Operación Cologne (donde su aeronave derribó un M 109), Essen (donde derribaron un FW 190), Gardening Duth, Scarbrüchen, Dusseldorf (donde con su puño y letra escribió."M 109 derribado por mí"), Bremen, Diusberg (donde enfrentaron un cerrado fuego antiaéreo)… y así, con tinta roja manuscrita aparece una treintena de operaciones sobre territorio enemigo. Al final, abruptamente, como son las cosas de la guerra, están los antecedentes del lugar y data de muerte. Hoy es libreta es uno de los tesoros más preciados de su hermano…
¿Quién podría entenderla o quererla más que alguien que también vivió las vicisitudes de la guerra? El diario "El Magallanes" de la época informó respecto al fallecimiento del sargento de la Rael Fuerza Aéreo: "William T. Mac Donald Doddan, ex conscripto de nuestro regimiento Austral, destacado atleta y muchacho de aptitudes sobresalientes, quiso defender la patria de sus padres enrolándose en las filas de Su Majestad Británica, siendo destinado por sus conocimientos a prestar servicios en la Real Fuerza Aérea, donde se distinguió en diversas oportunidades por su heroísmo y capacidad, llegando en muy breve tiempo a sargento de esta arma. El sargento William Mac Donald, tripulante de un bombardero Lancaster, cumplió valientes acciones, confiándosele siempre misiones sumamente arriesgadas, de las que siempre había salido airoso. El 24 de octubre quedó gravemente herido al regresar el bombardero a su base, siendo hospitalizado en un hospital de emergencia, donde falleció al día siguiente. Muchos son los magallánicos que han ido a enrolarse a las filas libertadoras de los ejércitos aliados, quedando actualmente otro hermano, Williams, el cual está a cargo de un tanque blindado, el cual también ha tenido destacada actuación, alcanzando el grado de cabo primero "por actos de heroísmo".
Los Thompson
Vino de la guerra para besar a su madre
El desenlace de la historia de los hermanos Thompson para mí ha sido un indescifrable misterio. El 6 de octubre de 1940, T. F. Thompson decidió viajar a la tierra de sus antepasados para luchar contra los nazis. Muchos chilenos, hijos de británicos, franceses y otras nacionalidades, estaban desperdigados en los distintos frentes de batalla. En las candentes arenas de África, en los fríos terribles de la estepa rusa, en los pantanos de Italia, en la enmarañada selva filipina. Cuando los cañones efervecían de tanta actividad llegaron a Londres los hermanos puntarenenses, ofreciéndose de voluntarios para servir en la RAF. El 6 de octubre de 1945, justo cinco años después de su partida, T. F. Thompson regresó sin aviso previo, a bordo del buque "Avilés" (procedente de Montevideo) hasta su ciudad natal. Quemado por el sol europeo, el ya sargento de la Royal Air Force besó con amor a su madre, contándole que lejos, recién liberado de un campo de concentración, quedaba su hermano. Él había retornado con la sola intención de besar a su madre. Tenía que viajar nuevamente a Inglaterra. Su visita a la Patagonia la había conseguido presentándose cuando solicitaron voluntarios sudamericanos para trasladar hasta América el barco francés "Croix". Pronto sería desmovilizado. Nunca pude saber el final de esta historia de amor. El combatiente Hugo Mac Donald me contó que "hubo un Thompson que regresó, se casó con una de las hijas del entonces dueño del Hotel Cabo Negro; más tarde, se radicaron en Santiago". La única familia Thompson que aparece en la guía telefónica en dos oportunidades se ha negado a aceptar mi llamado. Ni siquiera he podido comprobar si tiene algún parentesco con los combatientes".
Hardol Nielsen Douglas
Murió al retornar de una misión
Harold Nielsen Douglas trabajaba como funcionario del Banco Londres de Punta Arenas cuando decidió viajar a combatir. Era diciembre de 1943. Murió en febrero de 1945, cuando ya concluía el conflicto. Nielsen, Both, W. Mac Donald, Trehern y Wood, son los mártires magallánicos de la guerra. Su cuñado, Herman Henkes Boom, todavía conserva la carta que envió a sus padres cuando se vistió por primera vez el uniforme de la Royal Air Force. "Se marchó -dijo Henkes- con un contingente de 100 voluntarios, de los cuales 20 eran chilenos, que se embarcó en Buenos Aires con rumbo a Inglaterra.
Posteriormente quiso ingresar a la RAF, rindió los exámenes requeridos, fue considerado apto e ingresó al servicio aéreo". "Se desempeñó como artillero en un avión caza. Regresaba de una misión, de un combate sobre los cielos de Alemania cuando sobrevino su deceso. El avión capotó cuando aterrizaba en su base". El periódico "Noticias gráficas de Magallanes", en la columna de su página editorial denominada "Ventana abierta, tituló "Aguilucho voló sin retorno", publicando el siguiente artículo: "Harold Nielsen, voló en picada en maniobra que no volvió a cambiar el rumbo. La dantesca Normandía no pudo abatir las alas del joven sargento chileno de la RAF. Sin embargo, luego, un lacónico "No regresó a su base", fue la lápida para un valeroso" "Harold dejó un día el pupitre metálico del Banco de Londres, en Punta Arenas, y viajero, en cualquier transporte de cualquier nombre, llegó a las playas de Byron. Surcó los cielos rojizos por la metralla de una Alemania enloquecida, de una Bélgica mártir y de una Francia eternamente heroica.. Cayó en el silencio mortal del motor que no evoluciona, de los comandos paralogizados, en la muda compañía de los suyos, hermanos de avión". "La RAF enlutada una vez más y aquí en Punta Arenas, la angustia de la noticia escueta: "Con sentimiento… "Alas abatidas y un nombre más, viril, para lo perdurable conmemorativo". La última magallánica que lo vio con vida fue Maggie Dick, quien conversó con el mártir tres días antes de su deceso. El tema del diálogo: su tierra natal, Magallanes.
Un boxeador natalino en la Royal Air Force
(Nota de Dimitry Lavrinenko: Natalino: Persona nacida en Puerto Natales; Puntarense: Persona nacida en Punta Arenas, ambas son ciudades del Sur de Chile)
Mención aparte merece el natalino Eduardo Scott, ídolo del boxeo de ültima Esperanza, quién había logrado en el deporte lo que parecía imposible: derrotar nada más ni nada menos que al temido "Mortero" Sgombich, crédito puntarenense del rudo deporte de los puños. En el cóctel, al hacer uso de la palabra, dijo: "No sé hablar, pero agradezco su presencia y les prometo que donde vaya dejaré bien puesto el nombre de Natales". ¡Fue artillero de la Royal Air Force, cumpliendo servicios en las isla Filipinas. Subido de peso, en la RAF combatió en la segunda categoría medio pesado, vapuleando a los mejores boxeadores de esa fuerza de combate, lo que le valió la prmesa de sus superiores de ser llevado a Londres una vez terminado el conflicto. Poco antes de la rendición japonesa, con fecha 5 de junio 1945, envió una carta a su madre, diciéndole: "To my dear mother from pour son that hope to see you son. Teddy"; es decir: "A mi querida madre de su hijo que espera verla pronto. Teddy". Sentía nostalgia por su tierra natal… y esa nostalgia lo hizo volver a su terruño amado: hoy está radicado en Puerto Natales, donde es propietario del Hotel Austral y de la agencia de turismo Scott Tour".
Maggie Dick
Día y noche ametrallando alemanes
Tomas, Maggie y Benny, eran tres hermanos. Habían nacido en Puerto Natales, más específicamente en Bories. Su padre, británico, era administrador del frigorífico. Al estallar la guerra los tres decidieron irse a Inglaterra para ocupar un puesto en la lucha. En junio de 1945, al terminar el conflicto, la primera en regresar fue Maggie, contando a los periodistas que en 1943 había dejado al Aervicio Auxiliar del Ejército como artillera antiaérea para la defensa de la ciudad.
"Trabajábamos noche y día ametrallando aviones nazis. La labor era combinada: en cada ametralladora dos niñas reconocían los aviones enemigos con telescopios y las demás apuntábamos". Declaró que la mujer había dado muy buenos resultados en la defensa de Londres, por su minuciosidad y porque en el conflicto era envuelta por un valor extraordinario, olvidando sus nervios cuando comenzaba la acción la acción. "Nuestra emoción era más grande -acotó- cuando hacíamos blanco en los V - 1, y al explotar se hacían añicos sobre nuestros cañones". "Los 18 de septiembre los pasábamos en la embajada de Chile y allí si que nuestros corazones palpitaban de emoción cuando los acordes de Himno Nacional transportaba nuestros espíritus a esta larga y angosta faja de tierra". "Si algo de pena puedo traer conmigo, es por las compañeras que cayeron después de cada raid, por las amigas que yo había visto momentos antes sonriendo optimistas".
Los hermanos de Maggie
Thomas Dick, por su valor en el combate, alcanzó el grado de mayor. En Italia perdió un pie, al pisar una mina antiindividual. De acuerdo a las noticias publicadas en ésda época fue trasladado a un hospital de Gales, donde le colocaron una prótesis de aluminio. Su hermano Benny, después del término de la guerra, fue enviado al Lejano Oriente. Si retornaron o no a Magallanes es una respuesta que no pude encontrar. Su hermana Maggie y sus padres hace ya muchos años que se marcharon de la región.
Hugo Mac Donald Dodman
"La guerra es olor a muerte, cansancio, mugre y putrefacción".
La mitad de la flota de acorazados del Duce era destruida por la RAF en Tarento, cuando Hugo Mac Donald Dodman, uno de los tantos magallánicos que participó en el conflicto, comenzaba junto a las fuerzas aliadas la larga caminata hacia el norte de la península itálica que iría cerrando el cerco sobre Berlín. El combatiente hoy tiene 71 años de edad, casado y con dos hijos. A pesar del tiempo transcurrido no olvida la guerra. Con orgullo muestra sus recuerdos de la guerra.
Enmarcadas guarda sus condecoraciones y piochas. La Estrella de Italia, la Medalla de Defensa, la Medalla por cinco años en la guerra y la Medalla por la Defensa de Inglaterra. Además, las piochas de los cuatro destacamentos en los que sirvió. Al centro: su foto con el uniforme del Ejército Británico. "Estuve -dijo- la jornada más larga de todos los magallánicos que viajaron al conflicto: 5 años y 30 días. Me fui en 1940 y regresé en 1946". "Me correspondió un servicio en los blindados, en una sección especial que eran los ojos de las divisiones armadas. Debíamos ir delante de todos. Por eso estuvimos en Italia. Allí sufrimos mucho. También estuve en Egipto, Libia, Palestina, Siria; en total fueron alrededor de 50 lugares". "A Europa ingresamos por Tarento. Marchamos por el lado de Adriático. Dieciocho meses estuvo en la compaña de Italia.
Llegamos mil y sobrevivimos quinientos. Éramos los ojos especialistas del resto. Íbamos adelante para que hubiera seguridad en las acciones. Dábamos la ubicación de los cañones o de las ametralladoras con exactitud".
¿Tuvieron apoyo de la resistencia en esos países?
Sí, bastante. De Italia fuimos a Yugoslavia y después hacia Austria. Las guerrilleras de Yugoslavia nos ayudaron mucho. Eran chicas que patrullaban con sus armas en la noche toda esa zona de cordilleras y bosques.
Y en Italia…¿el pueblo estaba con los aliados o con el Duce?
Una parte estaba con los alemanes, pero la gran mayoría con los aliados.
¿Perdió muchos amigos?
Sí. Todos los días perdía a grandes amigos. Llega un momento cuando cae un amigo que… es cuestión de todos los días. Otro problema es el cansancio. A cualquier soldado en acción usted le da cinco minutos de descanso y está durmiendo. Las tensiones son muchas, las horas son largas y las faenas normales son de 15 días de actividad con 5 de descanso. Claro que se descansa a 400 metros más atrás, nada más. Cuando comenzaron a sacar gente para el segundo frente, Francia, quedábamos menos y la jornada se hizo mucho más larga… hasta dos meses sin descanso.
¿Fue herido en el campo de batalla?
Sí, por golpes de una mina en Italia. Pese a que yo era especialista, y por razones inexplicables, una noche me enviaron de patrullaje. Un compañero pisó una mina que le voló los pies. A mi me lanzó contra una muralla y me golpeé la espalda.
¿Que le diría a la juventud sobre la guerra?
La guerra no es romántica como se muestra en las películas o en las novelas. La guerra es cansancio, es mugre, olor de muerto, putrefacción Cuando todo está roto hay muchos problemas, no hay qué comer. Llegaban borreguitos desde la Argentina, medios verdes. Era la ración militar de 300 hombres por un día, con dos rebanaditas de pan en la mañana, dos al mediodía y dos en la tarde. Si estábamos con suerte se agregaban dos papitas. No había cena. Los civiles no tenían eso. Tenían mucho menos."
Fuente: icaritos
Wikipedia
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