El SS Ayrfield es un barco abandonado usado en la Segunda Guerra Mundial que fue dejado en la bahía tras el cierre del astillero de desguace. El oxidado casco de la nave es ahora el hogar de una exuberante vegetación, incluyendo árboles completamente desarrollados de mangle
El SS Ayrfield es uno de los muchos barcos fuera de servicio que llevan años abandonados en la Bahía de Homebush, justo al oeste de Sydney y cuya área fue objeto de un plan urbanístico con motivo de la celebración de los juegos olímpicos, que sirvió para recuperar el tramo del cauce que presentaba unos altos índices de contaminación debido a los vertidos incontrolados producto de la actividad industrial y de los depósitos de óxido generados por la corrosión de las decenas de buques depositados en sus riberas y que tuvo como consecuencia la prohibición de toda actividad pesquera.

Aunque la práctica totalidad de los buques fueron retirados, todavía quedan algunas reliquias del pasado, que atestiguan que aquella área durante casi medio siglo fue el destino donde fueron abandonado numerosas embarcaciones y buques provenientes de las mas diversas actividades, comerciales, pesqueras, militares... El mas conocido sin duda es el SS Ayrfield que se diferencia de los otros buques varados es el follaje increíble que vive y asoma por el casco oxidado. El hermoso espectáculo, también conocido como
El bosque flotante, añade un poco de vida a la zona, que pasa a ser una especie de cementerio de barcos.
Originalmente fue botado como SS Corrimal, esta enorme bestia de acero de 1.140 toneladas fue construido en 1911 en el Reino Unido y registrado en Sydney en 1912 barco de vapor destinado que cubría diferentes trayectos transportando viajeros y víveres, entre las poblaciones que décadas se añadirían como distritos de la emergente ciudad que servía como puerta de entrada para cientos de miles de colonos y que luego fue utilizado para transportar suministros a las tropas estadounidenses estacionadas en la región del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. El barco pasó a servir como un carbonero entre el terminal de Newcastle y de Miller en Blackwattle Bay.
Dos fotografías del SS Ayrfield cuando aún estaba operativo
Finalmente, en 1972, el SS Ayrfield fue retirado y enviado a Homebush Bay, que sirvió como un astillero de desguace.
Así, lentamente después de su cese total, el “SS Ayrfield”, se descompone junto los otros buques en la gran Bahía de Sídney, sin duda alguna la naturaleza aprovechó al máximo la muerte de este gigante fruto de la tecnología para convertirlo en un hermoso y espectacular “Bosque flotante”. Popularizado de esta manera por los residentes de Sidney, el cual se ha vuelto un emblema popular para residentes y turistas. Sin duda es el barco el que sigue atrayendo a los visitantes por su majestuosa presencia, rica en árboles de mangle.